La actividad menos favorita de YoonGi era llevar a sus hijos al centro comercial, su esposo necesitaba nuevas telas y materiales para un proyecto que tenía en mente. Y obviamente sus hijos se apuntaron para ir con ellos preparándose de inmediato y tomando dinero de sus ahorros aunque YoonGi terminaría por pagar todo al final.

—¿Puedo llevar una falda? —YoonGi asintió al pedido de ChiHoon y se acercó para ayudarle a escoger lo bastante linda para su hijo.

—Por supuesto, hace unos años tu papá también usaba, no sé por qué no lo hace ahora —se quejó como si fuera un gran pesar. Detuvo su berrinche cuando  se dió cuenta que tenía encima la mirada del «amigo» de su hijo, un alfa tímido que le apartaba la mirada siempre que alguno de ellos lo veía.

Había aceptado que su hijo se encontrará con él porque no quería ser un padre manipulador y celoso al que sus hijos luego querrían ocultarle a las personas con quiénes salían. ChiHoon no lo había aclarado completamente pero solo faltaba una mirada para saber que ambos se gustaban y que pronto darían el siguiente paso. Aquello asustaba a YoonGi desde que sus hijos estaban en sus brazos, pero gracias a la terapeuta del hospital comprendió que solamente era una etapa más en la vida de sus hijos y que solo debía intervenir cuando algo resultará peligroso para el bienestar de sus hijos.

—Uh, oye ChanHyuk. ¿Quieres ir a casa a comer? —Pregunto con un tono rasposo que hizo reír a JiMin y lo sintió acercarse para dejarle un beso en la mejilla y terminar su fallido intento por ser amable con alguien que su pequeño gatito consideraba como un «peligro».

—C-con gusto iré si ustedes me lo permiten, y sobre todo si ChiHoon quiere que vaya también —la mirada que ambos jóvenes se dieron hizo que el corazón de JiMin se sintiera cómodo y su mente le llevará a aquellos momentos de juventud dónde sintió ese mismo amor y emoción por el que ahora es su esposo.

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La mañana siguiente comenzó de la manera más «natural» cómo en los últimos dos meses que sus hijos se habían presentado y sus formas animales salieron a la luz. Al parecer YoonGi llevo a sus hijos hijos que también resultaron ser gatitos a cazar... aquello siempre terminaba mal por alguna razón.

Suspiro tan fuerte que las orejas de sus hijos se agacharon y dejaron sus «regalos» en el piso para luego correr escaleras arriba aún en su forma animal viendo que poco después bajaba un hurón de color negro totalme desenfrenado y se escondía entre los cojines con dos gatitos detrás de él intentando alcanzarlo.

—Gi por Dios, te he dicho que no traigas ratones o aves recién muertas a casa —le reclamó por milésima vez viendo al bonito gato negro en la barra de la cocina limpiando sus patas peludas y lamiendo su pancita al sentir que los pelitos de la zona estaban fuera de su lugar y sucios. JiMin no pudo sentir tanta ternura sin tomarlo en brazos y besar su cabecita repetidas veces.

—¿Entonces pueden ser ratones o aves que haya cazado hace unos días?

—No Gi, solo no traigas ese tipo de regalos a casa.

Su esposo había tenido la costumbre de traerle regalos un poco curiosos desde que vivían juntos, incluso cuando eran novios JiMin recuerda haber despertado por los rasguños en su ventana y al abrir encontrarse con su novio en su forma animal y un gorrión sin vida en la orilla de su ventana con el minino lamiendo sus patas con naturalidad. Y cuando JungWon junto a ChiHoon se presentaron como gatitos no dudo en darles sus enseñanzas de cacería y que los regalos se multiplicaran ahora sin saber cómo tirarlos después sin herir a su familia.

—Recuerda que Chan viene a almorzar hoy, así que ve a limpiarte mientras termino de preparar el pan tostado.

Entre maullidos exagerados perdió el rastro de su esposo hasta que llegó a su habitación y fue una obligación regresar a su norma humada para entrar a la ducha escuchando después de un rato que la puerta de ducha se abría y el cuerpo de su esposo lo abrazaba por detrás besando su hombro y luego ponerse frente a él para mojar su cabello también.

Sonrió cuando YoonGi lo tomo de la cintura y antes de dejarlo libre le beso las mejillas y el cuello en una adorable extensión mientras succionaba su piel con suavidad sin dejar una marca tan rojiza. Después de eso cada uno se dedicó a bañarse a sí mismo mientras hablaban y JiMin se aseguraba de que su esposo no se sentiría amenazado por la presencia de otro alfa en la casa al vivir solamente rodeado de omegas.

—Por mí no hay problema, dile eso a mi gato y su mal temperamento —JiMin se rió saliendo de la ducha, envuelto en una esponjosa bata que termino en el piso una vez encontró su ropa. Tenía a su esposo al lado armando un conjunto cómodo para estar en casa y lo suficientemente formal para recibir al alfa que posiblemente se integraría a la familia en unos años más (o muchos, esperaba mucho más por eso).

—Sal ya, gato gruñón. Nuestra visita está esperando en la sala —le dijo y YoonGi salió buscando no formar una mueca y que su gatito no saliera para arañar al otro alfa. Beso los labios de su esposo una última vez antes de entrar a la sala donde tendría que comportarse más reservado por la presencia de cuarto chico.

Amo a Gigi siendo un padre protector pero no celoso.

¿Parte favorita?

Los amo bebés. 💜