capítulo 5

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Aún no había terminado el tiempo de estancia en aquella cabaña, pero Taehyung decidió regresar.

Era muy aburrido estar en un lugar así solo, lo deprimía demasiado. Si tan sólo su amigo les hubiera dicho que su celo estaba cerca se hubieran preparado o hubiera invitado a otros de sus hyung's o a Kook.

Reviso sus cosas una vez más, asegurándose de llevar todo. Miro la hora en su celular y salió de la acogedora cabaña.

Aún tenía tiempo hasta que el próximo autobús con destino a la metrópolis, así que decidió pasar por la dichosa tienda de antigüedades de la que tanto alardeaba el rubio.

- Buenos días, joven. - saludo el señor beta de edad, encargado del lugar, de manera amable.

- Buenos días. - devolvió el saludo con una gran sonrisa y una leve reverencia.

- ¿Te puedo ayudar en algo?

- Oh, no, gracias. No es necesario. Sólo quería ver un poco... ¿puedo? - preguntó, recibiendo una afirmación por parte del mayor.

Taehyung paso entre todos los estantes apreciando todas las cosas bonitas y tradicional que habían; maravillandose con algunas cosas que pensaba ya no las fabricaban.

Sus ojos brillaban con curiosidad al ver cada juguete y decoracion, quedándose embobado con unos carritos de madera que parecían tallados a mano.

Hasta que llegó a "la mejor parte"; la historia más antigua del pueblo. Lo que parecía un largo pergamino viejo estaba colgado en la pared con un dibujo algo abstracto donde habían dos personas que parecían abrazadas y mucha destrucción tras ellos.

Comenzó a leer lo que le parecía una copia barata de Romeo y Julieta solo que con más drama, muchas preguntas surgieron en su cabeza y una lágrima inconsistente rodó por su mejilla.

"... Ahora están condenados a pagar lo que a ellos llamaron amor, y las personas destrucción..."

Limpio rápidamente su inexplicable llanto sintiendo como el señor encargado se paraba junto a él.

- Una bonita historia, ¿verdad? Muy trágica y mágica - sonrió con tristeza.

- Sí...

- Es una lástima... - suspiró - La mayoría no cree en esta leyenda, piensan que es una simple historia creada por adolescentes enamoradizas.

- Y usted, ¿Qué cree? - miró de soslayo como el hombre sonreía sereno.

- Creo que el amor tiene un gran precio... - pasó sus dedos por la última frase grabada en tinta - Mi familia siempre ha sido encargada de este lugar... hay una parte de la historia que nadie más que no pertenezca a esta familia sabe. La parte que habla sobre una Omega despechada que los condenó a ambos amantes a encontrarse en todas sus vidas, pero a nunca reconocerse, lastimándose y hundiéndose en la tristeza... algo confuso y que se puede interpretar de muchas maneras... - miró al joven Alfa.

Taehyung se sentía raro, era una sensación inexplicable. Su lobo le pedía irse de ahí, pero al mismo tiempo se quería quedar. Sentía que algo más escondía aquella leyenda. 

- ¿Tú que piensas, muchacho? ¿Crees que es verdad o una simple invención?

- Y-yo... No sé - bajó la mirada a sus manos apretando los labios en una línea recta.

- Es comprensible - dejó un suave apretón en el hombro del chico - No todos pensamos igual, algunos creen otros no...ahora, quizás, se han encontrado de nuevo y no lo saben; o tal vez se niegan a verlo.

El Alfa sintió una especie de nostalgia y tristeza extraña. Anhelaba algo, pero no estaba seguro que, solo sentía un gran vacío abrirse paso en su pecho una sensación de necesidad y soledad. La posesividad de su lobo queriendo salir, guardando un gruñido en su garganta y más lágrimas que amenazaban con salir. Era un dolor incluso mayor al que había sentido al perder a su compañera.

Llevo una mano a su pecho arrugando la tela bajo el tacto cerrando los ojos con fuerza.

- Muchacho, ¿estás bien? - lo movió un poco, provocando que este lo mire asustado.

- S-sí... estoy bien - sonrió en corto.

- Creo que se te hace tarde.

Taehyung miró alarmado su teléfono ¡Faltaban 10 minutos para que su autobús saliera! ¡Tenía que correr para alcanzarlo!

- Ve, muchacho. No creo que te quieras quedar olvidado. - dijo con una sonrisa divertida.

- S-sí. - asintió. - Gracias por todo. - hizo una corta reverencia sonriendo al final antes de salir corriendo.

