Este capítulo lo hice con la colaboración de

Angelhdzleon69

Oh, Angel muchas gracias por ayudarme, en serio eres un Ángel que cayó del cielo y en este caso a mi vida
Y
Por cierto

🎉¡Feliz cumpleaños!🎂,

Creíste que me olvidaría, pero noo ;)

Pásalo explendido este día, se que no te interesa mucho la idea de tu cumpleaños, pero recuerda que para mucha personas eres maravilloso.

Y la vida es el mejor regalo que pudiste a ver recibido, por eso apreciala. Siempre hay que dar un regalo de corazón para aquellas personas que siempre han estado ahí.
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Y ahora comenzemos...jeje este capítulo lleva un poco de lemon... bueno mucho, si desean no lean :l
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Meses después

"Elizabeth ya había tomado su desicion"

Elizabeth sabía que debía obedecer a su madre, pero no podía soportar una noche sin el. Fue hace unos meses que lo había conocido y sin embargo ya se había enamorado profundamente. Por eso no podía dejar de verlo o al menos en secreto.
Sonrrio cuando por fin había llegado al antiguo teatro abandonado, que a lo largo de los meses había sido ahí, donde se reencontraba con Meliodas.

El viento soplaba y desordenaba los cabellos de la albina, ella buscaba aquella cabellera rubia y ojos verdes en el polvoriento lugar del gran teatro abandonado de la zona.

—asi que por fin llegaste —menciono una voz atrás de ella—. pensé que nunca llegarías—. Ella se giró solo para toparse con la persona que robó su corazón.

Sonrrio disimuladamente y elizabeth tocó con las suaves yemas de sus dedos la mejillas de su amado, mientras el inclinaba su cabeza hacia la mano que la acariciaba.

—Elizabeth... —susurro con cariño y capturo sus labios, devorándolos y hundiendolos en un beso suave y profundo, que no solo cautivo sus bocas si no también el anheló de su corazón.

La agarro de su trasero con delicadeza y recostó suavemente su espalda hacia la pared, no pudo evitar el deseo que se acomulaba abajo, mientras se movía entre el medio de sus piernas.

Y sintió esa calidez nuevamente, rogándole a su interior que continuara y que la hiciera suya por completo, aunque estuviera esa tela que no permitía que se fundiera en ella y sintiera su semilla llenandola, igualmente sintió esa calidez una tan grande que quiso deborarla por completo esa noche, rozó sus dedos en su suave mejilla comenzando a acariciarla mientras dejaba besos húmedos a lo largo de sus hombros y cuello—. Te quiero...

—Meliodas~ah —gimió, sus manos atrevidas llegaron a sus pechos y a un estando debajo de su blusa comenzó a apretarlos con firmeza—. ¡Meliodas!

La sola idea de compartirla con su hermano le daba ira .... ella era suya y de nadie más.

Apretó un pecho con más fuerza y se deleitó con el angelical sonido que hizo. Contempló sus cabellos plateados y vio la dulzura que reflejaba su sonrisa viendo esos amados ojos brillando en la oscuridad ... ella era absolutamente hermosa y ella era suya.

Se acercó a su cuello con lentitud y aspiro con gozo su dulce aroma. Dio una pequeña carcajada al ver como se retorcía contra el, de una manera dulce y agonizante. Ya no soportaba mas, estaba apunto de destrozar su falda y hacerla suya por completo.. pero no podía, el no debía.

—Meliodas...no —volvio a sonrreir pero no con el deseo de antes, si no con el dulce rechazo que tenía que afligir. El rubio juntó sus frentes con cariño y escuchó el suave suspiro que realizó en la comisura de sus labios—. sabes que no podemos... no debo.

—No es tu culpa —Se separó de su amada y la dejo caer cuidadosamente en el suelo. Negó el deseo de su cuerpo y cumplió el deseo de propio corazón, el la quería ... pero si la dejaba ir, sería para siempre.

En unos días era su boda y Meliodas no sería el que le digiera esas dulces palabras ... igualmente ... nunca lo hizo.

Se desánimo por completo y aun así sus ojos verdes se suavizaron, cuando la vio sonrreir solo para el, y no para el tonto de su hermano.

