❤️capítulo 2🎡

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—Vamos mochi, muévete.

Con suma alegría Yoongi jalaba del brazo a un desanimado Jimin, el rubio lo había invitado a una feria con parque temático y el pelinegro no pudo negarse por sus ojitos brillantes al proponerle la salida, a pesar de que sus sentimientos por el rubio lo hicieron sentir incómodo.

Luego de su encuentro aquella vez, hubo más, los primeros encuentros eran en su cafetería favorita y dónde se conocieron, luego fueron intercalando los lugares turnandose para escoger el nuevo sitio al que irían juntos, siempre eran lugares diferentes, aunque siempre volvían a su cafetería, y así habían pasado unos seis bonitos meses de amistad entre Yoongi y Jimin.

Para Jimin iba todo bien al principio,  Yoongi fué su salvavidas en sus épocas más oscuras, haciendo que se sintiera cómodo y confiado en todo momento, el problema fué cuando cayo en cuenta que sentía una atracción por su mayor que estaba transmutando a enamoramiento, no tenía claro si Yoongi podía sentir lo mismo pero tampoco quería comprobarlo, si todo terminaba en rechazo Jimin se iba a sentir mal, volviendo nuevamente al hoyo negro del que había salido y probablemente las cosas entre ellos se volviese incómodas al punto de perder su amistad, era algo que Jimin no estaba dispuesto a aceptar.

Sintió cómo su brazo fué soltado de repente y un Yoongi molestó le devolvía la mirada.

—Mochi, ¿Qué te pasa? —Yoongi tenía sus brazos cruzados en su pecho.

—Nada, hyung...

Yoongi en esos meses que había estado con Jimin se tomó las molestias de intentar conocerlo bien, cada gesto, cada mirada y cada expresión corporal, sabía que en ese momento se encontraba desanimado, pensativo, estaba así desde hace días, por más que intentará lucir bien el rubio sabía que algún pensamiento lo molestaba.

El rubio se acercó a Jimin, invadiendo sólo un poco su espacio personal, el pelinegro levantó sus guardias enseguida pero no lo alejó inmediatamente.

—Se que algún pensamiento ronda por tu cabeza hace semanas y que también te atormenta —habló calmadamente Yoongi impresionando al pelinegro —¿Por qué no le cuentas a tú hyung?, Siempre estaré para escucharte.

La sonrisa que el rubio le regalo después hizo que el corazón de Jimin tuviera una pulsación fuera de lugar y su respiración se acelerará, se empezó a debatir entré contarle la verdad de sus sentimientos o seguirlos guardando para sí, sin embargo los ojos de Yoongi le pedían explícitamente que no lo hiciera. Respiró para infundirse animos.

—Me gusta hyung, me gusta mucho.

Una vez dicha las palabras dejo que su nerviosismo saliera a flote y miró con temor la reacción de Yoongi, el rubio intentaba procesar las palabras, sin embargo, sus ojos y su boca abiertos más de lo usual lo traicionaban, la noticia era algo que no esperaba y para Jimin era señal de que no era correspondido.

—S-se que no es igual para hyung, y-yo no quería decirle p-porque no deseó que nuestra...

Un beso, los labios de Yoongi junto a los suyos fueron lo que lo callaron, el rubio tenía los ojos cerrados y sus manos en las mejillas de Jimin para sostener su cara, el pelinegro no podía cerrar sus ojos de la impresión.

Yoongi notó la resistencia del pelinegro y abrió un poco sus ojos, sin separar sus labios de los esponjosos de Jimin, para ver qué pasaba, sus ojos conectaron por un momento poniendo más nervioso a Jimin, pero antes de que Jimin hiciera algún movimiento para separarlos Yoongi empezó a repartirle piquitos en los labios, uno, dos, tres, cuatro, los necesarios hasta que empezó a notar que Jimin entraba en confianza y devolvía los besos, no podían evitar sus sonrisas mientras se repartían los besitos, el rubio acomodó sus manos en la cintura de Jimin mientras el susodicho las acomodaba en su cuello, ambos se sentían en una nube.

—Tambien me gustas, Jimin —Yoongi le regaló su gran sonrisa y ojos chiquitos cuando se separaron.

Jimin no encontraba sus palabras, estaba tan feliz que sólo atinó a reírse a carcajadas y refugiarse en el cuello de Yoongi mientras esté le acariciaba el pelo y lo seguía con su risa.

—¡Sal conmigo!, Se mi pareja —expresó Yoongi después de un rato captando la atención de Jimin.

—P-pero...

—Nada de peros, me gustas desde hace tanto, ésto es cómo un sueño.

Nuevamente Jimin caía rendido a la sonrisa de Yoongi, siempre que veía al rubio tenía esa sonrisa y generalmente lo estaba mirando, creando una revolución en su mente, ¿Cómo podía decirle que no, si era algo que también quería?.

