☁️ ᴄ ᴜ ᴀ ʀ ᴇ ɴ ᴛ ᴀ ʏ ᴜ ɴ ᴏ ☁️

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JiMin no podía creer que estuviera buscando a su esposo entre las sábanas cuidando de no herirlo. Al parecer por el celo adelantado del alfa había decidido transformarse en gato y meterse en el calor de las sábanas que mantenían el aroma de ambos.

Al levantar las almohadas lo encontró haciéndose lo más pequeño posible y suspiro tomando al gato negro entre sus brazos para besar su cabeza y llevarlo a su pecho dándole de su calor corporal endulzando su aroma para que el ardor del alfa se disminuyera mientras sus hijos traían el té y los supresores que les pidió minutos antes.

Cómo sus hijos era omegas les pidió usar una mascarilla como prevención al no saber cómo actuarían las feromonas alteradas de su esposo en sus hijos. Ninguno se preocupaba porque entre lazos familiares el aroma del alfa u omega en celo afecta a los otros miembros de la familia; sin embargo JiMin no tenía la certeza de que ChiHoon pudiera tener una recaída o alteración de hormonas al no estar acostumbrado a ser expuesto a feromonas distintas a las que liberan día a día.

—Papá, todo está listo. —Sunoo entro a la habitación dejando en el buró un té caliente que se enfriaría mientras YoonGi tomaba una ducha.

—Gracias, yo me encargo de lo demás.

Acarició la mejilla de su hijo saliendo en dirección al baño y cerrar la puerta con seguro y poco después ver a su esposo regresar a su forma humana ocultando su dolor con una mirada suplicante de su calor y JiMin se lo concedió quitándose la camisa y los shorts mientras se sentaba en sus piernas y lo abrazaba hasta que el aroma de YoonGi renovó la marca de aroma por completo y lo bañó de su amor y necesidad por él y sus caricias.

JiMin lo sabía, que los celos de un alfa podrían durar hasta una semana sin acompañante y tres días con una pareja a su lado. Mientras que el de los omegas duraba una semana en soledad y cuatro estando acompañados.

Acariciaba el largo cabello de su esposo con vehemencia, deslizando sus dedos por esas largas hebras negras, respirando su aroma y embriagado de él cuando YoonGi tomo sus caderas y le beso en cuello con una suavidad increíble para estar en su celo, cepillando con parsimonia la extensión de su cuello y hombro hasta llegar a sus clavículas y dedicarse a lamer y succionar la zona donde las marcas rojizas que dejaban sus labios ya no serían tan evidentes a menos que entre ellos las vieran tiempo después.

—Los chicos irán a casa de TaeHyung, luego saldrán junto a sus hijos. No te preocupes por hacer ruido —le informo sintiendo la risa de su esposo sobre su piel y las caricias que se esparcieron por su espalda tocando su anatomía con deleite escuchando a su omega jadear suavemente en su oído y sus piernas apretándose sobre sus caderas cuando YoonGi se levantó de dónde estaba sentado y los llevo a ambos a la ducha cerrando las puertas del cancel de vidrio y ambos riéndose cuando el agua fría hizo que el alfa formará muecas de sufrimiento y quisiera jugar con JiMin girándose para que toda el agua chocará contra la espalda de su esposo que le reclamo entre quejas y risas que abriera el agua caliente.

El ambiente de risas y alegrías se sustituyó por las fuertes y firmes caricias, con YoonGi tomando posesión de su boca pegando la espalda de JiMin a la pared para poder tocar su pecho hasta llegar a sus pezones y entretenerse con ellos escuchando a JiMin gemir entre sus bocas que no se despegaron por mucho tiempo más que cortos segundos para retomar el aire y seguir con el beso que ahora llevaba una dominación entre sus lenguas con el alfa sacando su lado más «salvaje» y chupando la lengua de JiMin con sus manos bajando a deshacerse de la ropa interior que aún llevaba puesta su esposo.

—La pared está muy fría, Gi —la mirada de JiMin le hizo sonreír bajando sus piernas para salir y tomar del mueble una camisa blanca que estaba colgada ahí. JiMin sonrió cuando el mismo alfa se encargó de ponerla en él sin abrochar los botones.

El agua caliente ahora caía en ambos, empapando sus cuerpos y entonces YoonGi volvió a reclamar las piernas de su esposo sobre sus caderas y bajando su mano para tocar la entrada húmeda que le permitió deslizar sus dedos y ver la cabeza de JiMin echarse hacia atrás con una mueca de placer y mordiendo sus labios para no ser ruidoso ya que el baño no era a prueba de sonidos como las habitaciones de la casa.

