Capítulo 7

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24 horas después del golpe.

Golden Room.


Kim TaeHyung


Se sentía como un trozo de excremento, aunque la frase fuese un disfemismo, no importa, no había otra palabra para describir su estado de ánimo. Como añadidura, el cuerpo le pedía un descanso pero su mente estaba en desacuerdo. Había tantas cosas qué resolver aún. No podía darse el lujo de descansar.

Tanto él como NamJoon, Jimin y miembros políticos que habían salido de sus cuevas cuando cesó la lluvia de sangre, se unieron para restablecer el gobierno, cosa que por más que le encantaría, no iba a poder suceder en menos de un día.

Los civiles estaban irritables, desinformados y temerosos de salir a la calle. Las funciones públicas entraron en paro automáticamente hasta nuevo aviso. No más escuela, no más trabajo, no más comercio. Ante tal situación preocupante los políticos menores se pronunciaron vía telefónica post reactivación de las líneas satelitales queriendo hablar con el líder, pero ya qué Min Yoongi había desertado del ejército y fuera puesto bajo prisión y que Jungkook estaba herido, todo habría caído en sus manos sin embargo, parte de la rebelión se mostró renuente a que, de nuevo, otro alfa tomara el puesto. La única solución que se les ocurrió es que Jin se hiciera cargo hasta que Jungkook despertara.

Por el momento su omega dormitaba en una habitación llamada Golden Room, antiguamente pertenecía al presidente Bang, ahora era posesión del menor. Estaba siendo atendido por personal médico especializado, y no podría ejercer el poder que se le otorgó de inmediato. Ni nunca, si la decisión dependiera de TaeHyung. Que los Dioses lo amarren y le corten la lengua, pero el tenía muchas cosas qué decir al respecto.

La carga que Min había dejado descaradamente sobre los hombros de un Omega  embarazado era injusto y desconsiderado.

"No es momento para esto" se dijo a sí mismo.

Se dejó caer en un incómodo banquillo al lado de la desmesurada cama de la habitación, tomando de inmediato la mano de su compañero.

Pasó un tiempo así simplemente observándolo. En ese período una persona ingresó a la habitación.

—Teniente Kim—Saludó un soldado omega que se le había dado la tarea de mantenerlo informado sobre todos los movimientos políticos —El senador Ahn acaba de revelar su conexión con el ex capitán Min durante una reunión con Kim SeokJin. Parece qué, el ex capitán hizo muchas conexiones anteriormente. Algunos alfas del parlamento apoyaron el golpe pero se mantienen entre las sombras.

Iba a preguntar los motivos de por qué otros alfas querrían derrotar a los dorados, si era mayor el beneficio que obtenían apoyándolos que yendo en su contra. El soldado MinSu se apresuró a disipar su duda.

—Se ha prometido una cantidad de dinero... generosa.—Tosió para aclararle su garganta —Pero solo al senador Ahn, los otros miembros solo esperan ser promovidos de cargo cuando el nuevo gobierno establezca sus bases.

Eso sonaba más creíble. Nada en esta vida ni en este mundo es gratis.

— ¿Algo más?

—Por desgracia sí. En horas de la noche un avión despegó en una pista clandestina y se avistó a los miembros restantes de la familia dorada huyendo a otro continente. Los que, si me permite opinar, creo que  no fueron asesinados porque no son peligrosos.

Taehyung asintió y despidió al soldado, quedando nuevamente solo con Jungkook.











(...)












48 hrs después del golpe.

Golden Palace.


—¿Cual es el tema que requería mi presencia con urgencia, Jin?

Sonó más tosco de lo que pensó, pero le dió igual, incluido el gruñido atascado en la garganta de su amigo.

Estaba molesto de que lo hayan separado de su omega en un momento tan delicado, tan solo para una reunión informativa.

—Todos aquí conocemos tu situación —Dijo NamJoon — Pero escucha lo que mi omega tiene que decirte.

No eran los únicos en la sala de reuniones, había más caras de gente que no conocía pero suponía que eran de rangos altos, a juzgar por sus impecables trajes de tres piezas, zapatos de vestir y relucientes Rolex

Ni siquiera se tomó la molestia de sentarse en un sofá, solo hizo un ademán para incitar a que hablaran de una vez por todas para poder irse pronto.

