• Parte 2

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Anthony al día siguiente no quiso esperar por más días con la noticia que sabía, le urgía hablar con su exesposa y condujo con rumbo al departamento donde ella y Summer vivían. Al hombre no le llevó mucho tiempo en presentarse delante del rostro de Heather quien lo invitó a pasar al interior.

—¿Está Summer? —preguntó sin siquiera saludarla.

—No, ha ido a comprar algunas cosas con el dinero que nos has dado.

—¿Están comprando cosas necesarias o todavía lapidan el dinero para estupideces?

—Anthony, ¿qué te ocurre que hablas así? —Unió las cejas y mirándolo con desconcierto.

—Tengo un humor de perros desde hace tres días atrás, ¿la razón? ¿Quieres saber la razón? —Ella asintió con la cabeza—, me mentiste en mi propia cara, todos estos años.

—¿Con respecto a qué? —La mujer tembló y tragó saliva sintiendo su boca reseca de repente.

El hombre no le habló, pero sí le mostró un papel que dejó sobre la mesa.

—¿Cuándo mierda me ibas a decir que Summer no es mi hija biológica? ¿Nunca o creíste que jamás iba a deducir que se me iba a ocurrir hacer un ADN con todo este revuelo que fue la noticia de Avalon con su hija Autumn? —La miró desafiante y serio.

Para el tiempo en que Anthony le estaba diciendo esas palabras, Summer estaba del otro lado de la puerta de entrada, recién llegaba y escuchó lo último que había dicho su padre, guardó la llave, pero ante la rabia que estaba acumulando por dentro, no se percató de que la llave se le había caído al suelo y no dentro del bolsillo, y salió disparada de allí.

—¿Quién es el padre?

—No lo conoces.

—¿Quién es?

—Lo conocí en una fiesta y tuvimos sexo, cuando quedé embarazada, supe que tenía la oportunidad perfecta para retenerte y que te obligaran a casarte conmigo, te vi con Avalon en ese bar y me dieron celos por ver cómo se miraban los dos, la envidiaba y la sigo envidiando porque tiene todo lo que quiere —le confesó sin remordimientos.

—Sin embargo, tú tuviste lo que quisiste y dejaste que todo se arruinara, Heather. Las cosas no terminaron bien entre nosotros y no me pidas que te tenga compasión porque tú no la tuviste con nadie —le dijo bastante claro—, pude soportarte durante muchos años, pero ya no estoy obligado a mantenerte y ahora mucho menos a Summer. Las dos tuvieron oportunidades, pero las desaprovecharon.

—Anthony, por favor, no nos dejes —le suplicó.

—Estamos divorciados, que haya querido pasarles dinero es otra cosa, ahora no tengo ninguna obligación con ninguna de las dos. Les puedo seguir pagando los psicólogos como una muestra de amabilidad, pero nada más.

—Siempre la quisiste, ¿verdad?

Ambos sabían de quién ella estaba hablando.

—Siempre, pero por tu despecho y el de tu hija, mucha gente salió arruinada y no hablo de dinero, hablo de sentimientos y de relaciones maternales y amistades. La codicia y la ambición pudieron más que cualquier otra cosa.

—Estoy tratando ese tema con el psicólogo —le comentó un poco incómoda—, y me dio una sesión para a ver a un psiquiatra porque cree que necesito píldoras para controlarlo.

—Y te recomiendo que lo hagas, porque no es normal lo que te ocurre, Heather. No es sano estar pendiente del dinero sabiendo que tienes, porque dejé asentado en el divorcio que te iba a dar una suma de dinero. Con eso te podrás mantener tú y tu hija, si la saben administrar bien, pero dinero extra ya no les daré.

—¿No me pagarás la sesión con el psiquiatra y las píldoras si me las receta?

Anthony vio el rostro compungido de la mujer y tuve que ceder.

—De acuerdo, el resto de las cosas como servicios y lo demás, tienes dinero para gastarlo.

—Gracias —le respondió con una tímida sonrisa.

—Solo espero que no se te ocurra decirle de lo que hablamos a Summer porque no quiero un escándalo más —le contestó tajante y molesto.

—No lo haré, no tienes de qué preocuparte.

—Bien, me retiro.

Allister tomó el papel, lo dobló y se lo metió en el bolsillo del abrigo para salir del departamento, pero cuando abrió la puerta vio en el piso la llave con el llavero que era de Summer.

—¡Llama a la policía ya! —le gritó a la mujer.

—¿Qué pasó?

—Tu hija escuchó todo, llama a la policía y diles que vayan al departamento de Autumn y Colin, es el edificio que tú ya sabes también, sé que recuerdas la dirección —contestó y ella asintió con la cabeza.

«Estúpida Summer, si le haces algo, cavarás tu propio pozo», pensó cuando se metía dentro del coche.

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