Amanda y Jessie llevaban alrededor de una hora discutiendo y estaban a punto de llegar a las manos.

  Habían salido de la discoteca Queen of New York y se encontraban en un callejón solitario. Las dos se habían sentido atraídas por Mark y habían bailado los tres juntos la mitad de la noche. Como eran amigas, habían acordado entre ellas irse con él.

  Pero, al participárselo, el hombre había dejado muy claro que nada de tríos: debían ponerse de acuerdo porque a él le gustaban las dos. Eso sí: juntas no.

  Aburrido, al percatarse de que no había forma de solucionar el enredo, decidió hacerlo a su manera. Cogió a Amanda debajo del brazo derecho, utilizando su fuerza de vampiro. Mientras, ella pataleaba horrorizada. Se lanzó sobre Jessie, que no despegaba los ojos de su rostro frío, en el que destacaban sus puntiagudos colmillos. Le succionó toda la sangre del cuerpo, sin tiempo para saborearla. Luego, hizo lo mismo con la otra. Fin de la discusión. Contempló los cadáveres: ahora estaban calladas.

ᅳ¡Y yo que quería mantener la línea! ᅳexclamó, pesaroso, deslizándose entre las sombrasᅳ. ¡Siempre me pasa lo mismo! Así es imposible hacer dieta.

Lo primero, mostrar los colmillos.

https://youtu.be/D81r6BCDt94