—Aún no regresan, ¿les habrá pasado algo? —Namjoon miró a todos llevando un poco de comida a su boca. 

—Taehyung dijo que conocía la ciudad, al igual que Hoseok. Además tardarán un poco en ir en volver, deberían estar viniendo en la noche o mañana por la mañana máximo. 

El rubio trató de tranquilizar a los demás, mientras hablaba trató de no compartir mirada con Yoongi.

—¿Y si no regresan qué haremos con Seok Jin? —preguntó Yeseo— no pensamos en eso, no tenemos la camioneta ¿A dónde iríamos?

—Volverán —insistió Jimin terminando así la conversación.

El lugar se quedó en silencio así que Yeseo decidió hablar.

—Hay un cadáver de infectado afuera ¿Quién me acompaña a llevarlo lejos? 

—Te acompaño, necesito despejarme y tomar aire fresco —pidió Namjoon dando su último bocado de comida. 

—Dudo que lo que respires al ayudarme sea aire fresco, el cuerpo debe estar apestando ahora. 

—Al menos me despejaré y podré pensar —el joven miró a Yeseo y se encaminó a la puerta.

La chica antes de seguirlo, se acercó al oído de Jimin para poder hablar sin ser escuchada por los demás.

—¿Quieres quedarte con él? —cuestionó bajito refiriéndose a Yoongi

—Descuida, tú ve con Namjoon —respondió al instante de forma tranquila.

Yeseo asintió y sin decir más aceleró su paso hacia donde estaba Namjoon dejando solos a Jimin y Yoongi.

—¿Seguiremos con las clases de rehabilitación? —preguntó Yoongi como si nada.

—No lo sé —Jimin no estaba muy feliz, trató de ocultarlo— debo cuidar de Seok Jin, darle de comer, beber y esas cosas.

—¿Ahora compartiré a mi enfermero favorito con Seok Jin? —habló frunciendo el ceño. 

Jimin tensó sus labios por lo que dijo el mayor.

—Él me necesita más, tú puedes pedirle ayuda a Namjoon. Él es tu amigo.

—Pero tú también lo eres. Eres mi buen amigo y enfermero, Park Jimin.

De nuevo, Jimin escuchó cómo le destrozaban las ilusiones. Ya era suficiente.

—No te confundas —soltó posando su mirada en Yoongi— solo fui tu enfermero, era mi trabajo estar a tu lado. No añadas amistad.

Ahora era Yoongi quien sentía una tensión en el pecho ante las palabras de Jimin.

—Yo no te veo como un amigo. Tú mismo dijiste que hice bien mi trabajo, así fue todo el tiempo —siguió Jimin— una relación trabajador, paciente. 

—No digas esas cosas, tenemos una buena amistad.

No recibió respuesta, Jimin esquivó la afirmación.

—Seok Jin me necesita, con permiso —fue lo último que dijo antes de encaminarse a la zona de la cabaña donde se encontraba el joven.

Los pasos de Jimin se alejaron, Yoongi solo bajó la mirada con enojo frente al trato que ambos se estaban dando. 

Cuando el rubio ya se había alejado lo suficiente, Yoongi golpeó fuertemente el suelo a manera de descarga de ira.

Estaba harto de todo lo que no podía hacer debido a la mordida que tenía en el antebrazo. 

Ni siquiera podía levantarse del suelo y seguir a Jimin para pedir disculpas por lo de la noche anterior. 

"Enserio desearía alcanzar el máximo punto ahora y morir de una buena vez." 

Ese mismo pensamiento rondaba en su mente sin descanso cuando sus limitaciones eran notables. 

La muerte era su única solución para salir de todo lo que le hacía mal.

[...]

Mientras Taehyung recuperaba el aliento, fijó su vista en un cartel que colgaba del muro.

"Z. V. R."

Cualquier persona sabría reconocer esas iniciales, pues cuando todo empeoró esos carteles adornaban la mayoría de las calles.

Las zonas virales restringidas (ZVR) eran áreas que poseían un gran número de infectados dentro y por lo tanto fueron selladas.

Por lo general con rejas de acero y/o muros de ladrillo.

—Hoseok —susurró Taehyung revisando discretamente el lugar en el que estaban.

