La cuenta

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Capítulo .•°•.•°•♡•°•.•°•. 22

—Déjame ver si entendí... entonces, tú y Jimin por fin están saliendo luego de que sus sentimientos dieran más vueltas que Taehyung en la cama de Jungkook porque en realidad ellos también están juntos, solo que Jungkook como el idiota y aparente homofóbico que era lo quería ocultar bajo su figura masculina, musculosa y supuestamente heterosexual —al finalizar, la jovencita tomó aire— ¿cierto?

Su enamorado estaba boquiabierto por la velocidad de las palabras que mencionó Soo Young.

—¡Oye! Jungkook me respeta —reprochó Taehyung adherido al fuerte brazo de su pareja, quien no había emitido palabra.

Y es que Jungkook estaba completamente rojo y tenso debido a ser la primera vez que Taehyung lo abrazaba de ese modo frente a sus amigos. 

Se sentía expuesto.

—Sí, todos te creemos Taehyung. Para confirmarlo déjame preguntarle a la gran marca roja que obviamente Jungkook no te hizo en el cuello —replicó Soo Young.

—¿Qué pasa Jungkook? ¿Te comió la lengua el gato? —cuestionó Yoongi sin dejar de sonreír— pues claro que sí, si eres una rata griega homosexual —recalcó lo último con orgullo.

—Ay, ¡ya cállate si no quieres una golpiza, Min Mandarinas! —respondió de inmediato y apretando el puño.

—No creo que te den permiso para pegarme —replicó sin miedo alguno— ¿Verdad que no, Taehyung?

—Es cierto, Jungkookie, no te comportes de ese modo con Yoongi —pidió soltando el brazo de Jungkook.

—Pero él empezó —el joven recibió una mirada seria de Taehyung— pero...

Existió un pequeño silencio que terminó por someter a Jungkook bajo las órdenes de Taehyung.

—Está bien —respondió bajito y con molestia en su respuesta.

—¿Está bien qué? ¿Qué soy? ¿Un pato, una oveja, un caballo? 

—Está bien —aclaró su garganta— cariño —soltó en un tono casi inaudible.

—¿Podrías repetirlo Jeon? Hasta aquí no se escuchó —pidió Yoongi. 

Jungkook soltó una bocanada de aire, intentó decirlo más fuerte, pero no pudo. En su lugar giró a ver a Yoongi. 

—¡No tengo que repetirlo si no quiero, maldito hijo de las mil mandarinas! —emitió molesto— ¡y estás a mi costado así que no me jodas! 

—Oye no me grites, tan solo quería verte derramando miel con Taehyung. Como debe de ser.

—¿Quieres verme derramando miel? Mira y cierra el hocico. 

Sin decir más Jungkook tomó la barbilla de Taehyung y bajó su rostro para darle un beso rápido que dejó asombrado a Taehyung, quien se quedó con los ojos abiertos por la sorpresa.

—¿Contento? —dijo separándose y mirando serio a Yoongi quien sonrientemente asintió— Bien, voy por otra bebida.

El joven vestido de negro, se levantó brusca y torpemente de su asiento y caminó hacia la barra de pedidos del restaurante de comida rápida. 

Todos rieron y giraron a mirar a Taehyung, los dedos de este se encontraban sobre sus labios.

—¿Estás bien? —preguntó Hoseok— rayos, le dije a ese idiota que no comiera aros de cebolla. ¿Quieres una menta? —ofreció.

El castaño negó antes de hablar.

—No es eso, es solo que... es la primera vez que él —dijo mientras una sonrisita se formaba en su rostro— hace esto en público.

—¿Por qué te emocionas tanto si apenas se tocaron los labios? —preguntó Yunho recibiendo una pellizcada en la pierna por parte de su enamorada. 

—Me alegro por ti, Taehyung —felicitó Seok Jin— es un buen avance, en poco tiempo el idiota de tu enamorado tendrá más confianza. 

—Eso espero —emitió feliz— es lo que más quiero.

—Pero ya dime Taehyung, ¿Qué le viste? Porque la verdad que antes que Jungkook hay miles de millones de personas con más expresividad y 

—Deja eso, seguro que Jungkook tiene sus buenas cualidades —emitió Seok Jin— y enserio que muy amplias cualidades ¿No es así Taehyung?

—Sí las tiene, Jungkook es muy lindo cuando lo llegas a conocer, quizá ustedes no lo vean así porque trata de hacerse el fuerte o el egocéntrico. Pero a solas, es alguien lleno de amor para dar.

—No me refería exactamente a esas cualidades, sino a las otras cualidades. 

—¿Que? —cuestionó nervioso— No sé a qué te refieres.

—Bien, mientras siguen tratando de conseguir que Taehyung confiese cuanto le mide a Jungkook, yo pasaré a ver a Jimin. Ha estado estudiando mucho y prometí que lo vería hoy —el chico se puso de pie. 

—¿Te paso el dato? —preguntó Hoseok

—No, no debe ser la gran cosa —emitió Yoongi despidiéndose de todos y luego alejándose a paso rápido.

El jovencito se topó con Jungkook que ya regresaba con el juguito y el helado que fue a pedir para Taehyung. 

Yoongi soltó unas cuantas risas, le golpeo el hombro a modo de despedida y se fue rumbo a su bicicleta. 

Jungkook arrugó la frente y negó varias veces para después caminar de vuelta al lado de Taehyung, dejó el pedido sobre la mesa.

