Capítulo 33

Màu nền
Font chữ
Font size
Chiều cao dòng

El hombre se limpió las lágrimas, mientras lo hacía se acercó a paso lento. Jungkook había terminado de cantar.

—Jeon Jungkook —el señor Lee aclaró la garganta haciendo que los jóvenes giraran sus vistas— Taehyung quiere verte.

Jungkook regresó a la realidad, su corazón volvió a latir con fuerza. El joven se puso de pie encaminándose al mayor.

—¿Entonces está vivo? —preguntó de inmediato y el señor Lee asintió.

—Acaba de despertar

Jungkook no pudo evitar sonreír aliviado y plenamente feliz ante la noticia.

—Ya sabes en donde es, solo baja las escaleras y llegas a la recepción —continuó el mayor— Taehyung está en la sala de al lado.

Jungkook asintió y aceleró el paso dejando al señor Lee con su hijo. 

El menor bajó lo más rápido que pudo, saltó varios escalones en grupo, cayó un par de veces, pero logró llegar.

Estando fuera de la habitación de Taehyung, Jungkook tomó aire para tranquilizar su respiración y se acomodó el cabello. 

Abrió la puerta lentamente y asomó levemente su cabeza por la entrada, luciendo sereno a diferencia del apurado joven que bajó las escaleras brincando.

—¿Puedo entrar? —cuestionó bajito habiéndose ganado la mirada de Taehyung y Hoseok.

—Adelante Jungkook —dijo Taehyung desde la camilla con su voz grave y tranquila.

El cuerpo del chico entró por completo a la habitación, sus manos cerraron delicadamente la puerta detrás de él. 

Con forme los pasos del menor lo llevaban más cerca a la camilla, los labios de Taehyung formaban una pequeña sonrisa. 

—¿Te encuentras bien? —preguntó Taehyung.

—Eso debería preguntártelo yo a ti, por mi culpa recibiste esa bala —comentó señalando el vendaje sobre el hombro del mayor.

—Cualquiera habría hecho lo mismo, si no los distraías no habríamos si quiera podido escapar. No te culpes —Taehyung alentaba para no hacer sentir mal al menor.

Jungkook asintió logrando aliviarse por las palabras de Taehyung, aunque la culpa seguía intacta.

—Todos nos asustamos, la camisa de Hoseok estaba llena de sangre, tu ropa igual Taehyung. Habría sido terrible perder a alguien más.

Taehyung se sintió ligeramente conmovido por lo que decía su menor, así que su mano tomó la muñeca de Jungkook comenzando a dar unas suaves caricias.

—Parece ser temprano, ¿nadie ha dormido?

Tanto Hoseok como Jungkook negaron.

—¿Y ellos? —cuestionó el herido observando atento a Hoseok— ¿Siguen aquí?

—Tienen el descaro de permanecer aquí aunque nos mintieron —afirmó parándose firme— maldito grupo de hipócritas.

—No —replicó— hipócritas no, desesperados.

Los dos jóvenes que acompañaban a Taehyung fruncieron el ceño al no comprender lo que decía.

—Ocultan algo, nos mintieron por algo y, siguen aquí por algo —concluyó— ese algo los tiene desesperados.

—Seok Jin —propuso el menor de los tres.

—Seok Jin ya está atendido, y ya despertó por lo que me cuenta Hoseok. Hubieran huido con lo necesario antes de correr el riesgo de nuestro regreso.

—No somos detectives para tratar de averiguarlo, hay que correrlos de aquí. Que esa bola de mentirosos no reciba ni un poco más de nuestra ayuda.

—Concuerdo con Hoseok, Taehyung podrías haber muerto —habló Jungkook.

 —Escuchen —Taehyung pidió su atención— el problema no pasó a mayores, no podemos echarlos de aquí.

—¿Estás bromeando? Espero que estés bromeando Kim.

—Ellos pueden ayudarnos a buscar a Yoomi, no podemos parar.

—Por favor, ellos no tienen por qué ayudarnos —Hoseok no dejaba de replicar tercamente— casi mueres con su "ayuda".

—Si descubrimos lo que ocultan, si tan desesperados están por encontrar o solucionar lo que sea que necesiten. Podríamos usarlos, a cambio de su desesperación así como lo hicieron con nosotros, ellos nos servirán en la búsqueda de Yoomi.

—Podemos solos, no necesitamos su ayuda. Hay que tirar a esos malditos a la calle —Hoseok renegó nuevamente.

—Necesitamos su ayuda —interrumpió— uno de los hombres en el campamento de Daegu, yo estoy seguro de haberlo visto en el refugio, es decir que los del refugio llegaron a diversa partes, entre ellas Daegu. Quizá no mentían del todo, pueden saber algo más.

Hoseok soltó un suspiro pesado y Jungkook rascó su nuca frente a las fuertes palabras.

—Nos llevará tiempo averiguar lo que esconden.

—Bueno Hoseok, también me llevará tiempo recuperarme.

—Y hasta entonces los alimentaremos y cuidaremos —completó con sarcasmo— no sé si su ayuda valga la pena, Taehyung.

—¿Propones buscar al rededor de tod Corea del Sur?

—Tardaría más, pero también sería más seguro ir a nuestro ritmo.

—No Hoseok, a ese paso Yoomi  —las caricias que daba en la muñeca de Jungkook pararon, se convirtieron en un poco de presión— podría morir hasta ese entonces.

