Dos semanas después

Autumn regresó a trabajar luego de un prolongado descanso en donde recuperó la voz, y la recibieron con un ramo de flores, abrazos y besos por parte de sus compañeros. Avalon le entregó la chaqueta y su día comenzó con clientas y alegrías.

Ese mismo día, durante el horario de almuerzo, la dueña de la marca le avisó a Chloé si podía encargarse de atender la tienda puesto que tenía que salir con su hija.

—¿Adónde vamos? —preguntó curiosa la chica.

—No tan lejos de aquí, primero iremos a donde tenemos que estar en unos minutos y luego vamos a almorzar.

—De acuerdo, pero ¿no me dirás el lugar?

—Ya lo verás.

—Si me sacaste turno con el obstetra, Colin se encargó de llamarlo, tenemos cita la semana que viene.

—No, no te saqué el turno y no vamos de compras tampoco.

—¿Entonces?

—No seas ansiosa, hija.

Autumn se quedó callada y dejó que condujera tranquila, pero cuando llegaron al lugar, más intrigada se sintió la chica.

—¿Qué hacemos en tribunales? —Unió las cejas mientras su madre aparcaba el coche y ambas se bajaron de este.

—Vamos a firmar algunos papeles.

—¿De qué? —Abrió más los ojos—. Que yo sepa, no tengo nada a mi nombre excepto el perfil de Instagram —se rio por lo bajo.

Avalon entrelazó el brazo con el de su hija y subieron las escaleras para luego entrar y subir al piso correspondiente.

Apenas salieron del ascensor y se encaminaron para el pasillo de la derecha, frenaron en la segunda puerta. Las dos se sentaron a esperar por los demás, pero eso Autumn no lo sabía.

—¿Hay gente adentro?

—Sí, está con dos personas —respondió y la chica desvió la vista hacia las personas que estaban caminando hacia ellas.

—¿Qué hacen ellos aquí? —cuestionó frunciendo el ceño.

—Vienen a presenciar algo bonito —expresó Avalon con una sonrisa a su hija.

La joven miró la mano de su padre, llevaba un pequeño ramo de flores de colores.

—¿Se van a casar? —formuló poniéndose de pie y la mujer también.

—Sí —admitió Anthony.

—Nosotros nos acabamos de enterar también —comentó Richard—, nos llamó por teléfono para decirnos que teníamos que ir a tribunales.

—Nos encontramos en la entrada y supe que se iba a casar por el ramo en la mano —notificó Colin.

—Parece que lo de casarse de manera exprés es de familia —dijo Tania.

—Sí —rio Autumn—. Aunque la idea había sido de Colin, pero yo no lo pensé mucho —volvió a reírse y su marido también.

Un hombre salió del lugar al que debían entrar para despedir a una pareja que recién se casaba y clavó la vista en ellos.

—¿Quiénes son los que piensan casarse?

—Nosotros —declaró Anthony teniendo de la mano a Avalon.

Pronto entraron y la corta ceremonia duró menos de veinte minutos, en donde Autumn y Richard fueron los testigos de Avalon y Anthony. Los padres de la chica se dieron un beso antes de salir del despacho del juez y fueron a almorzar.