Capítulo 09

Màu nền
Font chữ
Font size
Chiều cao dòng

Luego del disparo por parte de Taehyung, este no soltó al pelinegro, lo abrazó lo más fuerte que pudo.

Yo si bien estaba dolido por lo que acababa de presenciar, no tardé mucho para empezar a coser la herida de Jin.

No me gusta para nada ver la situación de esta manera, pero la escena sirvió para que se olvidaran de revisar a Yoongi. 

Así son las cosas, solo, seguimos vivos.

Mientras suturaba, Namjoon aprovechó para acercarse a mí.

—¿Vivirá, no? —preguntó refiriéndose a Jin—

—Lo hará, solo necesito terminar y encontrar algún medicamento para prevenir la infección de la herida.

Namjoon asintió y se acercó más a mí para poder seguir conversando.

—¿Enserio sabes en dónde está la chica? —cuestionó en voz baja.

—Tú que crees, claramente no —la expresión de Namjoon mostraba preocupación— la vida de Yoongi dependía de esa mentira, era eso o que le den un disparo en la cabeza.

—Si descubren que mentiste, tarde o temprano se lo darán. Y a nosotros tres de paso —suspiró— aunque al menos ganaste tiempo. 

—De todos modos, Namjoon, hay un diminuto porcentaje de encontrar a la chica en donde dije. 

—¿Hablas enserio? ¿No que no la conocías?

—No, pero ayer por la mañana antes de llevarle el almuerzo a Yoongi, escuché al jefe del personal de salud diciendo que estaban pensando en ir a buscar medicinas a un campamento en Daegu.

—Sea como sea, ¿Quién asegura que la chica sepa de eso?

—Taehyung, mencionó que ella era quien administraba muestras de sangre, esas personas interactúan mucho con el jefe por la importancia de su trabajo. Hay posibilidades de que ella por lo menos haya escuchado, Namjoon.

—Las hay, pero enfermero Park, hasta llegar, tendremos mucho tiempo.

—¿Qué quieres decir?

—No podemos quedarnos en este grupo, cuando Yoongi pueda caminar o cuando Jin se sienta mejor nos iremos, no podemos arriesgarnos a llegar hasta Daegu y que la chica no esté.

—Tienes razón —respondí— pero quizá no haya que esperar tanto, al mínimo descuido, debemos irnos y llevarnos la camioneta si podemos.

—Somos nosotros o estas personas. Y lo necesitamos más que ellos, ellos no tendrán un herido y un discapacitado.

—Yo se lo diré a Yoongi. 

Namjoon asintió ante mi comentario. Cuando terminé con lo que hacía, me puse de pie y caminé hacia Yoongi. Quería ver cómo estaba y de paso hablar con él.

—Atentos todos —Taehyung interrumpió mi acción— debemos irnos antes de que anochezca.

—Eso es imposible —dijo Hoseok— no tenemos gasolina y en la noche, a pie, no es buena idea.

—La camioneta estrellada debe tener algo de gasolina para la nuestra, nos servirá para poder llegar a una pequeña gasolinera donde podamos pasar la noche y obtener lo que necesitamos para llegar al río.

—¿Al río? —cuestionó Namjoon— ¿No querían buscar a su amiga?

—Primero necesitamos agua, tenemos comida para rato, pero agua no. En el río pensaremos mejor las cosas.

—Bien, entonces ¿Quiénes irán a donde nos encontraron para traer la gasolina? —cuestioné.

Taehyung lo pesó unos momentos y giró su vista a Jungkook.

—Taehyung, tú y yo podemos ir a traerla. Jungkook puede quedarse aquí —dijo Hoseok— no está en condiciones de ir.

—No, si él no va entonces me quedaré.

—Taehyung, estará con otras personas, no tardaremos más de media hora en ir y volver.

—No, Hoseok. A partir de ahora, yo no iré a ningún lugar sin Jungkook así que si él no va yo tampoco.

—Bien, en ese caso —comenzó a buscar con su vista— Tú, acompáñame porque te ves callado.

Había señalado a Yoongi.

—Él no puede caminar —dije de inmediato y esperando que mi nerviosismo no se notara.

—¿No? Pero si en la camioneta no había ninguna silla de ruedas o algo que indicara lo contrario.

—Sufrió un accidente, no puede ponerse de pie, para subirlo al vehículo lo trasladamos en un carrito de comida a falta de silla de ruedas.

—Como digas —contestó— entonces ven tú, andando que debemos acelerar el paso.

Me conviene ir con él, las inyecciones de Yoongi siguen en el vehículo y debo traerlas por si él tiene alguna recaída con los síntomas de la infección.

[...]

—Lo mordieron cuando cayó junto a ese infectado —dije siendo interrumpido constantemente por mis sollozos— fue mi culpa. 

—No fue tu culpa —respondió Taehyung sobando mi espalda— hay cosas que no podemos evitar, solo ocurren.

No respondí, seguí sollozando desde mi asiento. Todos en la camioneta estaban callados, seguían estándolo desde que Hoseok y el chico rubio regresaron con algo de gasolina.

