•°solo a ti°•

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Genero: Romance

Rating: M

Parejas Secundarias: (ninguna)

Advertencia: Lime

Solo a ti

Zeldris sé encontraba temblando con sus manos sudorosas escondidas debajo de la mesa, sostenia una pequeña cajita color negro, con algo supuestamente "brillante" adentro.

Hoy era el día, el día más feliz de toda su vida, se declaria a su amada y le daría ese anillo brillante que hace unos días habia comprado.

Aún con nervios, se levanto de su asiento y con un profundo sentimiento emergiendo en su pecho, se arrodilló frente a su amada, con las manos temblando a la hora de exponer la pequeña cajita. Gelda sonrrio con cariño ante su dulce acto y un leve sonrrojo cubrió sus mejillas, cuando descubrió lo que quería hacer, ella quería llorar de felicidad, quería tirarse encima y besarlo hasta que sus cuerpos llegarán a su final. Pero habia público viéndolos.

Sin embargo no pudo escoder su hermosa sonrisa cuando el comenzó a abrir lentamente la pequeña cajita, mientras no dejaba ver esos ojos tan hermosos pertenecientes a su amada y que ahora brillaban más que la luz de la luna o la grandeza del sol.

Y finalmente la abrió, pensó que Gelda se lanzaría a sus brazos, o que gritaria de la emoción ... pero lo que nunca pensó es que se quedaría ahí parada, con aquellos ojos de tristeza y decepción.

Sin entender lo que estaba pasando, zeldris vio con detenimiento la caja. El anillo no estába ahí.

Mientras tanto a la otra esquina del lugar, un joven se reía a carcajadas observando la escena, mientras agarraba un anillo entre sus dedos y lo giraba graciosamente, después de todo su plan había funcionado. «ahora Gelda por fin vera que ese chico, no tiene nada que ofrecerle»

Los murmullos se hacían presentes y zeldris se encontraba horriblemente avergonzado, que pensaría Gelda sobre esto, que todo era una estúpida broma.

—G-gelda yo —intento pronunciar una palabra, el le había fallado. Y casi se le rompe el corazón cuando la vio llorando—. D-deberia haber un ani- ...Y-yo

—Tranquilo, zeldris —contesto gelda de una forma suave y serena, sus manos viajaron a sus mejillas y rozo la yema de sus dedos con su suave piel—. No pasa nada

Antes de que el pelinegro pudiera pronunciar otra palabra o pudiera agarrar su mano con cariño y explicarle la razón del porque, ella se retiró de la mesa y su corazon se rompió en pedazos, como si el cristal fuera destruido cuando lo dejo sólo, vió a la gente mirandolo con desagrado como si fuera su culpa que el anillo no estuviera ahí.

°•°•°•°•°•°•°•°

Zeldris se hallaba sentado en su cama, «ella deberá estar molesta». Pensó, sus manos agarraron la cajita negra y
con gran fuerza la tiró hacía la puerta y la destruyó.

Se derrumbó en el colchón y cubrió su rostro con sus manos, lamentándose del suceso de unas horas atrás.

De pronto las puertas del baño se abrieron y mostró la hermosa figura de una mujer cubierta con la toalla.

—¿¡Gelda que haces aquí!? —se levanto de una y solo pudo tartamudear al ver a su amada frente a el, con tan solo la toalla cubriendo su cuerpo.

—Emm siempre estuve aquí ¿Pasa algo?

—¿Que?!no!..solo que pensé que te habías ido, después ... de lo que pasó —tartamueduo un poco y comenzo temblar cuando observó a Gelda acercandose, y su corazón casi se derrite cuando se sentó a su lado, aun con los pechos sobresaliendo más que todo.

—Ehh, creo que debería irme...yo...no quiero molestarte.

—Claro que no —de inmediato gelda agarro sus hombros y los acarició con sus manos, luego lo miró a los ojos y Zeldris sintió un escalofrío en su cuerpo, cuando vio aquel brillo sensual emergiendo de estos— en la cena quería decirme algo ¿Que era?

Casi se atraganta con su propia saliva con el simple recuerdo que lo hizo estremecerse, de alguna manera se sintió culpable y no pudo evitar la nesecidad de abrazarla.
Con cuidado de que la toalla no cayera, abrazo a su amada con cariño y la envolvió entre sus brazos mientras descansaba entre sus pechos como siempre lo hacía.

Gelda decidió no desaprovechar la oportunidad, se tiro sobre el y con animo comenzó a darle varios besos por todo su rostro.

—sabes que te amo ¿No? —la simple mención de esas hermosas palabras, hacia que su corazón latiera más rápido y Zeldris asintió lentamente, mientras se deleitaba con el simple toqué de la yema de sus dedos.

—que me ibas a decir... —susurro en su oído lentamente y tan seductoramente, que comenzó a lamer sus labios mientras sus ágiles manos viajaron hacia abajo, zeldri no pudo evitar el jadeo que se le escapó cuando gelda lo toco allá abajo.