—tranquilo..estaré siempre contigo —simples palabras que tocaron algo mas que su alma, una sonrisa apareció y con aquel poderoso amor que los mantenío unidos esos meses, la atrajo a otro beso que los unió de una forma que ni ellos sabían que existia, y con un deseo tan fantasioso que no entendían.

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En el pasillo se mostró un nuevo candidato un peli morado con ojos color jade, de baja estatura, un nuevo candidato para ser el prometido de Gelda, una sonrisa se asomó en sus labios cuando su mirada se poso en la bella mujer.

Igualmente la joven le devolvió la sonrisa y en forma de juego se dirigió al cuarto más cercano del pasillo, siendo perseguida por el, como si jugarán a las escondidas en el pasillo.

Cuando entro a la habitación fue recibida por un abrazo de ella por atras y antes de inclinarse y darle un beso en la mejilla, ella le quitó su peluquería.

—zeldris en serio color ¿Morado? —pregunto en forma de burla, el pelinegro se sonrrojo y comenzó a quitarse sus lentes de contacto cambiando el color de sus ojos a uno oscuro y hermoso, como siempre lo tenía y como ella amaba.

—eh..si ya me ezcabullido como una veinte veces, era el único color que conocía —se volteó y envolvió sus brazos en la cintura de la joven, escondiendo su rostro entre sus pechos como siempre lo hacia—. Además ... quería volver a verte

—zeldris... —abrio ligeramente los ojos cuando dijo eso y con cariño acomodo algunos mechones negros que caían de su rostro, sonrrio y contempló como sus mejillas se tomaron rojas y la punta de su nariz comenzó a volverse rojo carmesí—. creo que deberíamos ir a otra habitación ... Cualquier sirviente podría encontrarnos aquí y vernos

—abrazar a alguien no es tan malo Gelda.

—pero besarla, si —el pelinegro se sonrrojo tanto que sus mejillas casi alcanzaron el color rojo más alto, abrió la boca ligeramente para hablar y ella aprovecho el momento, para besar sus labios con cariño. Hundiendolos a un deseo que tuvieron miedo de no controlar esa noche. Sus lenguas jugaron con la otra como si fuera una competencia ... no podían soportar el deseo que se acomulaba en su interior y bajaba a su punto más sensible. Y finalmente solo finalmente liberaron sus bocas, separándose un momento para realizar un suave suspiro en la comisuras de sus labios.

—Gelda sabes que no debes....

—Lo se.. —igualmente lo volvió a besar pero ahora movió sus bocas hundiendo su beso, un movimiento casi mágico con los sonoros gemidos que hizo la chica, y con el maravilloso toque de sus manos.

Zeldris no pudo aguantar un jadeo cuándo movió su lengua dentro de su boca y se entrego a su abrazo presionando su besó, saboreando el dulce néctar de sus labios. La agarro de la cintura y la atrajo más hacia el.

Sus cuerpos estaban tan juntos, que podría decirse que estaban unidos por un increíble lazo que no se rompia y la firmeza en que presionaban sus caderas con las del otro, les trajo un mar de placer que dentro de unas segundos ansiaban manifestar al uno a la otro y sentir ese amor que guardaba meses sin ser explorado y solo por fin cumplir sus expectativas fantasiosas que andaban en los bordes de su mente.

—ah~zel —gimio, las manos del chico viajaron a su rostro. Y justo cuando iba decirle esas palabras tan hermosas que cualquier mujer ansiaba escuchar de los labios de su amado, una voz sonó afuera de la habítacion, y la vergüenza y el terror no pudieron disfrazarse ante la voz que mostraba el rostro del desconocido.

—¿Quien está ahí?

N/A: por favor no pregunten cómo me salieron estás ideas de la cabeza :l porque no fue de la mía ... Bueno algo asi jeje.

¿Pero les gusto?

Me sentí rara escribiendo esto, pero fue agradable en cierto modo creo. Y perdonen las mil y unas fallas ortográficas, gramaticales y talvez algunas conyugales, si es que tengo.

Perdóneme la tardanza, la verdad yo no tengo mucha imaginación y si no fuera por Ángel este capítulo se hubiera publicado en 2021 :b Bueno eso es todo.

¡Gracias por leer!