Capítulo XXXVIII

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ANTONELLA

-Cuándo llegará el tío Pepi?- preguntó Mateo,aún agarrado a mi mano.

-Ha dicho que acababa de aterrizar,supongo que estará aquí pronto mi amor- le contesté de forma cariñosa a Mateo.

Él tan solo asintió y esperamos pacientemente hasta que vimos a cierto canario que se nos hacía más que conocido salir por las puertas del aeropuerto.

-Pedri!- gritó Gia acercándose a él corriendo,con intención de abrazarlo.

Su mellizo siguió sus acciones y ambos abrazaron con fuerza a Pedri,el cual,se agachó para tener más facilidad y poder envolverlos entre sus brazos.

-Te echabamos de menos!- exclamó Mateo sonriente.

-Solo me he ido algunas horas duendecillo- dijo Pedri riendo y revolviéndole el pelo a mi hermano pequeño.

De brazos cruzados y con una sonrisa de lado a lado, esperé en mi sitio a que el canario se dirigiese a mí.

-Tú no me has echado de menos?- preguntó acercándose lentamente.

-No me ha dado tiempo- bromeé.

Él tan sólo rió y puso sus manos en mi cintura, atrayendo su cuerpo al mío.

-Pues yo si te he echado de menos- murmuró alternando su mirada de mis ojos a mis labios.

-Demuestralo- sugerí mordiéndome, levemente,el labio inferior.

Eso fué lo único que necesitó Pedri para terminar con la poca distancia que nos separaba y unir sus labios con los míos.

-Me quedaría aquí todo el día pero,como bien te dije,tengo una sorpresa- dijo sacando un sobre de su mochila.

-Qué es esto?- pregunté sosteniendo el papel realmente confundida.

-Ábrelo- señaló con la cabeza.

Siguiendo sus palabras,abrí el sobre,el cual, dentro,contenía varios papeles. Rápidamente,les eché un ojo y me di cuenta de cuál era la sorpresa.

-Pedri,no puedo aceptar esto. Es demasiado- dije intentando devolvérselo.

-No es demasiado Antonella. Sé que desde que tú madre no está con nosotros has sentido que ya no estás cómoda en casa así que me he tomado la libertad de comprar otra lejos de aquí,donde tú, los mellizos y yo,podamos empezar una nueva vida,lejos de todo y de todos- añadió con una sonrisa.

-Pero Pedri,una casa en Suiza es demasiado cara- dije algo preocupada.

No me gustaba que gastaste su dinero en mi.

-Antonella,si la he comprado es porque tengo el dinero para mantenerla. Además,tu madre siempre hablaba de que,de pequeña,soñabas con vivir allí. Déjame que haga realidad uno de tus sueños- dijo posando su frente sobre la mía.

-Está bien- terminé aceptando.

-Lo has oído? Nos vamos a vivir a Suiza Gia!- exclamó Mateo dando saltitos de ilusión.

Pedri y yo reímos al verlo y volvimos a juntar nuestros labios,esta vez,en un beso cálido y cargado de amor.

-Deberíamos hacer las maletas entonces- susurré sin separarme ni lo más mínimo de él.

-Si,ya he dispuesto todo para que el vuelo salga hoy por la tarde. Además,los muebles pueden trasladarlos a la nueva casa,así que tan solo tenemos que coger nuestra ropa y las cosas que consideremos de valor- explicó dejando un pequeño beso en la punta de mi nariz.

Reí al notar el tacto de sus labios en mi nariz y lo volví a mirar a los ojos.

-No sé cómo agradecerte todo esto... Todo lo que estás haciendo por mí y por los mellizos- dije pasando mis manos por su cuello,acariciando su nuca.

-Antonella,me lo agradeces todos los días. Verte feliz es el mayor premio que puede darme la vida- dijo acariciando mi cintura con la yema de sus dedos.

-Volvamos a casa,tenemos mucho que hacer y poco tiempo- sonreí.

