Después de una larga discusión en la cocina entre Jimin y Taehyung por saber donde se quedaría el chico, iban en el auto de Kim rumbo a su departamento.

Hoseok veía maravillado por la ventana aun sin entender como ese carruaje se movía sin necesidad de caballos. No se había dado cuenta antes debido a la tensión que había en el ambiente, pero en ese momento sus ojitos brillaban mientras veía por la ventana, el viento revolviendo todos sus cabellos.

Taehyung lo veía de vez en cuando de reojo. Aquellas palabras dichas por el Omega azabache rondaban por su cabeza de manera inquietante ¿Debería creerle?

Nada tenía sentido en su cabeza, apesar de lo que había visto en la mañana aún no cabía aquella posibilidad en su cabeza. Era imposible tener dos parejas destinadas. Él vio morir a la suya, vio su último suspiro y escucho sus últimas palabras "Te amo".

De manera inconsciente apretó con más fuerza el volante haciendo que sus nudillos se hicieran blanquecinos, apretando fuertemente la mandíbula y pestañeando repetidas veces para apartar las lágrimas que se comenzaban a formar.

- Deja de pensar en lo que sea que estés pensando... apestas a tristeza - la voz de Hoseok lo sacó de sus pensamientos, volteó a verlo de reojo y lo encontró sonriendo de manera débil y reconfortante.

Taehyung relajo su postura, dándose cuenta que era verdad lo que decía. Decidió poner un poco de música para relajar el ambiente con la curiosa mirada del azabache sobre él.

- Lo siento si te incomode - se disculpó en un murmullo, terminando por elegir una canción en inglés que le gustaba mucho, This view.

El Omega dio un brinco en su lugar cuando una melodía de un plano se hizo presente ¿de dónde provenía? Miro por todos lados alarmado.

- ¡Taehyung! ¡Taehyung! ¡Alguien se subió y está tocando el piano! ¡No lo veo! ¡Dónde está! - grito asustado moviéndose de su asiento para revisar en la parte trasera con sus orejas en alto atento a cualquier sonido.

Kim al principio lo vio raro ¿Qué le pasaba a ese tipo? Para después soltar una carcajada limpia. Hoseok lo miro molesto con las mejillas infladas y los brazos cruzados sobre su pecho.

- ¡No te Rías! ¡Esto es serio!

Jung sintió como un escalofrío recorría toda su espina dorsal cuando escucho la voz de alguien cantando, sin pensarlo dos veces se lanzó sobre el Alfa soltando un alarido y con ojos asustadizos, buscando protección. Pero se alejó en seguida cuando una especie de descarga eléctrica recorrieron sus brazos casi quemándolo.

Taehyung perdió el control por un momento desparramando por la carretera, haciendo varias piruetas en la pista antes de volver a centrarse en el carril, recibiendo insultos de los otros chóferes. Regresó a ver de manera furtiva a Hoseok por unos segundos, el cual se encontraba soplando y sacudiendo sus brazos con una mueca de dolor.

¿Acaso quería morir arrollado?

- Oye, pero qué te sucede ¿quieres hacernos estrellar? - espetó con enojo, viéndolo con el entrecejo arrugado.

- ¿Yo? ¡Mira por donde conduces este carruaje sin caballos! ¡Ten más cuidado! - bufo molesto.

- ¿Disculpa? - dijo con incredulidad.

- Estas disculpado.

Taehyung comenzó a negar entre divertido y molesto, este chico tiene un problema, pensó.

- Ja. Ja. Que gracioso. Pero te recuerdo que el que me hizo perder el control y casi hacen que nos atropellen ¡Fuiste tú!

El Omega lo miró ofendido. - ¿Yo? ¡Yo lo único que hice fue avisar que alguien más está en esta cosa y no lo veo! - lágrimas de impotencia y rabia se comenzaban a formar en sus ojos, su aroma volviéndose más agrio. No entendía nada, todo era tan nuevo. Había pasado tanto desde la última vez que no sabía cómo actuar.

Taehyung se percató de eso y tenso la mandíbula estresado, aprovechando que el semafaro estaba en rojo se giró a ver al Omega que se mantenía con los brazos cruzados sobre su pecho, mofletes inflados y sonrosados aguantando las lágrimas, pero con la mirada en alto. Por algún  razón su lobo se alarmó ante aquella imagen.

- Hey... oye, oye... No llores - suavizó su voz, sin saber exactamente qué hacer.

- N-no es-estoy llorando, bobo. - refrego su rostro con el dorso de sus manos, luchando con todas las fuerzas para que ningún sollozo sé escape.

El peli azul bufo frustrado, renegando a la diosa Luna por su suerte - Escucha... No fue mi intención gritarte o hacerte sentir mal... solo, joder. Esto es difícil... Yo aún no estoy seguro si creerte o no, todo es tan raro... apenas han pasado unas horas en las que apareciste de la nada... y - dejó de hablar al no encontrar las palabras adecuadas para expresarse sin acabar en un malentendido.

Hoseok inhalo profundamente para calmarse, sentándose correctamente con las manos en el espacio entre sus piernas y con la mirada gacha. Esta vez estaba siendo más difícil que las anteriores.

