Capítulo 40

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—No hay que sacar conclusiones apresuradas, ¿Es que no te pondrías igual si Hoseok estuviera mal y le pidieran tal cosa?

—No, de hecho no. No es tan grave como suena y Hoseok es fuerte.

—¿Y si fuese el joven Jungkook? —cuestionó provocando que Taehyung cerrara la boca por unos segundos.

—¿Qué tiene que ver él en esto? —preguntó en una tonalidad algo baja.

—¿Por qué te quedaste callado? —el hombre asintió un par de veces antes de continuar— ¿Lo ves? No debe haber una razón específica para preocuparse ¿O me equivoco?

—No... no hay —emitió  derrotado— Tiene razón, estoy viendo cosas donde no las hay.

El mayor asintió, era mejor que no existieran más problemas dentro del "grupo" si es que así lo podía llamar.

—Eso que estás tomando te ayudará con el dolor, es de romero. Si te duele la cabeza también, aprovecha el vapor que desprende —comentó.

—Me alegra que siga cultivando esta planta, la señora Lee y a Yoomi amaban el pequeño romero de la sala de estar.

El señor Lee sonrió con nostalgia al recordar a su amada esposa y a su adorada hija. 

—Estaré en el techo por si me buscan —emitió el mayor.

Taehyung asintió y siguió con la mirada al señor Lee que se acercó a la puerta y la abrió.

—Joven Jungkook —el hombre se hizo a un lado— justo Taehyung quería verlo.

Taehyung al escuchar el nombre de su menor sonrió al instante.

En tan poco tiempo Jungkook ya había logrado crear un espacio cómodo entre ambos. Eso le agradaba a Taehyung.

—Gracias, señor Lee —dijo Jungkook ingresando lentamente, lucía avergonzado.

El chico se quedó callado hasta que el mayor se alejó por completo, entonces habló.

—Lo siento, juro que no te espiaba, tan solo pasaba por aquí y justo el señor Lee abrió la puerta —justificó torpemente.

—Sabes, de este establecimiento de varios pisos y varias habitaciones, el pasillo fuera de mi habitación es parece ser el único que conoces —comentó sonriente.

—No, es solo que yo —sus dientes comenzaban a jugar con sus labios mientras buscaba una buena excusa.

—Ya, no pienses mucho o te sacarás el labio —pidió Taehyung— no importa la razón, mejor ven aquí —dio algunos golpes en la camilla— y hablemos.

Jungkook abrió sus ojos en grande confundiendo a Taehyung.

—¿Qué? —cuestionó Taehyung.

—Es solo que, aún me parece extraño —el menor comenzó a acercarse— que hace unos días éramos desconocidos y ahora a pesar de la diferencia de edad nos sentamos a conversar. 

—Tienes razón, es raro ¿Cuánto es que nos llevamos?

—Ocho años —respondió luego de pensarlo un poco— es mucho, aunque no aparentas tu edad.

—Tú sí la aparentas —dijo Taehyung— tu piel se ve muy suave, no hay ninguna imperfección en tu rostro. 

Jungkook sintió sus mejillas arder con lo que acababa de escuchar.

—Quisiera —la mano de Taehyung se fue acercando, su dedo índice se extendió acercándose a la mejilla de Jungkook.

"Piu"

Su dedo había hecho contacto en el suave cachete de Jungkook provocando que se hundiera levemente por la grasita propia del joven.

—Es demasiada evidente tu juventud —comentó sin dejar de sonreír— tienes piel de bebé. 

Jungkook bajó su vista por los nervios, Taehyung tardó un poco en caer en cuenta que de nuevo había hecho algo inapropiado.

Primero le besaba la mano, luego tocaba sus mejillas, a ese ritmo su menor pensaría que estaba loco.

—¡Lo siento! —dijo apartando su mano rápidamente.

Ambos chicos se miraron nerviosos, totalmente rojos y sin hacer ningún sonido hasta que Jungkook no soportó más sus nervios. 

—Ahora que recuerdo —Jungkook se había levantado de golpe de la cama— debo ir a hablar con unas plantas —comentó mirando a todos lados para no mantener más contacto visual.

—S-si, no las hagas esperar —continuó el mayor inquieto, ni siquiera había logrado escuchar lo que dijo Jungkook, estaba desconcertado por lo que acababa de suceder.

—Tienes razón, se podrían enojar —respondió avanzando a paso rápido hacia la puerta.

—¡Dales mis saludos! —continuó Taehyung.

Jungkook estando fuera, salió corriendo hasta lograr llegar a uno de los baños del lugar. Estando allí, sus manos se posaron sobre el lavado.