Sentía las mordiditas de YoonGi en su cuello, sus dedos enterrándose en la profundidad de su cuerpo y la erección que se rozaba contra su estómago moviendo sus caderas para tener toda la fricción que pudiera conseguir esperando el punto más alto de la cúspide.

Ambos sabían que JiMin no necesitaba de tanta preparación como el alfa se empeñaba en realizar, sino que solamente adoraba ver a JiMin contraído de placer y su bonita rostro sonrojado cada que sentía los fuertes empujes en su entrada y a YoonGi susurrando en su oído lo bien que se veía siendo follado por sus dedos o halagando su bonita voz liberando sus gemidos solo para ellos dos entre el toque de sus bocas y muriendo ahogados entre sus lenguas.

—Y-Yoon... —quiso llamarlo para pedirle que subiera la intensidad de sus dedos. Yoongi estaba deleitado con él, complaciendo su cuerpo hasta verlo echar su cabeza al frente y esconderla entre su cuello gimiendo sobre su hombro con más libertad al tener donde ahogar sus sonidos  y poder liberar más.

YoonGi sabía que aquello que escurría por sus dedos y palma no era el agua de la regadera, era el lubricante de su esposo mojando su mano y llegando a escurrir por sus piernas hasta caer al suelo. La forma en que JiMin gimió y lo abrazó con más fuerza le indicó que estaba cerca de tener un orgasmo, su entrada dejaba caer más lubricante y el alfa se sintió extasiado cuando JiMin mordió su cuello para renovar su marca en el momento exacto que su semen mancho el estómago de ambos y se esparció en sus pieles, la cantidad exagerada de esencia que se libero por su entrada e hizo que el alfa gimiera ante el pensamiento de provocar el mismo placer con su pene.

Estando aún conmocionado por el beso sintió los labios de YoonGi tomar en posesión los suyos con un anhelo insaciable, era como si el cuerpo deífico de su esposo le tentara en más de un sentido y la niebla en sus ojos le cegaba haciendo que sus instintos más ocultos salieran a la luz en un santiamén. Su cuerpo entero se sentía caliente, y JiMin parecía gozar aquello cuando sus labios reclamaban su piel dejando un rastro de calidez a lo largo de él.

Por pocos segundos ambos se vieron a los ojos y el débil susurro de YoonGi le hizo sonreír asintiendo cuando le pidió permiso para entrar en él después de ver que estaba más calmado y los espasmos habían dejado de sacudir su cuerpo en temblores suaves que le hacían aferrarse al cuello de su esposo. 

Unió sus labios a los ajenos con una vorágine en su interior que traían a él la niebla espesa del deseo y anhelo combinados en un sentimiento ardiente. Sus uñas se clavaron en la pálida piel de su espalda, abruptamente despego sus labios y elevo su rostro para ver el techo en el momento que se sintió tan lleno por la hombría en su interior y la aplastante profundidad que lo golpeaba cuando esos sutiles y casi imperceptibles movimientos de cadera le hacían sentirse en una cúspide que pronto le haría caer en las brasas del sexo más inexplicable al no saber cómo expresar lo que sentía o la forma tan hermosa de YoonGi al cuidarlo aún teniendo intimidad y haciéndolo sentir especial al susurrar su amor por él en su oído y acariciando con sus dedos su torso hasta descender a sus caderas y presionarlas con una fuerza deseosa de más.

La claridad con la que sentía los empujes en su interior eran un éxtasis adictivo, sumando que YoonGi no paraba de besar y morder su piel embelesado con sus pezones rodeando con su boca la zona hasta dejarlos rojizos y seguir un camino con su boca hasta marcar a JiMin por completo evidenciando lo que había ocurrido. JiMin sabía que no podría más cuando YoonGi estaba follando su entrada con una experiencia envidiable tocando todas esas zonas erógenas que lo hacían gemir y temblar con tanta fuerza que temía hacerlos caer al seguir en la ducha.

Él mismo sintió que el lubricante se escurrió en mayor cantidad y un tirón en su vientre se presentó cuando YoonGi mordió su cuello renovando la marca, sus dedos enterrados con fuerza en su cadera y muy seguro de que ahí quedaría una marca más.

—¿Está bien así o debo cambiar algo? —Le pregunto su esposo cuando lo vio morderse los labios y mirar el techo con una mirada indescriptible pero consumida de placer que era evidente en el tinte rojizo de sus mejillas y orejas.

