Al día siguiente por alguna razón me levante más temprano de lo normal, me levante media hora antes de que sonará la alarma, por lo que me quede sólo un rato más en cama en lo que se me pasaba el sueño.

Cuando pensé que ya era hora de levantarme chequé la hora y apenas iban a ser la seis de la mañana.

Mi cuerpo se sentía relajado, así que a paso pesado me metí a la ducha y me tarde más de lo normal disfrutando del baño caliente, a lo lejos escuché la alarma de mi celular marcándome de que apenas eran las seis con diez minutos, suspire.

Salí de la ducha y empecé a buscar ropa cómoda que ponerme, al final me decidí por mis jeans y una playera holgada color gris y mis botas cafés.

Era sencillo, lo sé, pero a mí me gustaba este estilo, era muy cómodo y podía moverme con total libertad, nunca me ha gustado estar con ropa ajustada.

Salí temprano de mi casa, así que decidí caminar a paso lento disfrutando del clima fresco de la mañana, pase enfrente de una cafetería y como no había comido nada pase a comprarme una torta y un café.

Cuando llegué a la escuela todo mundo estaba callado y expectantes a mí, lo cual se me hizo bastante raro, ya que, que yo recuerde no he hecho ni dicho nada como para ser el centro de atención a excepción de que ahora estoy en una "relación" con Jimin.

Caminé hasta mi casillero con la mirada de todos aún sobre mí, en cuestión de segundos descubrí el porqué de sus miradas expectantes. De un momento a otro yacía bañado en pintura verde al momento de abrir mi casillero y las risas a mí alrededor no se hicieron esperar.

Me dio bastante rabia e impotencia que lo único que pude hacer fue tratar de quitarme la pintura que me había caído en la cara y en el ojo. Ardía horrores esa porquería.

Cuando me giré para enfrentar al maldito que me había hecho esa broma de mal gusto pude divisar a Minsoo que sonreía arrogante a unos cuantos pasos alejado de mí junto al zoológico que tiene como amigos.

Al parecer la paliza que le dio Jimin sólo sirvió para matarle las pocas neuronas que tenía.

Me acerqué a él a paso decidido y conteniendo a iniciar una pelea con él.

— ¿Te diviertes? — pregunté rechinando los dientes.

— No sabes cuánto. — respondió sonriendo. — tu cara debió ser enmarcada, fue todo un poema. — comentó divertido.

— Deja de joder, Minsoo, si no quieres problemas.

— ¿Por qué? —se acercó más a mi tratando de intimidarme, lo cual no logro debido a que yo estaba muy enojado. — ¿Me acusaras con tu noviecito? Puedes decirle, dile que cuando quiera le daré la golpiza de su vida.

Yo reí con ganas.

— Si no mal recuerdo, Jimin ya te golpeo y te dejó retorciéndote. ¿Acaso quieres repetir la experiencia? — respondí burlón.

— Nos agarró desprevenidos.

—¿Y? Todo mundo puede corresponder una pelea no importa si te agarran desprevenido o ¿no? — hice una pausa y me crucé de brazos. — al menos que seas una persona débil y no te sepas ni defender.

— Mira Jeon no me provoques. — me agarró bruscamente del cuello de la camisa acercando su cara a la mía. — te partiré la cara de niño bonito que tienes.

Yo le sostuve la mirada y reí sin ganas.

—Eres tan cobarde que necesitaste ayuda de tus amigos para dejarme botado en medio de un callejón a mi merced. — vi como apretaba la mandíbula y forzaba su agarre. — Eso es no tener lo suficientes huevos como para resolver tus asuntos solos.

Lo empuje haciendo que se tambaleara hacía atrás y me soltara.

—Si quieres una paliza, te la estas ganando Jeon. — me amenazó.

— No me importa, puedes hablar todo lo que quieras. — lo miré por última vez dando vuelta sobre mis talones y percatándome de la pequeña multitud que se había formado alrededor de nosotros.

— ¿Ya te vas? — lo escuché decir enojado. — ¿Acaso tienes miedo de pelear y que no esté Jimin para defenderte?

Lo miré por sobre mi hombro sin voltearme.

— No necesito a Jimin de testigo de la paliza que te daré.

Y sin más salí de ahí sin voltear hacia atrás, me dirigí a mi casillero por una camiseta limpia y encaminé el paso hacia los baños.

Ya dentro del baño y con la adrenalina controlada empecé a percatarme de lo que paso.

.....

Mierda.

Sólo busco problemas.. Pensé.

¿¡Cómo se me ocurre?!

Definitivamente estoy mal. Suspiré cansado mientras veía mi reflejo en el espejo del baño.

Maldita sea.

Será un rollo quitar la mancha de pintura...

Me quite la camisa, abrí el grifo y moje un poco la camisa para después pasarla por sobre mi cara para quitar lo que quedaba de pintura en mi cara y parte del cuello y brazos.

Me lave la cara y pude apreciar que estaba un poco más bajo de peso.