—Los alfas afectados por el gas, ahora llamado Blueberry 405, comenzaron a despertar está tarde. Se estima que los efectos secundarios no serán nocivos para su salud, pero los investigadores han encontrado algo interesante. A excepción de Kim NamJoon, Park Jimin y Kim TaeHyung, todos los demás alfas padecen de amnesia retrógrada. No recuerdan qué estaban haciendo antes de inhalar el Blueberry. Y ningún otro mostró tolerancia.

Anticipando cualquier tipo de pedido, dijo:

—No estoy disponible para que me usen como rata de laboratorio.

Se dió la vuelta y se marchó.


(...)










Jimin le había dicho que parecía un alma en pena deambulando por los pasillos de la mansión durante la noche, cuando salía a fumarse un cigarrillo para aliviar el estrés. Por más que intentaba, el recuerdo de Jungkook derrumbándose en sus brazos lo atormentaba y lo hacía sentir incompetente y culpable.

Jungkook aún no se despertaba luego de tres días.

Tomó la última calada de su cigarrillo y lo tiró en la nieve. La ventisca ligera que había en el jardín posterior ondulaba su mechones de cabello sueltos. El cielo estrellado y la luna brillante daban una sensación de seguridad.

Estaba sentado en una banca de hierro forjado frente a la entrada del invernadero tipo túnel que descubrió recientemente y que se había vuelto su lugar favorito para pensar por la paz que le transmitían las plantas, pero el Gold Palace nunca se sentiría como un hogar.

Se tomó su tiempo para agradecerle a la Diosa. No era tan creyente como lo era su esposo pero lo ayudó a despejarse a sentirse mas cerca de el en un sentido figurado.

—Creí que habías dejado de fumar.

Giró a su derecha y Jimin se acercó a la banca tomando asiento, dejándose caer con un suspiro cansado.

—No lo hacía desde que cumplí veinticinco.—Confesó.

—A Jungkook no le gustaría verte así. Nos... Preocupas.

Taehyung sonrió de lado con melancolía.

—¿Por qué aún no se despierta?—Susurró, juntando sus palmas y agachando la cabeza.

—SeokJin dijo que todo estaba bien con el que solo estaba recuperando fuerzas porque se estresó mucho.

Taehyung ya lo sabía, por supuesto que lo sabía y aún así acababa haciendo la misma pregunta cada tantas horas.

—¿Sabes, amigo mío? Jungkook es lo más hermoso que ha llegado a mi vida. Hemos estado tanto tiempo juntos y no me canso, no me canso de su olor ni de su sonrisa; de su cuerpo, su voz o de la capacidad que tiene para desestabilizarme como ningún otro puede. Es tan inexplicable lo mucho que mi corazón arde cuando se trata de él.—Su lazo pulsó inesperadamente en buena forma—Si te dijera todas las cosas que estoy dispuesto a hacer si él me lo pidiera, te asustaría. Pero así es. Estoy locamente enamorado de ese omega, que si algo le llegase a suceder... —Podría sacrificar al mundo con tal de recuperarlo — No quieres saberlo. Si he hecho algo bien en esta vida ha sido marcarlo y unirlo a mi de por vida.

Jimin se mostró pensativo ante sus pensamientos un tanto intensos para su comprensión.

—Si algún día experimento el ser amado, deseo poder expresarme con tanta honestidad como tú lo has hecho.

—Lo harás, eres un romántico empedernido, te aseguro que hablarás como todo un poeta. Yo soy un poco más, ¿Como debería decirlo?

—Agresivo, frívolo, tajante.

—Hablas con mucha convicción, Park.—Alzó una ceja en su dirección.

—Quise decir cariñoso, bondadoso y humilde.—Jimin dijo rascándose la nuca con una sonrisa nerviosa de ojos cerrados.—Eh, eh... ¿Como sigues de tu golpe en la cabeza?

Taehyung entrecerró sus ojos ante el cambio de tema.

—No es nada de qué preocuparse. NamJoon está peor que yo.

Ya que estuvo inconsciente por un largo rato en medio del golpe, cuando despertó Sus pies lo guiaron directo a dónde estaba su omega en la casa presidencial, había seguido el rastro de feromonas en estado de obnubilación y en contraste, más tarde, se había vuelto un animal salvaje en cuánto notó la sangre en su pareja cuando lo sostuvo. Todo rastro de confusión salió de su cuerpo. Su lobo se había precipitado a la superficie y casi pierde el control, cediendo a su cambio. No realizó la transformación en su totalidad porque sus amigos estuvieron allí para calmarlo, arrastrándolo de alguna manera a la realidad con un golpe que de no estar haciendo efecto la adrenalina, lo habría tumbado.

