Capítulo 23

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—¿Y mi hermana? ¿Ella está bien? —cuestionó In Soo mientras guiaba a Taehyung a la camilla en la que alguna vez reposó Eun Jun.

—Me pregunto ¿por qué tu padre no hizo esa misma pregunta? —respondió Taehyung- después de todo, es su hija.

—Él piensa lo peor, cree que si no está contigo -el joven guio su vista a su mayor— es porque está muerta.

Eso hizo que Taehyung apretara lo labios, Yoomi no estaba muerta. Solo se separaron de ella.

—¿Es así? -insistió In Soo— Mi papá no quería que te lo preguntara, pero necesito saber.

—Ella no está muerta —soltó Taehyung.

—De ser así, la perdiste de vista —dedujo de inmediato— no le encuentro otra explicación, ustedes eran inseparables.

—Nos encontraremos con ella en un campamento de Daegu, cuando tu padre regrese díselo. Debe saber que su hija está bien.

—Eso haré, enserio quería verla. La hemos extrañado como no se lo imagina.

—Ella también los extraña, no había día que no me contara sobre lo mucho que quería verte —respondió con una pequeña sonrisa en los labios.

—¿Ha cambiado? Físicamente, es decir ¿ya tiene alguna cicatriz de guerra?

—Qué cosas dices, sigues siendo el mismo niño de hace unos años —respondió dándole un codazo— pero sí, ha cambiado.

—¿De verdad? ¿Qué tanto? —preguntó intrigado

—Es más bonita —reveló Taehyung

Aquellas palabras provocaron unas cuantas risas por parte de In Soo.

—Había olvidado que hablaba con el admirador número uno de mi hermana —comentó provocando un ligero sonrojo en Taehyung.

Estaba en lo correcto y el rostro rojo de su mayor lo confirmaba.

—Aunque la vieras toda sudada y llena de mugre, dirías que es linda —el joven soltó un suspiro— el amor te hace idiota.

Taehyung asintió, pero no dijo más. Habían llegado a la habitación que quería visitar.

—¿Quieres ingresar solo? —cuestionó In Soo aún sabiendo la respuesta.

—Sí —Taehyung posó su mano en la manija de la puerta, esperaba a que In Soo se retirara.

Así lo hizo, el menor se alejó de allí dejando que Taehyung ingresara y tuviese un momento junto al último lugar en el que vio a su hermana.

In Soo recorrió los pasillos del casi vacío centro de salud, ya nadie iba o se quedaba en la ciudad. Las personas estaban muertas o en las afueras de la ciudad.

El joven buscaba alguien con quien hablar, pues no había logrado formar amigos que tuviesen su edad. Cuando todo comenzó él tenía doce años, solo se topó con muchos adultos.

Su padre lo había cuidado y alejado del mundo. Sonaba cruel, mas sus acciones tenían razones.

Era peligroso.

Mientras pensaba, fue que recordó al chico que había llegado con los amigos de su hermana.

Se encaminó de inmediato a la habitación donde el joven "Jungkook" descansaba. Después de todo, no lucía de la misma edad que los demás. Eran evidentes sus años menos.

¿A caso podría por fin tener un amigo? Esa pregunta causó que acelerara su paso, estaba lleno de emoción.

Su padre le pidió que se mantuviera alejado de los recién llegados, pero las ganas de tener amigos eran mayores que las ganas de obedecerle a su mayor. Aunque conocía el riesgo.

Cuando llegó a la puerta, se quedó estático. Hace tanto que no hablaba con alguien de su edad que no sabía qué decir.

Las dudas no lo dejaron moverse, estuvo pensando un largo rato hasta que la puerta abriéndose lo hizo salir de su transe.

—Oh, ¿necesitas algo? —preguntó el pelinegro sorprendido.

—Socializar y ya —reveló ante los nervios, se tapó la boca cuando se dio cuenta que parecía un total desesperado por conseguir amigos.

—¿Qué? —cuestionó Jungkook sin despegar su mirada confundida de In Soo.

—Que yo, bueno, amigos... tú sabes, hacer, necesito —el joven se detuvo y soltó aire frustrado— carajo —dijo bajito.

No sabía cómo actuar con alguien de su edad, se le trababan las palabras.

—Olvídalo —suplicó In Soo haciendo que Jungkook asintiera.

—¿Sabes en dónde está Taehyung? —preguntó Jungkook— Cuando me desperté, él ya no estaba en su camilla.

—Por ahora será mejor que no lo interrumpas, necesita estar solo.

Jungkook no comprendía, sin embargo aparentó que sí. Si Taehyung quería privacidad, entonces lo dejaría tranquilo.

—¿Quieres hablar? —propuso Jungkook al no tener nada más que hacer— es aburrido estar acostado y hace tiempo que no converso con alguien que luce de mi edad.