—¿Comerás más? —cuestionó Taehyung con sorpresa, pues su pareja ya había comido demasiado.

—Es para ti, una ensalada no te va a dar energías para la cita que te tengo preparada —reveló dándole una cucharita— come bien porque caminaremos mucho.

Taehyung sonrió emocionado y tomó la cucharita, no sin antes dejar un besito sobre la mejilla de Jungkook. 

El chico de negro sintió un par de vibraciones en su bolsillo, provenían de su teléfono así que lo sacó para ver de quien se trataba.

...

El Mandarinas 🍊

Ups, creo que se me olvidó pagar la cuenta de lo que comí... soy muy despistado ¿no crees

Descuida no es mucho, solo una hamburguesa con extra queso, un combo de papas y un batido de fresa. ¡Gracias por ser un buen amigo y pagarlo por mí! <3

Me la debes por gritarme. 

...

Jungkook terminó de leer y cerró los ojos maldiciendo mentalmente al descarado de su amigo.

Ese tipo de bromas ya era común entre ambos, pero no dejaban de hacer que el odio-amistad creciera por ambas partes. 

—Ya verás a la próxima —susurró Jungkook— te dejaré sin papel en el maldito baño.

.•°•.•°•💓•°•.•°•.

—Buenos días señor Park —saludé mientras me quitaba los zapatos para poder cambiarlos.

—Buenos días joven Min —siguió concentrado en su periódico hasta que me miró extrañado— ¿¡Qué hace usted en mi casa!? ¿Cómo entró?

—Descuide, suegrito, la señora Park me dio una copia de la llave para cuando quiera ver a Jimin.

—Que carajos, ¿el mundo está de cabeza o qué pasó? Por lo menos debiste haber avisado.

—Park Changho, no le hables así a tu yerno. Él me avisó que vendría —comentó la señora bajando las escaleras.

El mayor aún seguía confundido.

—Hijo, buenos días, ¿te quedas a comer? 

—Buenos días señora —respondí dándole un abrazo— sí quiero quedarme, hasta entonces estaré con Jimin.

—Adelante, está en su habitación —fijó la vista en su esposo— Cariño, ayúdame con el almuerzo.

Yo les sonreí a ambos antes de subir a toda prisa. El señor Park no tardó en ponerse de pie y tratar de seguirme, sin embargo su esposa lo detuvo.

—¡Quiero ver la puerta abierta jovencitos! —alcanzó a gritar el hombre.

Yo solo reí y no paré de subir las escaleras hasta lograr llegar a la habitación de Jimin.

La puerta estaba abierta y ni bien ingresé un par de bracitos se extendieron para poder recibirme.

—Llegaste —emitió mirándome desde abajo.

—Llegué y tu padre casi me mate en el primer piso —respondí depositando un beso en su frente— de verdad, casi no la cuento.

Jimin soltó un par de risas, yo giré mi vista hacia su escritorio todo desordenado y lleno de libros y hojas de resumen. No había papel que no estuviera con marcas de resaltadores.

—Me alegra que te estés preparando así de bien.

—Tú me enseñaste —respondió sonriente— ¿Quieres ayudarme a repasar?

—No, suficiente estrés para ti. Vine para hacer que te relajes.

—¿Ah sí? —cuestionó levantando una de sus cejas— ¿De qué modo lo harás?

—Creo que ya empezaré a adoptar algunos métodos contigo —respondí acariciando su rostro.

Él me sonrió y llevó su manito a la puerta, la fue cerrando poco a poco.

—Pues entonces quiero que me los muestres ya —comentó pegándose más a mí.

No tardamos en unir nuestros labios.

En medio del beso, llevé mis manos a su cintura y comencé con mi método provocando que Jimin se separara poco a poco para poder reír sin parar.

—¡Para! ¡Para! —suplicó tratando de alejarse para no recibir más cosquillas.

Yo seguí y seguí hasta que ambos caímos en su cama. Estando allí decidí detenerme y acostarme a su lado.

—Si vuelves a hacerlo tendré que prohibirte el ingreso a mi habitación —amenazó entre risas.

—Tú pediste que te mostrara los métodos.

—No creí que te refirieras a eso —replicó mirándome.

—¿En qué pensabas entonces? 

Jimin se quedó callado un momento y luego se acomodó sobre mí.

—En otras cosas —propuso a lo que yo respondí sonrojándome— ya sabes, cosas de pareja —insinuó mientras bajaba su rostro.

Yo estaba comenzando a caer en el jueguito que estaba armando, hasta que la voz de su padre nos interrumpió desde el primer piso.

—¡La puerta abierta! 

Jimin se detuvo y se bajó de inmediato. 

—No creo que sea ni el lugar ni el momento —revelé tomando su mano— esperemos un poco más. 

Jimin pensó unos segundos y luego asintió.

—Tienes razón, perdóname es que me dejé llevar. Ayer Taehyung me contó un par de cosas que me dejaron pensando.

De inmediato supe de quien había aprendido, o mas bien de quienes.

—Oh ese par contaminó la mente de mi Jimin —renegué.

—Perdóname por lo de hace rato —pidió Jimin acercándose a mí— no volverá a pasar.

—No me molestó —comenté— pero hay que ir despacio ¿bien? 

—Sí —respondió abrazándome— estar así es suficiente por ahora. 

Estar juntos, es todo lo que importa Jimin.

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