—P-por Dios... sigue así —al decir aquello su alfa cumplió lo pedido follando su trasero con el mismo ritmo a la vez que mordía el lóbulo de su oreja y gemía sobre su oído cuando su pene se sentía rodeado por las paredes de JiMin en una presión exquisita que lo hacía quedarse sin aire y aumentar su ritmo para verlo deshacerse entre sus manos y él perdiendo la noción del tiempo mientras cumplía con el placer de ambos bajo el agua que seguía mojando sus cuerpos y limpiado a su vez los fluidos que se escapaban de ellos.

El omega le anuncio varias veces que estaba cerca y YoonGi sintió que las uñas se marcaron en un camino que descendió hasta su espalda baja en el momento que un segundo pegamos sacudió el cuerpo de su esposo y le hizo sentir su propio éxtasis junto a la hinchazón de su pene creando un nudo en su pareja hasta que dejó de moverse y se mantuvo cercano a JiMin mimando su piel con besos suaves y lamidas tranquilas en la marca renovada para aliviar ese posible ardor en ella.

JiMin también le acaricio la espalda con sus pequeñas manos esperando lo haberse excedido en su fuerza dejando rasguños muy dolorosos que debería ayudarle a curar a su esposo luego de unas horas.

El omega río bajito cuando YoonGi salió de él y lo abrazó por la cintura al saber que JiMin no tendría mucha fuerza para mantenerse de pie luego de dos orgasmos y además debía limpiar los cuerpos de ambos para no ensuciar la cama.

A pesar de los años JiMin seguía sintiéndose tímido algunas veces cuando YoonGi limpiaba su cuerpo luego del sexo, cuando se aseguro de haber dejado más limpia la zona íntima de su esposo tomo las esponjas y el jabón para tallar su espalda aún estando abrazado a él, separando sus cuerpos para limpiar su torno y brazos, bajando hasta sus piernas y llenar de jabón cada rincón subiendo luego hasta sus labios donde esparció sus besos con amor y lleno de besos y caricias sus mejillas hasta que fue su turno de limpiarse mientras JiMin tallaba su propio cabello.

Al salir de la ducha rodeo a JiMin con una bata de algodón y le dió sus sandalias de baño llevándolo en brazos hasta la habitación luego de verlo bostezar y tallar sus ojos. Sintió ternura por eso y lo levantó sintiendo en su interior a si gatito contento porque JiMin los rodeo con sus extremidades y en todo el camino no dejo de besar su cuello y jugar con él mordiendo su oreja escuchando al alfa reír con su bonita voz ronca.

Cuando ambos tenían las pijamas puestas se acostaron en la cama con el edredón encima cubriéndolos del frío, JiMin lo abrazó por el torso y apoyo su cabeza sobre su pecho para oír los latidos de su corazón; el alfa tomo los supresores junto al té que ahora estaba frío y refrescó su garganta al pasar.

—¿No te duele la espalda? —Preguntó JiMin apenado cuando el alfa acomodó su espalda sobre el colchón y abrazarlo por la cintura besando su cabello húmedo.

—No tanto, ¿te duele algo a ti? —JiMin negó y se escondió entre su pecho besando un poco la zona expuesta que dejaba el pijama y pronto cerró los ojos junto a su esposo que sintió el calor del celo bajar gradualmente con el tiempo hasta que en las afueras pudo ver la noche recién llegada y a sus hijos anunciando que estaban en casa y tocar la puerta de su habitación asomando los tres sus cabezas haciendo a YoonGi reír.

—¿Podemos pasar? —Susurró uno de ellos y al recibir la confirmación de su padre alfa entraron a besarle la mejilla y también a su padre omega que estaba tan dormido que ni siquiera sintió las caricias de sus hijos en su rostro. Los tres se sonrojaron cuando vieron la marca tan nueva y rojiza que YoonGi sintió la vergüenza carcomer su cuerpo a través del lazo familiar que compartían.

—Vamos a preparar la cena, también tus medicinas y los llamaremos después —se aseguraron de despedirse cariñosamente y escaparse de la habitación entre risitas que subieron de volumen en la cocina.

Sonrió contento de tener una familia tan agradable y comprensiva, cerró sus ojos sin dormir otra vez y espero el llamado de sus cachorros para levantar a JiMin y llevarlo a comer lo preparado por sus hijos.

Es un capítulo especial ya que no subí nada en navidad y menos año nuevo sjsja, lo siento.

¿Parte favorita?

Los amo bebés. 💜

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