Capítulo 4

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Taehyung se encontraba nuevamente mirando las estrellas desde su ventana, sin duda alguna, los astros se veían mucho mejor en aquel pueblito que en en el contaminado cielo de Seúl.

Un suspiro salió de sus labios antes de que una pequeña sonrisa apareciera, faltaban un par de días antes de dejar aquel tranquilo lugar y volver a su estresante rutina.

De nuevo recordó aquella historia que les había contado Jimin y se preguntó si realmente un amor podría causar la masacre de toda una manada.

- Dime, Luna, ¿tan malo es amar? O ¿solo personas como yo estamos malditas para no hacerlo? - pregunto a la Luna que estaba en su estado creciente.

Se quedó mirando expectante como si realmente le fuera a responder. Pero al final, se dio por vencido suspirando y tirándose en su tibia y cómoda cama, no tardando mucho en caer bajo los encantos de morfeo. 

La noche fue tranquila, sin pesadillos ni susurros insistentes llamándolo, solo un sueño placentero donde pudo volver a ver a la persona que amaba, aquella persona que recordaba siempre radiante y compasiva, la que le brindaba calidez en las noches frías, la que le daba besos en la frente apenas despertar... con su Omega.

- ¡Mueve ese culo de una buena vez! - grito el Omega por quinta vez - ¡Levántate, ya!

- Cinco minutos más, Jiminie... - farfulló, acurrucandose más entre las frazadas.

- ¡Nada de cinco minutos! ¡Ya vamos tarde! - gimoteo, dándole un golpe en la cabeza con una almohada.

- ¡Está bien! - se sentó de golpe con un leve mareo por el rápido movimiento - Ya voy.

Jimin sonrió con suficiencia, acariciando los cabellos del alfa - Bien, te esperamos abajo. 

El contrario asintió con un puchero en los labios por la manera en la que lo había recibido el día.

Una vez Namjoon y Taehyung en la pequeña sala revisaron lo que llevaban mientras esperaban al más bajito que estaba demorando.

- ¿Llevas el repelente para los mosquitos? - pregunto el beta terminando de guardar la comida que llevarían.

- Sip. Sólo falta Jimin que esta tardando... ¿será que le paso algo? - miro preocupado al mayor que se encogió de hombros.

- No sé, sigue guardando. Voy a ver que le pasó - el contrario asintió con una sonrisa.

Namjoon subió a pasos apresurados para ver que le pasaba a su pequeño dejando al joven Alfa guardando las botellas de agua que faltaban.

>> Taehyung...

El nombrado se congeló en su sitio, esto ya se estaba poniendo demasiado tétrico. Sacudió la cabeza intentando espantar aquellos pensamientos y hacer como si nada.

>> Taehyung...

>> Tae...

>> Alfa...

- ¡Cállate ya! - gritó exasperado. Miro a todos lados, apretando fuertemente sus puños hasta que sus nudillos se pusieran blancos y adoptó una posición de pelea.

Apretó la mandíbula y gruño, dejando que sus colmillos salgan a la luz. Se suponía que aquel viaje era para relajarse y no para volverse loco escuchando vocecillas en su cabeza. Sin darse cuenta, comenzó a emanar feromonas de odio, marcando su territorio y que aquella voz se fuera.

No era su culpa, su lado animal se sentía amenazado y esa era su manera de defenderse; en esa lucha su lado racional había perdido.
Aunque todo aquello se esfumó cuando sintió una calmada respiración chocando contra su nuca.

>> Encuentrame, estoy cerca, alfa...

Un escalofrío recorrió su espina dorsal y se dio vuelta de manera abrupta, encontrándose totalmente solo en aquel lugar.
Un dolor punzante se hizo presente en su cabeza haciéndolo caer de rodillas al suelo, presionando sus manos contra su cráneo intentando alejarlo.
Un chillido de dolor salió de entre sus labios y sus colmillos se volvieron a esconder, su visión se comenzaba a hacer borrosa cuando sintió los brazos de sus amigos sosteniéndolo.

- Taehyung, ¡Taehyung! ¿Me escuchas? - preguntó Jimin preocupado y con una mueca en su rostro por todas las feromonas que había en el aire. Miró angustiado a su pareja al no recibir respuesta de parte del azabache - ¿Taehyung? ¿Estás bien? ¿Qué tienes? Namjoon, ayúdame a llevarlo al sofá.

El aludido asintió, murmurando un leve "sí" - Vamos, Taehyung, pon de tu parte que pesas.

Dejaron alfa que vagaba entre la consciencia y la inconsciencia recostado en el sofá de la cabaña, Namjoon fue por un poco de agua mientras Jimin secaba las pocas gotas de sudor que había en su frente.

- Taehyung, ¿qué pasó? ¿qué tienes? - inquirió el beta, revisando su pulso.

Taehyung poco a poco se recuperaba de aquella, comenzando a ser consciente de su alrededor. No había nadie más que ellos tres, solo ellos. No había nada que temer, el peligro se había ido. No detectaba ningún otro aroma desconocido.

Suspiró más tranquilo al igual que su lobo, pero sin bajar la guardia. Asintió a la pregunta antes hecha por el mayor.

- Solo fue un mareo... Nada importante.

Jimin frunció el ceño dándole un golpe en la nuca al Alfa.

- Auch~

- ¡Idiota! ¡Me hiciste asustar! - espetó molesto.

- Lo siento...

