Capítulo 13

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Lisa estaba haciendo ese gesto extraño con la boca, esa sonrisa malévola que nunca avecinaba cosas buenas, todas lo sabían, y Sana comenzó a sudar frío.

Normalmente, Lisa siempre sonreía, parecía lanzarle flores a todo el mundo, y verla en ese estado era un shock para ellas. Lisa lucía como si fuera capaz de arrancarle la cabeza a la pobre de Sana sólo con sus manos.

La japonesa comenzó a temblar por el miedo, e instintivamente Jennie la abrazó para tratar de calmarla. La chica, después de todo, era más pequeña, delgada y frágil, y Lisa parecía dispuesta a lanzarse sobre ella.

—Y tú, Jennie Kim —las palabras salieron heladas, sin diversión, y la aludida supo que estaba en problemas porque Lisa nunca la llamaba por su nombre completo a menos que fuera algo realmente serio—, ¿has olvidado que tienes una novia y no necesitas de otra?

La pobre de Sana parecía a punto de romper a llorar.

—Oye, Lisa, ¡no te pases! —le regañó Tzuyu poniéndose de pie, tomando valentía por un breve momento.

Pero Lisa la fulminó con la mirada y Tzuyu decidió que quería conservar su piel ese día.

—No estoy hablando contigo, Tzuyu —dijo volviendo a mirar a Jennie y a Sana—, sino con mi exnovia.

¿Ex...?

—¿Estás terminando conmigo? —preguntó Jennie de forma incrédula.

—¿Y a ti qué te parece? —replicó la tailandesa con desdén.

—¡No pueden terminar, Lis! —gritó Sana rompiendo a llorar—. ¡No puedes hacerlo, deja que te lo explique!

Sin embargo, Lisa se limitó a bufar para luego girarse, marchándose a pasos veloces, todavía con esa expresión de ira difícil de ocultar.

Sana comenzó a gemir.

—¡Ve... ve tras ella, tú, idiota! —lloriqueó empujando a Jennie.

La pelinaranja la miró atónita.

—No puedes estar hablando en serio, ¡no hicimos nada malo! —gruñó Kim, todavía sin poder creer que de verdad estuviera ocurriendo eso.

¿Realmente Lisa estaba terminando con ella? ¡Si para comenzar, ni siquiera eran novias de verdad!

Y si no lo eran, ¿por qué esa ruptura le estaba doliendo tanto? ¿Por qué ver a Lisa actuar así la hirió en lo profundo del corazón?

—¡A mí... no v-va a es-escucharme...! —sollozó Sana—. ¡Debes —un golpe en el pecho—... ir —otro golpe—... tras ella!

Sana parecía querer darle otro golpe, pero entonces alguien la tomó de los hombros, deteniéndola y girándole.

—Oye, Sanake —murmuró Nayeon abrazándola de golpe—, tranquila, por favor, cálmate.

Sana abrazó a Nayeon, para sorpresa de todas, y sollozó en su pecho.

—¡Ve tras Lisa, Jennie! —ordenó Tzuyu de pronto, molesta.

Jennie quería replicar, decirle algo, pero escuchar el nuevo llanto de Sana le hizo ver que si dejaba que su orgullo se interpusiera, las cosas con Lisa podían quedar rotas para siempre.

Y Jennie no quería eso. Fueran o no fueran novias, Jennie no quería que todo con Lisa se arruinara por un malentendido.

Así que se alejó de las chicas siguiendo el camino por el que Lisa se había ido, dispuesta a aclararle todo lo que había pasado, esperando encontrársela hecha una furia todavía.

Pero no esperaba encontrársela llorando en una banca como una niña pequeña, desesperada para que alguien la sostuviera.

¡Gracias por leer!
🌻

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