Con una gran sonrisa, Jimin asintió con su cabeza entusiasmado y Yoongi lo alzó del piso muy entusiasmado, ambos felices por ser sus sentimientos correspondidos.

🎡❤️🎡❤️

Estaban de aniversario, Yoongi quería hacerle algo especial a Jimin para celebrar, cuándo pensó en llevarlo a la playa le había parecido una gran idea que no lo pensó dos veces y preparó las cosas necesarias, no pensó que el viaje fuese incómodo por el silencio sepulcral de Jimin, estuvo pendiente de la ventana en todo el viaje y eso sólo significaba una cosa, estaba sobre pensado.

Cuándo llegaron a la playa lo bajo inmediatamente del carro para llevarlo corriendo a ver el mar, ya después tendrían tiempo para sacar las cosas del carro, con sus manos entrelazadas llegaron cerca de la orilla sintiendo el aire fresco y salado.

—Es muy bonito, ¿Cierto, Jimin? —el rubio miró el perfil de Jimin, estaba tan pensativo.

—Si... —respondió Jimin sin mirar a Yoongi, su concentración estaba en el mar.

—Bien, no aguanto, ¿Podrías, por favor, aclararme qué es lo que te pasá?

Yoongi no sonó fuerte, ni demandante, tenía claro que si quería un futuro con Jimin en su relación debía haber respeto y confianza, sin embargo, había un límite y sentía que Jimin seguía sin darle toda su confianza.

Jimin por su parte no sabía cómo decirle lo que carcomía su cabeza, ¿El amor entré Yoongi y él era lo suficientemente fuerte para seguí adelante después de la noticia?, No lo sabía, no quería dudar de su amor pero...

—Estoy embarazado.

Jimin se atrevió a ver a Yoongi para ver cuál había sido su reacción, sus ojos delataban si gran sorpresa, su boca parecía la de un pez, Yoongi se volteó dándole la espalda a Jimin, el pelinegro quería contener sus lágrimas pero estaban a nada de resbalarse, un bebé suponía una gran responsabilidad y ellos ni siquiera habían empezado a hablar de bebés para que fuese una probabilidad en sus vidas, pensaba tener al bebé, pero no sabía si Yoongi estaría a su lado.

De repente empezó a escuchar una risa de parte del rubio, esté se giró viendo a Jimin con ojos aguados y rápidamente lo alzó en un abrazo desde los muslos de Jimin el cual se tuvo que agarrar de los hombros de Yoongi y empezó a darle vueltas.

—¡Vamos a ser padres!, ¡Vamos a ser padres! —hablaba fuerte y de manera emocionada Yoongi.

Jimin sintió cómo sus lágrimas bajaban pero era de felicidad, Yoongi quería al bebé, estaba emocionado por la idea, se unió a la alegría del rubio y los dos eran un mar de risas y lágrimas felices.

Luego de un rato Yoongi situó en el suelo a Jimin y empezó a secar sus lágrimas en caricias dulces.

—Arruinaste completamente mi sorpresa, bebé —Yoongi no podía parar de acariciar la cara de Jimin mientras hablaba.

—¿Qué? —Jimin pregunto con sus voz ronca por las lágrimas.

Yoongi dejo de acariciar la carita de Jimin para buscar algo en su bolsillo y ponerlo a la vista del pelinegro, era un anillo, era de un plata blanquecino y tenía una piedra muy bonita incrustada, aquello dejo paralizado a Jimin que miró a un Yoongi muy sonriente.

—Te quería sorprender pero a la final fuí yo el sorprendido —Yoongi se rió nerviosamente y agarró la mano de Jimin para empezar a acariciarla —¿Podrías mejorar aún más esté día diciendo que sí te casarás conmigo?

Jimin había dejado de llorar para empezar nuevamente, se sentía mal por haber dudado del amor que ambos se profesaban, el hombre parado frente a él era ahora uno de sus mayores motivos de alegría y próximamente el ser que habitaba en su interior, no podía creer su suerte, hacía casi dos años estaba atravesando una gran depresión y ahora estaba casi tocando la felicidad más pura que podía conocer.

Con suma emoción afirmó con su cabeza su decisión, tampoco lo iba a pensar mucho, era un claro "sí", su nueva vida iba a ser al lado de esté hombre y su bebé, serían ellos contra lo que sea que viniera.

Yoongi sonrió cómo tanto le gustaba a Jimin y acomodó el anillo en su dedo anular, el pelinegro no pudo ver bien cómo le quedaba por la ronda de besitos que le regaló el rubio, sin embargo, él también se unió a los besitos mientras las olas rompían en la orilla  y sus vientos salados alborotaban sus cabellos y golpeaban sus perfiles.

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