La noticia había conmocionado a sus familias, les habían llenado de felicitaciones aunque también de lágrimas y después de que TaeMin terminara de llorar les dió un sermón sobre la gran responsabilidad que tomarían y lo importante que era estar totalmente seguros de formar una vida vida juntos y posiblemente -respecto a lo que sabía- formar una bonita familia.

Aunque YoonGi le aseguro que cuidaría de JiMin mucho más que a él mismo las fuertes emociones provocadas en sus padres no disminuían, incluso habían llegado sus amigos poco después para llevárselos después de un rato para celebrar la gran noticia con algunas rondas de soju y una cena sencilla ya que todos irían a trabajar mañana.

Los cinco lucían especialmente felices esa noche, TaeHyung y JungKook les estaban contando sus deseos de ir a vivir juntos en el pequeño departamento que el padre del omega estaba vendiendo desde hace unos meses, HoSeok por su parte tenía su teléfono mostrando a sus alumnos de gimnasia y los reconocimientos que había obtenido al ser un profesor destacado.

YoonGi y JungKook también les explicaron que dentro de muy poco sus estudios por fin terminarían y serían médicos cirujanos oficialmente. Y aunque JiMin no hablo mucho de sus proyectos esa noche les aseguro que pronto les contaría sobre un buen suceso que estaba por suceder.

Lentamente y mientras la noche iba avanzando también lo hacían las botellas de soju sobre la mesa, los platos ya vacíos mientras asaban la carne en la parrilla de la mesa y bebían lentamente. HoSeok fue el primero en mostrar sus síntomas al alcohol ya que había dejado de reír como antes y ahora comía despacio la carne en su boca, TaeHyung y JungKook se burlaban de él mientras ellos dos regresaban a su burbuja y YoonGi tocaba con amor el dedo anular de JiMin viendo la joya en él y lo bonito que lucía.

Recuerda que al verlo expuesto en las vitrinas no le convencía ya que no parecía ser lo suficientemente hermoso como para dárselo a JiMin por un evento tan especial. Sin embargo se dió cuenta que no importaba si esa joya no era tan hermosa a sus ojos, ya que era el propio JiMin quien le daba la belleza a ese objeto incluso si fuera de juguete.

Su corazón latía dichoso agradeciendo a la luna y el sol, pensando que reunió la suerte de varias vidas para haber conocido a JiMin o que simplemente el destino era un aliado que decidió darle felicidad después de lo que sufrió en su infancia.

No lo entendía totalmente, solo sabía que ver a JiMin siendo ahora su prometido le hacía sentir afortunado, aún más cuando lo veía jugar junto a GeonHak y Holly en la alfombra de la sala, comiendo galletas con sus mejillas rellenas y poniendo sus manitas sobre su boca cuando reía.

Lo amaba, tanto que podría hacer lo que fuera por él y jamás arrepentirse. Había encontrado su luz, el faro que alumbraba su oscuro camino y le mostraba el positivismo de la vida.

Así que lo abrazó por detrás estando sentados, su hermano se fue cuando sus madres lo llamaron y quedaron ellos en la soledad cálida que su amor formaba. JiMin giró su rostro poco después mientras le sonreía, sintió un beso en su mentón y una caricia en la nuca.

Luego la bonita confesión de JiMin sacudió su corazón tan cálidamente que fue inevitable para él no abrazarlo con fuerza y llorar en su hombro.

-Te amo, Gigi.

Curioso que escribo esto después de que me rechazaran indirectamente hoy.

Los amo bebés. 💜