Una vez más esos lobos demostraron su lealtad con creces.

—¿Hoy cuántas veces te ha pedido perdón?

—Por mensaje unas seis veces.—Respondió contando con los dedos de sus manos y mostrándole a Jimin.

—Se siente responsable de que hayan ido a por ti esos omegas.

—Le he explicado una docena de veces que no ha sido culpa suya pero no me escucha.—Exhaló con frustración

—Creo que le vendría bien una follada pero dudo que Jin ceda—Comentó el pelirrojo con diversión.

Taehyung se contagió logrando sonreír cuando no había podido hacerlo en días. 

—Dudo que la tenga por el momento y años próximos. 

—Como yo.

—Y yo.—Añadió.

—Solos los alfas son capaces de pensar en follar en momentos como este.

Esa reprimenda, el conocía a una sola persona que tenía la capacidad para erizarle los vellos y tensar sus músculos de aquella manera.

Jeon Jungkook. Su pequeño soldado.

El Omega estaba parado a unos metros de los alfas, cubierto con una túnica de dormir larga de color negro, que le cubría las piernas y dejaba al descubierto sus pies descalzos.

Cuando Taehyung lo vió se levantó tan rápido como pudo, fue atraído a su esposo como si se tratara de magnetismo. En su ida, se sacó la camiseta que llevaba puesta por encima de la cabeza  y envolvió a su omega con la tela para protegerlo del frío. Su abdomen y pectorales quedaron al descubierto y no podría importarle menos.

Taehyung quiso reprenderlo por ser tan descuidado, no solo ahora por salir con un temperatura tan baja sin estar abrigado, sino por los días atrás, pero se detuvo a sí mismo, y optó por decir con alivio y con el corazón acelerado:

—Despertaste.

Jungkook le sonrió con cariño, asintiendo y rodeando su cuello con sus brazos.

—Me sentí muy triste cuando no te ví en la habitación.

Eso lo destruyó por completo.

Se arrodilló en la nieve quedando a la altura del torso de su omega. Abrazó su cintura y depositó besos en su barriga por encima de la tela de su ropa holgada.

—Mi amor, lo siento tanto, lo siento muchísimo yo...—Una lágrima solitaria se deslizó por su mejilla —Estaba tan preocupado por ti. Yo creí... Creí...

Creí que iba a perderte para siempre.

Jungkook limpió su lágrima antes de que cayera aún manteniendo una suave sonrisa en su semblante.

—Exageras. Solo estaba profundamente exhausto. —Le pidió que se levantara, y lo hizo, sin despegarse de él —Me sentí mal porque lo último que recuerdo de ti es que estabas inconsciente. Quería saber qué estabas bien.

—Estoy perfecto.—Le aseguró— ¿Y tú, por qué no descansas un poco más? Vayamos adentro.

Jungkook lo detuvo y entonces, se fijó en la otra persona que ocupaba la banca.

—¡Jimin!

El alfa se acercó con timidez a la pareja metiendo sus manos dentro de sus bolsillos delanteros y encogiendo un poco sus hombros.

—Es bueno saber que estás bien, Jungkook.

Compartieron un breve abrazo. Taehyung los observó estoico conteniendo a la bestia en su interior.

—Lo mismo digo. —Expresó el Omega con sinceridad.

—No había tenido la oportunidad de verte antes de todo el desastre. Déjame decirte que el embarazo te ha caído de maravilla. Juyeon es un cachorro afortunado.

—Sigues siendo tan lindo como siempre. Eso me deja muy aliviado dadas las... Circunstancias.

—Lamento mucho haberte pedido algo tan peligroso como entrar a Gold Palace. Fuí muy egoísta.

Jungkook le restó importancia.—Lo logramos y eso es lo que importa, y mi salud está bien. SeokJin me ha puesto al día superficialmente sobre la situación. Con el tiempo todo se solucionará y ya que mencionaste el tema, ¿Donde está Min? ¿Está bien?

—No lo sé. —susurró el pelirrojo.