- Ya no importa - el Omega relajo su postura - Supongo que pospondremos el picnic de hoy.

- ¿Qué? No, estoy bien. Vamos - Taehyung se levantó cual resorte, volviendo a sentarse por el leve empujón que le proporcionó el beta.

- No, claro que no. Te quedas aquí, podemos ir mañana. Es mejor que descansen - ordenó Namjoon con voz firme.

- ¡Pero!

- ¡Nada de peros! - interrumpió inflexible.

Taehyung puchereo cruzándose de brazos ¡él estaba bien!

(...)

Las respiraciones erráticas del trío era lo único que se escuchaba en el lugar después de haber corrido varios kilómetros escapando de en enjambre de abejas que lo perseguían.

Había sido mala idea rendirse ante los ojitos de cachorro y la insistencia de Taehyung, y fue aún peor cuando ambos lobos tomaron la delantera perdiéndose entre los árboles y Namjoon había chocado con un panal de abejas mientras los buscaba.

Miradas de reproche fueron dirigidas hacia el beta cuando ambos lobos volvieron a su forma humana.

- Lo siento, ¡Pero tampoco fue mi culpa totalmente! Dijeron que irían a mi paso ¡Y me dejaron tirado! - se defendió el mayor antes de que lo culparon de algo.

Los otros dos bufaron en respuesta, comenzando a vestirse en silencio. Ni siquiera estaban en el riachuelo donde, se supone, debían quedarse antes de seguir.

- Es mejor que sigamos, creo que ya estamos cerca del lugar de la leyenda.

Dijo Taehyung comenzando a caminar y siendo seguido por los otros dos que asintieron. 

El viento bailaba entre las ramas de los árboles mientras la luz tenue del día se colaba entre sus hojas y algunos animales corrían entre los arbustos. 

El aroma de la naturaleza se colaba entre sus pulmones calmando la ansiedad de aquella mañana, el agradable silencio del bosque lo hacía sentir en casa. Aquellas sensaciones  de un cálido hogar en medio del campo que transmite paz.

Pero aquella paz se vio interrumpida por un aroma demasiado dulce que alteró los sentidos del Alfa, deteniéndose a ver al dueño de aroma.  

Omega en celo.

Jimin se encontraba apoyado en un árbol con el cuerpo flexionado hacia adelante y una mano sobre su vientre mientras su respiración antes calmada volvía a ser una descontrolada, el sudor perlado comenzando a  hacerse en su rostro  y las mejillas rojas. 

Namjoon giró sobre sus talones intrigado ante la notable tensión que se había generado en el cuerpo del menor, encontrándose con aquella imagen del rubio y en seguida comprendió. 

Tanto Taehyung como su lobo estaban lejos de sentirse atraídos por aquella fragancia que desprendía el omega como se supone un alfa reaccionaría, es más sentía hasta cierto grado asco por lo dulce que era. Su lobo gruñía disconforme de estar ahí. 

 - Regresaremos a la cabaña, voy a ver si tiene supresores o encuentro si venden en el pueblo - informo el mayor mientras ayudaba a Jimin, cargandolo en la espalda mientras este comenzaba a jadear por el calor que inundaba su cuerpo.

Taehyung asintió con la cabeza gacha y la mandíbula apretada fuertemente en un intento de no gruñirle a la pareja.

¿Qué le estaba pasando?

Su lado animal estaba a la defensiva queriendo salir y huir de ese lugar, no se sentía para nada cómodo con el Omega ahí.

Y así lo hizo. Apenas la pareja desapareció de su campo de visión se volvió a desvestir mutando a lobo comenzó a correr, no estaba seguro de que camino tomar solo quería descargar todo ese golpe de emociones y sensaciones que recorrían cada parte de su cuerpo.

Se dejo ser libre de cualquier rienda corriendo guiado por su instinto. Sentía que algo lo llamaba.

Desde el primer día había tenido esa sensación de querer llegar a algún lugar. Era como si una voluntad más allá de su entendimiento lo estuviera llamando y él respondía ante aquello.

Se adentró entre unos arbustos bajos con una conocida sensación al escuchar el crujir de las ramas bajo sus patas, llegando a un barranco. El lugar dejaba a la vista el hermoso horizonte y cielo azul.

El imponente animal camino unos cuantos pasos antes de echarse cerca de unas piedras y comenzar a acicalar sus patas. Esperaría hasta el anochecer para poder volver a la cabaña.

El lugar era reconfortante, acogedor, mágico, cálido. Era una mezcla de todo lo que estaba bien.

Estaba en casa. Se sentía en casa.

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¡ E S P A C I O P U B L I C I T A R I O !

¡Hellowa! Hoy les vengo a ofrecer este nuevo fic que publiqué hace poquito -no tan poquito- tiempo (sigo trabajando en el título):


Sinapsis:

Taehyung quería vivir aquella sensación dulce y amarga que es amar. Mientras Hoseok solo quiere un techo donde vivir.

Un anhelo, una necesidad y una coincidencia de la vida los lleva a ambos a vivir juntos, pero no de la manera que esperaban.

Lo sé, lo sé, aún no voy ni por la mitad de este y ya publiqué uno nuevo xd soy una irresponsable

Pd: perdón si los últimos caps están muy repetitivos y aburridos, pero no quiero que todo pase de chapetón, a mi me gustan los detalles uwu

¡Bye, bye, butterfly!

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