Maldecía en bajo no poder correr más rápido por su maleta siendo un tramo considerable que tenía que atravesar para llegar a la estación. Sonrió cuando logró ver que aún alcanzaba el autobús, pero lo siguiente que vio fue el suelo.

Se levantó lo más rápido que pudo cojeando, su tobillo dolía horrible, de seguro se habría raspado las rodillas y los codos. Pero no le importó.

Vaya recuerdos que le dejaba este viaje.

Subió al transporte bajo la atenta y furiosa mirada del conductor, se disculpó con una sonrisa y buscó su asiento.

Al parecer le tocaría ir sólo lo cual lo relajo bastante, era muy molesto compartir asiento con desconocidos y más si estos se dormían en el viaje.

Sacó sus auriculares conectandolos al teléfono eligiendo una lista de música, se acomodó mejor en el asiento viendo a un pequeño cachorro en el lugar de enfrente jugar con su mano, mordiendo con los pocos dientes que tenía.

Una inevitable sonrisa apareció en su rostro, comenzando a hacer caras raras y juegos para que el pequeño riera y aplauda.

- ¿Dónde está TaeTae? - cubrió su rostro con sus manos. - ¡Aquí 'ta! - dijo con voz chillona.

El pequeño sólo reía y aplaudía con sus manitas feliz. Eso era un visto bueno para seguir con sus juegos que al padre Omega no parecía molestarle.

La primera parte del viaje fue así, relajado, escuchando música y jugando con el pequeño hasta que este lo venció el sueño.

Cuando el vehículo hizo una parada inesperada pensó que era para recargar gasolina así que no le dio mucha importancia.

Una chica, que parecía la asistente del conductor, subió llamando la atención de todos.

- Disculpen señores pasajeros, pero hubo un problema... Una llanta se ponchó y la de repuesto está desinflada.

El joven Alfa abrió los ojos en demasía, esto debía ser chiste. Primero se les dañó el carro cuando iban y ahora pasaba esto cuando regresaba, vaya suerte que se cargaba.

Los abucheos y murmullos de las personas que iban ahí no se hicieron esperar, suspiro frustrado. Sentía que en cualquier momento le daría una jaqueca.

- ¡Pero no se preocupen! Ya llamamos y un compañero que llegará en unos 30 minutos, aproximadamente. Él los llevará a su destino, así que no se desesperen. - sonrió de manera forzada la chica rubia

Al final no hubo otra opción que esperar - lo cual fue, aproximadamente más de 30 minutos - hasta que llegara el otro autobús que los llevaría la otra mitad del viaje.

Por mala fortuna de Taehyung este iba muy lleno así que tuvo soportar escuchar a personas como animales salvajes que no entiende el concepto de "espacio público".

- ¡Te lo juro que lo castro! ¿Quién se ha creído? Es que lo peor que me engañó con una simple sin gracia, toda plana y llena de celulitis... - el Alfa estaba a nada de gritar que se callaran a la par de betas cotorras que no habían dejado de hablar en Todo el camino.

Iba cansado de escuchar como su pareja le había engañado y cuál sería la próxima cirugía que se haría para amarrarlo a ella ¡Hasta se enteró de cuál es la posición favorita de un viejo marrano!

Bajó más su gorro hasta tapar sus ojos y hacer un puchero cansado. No podía escuchar música porque su teléfono ya tenía poca carga así que no le tocaba de otra que aguantar conversaciones pesadas y ronquidos de tractor.

Poco a poco sus párpados se sentían más pesados comenzando a caer en el mundo de los sueños, pero un peso repentino en su hombro lo hizo saltar en su lugar.

Fulmino con la mirada a la chica que se había sentado a su lado que se había quedado totalmente dormida, ¿acaso tenía una cara de almohada y él no lo sabía? Refunfuñó entre dientes apartando la cabeza de la castaña de su hombro para volver a acomodarse contra la ventana y dormir.

Pero, nuevamente, el peso en su hombro se hizo presente. Empujó la cabeza de la castaña en varios intentos fallidos ya que esta volvía a caer en su hombro. En una de esas empujó muy fuerte, haciendo que la chica se despierte asustada por casi caerse. El Alfa mordió su mejilla interior intentando no reír por la cara de espanto que tenía esta junto a un hilo de baba que se extendía por su mentón.

En algún punto del viaje se quedó dormido y despertó cuando un joven Omega lo movió.

- Ya llegamos, señor - avisó apenas obtuvo la atención del Alfa, el cual asintió y se levantó del asiento para buscar sus cosas.

