Los proyectos escolares de sus hijos eran cada vez más frecuentes por lo que verlos a los tres pidiendo permiso para ir a la casa de sus compañeros era común; aunque ese día se sorprendieron al oírlos diciendo que varios de sus amigos vendrían a casa para realizar el proyecto.

No sabían qué tan buena idea era eso considerando que YoonGi estaba en su segundo día del celo y no les permitían trabajar en ese estado. Aunque lo más preocupante era que todas sus marcas estaban recién renovadas y si eso siempre aumentaba la sensibilidad de la pareja no quería imaginarse lo que sería ahora con un YoonGi en celo.

—¿Entonces cancelamos la reunión? —Los tres pares de ojos les esperaron atentos por una respuesta, sus distintas cabelleras frente a ellos y los aromas que inundaban la casa ya que eran malos controlándolos.

—Está bien, yo estaré en el salón pintando algunas cosas que su padre quiere mientras él continúa el proyecto sobre su línea de ropa —sintió los abrazos de sus hijos rodear a ambos hasta bañarlos con sus aromas y que poco después ellos mismos se alejarán mareados por las grandes combinaciones de aromas.

Por suerte habían terminado de limpiar la cocina cuando los invitados de sus hijos llegaron y se acercaron para saludar a la pareja que estaba cortando fruta y preparaban un plato de ellas con crema.

—Papás, ellos son nuestros amigos —se giraron para saludar viendo a ChanHyuk al lado de ChiHoon y tres personas más que no conocían.

—Ella es ChaeYoung, hermana de Jay y prima de Niki —aunque la presentación fue un poco rara y confusa los saludaron sonriendo con amabilidad luego de que cada uno de ellos se presentará con sus hijos dejando las cosas sobre la mesa de la sala y preparando los lugares para sus amigos.

Decidieron irse pronto cuando los adolescentes parecían nerviosos por sus presencias, JiMin supuso que fue porque sus marcas de aromas eran más fuertes o seguramente el semblante serio de su esposo termino por asustarlos. El alfa siempre solía comportarse más reservado cuando habían personas que no conocía y JiMin sabía que era parte de su personalidad aunque también se debía a la timidez que seguía sintiendo desde su niñez. 

Cada uno comenzó su labor en el estudio para que el tiempo pasara rápido, los ruidos de la sala no se escuchaban en la habitación gracias a que su alfa había tenido la idea de insonorizar las habitaciones hace un tiempo cuando sus hijos dejaron de llorar por las noches.

—Chicos, sus padres se ven bastante jóvenes —habló la chica entre ellos que estaba tranquila haciendo su parte del proyecto.

—Ellos dicen lo contrario, por eso siempre se quitan años y no sabemos que edad tienen sin confundirnos —se rieron no estando tan atentos a su alrededor hasta que vieron a ChanHyuk recargarse en el hombro del omega rubio y de inmediato las mejillas de ambos se llenaron de un color rojizo adorable.

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Mientras JiMin aceptaba ser una vez más el lienzo de su esposo dejó que pintara en sus brazos una guía de flores que tocaba hasta la punta de sus dedos con pequeñas flores que desconocía pero que le encantaban por la forma en que YoonGi ponía su dedicación al pintarlas en su piel.

—¿Puedo tomarte alguna fotografías después?

—¿Entonces esto es como una cita? —Atacó JiMin con una nueva pregunta e hizo sonrojar a su esposo que detuvo su pincel para acercarse a él y besarlo suavemente tomando sus caderas entre sus manos manchadas de pintura.

—Es cierto, ¿hace cuánto no tenemos una cita solo tú y yo? Los chicos siempre vienen con nosotros cuando es necesario salir.

JiMin sonrió y bajo sus labios a la mandíbula de su esposo besando a lo largo de su línea tocando la misma zona donde sus belfos adoraban la piel pálida con sus dedos hasta terminar en el mentón para bajar su mano a la cintura de YoonGi y mantenerse firme ahí.

—No hemos tenido mucho tiempo para nosotros dos desde que nacieron los niños, no me molesta salir con ellos pero creo que necesito tiempo con mi esposo por un día —se rieron bajito con un pequeño sentimiento de culpa al excluir a sus hijos de los planes; sin embargo sabían que no estaba mal tener un tiempo para ellos cuando dedicaban su día a día por toda la semana a sus hijos.

Incluso el alfa había cambiado sus horarios para regresar a casa si estaba en sus posibilidades llegar temprano o tener que ver a sus hijos cuando ya estuvieran e cama y él apenas llegaba a mitad de la madrugada. JiMin por su parte había decidido que le agradaba más el ambiente en su hogar que el de la compañía donde todos parecían vivir en una competencia por ser el mejor; así que hablo con su jefe para arreglar el asunto y trabajar desde su hogar solamente presentándose en ocasiones importantes en la compañía.

—¿Te parece bien este sábado? —Susurró aún adueñándose del cuello del omega marcando con sus dientes su dermis, extasiado con ese aroma dulzón que estaba llenando la habitación hasta impregnarse en las ropas del alfa.

—¿A la hora del almuerzo? Así puedo preparar algo para los chicos e irnos sin preocupaciones —jadeó echando su cabeza para atrás en el momento que YoonGi lamió su manzana de Adán y le jalo el cabello de la nuca.

Mientras que en la sala todos se tensaron al sentir un aroma especialmente dulce y se giraron a la pareja entre sus amigos pensando que era el rubio.

—Es el aroma de mi padre, no me vean a mí —se quejó sonrojado y sus amigos abrieron las ventanas para no invadir el espacio de la pareja teniendo sus aromas en ellos.

—Parece que algunos tendrán un nuevo hermano —se burlaron y los trillizos parecieron asustados por un segundo hasta que formaron una sonrisa cómplice.

—Ninguno de nuestros padres puede tener hijos ya, papá se hizo la vasectomía después de que nacimos porque fuimos una gran sorpresa para ellos.

—¿Ellos les contaron eso? —Parecían sorprendidos y para ellos resultó más raro aquello.

—Papá YoonGi es cirujano, pero siempre nos educó cuánto pudo con sexualidad al igual que papá JiMin hizo dibujos para explicarnos. A veces nos daban una clase juntos.

Jay asintió pensando un poco—. Mis padres intentaron hacer lo mismo pero siempre les daba vergüenza y mejor lo dejamos hasta que aprendí por mi cuenta.

Los demás asintieron contando sus relatos con los trillizos llenándose de dudas y cuestionamientos al darse cuenta de lo afortunados que fueron al tratar la sexualidad con tanta normalidad en su casa.

—¿A qué edad supieron lo que era el sexo?

—Ocho.

—Y a mí a los diez seguían explicándome con el típico de la abeja y la flor.

¿Sus papás les hablaron de sexualidad a ustedes? A mí nunca.

Los amo bebés. 💜