Para nuestra suerte, un letrero de unos metros atrás avisaba la presencia de una gasolinera no muy lejos.

—Taehyung, la gasolinera está a unos diez minutos de aquí —dijo Hoseok bajando la velocidad de la camioneta— debemos bajar para supervisarla, pero no podemos ir todos a la vez.

—¿Y eso? —preguntó el chico que no podía caminar.

—Si hay sobrevivientes allí, nos podrían amenazar y quitar la comida que tenemos, de paso la camioneta. Mejor que piensen que somos dos o al menos que no tenemos suministros. 

—Yo no puedo ir sin Jungkook —enunció Taehyung con una voz firme.

—Taehyung, tú y yo siempre salíamos a buscar suministros, sabemos cómo negociar con personas peligrosas. Lo siento mucho, pero esta vez no aceptaré ir con uno de los nuevos. 

Taehyung lo pensó unos momentos, estaba indeciso. 

—Puedo quedarme, nada pasará si lo hago —interrumpí sus pensamientos— no será mucho tiempo.

 Él negó

—No, irás conmigo y Hoseok. No te dejaré aquí, puede pasar algo.

—Taehyung, ¿hablas enserio? —Hoseok lucía algo alarmado, había detenido la camioneta—

—Pues sí, no hay nada de malo en ir los tres ¿Tú tienes algún problema?

—Hablemos afuera —pidió tomando las llaves.

Taehyung asintió, este miró por la ventana antes de abrir la puerta. Estaba apunto de bajar, pero hizo algo antes.

Tomó mi mano haciendo que yo bajara junto a él, se había tomado enserio el hecho de nunca dejarme solo.

Una vez afuera y estando alejados unos pasos de la camioneta, Hoseok dijo lo que tanto le preocupaba. 

—¿Dejaremos a los nuevos con la camioneta? —soltó un suspiro— Nos la podrían robar y fugarse con todos los suministros. 

—No tienen motivos,  siguen vivos gracias a nosotros —respondió de inmediato.

—Amenazaste con dispararles... vamos, ¿Quién en su sano juicio, en un mundo así, no aprovecharía en robarle comida y transporte a un grupo de extraños? Eso somos para ellos, extraños.

—Que les salvaron la vida.

—Vida, que no durará mucho si no reducen el número de gente con la que repartirán el alimento.

—Esa "gente" sabe dónde está Yoomi, nos lo dijeron y ayudarán a buscarla. No se irán Hoseok.

—Podrían estar mintiendo, Taehyung no dejes que tus sentimientos se metan en esto. Piensa con la cabeza ¿quieres?

—Bien, no dejaré a Jungkook, esas personas no se fugarán con la camioneta y eso es lo que pienso. Tú si quieres te quedas o vienes conmigo.

—Carajo, reacciona. Jungkook ya está grandecito para quedarse vigilando. Dale el arma que encontramos en la camioneta estrellada por si pasa algo, que se quede y no los deje irse.

—Acaba de perder a su hermano, ponte en su lugar —reclamó alzando un poco la voz— no le darás un arma para que se quede como un perro guardián.

—Todos perdemos personas, ya lloró todo el camino. Nada le pasará si se queda veinte malditos minutos aquí. 

—Hoseok...

—Taehyung, Jungkook puede quedarse. No te enterques en la promesa que le hiciste a un muerto y déjalo para que vigile. 

—No llames así a su hermano.

—Es que me enoja que estés poniendo por sobre nuestra comida, transporte, seguridad y todo lo demás, a una miserable promesa que le hiciste a su hermano muerto. Maldita sea, serán solo veinte minutos.

—Entonces iré con Jungkook y tú te quedas ¿Feliz?

—Yo iré contigo, sé de esto. El que se debe quedar es Jungkook, ¡Jungkook! 

—Le prometí a su hermano —de nuevo fue interrumpido.

—¡Está muerto! Y nosotros vivos solo si no nos roban lo que tenemos —gritó enojado— solo dejarás al chico veinte minutos.

—Deja de referirte a Jung Hyun de esa manera que Jungkook está presente —Taehyung amenazó acercándose a Hoseok.

—¡Es que es una promesa a un muerto y no lo entiendes! Jung Hyun está muerto al igual que Eun Jun ¡Ya acéptalo de una maldita vez!

Esas palabras fueron la gota que derramó el vaso para Taehyung quien acababa de empujar a Hoseok haciéndolo caer al suelo.

En ese instante sentí una mano en mi hombro y escuché unos gruñidos detrás de mi cuerpo.

Taehyung giró rápidamente su vista y divisó la silueta del infectado que había llegado.

Tiró de mi brazo para colocarme detrás de él, seguido de esta acción sacó de su bolsillo la pistola que tenía y sin pensarlo soltó un disparo.

El infectado cayó al suelo y Taehyung guardó el arma algo alterado.

Me miró y yo le di a entender que estaba bien, al recibir mi respuesta volteó a ver a Hoseok.

Este estaba en silencio, mas al sentir la mirada de Taehyung decidió hablar.

—Si se fugan con la maldita camioneta, será tu estúpida culpa —sentenció seriamente poniéndose en pie.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen2U.Pro