El joven se extrañó por el susurro de su amigo, así que lo miró sin decir nada. Observó cómo Taehyung señalaba el cartel que identificó de inmediato.

Maldijo mentalmente y analizó el lugar de manera rápida. Entre tanto, Taehyung ya había logrado colocarse de pie.

Ambos jóvenes tenían en la mira un grupo de tres cuerpos tirados en el suelo, podrían levantarse en cualquier momento y atraer más.

Jungkook observó cómo sus compañeros se ponían en pie, iba a hablar para pedir unos cuantos minutos más de reposo. 

Taehyung no le dejó hacer ningún sonido, cubrió la boca del menor de inmediato e hizo que observara la razón. 

Jungkook agradeció que Taehyung no lo habia dejado hacer ninguna idiotez. Ahora tendrían que moverse con más cuidado aún hasta encontrar un lugar seguro.

—Síganme —susurró Hoseok comenzando a caminar.

Taehyung quitó su mano de la boca de Jungkook y la entrelazó con el mismo para poder avanzar a paso lento, asegurándose de no dejar atrás al menor. 

Hoseok pisaba con cuidado en dirección a la puerta trasera de uno de los edificios que daban con el callejón en el que estaban.

Por suerte, los cuerpos no se levantaron. Aquello les facilitó el camino al grupo de chicos que estaban por abrir la dichosa puerta

En ese tipo de áreas, lo mejor era permanecer seguro dentro de alguna edificación debido a que las grandes masas de infectados deambulaban por cada rincón de la calle.

Claro que ingresar a un gran edificio también era riesgoso, podría haber un sinnúmero de infectados dentro.

Pero debían arriesgarse. 

—Un paso atrás —susurró Hoseok posando su mano sobre la manija de la puerta. 

Taehyung posó su mirada sobre la puerta, estaba a la espera de cualquier cosa y rogaba porque estuviese despejado.

Entonces Hoseok sin pensarlo más, giró la manija abriendo así el edificio.

No debieron esperanzarse, una ZVR era conocida por una característica, una sola.

"Intransitable" 

Las calles con dichos carteles estaban infestadas de contaminados, haciendo imposible el paso de civiles.

Y ni hablar de los cúmulos que exitían dentro de las grandes edificaciones.

—Maldita sea, ¡corran ya! —alertó retomando el paso veloz que llevaban hace unos minutos.

Taehyung apretó su agarre con la mano de Jungkook para después correr detrás de su amigo.

El grupo de infectados más grande que habían visto estaba saliendo de aquel edificio, cada uno estaba hambriento y listo para perseguir a los vivos.

Cuando los chicos pensaron que sus piernas agotadas podrían descansar un poco, se equivocaban tremendamente. 

Tendrían que gastar hasta el último gramo de fuerza y resistencia que poseían.

—La reja límite, debemos encontrarla —gritó Hoseok para poder ser escuchado.

—En la calle principal, sigue de frente —respondió Taehyung de la misma manera.

Una reja de acero y resistente era todo lo que desearían ver, aquella barrera sería su salvación. 

Los infectados salían de todos lados uniéndose al grupo que seguía a los jóvenes exhaustos. 

Nuevamente, las piernas les ardían suplicándoles detenerse. Si algo era seguro, era que al día siguiente los tres chicos no podrían ponerse en pie. 

Jungkook era el más afectado, su condición física no era la mejor del grupo. Era el más débil y el más agotado.

Tanto era su cansancio que en un punto, sus piernas temblaron y ya no respondieron. 

Por efecto de sus nulas energías, el chico cayó al suelo soltándose bruscamente del agarre de Taehyung.

El mayor giró su vista de inmediato observando al menor, la velocidad de Taehyung comenzó a bajar. 

Una pequeña distancia detrás se encontraba Jeon en el suelo, tratando de levantarse con lagrimitas en los ojos y sudor por toda la cara.

Lo primero que pasó por la mente de Taehyung fue ayudarlo a levantarse, eso haría cualquiera si su compañero cayera al suelo casi sin fuerzas.

Lo que hizo difícil la decisión fue el grupo de infectados que venía justo unos metros detrás. 

¿Realmente valía la pena arriesgar su vida por un jovencito débil que conocía hace unos días?