—¿Por qué no lo sabe?—Jungkook le dedicó una mirada inquisitiva a su esposo, algo le decía que el tenía algo que ver.

El lo amaba, pero el instinto de su omega daba mucho miedo a veces.

Después de ser esposo, era un buen amigo y por lo tanto mantuvo a Jimin alejado de cualquier información que involucrara a Min Yoongi, la fuente de su infelicidad.

Jimin se merecía a alguien mejor.












(...)






—No te pongas eso.

Jungkook suspiró frustrado.

—Por enésima vez esta mañana, Kim TaeHyung, me siento bien.

Contener el instinto era casi imposible para el alfa en ese punto. Su animal rasgaba su interior y le pedía que se acostara con su omega a su lado hasta el nacimiento del cachorro. Pero no, Jungkook insistía e insistía en  poner a su animal voluble hasta el final.

—Todavía no descansaste lo suficiente.—Objetó, interponiendose en la tarea de Jungkook, que era vestirse. —Vamos, pequeño soldado, ¿No te preocupa ni un poco mi corazón? Va a explotar de preocupación por ti y por mi hijo.

—Lo sé y te amo, pero es algo que no puedo seguir posponiendo. Así que hazte a un lado.

Le dió un codazo e instintivamente el alfa se alejó unos centímetros por el dolor en sus costillas. Entendió que sin importar lo que hiciera su omega testarudo no iba a ceder.

Habían pasado un par de días y el médico había dicho que su condición era óptima, y el cachorro estaba sano, pero Jungkook había perdido algo de peso y estaba ligeramente deshidratado.

—Puedes abandonar el puesto.—Dijo de repente.

Se dió un manotazo en la boca por haber pensado en voz alta. Jungkook permaneció en silencio y muy quieto, dándole la espalda.

—Pero no sería tan fácil abandonar el cargo, ¿Cierto?—Conocia de política lo suficiente como para suponer las consecuencias que traería dejar a un país sin un líder después de un golpe—Todos los omegas de la rebelión apoyan las decisiones del capitán, y si el me quiere aquí, ellos también.

—Te juro que si alguno de esos omegas intenta ponerte un dedo encima solo porque dejas el cargo, yo...

Repentinamente, sus labios fueron atrapados en un beso casto, tan fugaz que permaneció con los ojos abiertos por la sorpresa por varios segundos después.

—Dime, ¿Quieres que yo abandone la presidencia?

Taehyung parpadeó una vez y asintió. Se adueñó de las caderas del omega, aplastando sus cuerpos y juntando sus frentes con sus ojos cerrados, aspirando profundamente las feromonas dulces.

— Lo que yo quiero es que disfrutemos de nuestro cachorro y tengamos una vida normal como cualquier otra pareja, no tener que planear estrategias militares o tener charlas con políticos. Lo que deseo más que otra cosa es verte en nuestra casa, rodeado de nuestras feromonas, haciendo tu nido para recibir a nuestro pequeño.

En un santiamén las mejillas de Jungkook se colorearon en un rojo intenso que se extendió hasta sus orejas. Al Taehyung notarlo, sonrió en grande.

—¿Oh, pero qué es esta reacción? Es como en la secundaria.

—Es que tú...

—¿Yooo...?

—Mencionaste lo del nido.—El alfa asintió aún sin entender su punto—Me da vergüenza, es un momento de mucha vulnerabilidad. Aparte, no he sentido la necesidad hasta ahora. En fin, no puedo dejar el cargo.

—Y yo que creí que nos estábamos entendiendo.

Su omega le pidió, cortésmente, que se callara un momento.

—No puedo dejar el cargo por ahora. Se me ocurrió un pequeño plan, lo discutimos luego, ahora déjame terminar de vestirme que debo ir a una reunión.

—¿Y si mejor te ayudo a desvestirte?

Su mano descendió y apretó uno de sus glúteos.

—¡Kim TaeHyung!

Con su cara de lobo regañado, se retiró y se lanzó a la cama de brazos cruzados.

Desde su juventud había sido fogoso y mano suelta, tocando aquí y allá a su furioso novio, tomándolo de diferentes formas en diferentes lugares, pero dadas las circunstancias, su calentura inesperada sumado a su irritabilidad solo significaba una cosa.

Su rut estaba cerca.
















No olviden escuchar la música. 💓


—Asteria

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