- Lo siento... para mí también es nuevo todo esto - suspiró - Te entiendo si no me quieres creer... es decir ¿quién le creería a un Omega recién llegado y totalmente extraño que no sabe de nada?

Taehyung se quedó en silencio sin saber como reaccionar. Hoseok sintió su corazón resquebrajarse y a su lobo aullar con pesar.  Tantas veces y aun no se acostumbraba a esa horrible sensación que oprimia su pecho, el nudo en la garganta que lo asfixiada y el escocer de sus ojos.

Pero se obligó a sonreír.

(...)

El Omega se encontraba totalmente concentrado en aquella extraña lámpara de aceite que no se terminaba, llevaba mucho tiempo encendida y ni siquiera necesito que Taehyung la tocara para que iluminara el lugar.

Se llevó tremendo susto cuando el Alfa aplastó una cosita en la pared que no entendía para que servía o para qué era. Bueno, no entendía nada de ese mundo en sí.

¿Cuánto tiempo había pasado encerrado?

El animal entre sus brazos se removió inquieto en busca de que lo suelte, a lo que Hoseok hizo un puchero. Ni el perro lo quería.

- ¿Tú tampoco me quieres bola de pelos? ¿eh? - alzó a Yeontan en sus manos, viéndolo a los ojos con la cabeza ladeada como si de verdad le fuera a responder. El animal ladro y él lo dejó libre, viendo como se iba y desaparecía en uno de los pasillos.

Se recosto en el mullido sofá soltando un bufido totalmente aburrido y comenzando a estresarse. Taehyung se había encerrado en la cocina ni bien llegaron y él se había quedado en la sala.

Habían tenido un mal, pésimo, horrible, catastrófico comienzo y ahora debía pensar cómo remediarlo antes de que se le agotara el tiempo. Esta vez no puede fallar, no quiere fallar. Conseguiría la marca del Alfa cueste lo que cueste.

Pero primero lo primero, tenía que solucionar las cosas con Taehyung y pedirle permiso para cortejarlo, aunque ese amigo del peli azul había mencionado a un tal Donghyuk.

Debia averiguar quién era esa persona y qué relación tiene con su Alfa para hacer su siguiente movimiento... aunque eso podía esperar.

Un chillido lastimero salió de sus labios y revolvió sus cabellos azabaches totalmente frustrado, mucha información que procesar en un día y sólo un Hoseok para hacerlo.

Un ruido corto y tintileante llegó a sus sensibles orejas, haciendo que de un respingo en su sitio cubriendo sus canales auditivos y gruñendo a la defensiva. En eso Taehyung salió de la cocina sin siquiera mirarlo, dirigiendose directo a la puerta.

El Omega miro curioso por saber cuál fue la razón de ese irritante e imprevisto sonido, pero el menor cubría toda la entrada sin darle oportunidad de saciar su curiosidad.

Taehyung se dio vuelta y cerró la puerta tras de si después de haberle pagado al repartidor; aun ignorando al chico que estaba en el sofá con mirada curiosa. La cabeza le dolía de tanto pensar en lo que había pasado por lo que pidió comida a domicilio no muy seguro por la comida del Omega.

Lo único que entendía por ahora era que tendría que vivir con un completo desconocido que se autodenominaba su pareja destinada. Algo demasiado ridículo.

Necesita respuesta claras y concisas, sin titubeos de por medio. Todo es una completa locura, no podía simplemente creer a ciegas a las palabras de ese chico que a duras penas sabía dónde estaba parado. A pesar de lo que habían visto sus ojos, tenía razón para el beneficio de la duda.

- Ven. Hay que comer - ordeno desde la mesa y con la mirada fija en su comida después de servirla. Hoseok, que se encontraba tras la puerta, dio un respingo - Sé que estás ahí.

El mayor titubeo un poco antes de adentrarse a pasos lentos y sigilosos a la cocina. Tenia miedo de que Taehyung siguiera enojado con él por lo de hace un rato, así que dudo un poco antes de tomar asiento frente al peliazul que ya se encontraba comiendo con parsimonia.

Por un momento, cortos recuerdos invadieron su mente y sonrió con la mirada fija en como el alfa llevaba comida a su boca para después mascar lentamente, pero la apartó de inmediato cuando se vio descubierto, paseo su mirada por todo el lugar y siendo algunas cosas extrañas las que llamaron su atención.

Habían más de esas extrañas lámparas de aceite inagotables, pero estas eran de forma mas rara que la anterior, era plana y con un aro alrededor que encendía de otro color, ¿cómo funcionaba esa cosa? ¿Acaso era magia? ¿Acaso las brujas y magos aún existen? ¿Dejaron de quemarlas y ejecutarlas en las plazas?

- ¿No vas a comer? - pregunto el menor mientras terminaba de masticar y le daba una corta mirada.

Jung asintió, agradeciendo antes de comenzar a comer. Se le hizo un poco difícil agarrar la comida con esos palillos, hizo una mueca totalmente concentrado en agarrar bocado de su plato y sonreír satisfecho al lograrlo.
Ni bien el sabor lleno sus papilas gustativas abrió sus ojitos fascinado ¡Era glorioso! No recordaba que la comida tuviera tan bien sabor, sin duda, era una de las cosas que más había extrañado.