Su amigo lo entendía, lo que decía Taehyung tenía algo de sentido. Pero de todas maneras, debía pensarlo mejor.

—Talvez tengas razón Taehyung, pero debo dormir y estar en todos mis sentidos para discutir esto... —el joven restregó su mano sobre su rostro— estaré en la recepción, si hay problemas solo grita.

—Bien, hasta más tarde.

Hoseok asintió y dio media vuelta, avanzó hasta poder salir de aquella habitación dejando a Jungkook y a Taehyung solos.

El menor aún seguía aguantando la fuerza del agarre que tenía Taehyung sobre su muñeca. Toda esa fuerza, era por la preocupación que tenía hacia la persona que amaba. 

Jungkook lo entendía y no estaba dispuesto a hacer nada. Pero la piel del menor era delicada, su cuerpo era sensible y frágil así que no aguantó mucho más antes de soltar un agudo quejido por el dolor.

El sonido provocó que Taehyung notara lo que hacía y soltara la muñeca del menor de inmediato. 

—Cuanto lo siento —soltó angustiado por su acto hacia su menor.

—Descuida, no es nada —respondió Jungkook escondiendo su muñeca detrás de su espalda. 

—¿Cómo no va a ser nada? Tu muñeca, quiero verla ahora —pidió extendiendo su mano.

Jungkook dudó un poco antes de acceder y acercar su muñeca enrojecida. Taehyung negó y la acarició mientras repetía cuanto lo sentía.

Jungkook más que dolor en su muñeca, comenzaba a sentir nervios en todo su cuerpo.

Aquellas caricias de Taehyung provocaban que su piel se estremeciera. Eran unas manos fuertes y grandes que lograban dar mimos suaves y delicados.

Sin duda se sentía celoso de Le Yoomi.

—¿Sigue igual? —cuestionó Taehyung sin dejar de acariciar la muñeca de Jungkook.

—Sí... —soltó el menor embobado con las acciones de su mayor, no se dio cuenta de lo que dijo.

Taehyung solo se preocupó más ante la respuesta, no sabría que crema aplicar para aliviar el dolor.

Lo único que se le pasó por la mente, fue algo inesperado para ambos jóvenes.

El chico acercó la muñeca a sus labios, estos hicieron contacto con la piel de Jungkook varias veces.

Taehyung estaba dando varios besitos sobre la zona afectada.

¿Y Jungkook? 

Él estaba en las nubes.

El joven que repartía besos, paró cuando cayo en cuenta de la ridiculez que estaba haciendo.

—Lo siento, es una tontería. —dijo observando la cara nerviosa de Jungkook, pensando que lo había incomodado.

El menor no podía ni hablar.

—Yoomi y yo solíamos hacer eso cuando nos lastimábamos, me dejé llevar. Lo siento, Jungkook no volverá a pasar.

—¡No! —soltó al instante sorprendiendo a Taehyung— digo, sí, digo... tengo sueño.

—Seguramente debes estar muy cansado —comentó apenado— por favor duerme lo necesario.

—Así lo haré Taehyung —comentó Jungkook soltando una leve sonrisa y volviendo a tomar conciencia de lo que hacía.

Taehyung asintió y estaba por mover la mano para despedirse.

Jungkook no lo dejo actuar, se había lanzado a abrazarlo teniendo cuidado de no rozar la herida.

—Me alegra que estés bien, Taehyung. Me preocupaste mucho. 

Taehyung no sabía si corresponder el abrazo, había quedado inmóvil. Sus ojos rasgados que nunca se abrían más de lo que debían haciéndolo lucir imponente, se abrieron como platos al instante.

¿Qué le ocurría?

No tuvo que pensar mucho más, pues el abrazo de Jungkook fue corto. Cuando el chico se separó, le regalo una última sonrisa antes de alejarse con timidez. 

Taehyung quedó solo en la habitación, aún estaba congelado. No emitía acción alguna.

El único ruido del lugar, provenía de aquel monitor cardiaco cuyo sonido no dejaba de acelerarse más y más.

Era extraño y agradable al mismo tiempo. Era nuevo.

[...]

—¿Te encuentras bien Yoomi? —cuestionó el joven a su costado.

Ambos jóvenes hacían patrullaje mientras los otros dos que los acompañaban dormían dentro del vehículo.

Estaban recostados sobre el techo del vehículo en el que se movilizaban.

—¿Por qué lo preguntas? —cuestionó la chica sin posar su vista en aquel joven.

—Bueno, te ves distraída desde hace días. Nos preocupas.

—Es solo que extraño a muchas personas, son muy importantes para mí. Nunca en mi vida me había alejado tanto de...

—¿Es que piensas en tu pareja? —decidió fastidiar el chico.

—En mis hermanos —corrigió— tres hermanos, un padre al que extraño y una madre a la que siempre recuerdo.

—Vaya, debe ser complicado tener tres hermanos, ¿eres la mayor?

—Uno es menor que yo, era un pequeño muy lindo cuando me despedí de él —comentó con una sonrisa en el rostro— los otros dos son mis mejores amigos, pero nos tratamos como hermanos. Son como de mi familia.

—¿A caso eran del refugio? —preguntó el joven.

Yoomi asintió mientras los rostros de Jung Hoseok y Kim Taehyung pasaban por su mente. 

Tan solo le quedaba tener esperanzas de volverse a encontrar para no separarse nunca más.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen2U.Pro