Él tan solo asintió y volvimos a besarnos una vez más antes de separarnos para caminar al coche y comenzar nuestro camino de vuelta a casa.

Una vez allí,los mellizos bajaron a toda prisa y entraron en casa corriendo, dispuestos a hacer sus maletas para irnos lo antes posible.

Yo por mi parte,hice lo mismo. Recogí mi ropa,los álbumes de fotos y otras cosas que consideraba importantes.

-Antonella- me llamó Pedri ganándose toda mi atención- antes de que nos vayamos... Me gustaría darte otro regalo.

-Por dios Pedri,son demasiados regalos. No puedes seguir gastando tu dinero en mí- me quejé con impotencia,ya que yo no tenía los medios para agasajarlo tanto como él a mí.

-Prometo que este es el último- rió sacando una caja cuadrada de detrás de sus manos.

Se acercó a mí y me la extendió.

Con cuidado,la cogí entre mis manos y,cuando la abrí,me encontré con un precioso collar de plata que tenía un corazón en el medio.

-Pedri es... Precioso- murmuré maravillada por el aspecto que tenía el colgante.

-Abre el corazón- dijo señalándolo con el dedo.

Le hice caso y,cuando abrí la tapa de la pieza central, la sorpresa creció en mi interior.

"¿Quieres ser mi novia?"

Era el mensaje que estaba grabado en la tapa del corazón. Cuando me fijé,en el lado contrario,había una foto en la que Pedri y yo nos estábamos besando.

-En todo este tiempo que llevábamos conociendonos nunca te he hecho esa pregunta,así que dime Antonella. Te gustaría ser mi novia?- preguntó algo nervioso.

-Joder,claro que sí!- exclamé tirándome a sus brazos.

El canario rió y me abrazó con fuerza.

-Puedo?- preguntó señalando el collar.

Asentí y me dí la vuelta,quedando de espaldas a él. Aparté mi pelo y noté como Pedri colocaba el colgante alrededor de mi cuello,apretando en el cierre de éste para que no se me cayese nunca.

-Es precioso- volví a decir viéndome en el reflejo del espejo que teníamos justo enfrente.

-No tanto como tú- respondió el canario pasando sus manos por mi cintura.

Sonreí y entrelacé sus manos con las mías encima de mi cadera.

-No sé cuántas veces te he dicho esto ya pero te quiero Pedri,te quiero muchísimo- dije acariciado su mano.

-Yo tampoco sé cuántas veces te lo he dicho pero yo también te quiero Antonella- susurró dejando un húmedo beso en mi cuello.

Tras varios minutos en esa misma posición,terminamos por separarnos para volver a la tarea de la mudanza.

Después de varias horas, ya teníamos todo recogido y organizado así que había llegado el momento de abandonar la que había sido mi casa durante todos estos años.

-Listos?- preguntó Pedri bajando al salón junto a varias maletas.

-Si!- exclamaron realmente emocionados los niños.

Sonreí al verlos,hacia mucho que no los veía tan felices por algo.

-Pues vámonos- sugerí dándole una última mirada a mi hogar.

Todos asintieron y salimos de la casa para entrar en el coche. Dejamos nuestras cosas en el maletero,sentamos a los niños en sus sillitas y ocupamos nuestros asientos en la parte delantera del coche.

-Lista?- me preguntó Pedri antes de arrancar.

-Contigo al fin del mundo platanito- dije sonriendole.

-Pues vayámonos lejos enana- dijo riendo tras escuchar su mote.

El canario arrancó el coche y comenzó a conducir para llegar al aeropuerto.

Cada segundo que pasaba,estaba más cerca de dejar mi país,el lugar donde nací y donde había creado tantos recuerdos durante los últimos años pero,de la misma manera,a cada segundo que pasaba,estaba convencida de que mi vida junto a Pedri acababa de comenzar y que sería la mujer más feliz del mundo teniéndolo a mi lado.

Llegamos al aeropuerto y caminamos hasta llegar al jet que aún estaba en propiedad de Pedri.

