Capítulo 04

Màu nền
Font chữ
Font size
Chiều cao dòng

—Esto es un caoz —la voz agitada de Namjoon se hizo presente.

Personas corriendo, infectados mordiendo como si no hubiera un mañana y sangre en todas partes.

—Allá —dije de inmediato al notar un par de vehículos aún estacionados.

Con el cansancio matándonos, todos comenzamos a empujar lentamente para no ser escuchados por los infectados.

Nuestra discreción terminó con el sonido de los portones cerrándose y aplastando a los infectados que habían debajo.

—Corran, corran ¡ya! —Jin gritó haciendo que nosotros corramos empujando el carrito de comida.

Con los infectados a unos metros seguimos a paso rápido, las piedras del camino hacian difícil el poder llevar a Yoongi con el carrito de comida.

Por suerte logramos llegar a uno de los vehículos, cuando intenté abrirlo, la alarma comenzó a sonar.

Me asusté, los demás se pusieron más nerviosos.

—Abajo, ahora —ordenó Namjoon.

Yoongi bajó del carrito con mi ayuda y se arrastró. Yo le seguí el paso, Namjoon y Jin se habían escondido debajo de otro.

Los infectados comenzaron a rodear las camionetas, algunos cayeron al suelo, se acercaban a nosotros con sus brazos.

Yoongi me abrazó, de tal manera que su cuerpo cubría casi todo el mío.

Me protegía de los demás infectados.

Parecía el final, la alarma de la camioneta en la que estábamos Yoongi y yo estaba atrayendo a más y más.

Los infectados que habían caído se quedaron atascados en los bordes, aún así el ruido que soltaban era angustiante.

—Se irán —Yoongi habló en mi oído mientras acariciaba mi cabeza.

Asentí, mi cuerpo temblaba. Solo me aferré más a él tratando de no soltar ruidos.

Pasó el tiempo y la alarma se detuvo, pero los infectados aún nos rodeaban.

De reojo pude observar cómo Namjoon y SeokJin salían de abajo de la otra camioneta.

Pensé que huirían porque se alejaron, sin embargo, unos pocos disparos resonaron.

Eran SeokJin y Namjoon, distrayendo a los infectados.

Su acción tardó unos segundos, pero resultó bien pues los infectados empezaron a alejarse rumbo a ellos.

Esperé a que se fuera la mayoría para poder salir del vehículo e intentar abrir el otro.

—Con cuidado —dijo Yoongi soltándome.

Pedí porque estuviese abierto, la vida de todos dependía de eso.

—Vamos —susurré antes de lograr abrirlo sin dificultad.

Yoongi hizo un ruido de felicidad desde el suelo.

Me agaché para poder ayudarlo a subir lo más rápido posible, pues aún habían infectados cerca.

Con Yoongi dentro, les grité a los otros, ellos ya sin balas corrieron hacia nosotros.

Abrí la puerta del conductor y me subí para empezar a buscar las llaves.

—Ya, vámonos enfermero Park —SeokJin se sentó detrás, hablando con la respiración agitada.

—No encuentro la llave —repliqué buscándola.

—Adelante enfermero Park —soltó Namjoon sentándose en el asiento del copiloto.

—¡No encuentro la llave! —reclamé de nuevo levantando la voz.

Namjoon comenzó a buscar, los infectados se acercaban.

No sé en qué momento él logró mirar hacia abajo y dar con lo buscado.

—Aquí está, enciéndelo ahora por favor, enfermero Park.

Asentí, tardé un poco en colocar la llave. Finalmente encendí el auto y aceleré.

—¡Nos vamos! —gritó Namjoon con todo el alivio del mundo, bajando la luna de la ventana.

Atrás Jin y Yoongi también comenzaron a gritar de felicidad. Yo no me quedé atrás.

El refugio en el que estábamos seguros, ya no está más. Se fue en diez minutos, pero pensaremos en eso después.

Primero hay que alegrarnos por seguir vivos.

[...]

—¡Jung Hyun! —grité al escuchar cómo el cuerpo de mi hermano caía al suelo.

—Mierda —soltó Hoseok abriendo la puerta de su lugar para luego bajar.

—Jungkook, no bajes. Quédate aquí. —dijo Taehyung saliendo junto a su amigo.

Moví mis manos angustiado y decidí hacerle caso aunque todo en mí quería bajar a ver lo que ocurría.

Taehyung abrió la maletera y comenzó a buscar algunas cosas. Mientras tanto Hoseok le insistía para que avanzara.

—Jung Hyun está ardiendo, Taehyung rápido.

—Ya voy, ya voy —respondió encendiendo una linterna.

Cuando iluminó a mi hermano en el suelo, mis manos cubrieron mi boca por el susto. Bajé de inmediato haciéndole caso omiso a Taehyung.

