-Antonella,te importaría ir con los mellizos a hacer la compra?- preguntó mamá desde el piso de abajo.

Gruñí y me recoloqué entre los brazos de Pedri, acomodándome mejor para seguir durmiendo junto a él,abrazados.

-Antonella,me estás escuchando?- preguntó de nuevo mamá,esta vez,abriendo la puerta de mi habitación bruscamente.

-Mamá!- me quejé realmente adormilada.

-Ay cariño,lo siento. No recordaba que estabas aquí con Pedri- dijo algo avergonzada.

-No te preocupes Letty,ya es hora de que nos levantemos,así podremos ir a la compra- respondió Pedri dispuesto a levantarse de la cama.

-Noooo- dije haciendo fuerza para que no se separase de mí- quiero dormir, porfa.

Mis ojos se cerraron de nuevo,con intención de reconciliar el sueño.

-Está bien Pedri,dormid un poco más. Iré yo a hacer la compra- dijo mamá antes de irse de la habitación y cerrar la puerta tras ella.

-Antonella... No podemos dormir mucho más. Mi vuelo sale en 3 horas...- murmuró apartando un mechón de pelo de mi cara.

-Por qué te tienes que ir? No te puedes quedar?- pregunté abriendo los ojos de nuevo.

Apoyé mi cabeza en su pecho y lo miré fijamente,esperando una respuesta.

-Xavi ya me ha amenazado con venderme al final de esta temporada. No puedo seguir faltando a los entrenos- explicó apenado.

Bufé y respiré hondo,triste por la noticia que me acababa de dar el canario.

-No quiero separarme de ti Pedri- confesé reteniendo con fuerza algunas lágrimas que amenazaban con salir de mis ojos.

-Y si vienes conmigo?- propuso espontáneamente.

-Qué? Estás loco?- dije frunciendo el ceño.

-Vamos Antonella,sabes que quieres volver a Barcelona. Además,así podremos pasar todos los días juntos,sin nadie de por medio o sin tener que estar preocupados constantemente de cuántos minutos más nos quedan antes de que alguno de los dos se vaya a otro lado- dijo acariciando mi mejilla con su pulgar.

-Y qué pasa con mi madre y mis hermanos?- pregunté dudando si aceptar o no su propuesta.

-Sobre eso... En realidad,lo de proponerte que vinieses a Barcelona conmigo no ha sido algo que se me ocurriese de repente- dijo rascándose la cabeza,algo nervioso.

Una vez más,lo miré extrañada. Sin entender a que se refería.

-Desde que llegué a Italia he estado con esa idea de volver juntos a España en la cabeza. Ayer,cuando te quedaste dormida, salí a tomar el aire al jardín y tu madre me vió. Me preguntó que qué me pasaba,que se me veía algo distraído y, ahí,le expliqué que quería poder tener la oportunidad de vivir contigo,juntos,en Barcelona. Ella me dijo que,si era su permiso el que le preocupaba, estaría totalmente dispuesta a dejar que vivieses conmigo pero que,la decisión final,la tendrías tú- explicó rápidamente.

Una pequeña sonrisa se formó en mi rostro al escucharlo.

-Así que todo esto ya estaba planeado eh?- pregunté alzando una ceja de manera divertida.

-Un pelín- dijo riendo ligeramente.

Reí junto a él y me senté en la cama,pensando que respuesta tomar.

-Entonces... Vendrás?- preguntó impaciente.

-Mhm, está bien. Iré, pero solo porque echo de menos a los chicos- bromeé.

-Si, seguro- dijo entre risas.

Rápidamente,lo abracé con fuerza.

-Estoy deseando volver a Barcelona y poder vivir contigo Pedri- murmuré contra su cuello.

-Y yo estoy deseando volver a casa junto a tí- dijo dejando un pequeño beso en mi frente.

Sonriente me separé de él y me levanté de la cama con mucha energía.

-Tengo que preparar la maleta!- exclamé ansiosa.

-Vaya,de repente se te ha quitado todo el sueño eh?- dijo de manera divertida.

-Cállate- dije abriendo mi armario.

Sin decir nada,el chico se acercó lentamente por detrás y colocó sus manos en mi cintura, agarrándola con firmeza.

-Crees que debo llevarme todo o igual es demasiado?- pregunté analizando toda mi ropa.

-Creo que deberías relajarte- susurró dejando un cálido beso en mi cuello.

-Relajarme? Pedri,tu vuelo sale en unas horas y tengo que hacer toda mi maleta!- exclamé realmente nerviosa.