Su respiración agitada e intranquila no lo abandonó en ningún momento.

No lo pensó mucho y abrió uno de los grifos dejando salir el agua a gran velocidad.

Sumergía sus manos en el chorro de agua y luego las estampaba contra su rostro. Estaba muy sonrojado.

—No debemos desperdiciar así el agua —comentó In Soo detrás de él.

Jungkook se sobresaltó y giró a mirar al joven que lo observaba algo asustado.

—¿Te encuentras bien, Jungkook? Pareces muy agitado.

Jungkook bajó la mirada, sus cabellos mojados y su rostro dejaban caer algunas gotas.

—Tan solo quería refrescarme, no es nada.

—Ya, pero por lo menos cierra el grifo —pidió In Soo.

—¿Grifo? —cuestionó aún sin lograr contener sus emociones de hace un rato.

—Sí, el grifo —In Soo se acercó hasta lograr cerrarlo— nunca a tanta potencia, mi papá te podría regañar por esto.

Jungkook asintió mientras se disculpaba.

In Soo seguía inconforme al ver a Jungkook tan alterado, así que se sentó en el suelo y dio unas palmaditas para que el contrario hiciera lo mismo.

—Puedes contarme lo que suceda, sabes... no he tenido un amigo de mi edad desde que esto comenzó. Quisiera hacer algo normal por primera vez, cosas de amigos —comentó— si tú quieres.

Jungkook sintió empatía por aquel chico. 

No podría decir que lo entendía porque él sí tuvo amigos de su edad en el refugio, pero su vida hubiese sido completamente diferente si no.

—Si es algo privado, no te molestaré más —dijo In Soo.

Jungkook soltó aire antes de hablar.

—Bien, te contaré —accedió— solo debes tener una mente abierta.

—Sí —afirmó mirando atento a Jungkook.

Jungkook dudó un poco, pensó las palabras que diría antes de empezar.

—Lo que ocurre es que yo —Jungkook tragó saliva antes de continuar— prefiero a los hombres.

In Soo giró la cabeza algo confundido.

—Cuando dices que prefieres a los hombres te refieres a que ¿te gustan los hombres? Es decir, en lo sentimental.

Jungkook asintió aún sin mirar a In Soo.

—No hay nada de malo en eso ¿por qué estabas tan alterado entonces?

—Porque —Jungkook antes de hablar, cerró la boca, una inseguridad se apoderó de él.

¿Y si In Soo llegara a decirle a Taehyung?

—Porque... —insistió In Soo.

—¿A ti alguna vez te ha gustado alguien? —cuestionó Jungkook a lo que In Soo respondió levantando los hombros.

—Nunca he tenido esta conversación con nadie, me hubiese gustado que mi mamá o mi hermana siguieran conmigo para poder contarles. 

—Pero es muy fácil saber quien te gusta —opinó Jungkook— solo que las personas lo vuelven difícil al no querer aceptarlo.

—¿Es así?

—Sí, lo es. Saber si estás enamorado es más fácil de lo que piensas.

—¿Cómo sé si estoy enamorado?

—Hay muchos síntomas para esa enfermedad —reveló Jungkook— pero lo más común es que te pongas nervioso cuando ves a esa persona, tanto que tu corazón parece salirse de tu pecho.

In Soo abrió en grande sus ojos.

—Buscas estar cerca y cuando lo logras, sientes que es el mejor momento de tu vida porque te hace sentir, de alguna manera, lo que nadie más puede. 

Eso mismo estaba comenzando a sentir cuando estaba cerca de Jungkook.

—¿Tan simple? 

—Verdad que suena increíble —comentó— uno sabe cuando alguien es mucho más especial que los demás.

—¿Es posible sentir todo eso al poco tiempo de conocer a alguien? 

—Sí —afirmó— aunque no necesariamente debe ser a primera vista, puedes enamorarte con el tiempo. Pero si ese enamoramiento repentino que tienes con alguien nuevo, perdura, entonces sí estás flechado.

In Soo se quedó pensando en lo que acababa de escuchar.

—Aún luces confundido —comentó Jungkook— ¿Quieres saber si realmente estás comenzando a enamorarte de alguien con solo una afirmación muy simple?

In Soo asintió de inmediato y Jungkook sonrió.

—Si pensaste en esa persona mientras yo hablaba, si comparaste lo que sentías con cada pregunta que hice... entonces ya tienes una respuesta —emitió Jungkook.

De ser así In Soo estaba comenzando a sentir algo por Jungkook.

Y además, Hoseok que se encontraba en uno de los cubículos del baño también tenía una respuesta.

Aunque no estuviera muy contento con lo que había averiguado.

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