In Soo no pudo evitar sonreír por debajo de su mascarilla, estaba frente a un chico extrovertido. Justo lo que necesitaba, un amigo que tome iniciativa.

[...]

—Hoseok repite eso —pidió Jimin aún atónito por lo que acababa de decir el joven.

—Perdimos la camioneta —confesó sin entender la reacción del rubio— ¿A caso había algo de valor dentro?

Jimin no pudo responder, las palabras no le salían de la boca. Yoongi también se quedó callado frente a lo que acababa de escuchar.

Si bien las inyecciones no controlaban la enfermedad o detenían su desarrollo, sí le hacían un gran favor a Yoongi durante las crisis convulsivas.

Reducían su dolor considerablemente durante los temblores que sufría su cuerpo, sin las inyecciones, cada crisis sería dolorosa y exhaustiva para Yoongi.

—¿Jimin? —cuestionó de nuevo Hoseok al notar que no reaccionaba ni respondía a su pregunta.

—¿Hay alguna manera de recuperarla? —preguntó Yoongi atento a la respuesta.

—No podemos, por lo menos uno moriría y nadie se arriesgará a tanto por una camioneta que tenía agua y un par de conservas.

—Es que no solo tenía eso —reveló Jimin aún preocupado y haciendo que Yoongi guiara su mirada hacia él de inmediato.

—¿A qué te refieres Jimin? —cuestionó Hoseok mirando al rubio con duda.

El chico frente a las escasas opciones, estaba por confesar lo que ocurría para poder recuperar la camioneta. Estaba decidido a hablar.

—Dentro de esa camioneta —la mano de Yoongi tomó fuertemente la muñeca de Jimin haciendo que este dejara de hablar y todos los demás los observaran confundidos.

—No había nada —comentó seriamente sin dejar de mirar a Jimin.

—Yoongi —fue nuevamente interrumpido por Yoongi.

—Dije que no había nada dentro —insistió

El rubio podría haber seguido, revelar lo que realmente ocurría de todas formas. No lo hizo.

El que estaba infectado era su mayor, no él. Quien debería decidir si confesar o no, era Yoongi no Jimin.

Y ya había tomado una decisión.

—Con cuidado jóvenes —el señor Lee salió de la pequeña zona en la que dormía SeokJin, el joven ahora reposaba sobre una camilla que era trasladada por el mismo señor con la ayuda de Namjoon y Yeseo. 

Hoseok inmediatamente ayudó a trasladarlo hacia la ambulancia en la que habían llegado, Jimin no se movió, quería hablar con Yoongi.

—Deberíamos decirles —sugirió cuando todos ya estaban fuera.

—¿Qué caso tiene? Ya escuchaste que no se puede recuperar, no creo que se arriesguen más por nosotros. Recuerda que seguimos siendo prácticamente extraños.

—No necesariamente deberían ser ellos quienes se arriesguen. 

—No, tú tampoco irás —ordenó firme mientras levantaba un dedo— por favor, que esa idea ni siquiera pase por tu mente y si ya lo hizo que no vuelva a hacerlo.

—Tan solo necesitaría saber en dónde está y podría al menos intentar —insistió el rubio haciendo que Yoongi negara.

—A menos que quieras que adelante la hora de mi muerte, entonces ve y búscala. 

—No digas esas cosas Yoongi —renegó por lo que acababa de oír.

—Entiende que antes que dejarte ir en busca de algo que ya está perdido, prefiero morir. Así que si veo que lo intentas, ya sabes las consecuencias —advirtió cerrando la discusión.

Jimin solo pudo suspirar y aceptar la orden del mayor. Su mandíbula se tensó ligeramente al no poder hacer nada.

No quería ver a Yoongi agonizando cada vez que tuviese una crisis, lo peor de todo era que el rubio estaría en primera fila para observarlo sufrir. 

—Jimin ayúdame a llevar a Yoongi al vehículo —Hoseok ingresó a la cabaña luego de haber logrado llevar a Seok Jin dentro de la ambulancia. 

—Claro —respondió acomodándose para poder levantar a Yoongi.

—Taehyung y Jungkook, ¿por qué ellos no vinieron contigo? —cuestionó Yoongi mientras se apoyaba sobre los hombros de Hoseok.

—Corrimos mucho, Jungkook necesitaba descansar y Taehyung se quedó con él. Deben recuperar fuerzas para cuando vayamos a Daegu. 

Eso último llamó la atención de Jimin, de repente había logrado pensar bien las cosas.

"Daegu" 

Si era cierto que existía un campamento, había una mínima posibilidad de poder encontrar personas infectadas dentro. Al igual que en el refugio, en una especie de cuarentena. 

De ser el caso, podrían tener lo adecuado para tratar las crisis de Yoongi.

Era irónico. La mentira que creó el mismo rubio para esperanzar a otros, terminó siendo su propia fuente de esperanza. 

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