Taehyung vio de reojo como el chico se quedaba mirándolo con un leve sonrojo, le pareció tierno aquel acto. Era un omega de cabello rojizo, rostro fino, cachetes levemente abultados, labios delgados, nariz recta y fina con grandes ojos de color ámbar. Bastante bajito, a duras penas le llegaba al hombro y apostaba que era menor. 

- ¿Todo bien? - se giró sobre sus talones para quedar frente a frente con el chico, lo que provocó que el sonrojo de este se intensificará al ser descubierto por el Alfa.

- S-sí... - asintió rápidamente.

Por alguna razón se sintió mal al ver como su mirada brillaba. Ciertamente él sabía que robaba miradas y suspiros a más de uno, pero no se espero que le pasará en aquel lugar. Tenía que salir rápido de ahí, no quería que aquel chico se hiciera falsas ilusiones de salir o algo parecido.

- Bien. Me voy, gracias por el viaje. - dijo serio, al percatarse que no había nadie más que ellos dos ahí. Se giró para irse, pero la mano en su muñeca lo detuvo, el agarre no era fuerte y fácilmente podría zafarse pero prefirió escuchar que tendría que decir ese chico de cabellera rojiza.

- Y-yo... quería saber cómo te llamas - se tropezó con las palabras claramente avergonzado.

Kim suspiro, girándose a ver al chico que mantenía la cabeza gacha. Buscaba las palabras adecuadas para zafarse de ese momento, pero una de sus tantas conversaciones con su rubio amigo llegó a su cabeza.

- TaeTae... No crees que ya sea momento de... tú ya sabes. Comenzar de cero, salir y conocer a más personas. - Hablo de manera monótona sin quitar su mirada del televisor.

- No lo sé... aún es muy temprano. - desvío la mirada hacia algún punto en el suelo.

- Tae... - suspiró. - Han pasado casi 3 años... si no es ahora, ¿cuándo? Te recuerdo que la vida sigue, no podemos sólo estancarnos en recuerdos. Ya casi cumples 27 - se giró con una cálida sonrisa dejando un suave apretón en su hombro. - Si te dejas añejar más te volverás un viejo Alfa gruñón gordo y nadie querrá tu cortejo. - soltó divertido, inevitablemente el Alfa también rió bajo por el comentario.

Relajo su expresión por una más tranquila antes de contestar. - Taehyung. Kim Taehyung.

El pelirrojo alzó la cabeza y sus ojitos brillaban con emoción. No creía que el Alfa le contestara, incluso pensó en soltarlo y disculparse por su atrevimiento.

- ¿Y tú?

- Donghyuk. Choi Donghyuk. - sonrió.

- Un gusto conocerlo, Donghyuk - sonrió de vuelta haciendo que un sonrojo se hiciera presente en sus mejillas.

- I-igualmente... Taehyung.

Después de eso ningún dijo nada y el silencio comenzó a reinar dentro del lugar.

- Bueno, me tengo que ir. Se me hace tarde - carraspeo. El pelirrojo lo miró con los ojos abiertos en grande.

- ¿Y-ya?... Mi turno ya acabó, sólo debo ir por mis cosas ¿qué tal si vamos por un café? o lo que usted quiera... por mi esta bien lo que escoja, ¿Qué dice? - relamio sus labios nervioso.

Taehyung se lo pensó un momento, la verdad es que no tenía muchas ganas de salir sólo quería llegar a su casa y dormir hasta el día siguiente.

- Hoy no tengo ánimos... - vio la mirada del chico frente a él entristecerse y su sonrisa debilitarse.

- Ouh... vaya, entiendo. - soltó la muñeca del peli negro llevándola a su cabello. - Entonces... ¿hablamos otro día? - pregunto esperanzado y un poco decepcionado.

- Claro. Dame tu teléfono para anotar mi número y mantenernos en contacto - propuso.

Así fue, intercambiaron números y se despidieron con pequeñas sonrisas cordiales para que después de un rato Taehyung ya se encuentre en un taxi con camino a casa. Sonrió al recordar lo tierno que se había comportado el Omega al darle su móvil con forro del icónico oso come miel, winnie the pooh.

Supongo que podré comenzar de nuevo.

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Uhlalala, actualice seguido que milagro kjsks

Por cierto, estaba pensando hacer una maratón de 5 capítulos para febrero, un O.S. y tres capítulos de Durch Zufall ¿ustedes qué dicen? ¿lo hago o no?

Por cierto, Donghyuk es un personaje fictioso (robe el nombre de un programa, pero no tiene nada que ver con aquella persona)

¡Bye, bye, butterfly!

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