—¡Gelda! —gimio cuando ella lo acarició descaradamente y antes de que se diera cuenta ella lo atrajo para darle un beso lleno de amor y ternura. El simple movimiento de sus bocas, era  satisfactoriamente exitante para los dos, que en menos de un minuto ya se encontraban deborandose y tocandose mutuamente, mientras se acariciaban en lugares que ni el otro conocía.

Gelda se separó un poco de el y aun con la respiración agitada acunó su rostro con cariño, mientras curvaba sus labios mostrando sus lindos colmillos.

—tocalos 

—¿que?

—que los toques —el pelinegro abrió los ojos como platos, y casi salta del susto, cuando ella agarro suavemente sus manos y lo puso sobre sus montañas, aun siendo cubridas por la ligera tela.

—gelda... —las gotas de lluvia se escucharon afuera y Zeldris estaba tan impresionado por el regalo que le ofrecía su cuerpo. Lentamente comenzó apretar un pecho con delicadeza y las llamas de placer inundaron el corazón del chico, cuando gelda gimio su nombre suave y amorosamente en su oído.
No pudo más y aún en esa posición, comenzó a apretarlos con fuerza mientras la rubia se volvía loca de la exitación.

—si...más..¡más! —exigio mientras se acercaba a él y de una rodeo sus piernas sobre su cintura y comenzó a estremecerse con cada toque de sus cuerpos—. ¡Aahh!

Zeldris no lo soporto más, y comenzó a apretarlos con más fuerza, mientras la tela hiba bajando y como un bebé, comenzó a chupar sus pezones, mientras la rubia gritaba de placer y movía sus caderas, mientras que el la besaba y acariciaba tiernamente.

—zeldris..ahh..dime lo que ibas a decir —susuro en su cuello, el pelinegro solo sonrrio y comenzó a rodear un pezón con su lengua—. ¡Aahh!

—no es nada —se separó un poco de ella y al miro a los ojos, inclino un poco la cabeza a verlos esas hermosos orbes brillando en al oscuridad eran tan hermosos al igual que ella, su mirada bajo a bajo y una apareció en sus mejillas cuando vio sus pechos expuestos y húmedos—. Y-yo

—mi pequeño Zel... —acuno su rostro con cariño y sus labios rozaron los suyos, y las palabras que salieron de estos fueron tan hermosas, como la primer vez que la beso y tan amorosas como la primera vez que hicieron el amor —. Eres lo más dulce que pude a ver probado y a la vez lo más tierno que pude a ver encontrado .... eres perfecto para mí.

El pelinegro solo se quedó con la boca ligeramente abierta y su rostro levemente levantado. Como era que el era tan tierno, no habia día en la que Gelda no se impresionara ante las tiernas expresión de su amado.

—gelda y-yo... gracias ... t-tu también eres hermosa —gelda río ante su dulce declaración, además de la ternura que reflejaba su rostro, su actitud de era tan inocente y tan amorosa, aunque no lo demostrara, al exterior, pero con ella era diferente.

La dedicación y el esfuerzo que el le ponía a su trabajo era increíble y la seriedad en la que trataba a las personas era engañosa. Pero a ella la trataba diferente, la trataba como si fuera el mundo ... como si fuera su mundo.

—Oh Zeldris —rodeo sus manos a su cuello y con amor comenzó a besarlo, adentrando su lengua a su boca y saboreando sus néctar con sus labios.

Pasaron unos minutos y el ardiente beso llegó a su fin. Gelda se separó lentamente de sus labios y sonrrio con cariño, al ver que zeldris quería más.

—mi pequeño niño quiere más

—¿que? —gelda río ante la inocencia de su pequeño niño y en forma de juego puso un dedo en sus labios, callandolo al instante.

—Eso es un sí —comenzo a quitarse la toalla lentamente,y no pudo evitar una risilla ante el sonrrojo del pequeño—. Hoy nos divertiremos...como ninguna otra noche.

—Gelda ... emm yo —gelda sabía que su hermoso niño, no daría el primer pasó, por eso ella siempre lo daba, bueno en los días que hacían el amor.
De tantas formas diferentes que el deseo no acababa ni hasta que la luna  despertara o hasta que el sol no alumbraba las mañanas.

—tranquilo mi amor —lo recostó en la cama suavemente y comenzó a acariciar su pecho con cariño.
Libero una pequeña risilla al ver a su pequeño niño retorcíendose en el colchón, mientras la miraba con esos ojos llenos de deseo y amor, que podría cautivar el corazón de cualquier mujer—. Todavía no empiezo.

N/A: ¿Que tal? :/ Me quedo horrible, lo sé :( no soy muy buena escribiendo cosas "románticas" y peor escribiendo Lemon, por eso no lo hice.

Cuánto quisiera mejorar mi redacción, para poder expresar mejor mis palabras. Perdóneme por la varias fallas ortográficas, gramaticales y conyugales, si es que tengo.

Bueno ¿les gustó? ¿Quieren una segunda parte? O hago otro one diferente, comenten por favor, yo soy bien indesisa.

Si desean pueden mencionarme algunas ideas para continuar (^-^) bueno eso es todo ... adiós...

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