Nos acomodamos en nuestros asientos y esperamos a que el vuelo dirección a Suiza comenzase.

-Wow- exclamó Mateo sorprendido,viendo el cielo desde la ventana del jet.

-Te gustan las vistas?- le pregunté viéndolo con una sonrisa.

Gia se había quedado dormida en los brazos de Pedri nada más el vuelo zarpó,y parecía realmente cómoda ya que ninguno de los gritos de emoción de su hermano mellizo la despertaron.

-Sii,son increíbles!- exclamó mi hermano pequeño acercándose a mí para abrazarme.

Sonreí y lo senté sobre mi regazo.

-Oye tío Pepi,puedo hacerte una pregunta?- preguntó Mateo mirando, directamente,al nombrado.

-Si,claro- respondió el canario cediéndole toda su atención.

-Qué es el amor?- volvió a preguntar el pequeño.

Pedri rió ligeramente y dirigió su mirada a la mía.

-Verás Mateo,el amor es querer tanto a alguien que estás dispuesto a hacer lo que sea por ver feliz a esa persona, aunque eso signifique que tu vida vaya a cambiar radicalmente en un abrir y cerrar de ojos- le explicó Pedri sin perder su mirada de mí en ninguna de sus palabras.

-Entonces... Tú sientes amor por mi hermana?- habló de nuevo Mateo.

-Sí pequeño, siento amor y mucho más por tu hermana- respondió sonriendo.

Pude notar como mis mejillas se ruborizaban tras escucharlo y sonreí como una boba.

-Me alegro de que seas el novio de Anto,ella merece a alguien como tú- dijo mi hermano pequeño posando su mirada en mí.

-Alguien cómo yo?- preguntó esta vez Pedri.

-Sí. Jamás la había visto tan feliz como lo es contigo y me alegro de eso porque tiene la sonrisa más bonita del mundo mundial- añadió Mateo sonriéndome.

En ese mismo momento,me morí de ternura.

Abracé a Mateo con todas mis fuerzas y,cuando sentí que lo iba a dejar sin oxígeno,lo solté y lo tomé por las mejillas.

-Tú y Gia también me hacéis muy felices Mateo,ya sabéis que os quiero muchísimo- dije dejando un pequeño beso en su frente.

Mateo sonrió ampliamente y se sentó a mi lado lo que quedaba de trayecto.

El pequeño terminó por dormirse en mi regazo,al igual que había hecho su hermana melliza con Pedri.

Con sumo cuidado para no despertarlo,me levanté y me dirigí a la parte trasera del avión,donde había una habitación.

-Apenas quedan unos minutos de viaje,no te recomiendo que duermas ahora enana- dijo Pedri apoyándose en el marco de la puerta.

-Solo estaba pensando- dije sentándome sobre la cama.

-En qué?- preguntó acercándose a mí.

-En lo mucho que te amo- dije contagiandole la sonrisa.

Sin decir nada,se sentó en el suelo,frente a mí y tomó mi cara entre sus manos para juntar sus labios con los míos.

Y ahí me di cuenta...

"Lo único que necesitaba para ser
feliz,era tener a Pedri junto a mí"

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Holaaaaa.

Bueno mis amores,este capítulo es, técnicamente,el último ya que lo siguiente que subiré será el epílogo y no constará ni con la mitad de las palabras que tendría un capítulo como este.

Las despedidas las pondré en el epílogo así que... Aún no es momento para decir adiós.

Lo que si que voy a anunciar ya es que he echado TOTALMENTE a suertes de quién será la siguiente historia y, finalmente, una ruleta ha decidido que el siguiente interés amoroso de mi siguiente Fanfic sea Charles Leclerc. Lo siento si a alguno de vosotros no le complace esta decisión pero repito que ha sido totalmente al azar y el destino ha decidido.

Si os ha gustado el capítulo ya sabéis que una estrellita, un comentario y un follow siempre ayudan mucho.

Atte: Alma<3



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