Capítulo 46

Màu nền
Font chữ
Font size
Chiều cao dòng

-Jimin -hablaba en susurro mientras caminaba agachado tras los vehículos estacionados- Park Jimin -insistí enojado.

Maldita sea sal ahora mismo idiota ingenuo.

Solo a ti se te ocurre semejante estupidez y solo a mí se me ocurre seguirte.

-Park Jimin -repetí aún más cerca del lugar aglomerado por los infectados.

Es extraño, no deberían seguir alrededor de esa camioneta, ya deberían haberse dispersado pues el ruido calmó.

La única razón que le encuentro es que un nuevo ruido los ha atraído.

No sería ninguna sorpresa averiguar que el idiota de Park Jimin es el causante de todo ese caos. Se arriesga por una camioneta inservible.

-Maldito loco -emití entre dientes buscando alguna forma de apartar a los infectados.

Hasta que mi vista se posó en lo que alguna vez fue una joyería, lo que llamó mi atención fue la vitrina que resguardaba un mostrador en el que antes debían haber estado bisutería costosa.

No pensé más y me acerqué a uno de los vehículos que me cubrían, apoyé mi mano en uno de los desgastados espejos retrovisores y coloqué todo mi peso sobre este.

Bastó tan solo un intento para lograr obtener la parte del auto, causé un poco de ruido al romperlo, pero todos los gruñidos lo encubrieron.

Seguí mi camino en cunclillas por detrás de la fila de autos, cuando estaba a una distancia considerable de la vitrina tomé el retrovisor y lo lancé con fuerza.

Sin embargo, fuerza no es lo mismo que puntería, el retrovisor impactó causando un ruido, sí, pero impactó sobre una pared ocasionando que solo los infectados cerca lograran oírlo.

Me han visto... y se están acercando.

Si corro, me alejaré de aquí y podría llegar a perder. No queda otra, debo hacer una estupidez para intentar salir con vida de esto.

Sin analizarlo mucho más esquivé algunos de los infectados que se encaminaban a mí. Recogí del suelo el retrovisor caído y me acerqué a la vitrina.

Giré mi vista, cerrando fuertemente los ojos, estampé mi mano junto con el retrovisor al vidrio ocasionando que este se rompiera inmediatamente causando la bulla que necesitaba.

Llamé la atención de quienes rodeaban la camioneta, escuché la gran cantidad de pasos que se acercaban a mí junto a esos ruidos horribles que desprendían de sus bocas.

Sentí fragmentos del vidrio incrustarse en mi mano, pero no había tiempo de revisarlos. Tan solo abrí mis ojos y comencé a correr entre los espacios que dejaban los muertos.

En todo el camino, no perdí de vista la camioneta a la que me iba acercando poco a poco, mi corazón se aceleraba más y más al sentir manos huesudas rozándome y gruñidos cada vez más y más fuertes.

Estando afuera del auto no dudé en abrir la puerta y adentrarme prácticamente tirándome sobre los asientos. Cerré inmediatamente y escuché cómo los cuerpos sin vida se iban acumulando alrededor.

Suspiré aliviado y me acosté completamente sobre los mismos asientos en los que aterricé, mi rostro descansó boca abajo mientras trataba de regular mi respiración.

Me sobresalté al sentir un aire caliente sobre mi cara.

En efecto, era un idiota y pequeño ser que se encontraba en bolita a un costado del piso del auto.

-Oh, tú -hablé casi sin aliento colocándome boca arriba para apartarme de su cara- juro que te agarraré de las greñas cuando me recupere, maldito ingenuo.

-¿Hoseok? -cuestionó con un tono sorprendido- Hoseok, ¿eres tú?

-No me jodas, ¿Quién más va a tener mi voz? -cuestioné irritado- mierda sí soy yo.

Él se quedó en silencio un par de segundos y luego volvió a hablar.

-Pensé que -su voz se había comenzado a cortar- pensé que iba a morir aquí encerrado -soltó rompiendo en llanto.

No esperó mucho más antes de lanzarse a abrazarme, adhirió sus brazos alrededor de mi cuerpo con un agarre increíble.

Me quedé inmóvil unos momentos, con los ojos bien abiertos y sorprendido por su acción.

Mis brazos al principio pensaban corresponder el abrazo, pero terminaron agarrándolo de los cabellos, obligándolo así a separarse.

-¿Tienes idea de cuántos se preocuparon los de tu grupo? -cuestioné soltándolo con enojo- ¡Es una estupidez lo que hiciste!

Ese grito que lancé no hizo más que desesperar a los infectados de afuera.

-Por favor, no grites -pidió hablando en voz baja- asumiré toda la culpa, pero no grites o se volverán más agresivos.

Yo fruncí mi ceño con rabia y me levanté, cuando los infectados me divisaron, enloquecieron comenzando a golpear más fuerte el vehículo.

Jimin me jaló del brazo haciendo que bajara a su nivel.

-Esperemos en silencio hasta que se vayan, luego si quieres gritarme lo harás -comentó mirándome a los ojos a duras penas debido a la escasa iluminación.

Tensé mi mandíbula e hice que soltara su agarre, me acomodé a su costado y asentí.

Su cuerpo se acercó a mí temblando, es una noche fría.

-Gracias por venir a buscarme, muchas gracias Hoseok.

[...]

-¿Y si se fue a matarlo? -cuestionó Yoongi sin dejar de mover sus pies rápidamente- ese maldito ya lo abofeteó antes, no creo ni por un segundo que se sienta culpable.

-Estás paranoico, no es bueno para tu salud Yoongi -comentó Namjoon apoyando su mano sobre el hombro de su amigo.

-Mi salud ya está podrida -soltó de repente.

Se escuchó cómo Namjoon soltaba aire frustrado, su mano se retiró del hombro de Yoongi.

Se escucharon un par de sollozos.

Yoongi giró rapidamente al darse cuenta de lo que había dicho, quería retractarse.

Pero cuando estaba apunto de hablar, Namjoon se levantó cubriendo sus ojos cristalizados.

Salió de la habitación a paso veloz dejando a Yoongi con la palabra en la boca.

Seok Jin decidió hablar.

-¿No ves cuanto te desprecias? -cuestionó- en cada oración que formulas, hablas de ti como si ya estuvieras muerto, como si no importaras.

-No fue mi intención -replicó.

-Oh, ¿no lo fue? ¿nunca lo es? -Seok Jin aclaró la garganta- ¿cómo puedes vivir con tanto odio hacia ti mismo?

-No lo hago.

-¿Cómo es que dices amar a alguien más si no puedes amarte a ti primero? Yoongi, no solo te afectas a ti, también le haces daño a la gente que te quiere.

El joven de silla de ruedas se quedó callado.

-Namjoon, yo... Jimin. ¿Crees que no nos haces daño con cada palabra negativa que dices sobre ti?

-No pensé que les afectara tanto

-Sí nos afecta, y mucho, Yoongi. Por favor cambia esa forma de expresarte.

-No será fácil, tardará.

-Entonces empieza desde ahora a menos que quieras hacer que más personas salgan lastimadas. Incluido tú.

[...]

Antes de irme terminaré esta obra para las personas que leen, aunque no sea un proyecto tan apoyado, además trataré de culminar Oh, my gay!

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen2U.Pro