Tengo que cuidarme más..

Me seque la cara y me dispuse a ponerme la camisa limpia, agarré la camisa sucia y salí del baño.

Cuando cheque la hora en mi celular casi me dio un infarto al ver que faltaban diez minutos para el inicio de clases y yo iba tarde.

Camino a mi salón me encontré a Jimin, quien al percatarse de mi presencia se detuvo y me sonrió de lado.

— ¿Se te hizo tarde, kookie?

— Creo haberte dicho que no me dijeras así. — me crucé de brazos.

— Y yo creo haberte dicho que no me importa. — sonrió triunfante.

Rodé los ojos y me dispuse a reclamarle, pero algo hizo detenerme.

Me acerqué más a él y me incline, el me miró confuso ante mi acto, finalmente me separé y guarde distancia.

— ¿Te divertiste anoche? — sonreí divertido.

— ¿Eh? — me miró confuso.

Señale parte de su cuello y él pareció entenderme enseguida y cambió su expresión de confusión a una sonrisa altanera.

— Sí, ¿Por qué? ¿Celoso?

Yo me reí en su cara.

— Para nada, cariño — hice un gesto con la mano restándole importancia.

El alzó una ceja.

Me acerqué a él y le arregle la camisa del cuello de manera que cubriera los chupetones.

— Van a pensar que fui yo. — lo miré severo. — debes ser más cuidadoso.

—Es lo que hacen los "novios" — hizo comillas con los dedos al decir lo último. — No sé por qué te preocupa.

—Sí, pero no quiero que piensen que tú y yo lo "hacemos" — dije imitándolo. — así que hazme ese pequeño favor ¿quieres?

El bufo exasperado pero terminó asintiendo de mala gana.

— Esta bien. Y ya ve a clases. — volvió a sonreír. — Vas cinco minutos tarde.

Mis ojos se abrieron y sin despedirme empecé a caminar rápidamente hacía mi salón.

Escuché a Jimin a los lejos.

— ¡No se te olvide la salida! ¡3:30! ¡Más te vale ser puntual!

— Las anomalías genéticas se dan debido a las mutaciones y a las anomalías en los cromosomas X y Y. — explicaba el maestro de biología, era el único maestro que sentía que explicaba bien y no me costaba entenderle.

Era la última clase que tenía en el día y yo ya estaba cantando victoria.

Estaba prestando atención cuando una papel golpeo mi cabeza, enseguida voltee mientras recogía el pedazo de papel encontrándome con la mirada y una sonrisa cuadrada por parte de mi amigo.

Yo rodeé los ojos y me dispuse a abrir el papel.

¿Estás listo para más al rato?
¿No estas nervioso? ;-; yo si
Tengo miedo de cagarla con hobi ahí y su hermana presente T^T

Yo sonreí divertido por las preocupaciones de Tae y me puse a responderle, le tiré el papel de regreso cuando el maestro se dio la vuelta para escribir en el pizarrón.

A veces pienso que eres mujer...
Deja de complicarte y angustiarte tu solo xD. Sólo se tu mismo(?.... Bueno no ;-; pero compórtate dentro de tu ranking normal y todo saldrá bien.

Después de clases llegué a mi casa muerto, por alguna razón me sentía bastante cansado, mi cuerpo gritaba ¡Vacaciones! Y yo sólo podía rogar que estas ya llegarán.

Saqué la camisa sucia de mi mochila y la talle antes de meterla a la lavadora con las demás prendas, no quería que se mancharan mis demás camisas por culpa de la maldita pintura de color shrek.

Me senté en el sillón y me dispuse a esperar a que la lavadora hiciera todo su ciclo.

Empecé a sentir mis ojos pesados y cerré mis ojos un momento.

Abrí mis ojos espantado debido a los constantes golpeteos de la puerta de la entrada y por el tono de llamada de mi celular.

Desorientado me pare y no escuché ruido.

Algún vendedor.

Me dirigí en donde estaba la lavadora para checar si ya había terminado de lavar, y sí, ya había terminado quién sabe desde a que hora.

Estaba por sacar la ropa de la lavadora cuando los golpeteos insistentes en la puerta se hicieron presentes otra vez.

¿Quién podrá ser?

Me dirigí a la puerta y los golpeteos cada vez se hacían más fuertes hasta casi aporrear la puerta.

¡Maldita sea! ¡¿Cuál es la maldita insistencia?!

— ¡Ya voy!

Llegué hasta la puerta y la abrí a medias para ver quién era la persona a que andaba haciendo escándalo fuera de mi departamento.

— ¡Te dije 3:30, Jeon!

Mis ojos se abrieron a la par al ver a Jimin parado frente a mí rojo de la furia.

¿Pues qué hora era?

Mis ojos viajaron hasta el reloj que yacía colgado en la pared de la sala.

4:10

Mierda..

Voltee a ver a Jimin y sonreí nervioso mientras él me fulminaba con la mirada.