-Ya bueno,es un jet privado, creo que podemos permitirnos el lujo de llegar tarde- dijo dejando un camino de besos de mi cuello a mi mandíbula.

-Qué crees que haces?- pregunté cerrando los ojos,sintiendo una agradable sensación en el tacto de sus labios contra mi piel.

-Relajarte- respondió antes de dejar un pequeño mordisco en mi cuello.

CONTENIDO EXPLÍCITO⚠️

-Yo creo que así me estás alterando más- dije como malamente pude.

-Vaya por dios- dijo dándome la vuelta,dejándonos cara a cara.

Sin poder retener mis instintos, coloqué mi mano en su cuello y lo atraje a mi para besarlo apasionadamente.

Fue un beso lento, en el que nos tomamos nuestro tiempo para saborearnos el uno al otro,pero en el que no tardamos mucho en introducir nuestras lenguas,sumándolas al juego.

-Joder- gemí al sentir un escalofrío que me recorrió de pies a cabeza debido al deseo y la excitación.

-Hace cuanto no follamos Antonella?- preguntó el canario entre besos.

-Demasiado- respondí de la misma manera.

-Pues rompamos esa racha- respondió cargando con mi peso, obligándome así a enredar mis piernas en su cintura.

Desesperado,me cargó hasta dejarme en la cama,debajo de él.

Abrí mis piernas dejándole espacio para colocarse entre ellas,algo que aprovechó para, rápidamente,quitarme los pantalones de pijama y, posteriormente, quitar mi camiseta, dejándome totalmente expuesta de cintura para arriba y con tan solo unas bragas cubriendo mi intimidad.

-Dios,eres preciosa- dijo antes de atacar mis pechos,besándolos,mordiendolos y chupándolos a su antojo.

Un agudo gemido se escapó de entre mis labios sin poder controlarlo y,como malamente pude,le quité su camiseta, permitiéndome ver sus marcados abdominales.

Subí mis manos hasta su pecho y continué masajeando su cuerpo mientras bajaba mi mano lentamente hasta su abdomen, marcando con las yemas de mis dedos los cuadraditos que se marcaban sobre éste.

Cuando mis manos llegaron al doblado de su pantalón,me deshice rápidamente de él con la ayuda de Pedri,el cual,aún se mantenía encima de mí,apoyando sus brazos a ambos lados de mi cabeza para no aplastarme.

Tomando la iniciativa, utilicé toda mi fuerza para darnos la vuelta y dejarlo debajo de mí,quedando a horcajadas encima de él.

-Lo siento platanito pero hoy las riendas las llevo yo- dije mientras comenzaba a besar su mandíbula,bajando por su cuello y dejando pequeños mordiscos y marcas sobre él.

Se incorporó,quedando sentado al borde de la cama,aún conmigo encima, y bajó sus manos hasta mi trasero,donde apretó con fuerza ocasionando que un pequeño gemido se escapase de entre mis labios.

Él sonrió victorioso tras escucharme,yo por mi parte lo agarré del cuello con firmeza ,pero no con excesiva fuerza, y volví a besarlo descontroladamente.

En ese momento no existía nada más.

No había nada alrededor de nosotros.

Solo éramos él y yo.

Comencé a mover mi cadera de adelante hacia atrás lentamente, sintiendo como un bulto crecía debajo de mí.

-Joder- gimió al sentir la fricción que había entre ambos debido al roce de nuestras intimidades.

Volví a acercarme a sus labios y,en vez de besarlos, mordí su labio inferior con cuidado,procurando no hacerle daño.

-Vale,basta de juegos. No serás tú quien tenga las riendas esta vez Antonella,me estás volviendo loco- dijo dándonos la vuelta de nuevo.

-Pero Pedri...- me quejé haciendo puchero (aunque, realmente,me daba igual)

-Tranquila,yo te lo compenso preciosa- dijo guiñándome un ojo.

Delicadamente, bajó sus manos hasta mis bragas, tirando del bordado de éstas hacia abajo, dejándome totalmente expuesta y desnuda ante él.

Sonriente, comenzó a besar todo mi cuerpo,comenzando por mi mandíbula,bajando hasta llegar a mi cuello,mi clavícula, mis pechos,mi abdomen... Y saltándose la parte que más deseaba que tocase en eso momentos, pasando, directamente,a mis piernas.

-Pedri,hazlo- dije ansiosa.

-El qué exactamente Antonella?- preguntó subiendo sus besos hasta el interior de mis muslos.

-Ya lo sabes,solo hazlo y déjate de juegos- afirmé desesperada.

Mi pecho subía y bajaba de manera totalmente irregular,dejando claro que mi cuerpo anhelaba más del canario.