Sin darse cuenta había comenzado a comer de manera desesperada, soltando gemidos y suspiros de satisfacción por la combinación de sabores que explotaban en su boca, poniendo al menor totalmente incómodo y con las mejillas levemente sonrojadas.

¿Por qué comía así? Parecía un muerto de hambre y esos soniditos que hacía convertia en esa comida la más incómodo que ha tenido en su vida, y eso que había tenido muchas.
Carraspeo un poco su garganta llamando la atención del Omega.

- Hoseok, ¿verdad? - pregunto no muy seguro de cómo iniciar la conversación, el azabache dejó de comer dándole toda su atención y asintió - ¿Me podrías explicar bien a qué te refieres que con que somos parejas destinadas y los protagonistas de aquella historia que contó Jimin?

El mayor término de pasar la comida que tenía en su boca antes de hablar - Pues, es lo que oíste. Soy tu Omega, tú eres mi alfa y vine a conquistarte.

- ¿Cómo estás tan seguro de que yo soy tu alfa? - podría ser que lo confundiera con otro Taehyung que se pareciera a él, su gemelo perdido quizás.

- Mi lobo me lo dijo.

Taehyung ladeo la cabeza confundido ¿su lobo se lo dijo? ¡Pero si él no sentía nada! Según los relatos contados por los ancianos, dicen que cuando encuentras a tu pareja destinada te sientes completo, te sientes cómodo al lado de esa persona y todo mal desaparece, que tu lado animal mostraba su verdadera naturaleza, ya sea alfa u Omega, frente aquella persona que la Diosa Luna designó para cada quien. Reconociendose por su aroma que se convierte en la más adictiva y reconfortante fragancia.

Razón por la cual era mal visto que los betas estén con alguien que no sea de su misma casta, ya que, se dice que ellos están malditos y por eso la Diosa no les regalo un compañero de vida. A pesar de que ya muy pocas personas creían en ese viejo mito, aún seguía existiendo aquel desprecio hacia los betas y peor si andaban con algún alfa u Omega.

Pero regresando al tema inicial, Taehyung no había sentido nada de eso por Hoseok. Lo único que había estado sintiendo es inquietud, confusión y frustración por no entender lo que pasa. La única persona con la que había sentido todo aquello que dicen de las almas destinadas, había sido ella...

- Pero yo no lo siento y mi lobo tampoco - respondió finalmente, viendo como una sonrisa triste se reflejaba en el contrario.

- Lo sé... ese es el reto.

- ¿Reto?

Hoseok asintió, volviendo a comer de manera apresurada para evitar hablar del tema. Pero Taehyung no se daría por vencido tan fácil.

- No entiendo ¿cuál es el reto? ¿Por qué se supone que haces esto? ¿Por qué apareciste de la nada? - pregunto una tras otra sintiéndose realmente curioso por la seguridad con la que hablaba el mayor - ¿Me vas a ignorar? - pregunto indignado al no recibir respuesta, Hoseok asintió sin dirigirle la mirada. - Genial. Lo que me faltaba - bufo.

- Sí. Y ya come que se te enfría la comida. Si no quieres me la puedes dar a mí - Hoseok relamio sus labios con sus ojos hambrientos puestos sobre el plato del menor, que lo cubrió con sus brazos privandolo de la vista.

- Estas comiendo como cerdo y aún quieres más - lo miro con los ojos entrecerrados de manera acusatoria.

- ¡No soy un cerdo! ¡Soy una flor! - reclamó, cruzando los brazos sobre su pecho y formando un particular triángulo con sus labios.

- Te compartas como uno.

- ¡Claro que no!

Taehyung sonrió divertido por la situación, olvidando totalmente el tema pasado.

- Claro que sí.

- Que no.

- Sí.

- No.

- Sí.

- ¡No! ¡Y el que vuelva a hablar pierde!

El Alfa rodó los ojos con una sonrisa burlona y volviendo la atención a su plato.

Como quieras, pensó.

Quizás estaba loco y no lo sabía, o sólo era demasiado incrédulo para creer lo que sus ojos vieron. Pero eso no es importante ahora, sino pensar en qué haría con respecto al chico azabache. No podía simplemente echarlo a la calle, él no es una mala persona. Quizás se podía quedar en la habitación extra que tenía y mañana hablaría con sus amigos para que le aconsejen qué hacer, y buscar una respuesta a lo que estaba viviendo.

- Oye, tampoco era para que te lo tomes tan en serio - puchereo Hoseok sin mirarlo.

Kim suspiro y negó con la cabeza volviendo a comer.

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Hey~
Perdón por este cap tan kk, pero no tenía muchas ideas de cómo desarrollar estas escenas así que esto es lo que salió, quiero hacer esto mayormente fluff Idk, porque el angust/drama No se me da xd

Y con esto concluyo el maratón atrasado (?

Por favor, corregir cualquier falta ortográfica o incoherencia.