—Jungkook, al auto —indicó Taehyung— regresa ahora.

—Es mi hermano —respondí desesperado mientras me colocaba junto a Jung Hyun.

—Jungkook, por favor. No puedes hacer nada, regresa al auto y —lo interrumpí.

—¡Está sangrando! Hay sangre, hay sangre en su cuerpo —repetí entrando en pánico y señalando la parte izquierda de su abdomen.

De inmediato Taehyung levanto la camiseta de mi hermano dejando ver la peor de las razones del sangrado.

—Maldición, está mordido —Hoseok confirmo lo que todos estábamos viendo.

Sentí la mirada de ambos sobre mí, mis ojos se humedecieron de inmediato.

Cuando estaba por comenzar a gritar por lo ocurrido, Taehyung se acercó a mí y cubrió mi boca con una de sus manos.

—Jeon Jungkook, respira. Podrías atraer infectados y no podremos ayudar a tu hermano. 

Con mi respiración alterada y mis ojos bien abiertos fije mi vista en el cuerpo tirado de mi hermano.

—Hoseok, amarra al hermano de Jungkook y colócale toallas o trapos húmedos.

—Pero...

—Solo hazlo —fue lo último que dijo antes de llevarme al interior de la camioneta.

Me senté con la vista posada en la nada y mi cuerpo temblando. Taehyung cerró la puerta y se quedó en silencio.

Aún no podia asimilarlo. Pasó sin que me diera cuenta.

—Está infectado —solté rompiendo en llanto— va a ser una de esas cosas... en cualquier momento será un cadaver andante. 

Mis quejidos salían de mis labios temblorosos, los sollozos ya eran incontrolables. Mi hermano, la única persona que tenía, estaba infectado.

—Jungkook, escucha, debes tranquilizarte y hacer menos ruido —la voz serena de Taehyung interrumpió mi llanto.

—¿¡Cómo puedes estar tan calmado!? Mi hermano está mordido ¿No lo entiendes? —le estaba alzando la voz— ¡Jung Hyun va a morir!

Él cerró sus ojos mientras yo le gritaba, cuando me callé los abrió de nuevo. 

—¿Terminaste? —cuestionó en una tonalidad algo baja— No lo vamos a solucionar gritando ¿sabes?

—Debo salir —hablé girando mi cuerpo rápidamente y colocando mi mano sobre la manija de la puerta.

Taehyung tomó mis hombros y me hizo mirarlo.

—¡Déjame salir! ¡Es mi hermano el que está afuera! —reclamé forcejeando— Suéltame —insistí sin dejar mi actitud.

Él apreto su agarre haciendo que me detenga debido al severo dolor.

—Mi amigo también está afuera. Ya deja de comportarte así, como un mocoso inmaduro —me dijo a la cara con su semblante serio.

Sus palabras me dejaron sin habla, solo sentí cómo mis lágrimas seguían bajando.

—Si quieres llorar adelante, es comprensible. Pero no permitiré que te comportes de manera imprudente y comiences a gritar poniéndonos en peligro. Llora en mi pecho si lo necesitas, pero hazlo en silencio como el adulto razonable que eres.

Lo miré a los ojos, transmitían seguridad y firmeza... no como los míos, ojos llenos de lágrimas buscando a alguien para gritarle por algo de lo que no tenía la culpa.

Rompí en llanto de nuevo, esta vez lo abracé y hundí mi rostro en su pecho para no hacer ruido. Se quedó inmóvil, pero pronto sentí unas cuantas palmadas de consuelo. 

Me quedé aferrado a él durante unos minutos, la tristeza no se iba, pero las lágrimas poco a poco se fueron calmando hasta que solo me quedó una respiración entrecortada.

—Lo de llorar en mi pecho... era un decir, Jungkook —dijo dejando de dar palmadas.

Al escuchar tal cosa me separé de inmediato con mucha vergüenza por lo que había hecho, había sido demasiada confianza.

Quería disculparme y no me salían palabras.

—Intenta dormir, Hoseok y yo haremos una fogata afuera y trataremos a tu hermano como podamos. Si ocurre algo, vendré a buscarte.

Asentí bajando la mirada, conteniendo las ganas de sollozar de nuevo.

Taehyung suspiró y llevó su mano a mi mejilla comenzando a limpiar mi rostro humedecido con su pulgar, levanté mi vista inmediatamente. 

No dijo ni una sola palabra, pero de nuevo me encontré con sus ojos. 

Desde entonces, mirar directo a sus hermosos ojos marrones, los ojos que en ese entonces eran de un extraño, se convirtió en el consuelo más fuerte de todos para mí.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen2U.Pro