-A sus órdenes jefa- bromeó antes de comenzar a besar mi intimidad.

Un gran gemido se escapó de entre mis labios al sentir su boca en mi punto débil, succionando en él y haciendo que mis piernas flaqueasen y se volviesen de gelatina.

Lamió, chupó y hasta mordió,teniendo todo el cuidado del mundo para causarme un placer que nunca había experimentado.

Notando como mi cuerpo estaba apunto de ceder, cogí su cabeza como malamente pude,separándola de mi intimidad y acercándola a mi para volver a besar sus labios.

Sus manos me agarraron de la cadera, presionando su cuerpo contra el mío,las mías en cambio,bajaron hasta sus boxers, que,con la ayuda del canario, conseguí sacar liberando su longitud y haciendo que nuestras intimidades se rozasen de nuevo,esta vez,sin ningún tipo de tela separándonos.

Se incorporó un poco y puso sus manos en mis muslos,abriéndolos para darle paso.

-Puedo?- preguntó asegurándose de tener mi permiso.

Asentí siendo incapaz de emitir palabra,algo que hizo sonreír a Pedri mientras introducía su miembro en mi interior de una sola estocada.

Al principio,se mantuvo quieto unos segundos,dejando que mi cuerpo se acostumbrase a su longitud y,cuando sintió que ya estaba preparada, comenzó moverse,con un ritmo lento pero tremendamente placentero.

Entre suspiros y gemidos,mis manos se aferraban a su espalda,clavando las uñas en ella,las suyas,en cambio,sostenían mi cadera con fuerza,como si fuese su soporte.

Seguía moviéndose en mi interior,cada vez con más fuerza y decisión, acelerando cada vez más el ritmo y provocando que mis piernas comenzasen a temblar.

-Pedri...- gemí al notar como mis paredes se estrechaban al rededor su miembro.

-Hazlo preciosa- dijo sin dejar de moverse.

Haciéndole caso, dejé que el clímax llenase mi cuerpo y envolviese su longitud con mi líquido.

Un par de estocadas después,Pedri consiguió alcanzar su mayor punto de placer, llenándome por completo y dejándose caer sobre mi pecho, tratando de recuperar el aire.

Pasados los segundos, salió de mi interior con cuidado y se dejó caer al otro lado de la cama.

-Ya estás más relajada?- preguntó con la voz aún algo entrecortada.

-Más sudada diría yo- reí junto a él.

-Bueno, siempre podemos ahorrar agua- dijo viéndome con una sonrisa pícara.

-No seas tonto! Bastante tarde llegaremos ya- dije entre risas.

-Y qué? Yo soy quien les paga, qué menos que esperen a que le demuestre a mi chica lo mucho que la he echado de menos durante estos meses- afirmó colocando su mano en mi cintura, atrayéndome a él.

-Yo también te he echado de menos Pedri,ya lo sabes- dije colocándome de lado para poder verlo mejor.

-Te amo- dijo con una amplia sonrisa en el rostro.

-Te amo más- respondí dándole un pequeño beso en los labios.

De pronto,mi teléfono sonó y vibró en la mesilla.

-Es mamá- dije tomando el teléfono entre mis manos.

-Cójelo,tal vez se le haya olvidado algo- dijo Pedri atendiendo a mis movimientos.

Asentí y cogí la llamada.

-Hola mamá,necesitas algo?- pregunté tranquilamente.

-Disculpa,es usted Antonella de Luca?- preguntó una voz totalmente desconocida.

-Sí, quién es usted?- dije confundida.

-Soy enfermera de urgencias en el hospital,la llamaba para informarla de que su madre ha sufrido un accidente de coche junto a sus hermanos cuando volvían a casa. Al parecer un coche los ha arrollado en la carretera y se ha dado a la fuga. Su madre y sus hermanos están en la unidad de cuidados intensivos,han sufrido graves daños señorita de Luca,debería venir aquí cuanto antes,no sabemos si podremos salvarlos- dijo la enfermera al otro lado de la línea.

En ese momento,el mundo se me cayó encima.

"La única familia que me quedaba
estaba al borde de la muerte"

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No sé si decir hola o directamente pediros que no me matéis🥹.

Cómo bien os puse en mi tablón de anuncios ( que muy mal si no viste porque significa que no me sigues aún ),debéis preparar pañuelos,porque solo quedan 5 capítulos y serán,muy probablemente,los más intensos de todo este libro.

Si os ha gustado el capítulo ya sabéis que una estrellita, un comentario y un follow siempre ayudan mucho.

Atte y con intención de
que me sigáis amando:Alma<3