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#O2 | NERVIOS

JiMin estaba parado frente a la puerta de la habitación que compartían los siete, le habían pedido que fuera a despertar al mayor, pues sabían que al único al que no le aventaría una almohada en la cara era a él, pero...llevaba mínimo unos cinco minutos parado ahí sin saber qué hacer. Ya había despertado a Min varias veces, no era nada de otro mundo, pero extrañamente desde que aceptó sus sentimientos las cosas han sido diferentes.

Ya no podía actuar de forma natural frente a su hyung, todo lo ponía nervioso y temía hacer el ridículo frente a él. Se estaba volviendo algo frustrante.

—¡JiMin, ¿ya despertaste a YoonGi?! —el grito de Jin se escuchó en todo el dormitorio, también recordando que no tenía más opciones y debía cumplir con lo que le pidieron.

—¡Ya voy! —respondió antes de entrar a la habitación, abriendo la puerta de forma lenta y sin hacer ruido.

Antes no se la hubiera pensado mucho y hubiera entrado de forma descuidada, sin importarle el ruido que hacía, de esa forma se aseguraba que Min se levantará pronto y pudieran finalmente desayunar, pero ahora se acercaba lentamente a la cama, donde bajo las cobijas estaba YoonGi durmiendo plácidamente.

Tomó una larga respiración y subió las escaleras hacía la cama de YoonGi, se sostuvo en la base de la litera mientras que con su mano libre comenzó a mover al mayor.

—Hyung, YoonGi hyung —habló lo que creía suficientemente fuerte, pero realmente no parecía que iba haber algún tipo de resultado.

Al no querer gritar, destapó un poco al mayor descubriendo el rostro pacifico de YoonGi, el cual no pudo evitar apreciar más de la cuenta. Sacudiendo su cabeza al verse tan absorto, regresó a la realidad y se acercó al oído del mayor.

—Hyung, despierta.

Al haberse recargado en el cuerpo del rapero para así poder acercarse con más facilidad, dio por resultado que cuando YoonGi se levantó por el susto, terminó chocando sus cabezas, el menor se tambaleó ante el impacto y dirigió su mano directo a su frente

—¿Estás bien? —preguntó YoonGi preocupado acercándose al castañito y pasar su mano sobre la frente, revisando que todo estuviera bien.

—S-si, estoy bien —JiMin asintió, su corazón latía desbocado ante la cercanía del mayor.

Pues este había dejado sus rostros a centímetros, logrando que sus cachetes se sintieran calientes y el aire le comenzará a faltar. Al darse cuenta el mayor de la cercanía, se alejó. Al principio parecía que diría algo, pero al final guardó silencio.

Con ello un tenso silencio se formó entre ellos, sin saber exactamente qué decir.

Luego de unos segundos, JiMin tomó una fuerte respiración y decidió romper el silencio.

—Perdón por eso —se disculpó con la mirada gacha, jugando con sus manitos en señal de nerviosismo, estaba muy avergonzado.

—Ah, no, no te preocupes —YoonGi pasó su mano por su nuca—. ¿Es muy tarde? —preguntó tomando su celular para revisar la hora.

—No, pero es mejor que te duches pronto, Jin hyung quiere servir el desayuno —explicó el menor un poco más relajado al ver que el momento tenso paso.

—Ok —el mayor se paró de la cama y se acercó al castaño—. Gracias por levantarme, avísale a Jin hyung que no tardo —le regaló una ligera sonrisa luego de sacudir su cabello.

Se bajó de la litera para tomar sus cosas y finalmente salir de la habitación.

En cuanto se quedó soló, posó su mano sobre su pecho, sintiendo su corazón mientras que en su rostro se deslizaba una tonta sonrisa. Aquel simple gesto fue suficiente para dejarlo sintiendo mariposas en su estómago, lo había dejado tan aturdido que no se dio cuenta del nuevo intruso en la habitación.

—¿JiMin? —TaeHyung le habló, viendo a su amigo extrañado—. ¿Hyung ya se metió a bañar?

—¿Ah?, oh, si —se incorporó en su lugar y aclaró su garganta, nervioso—. El ya se está bañando, si, hay que esperarlo en el comedor —sin decir nada más, se bajó y salió del cuarto casi corriendo, dejando a TaeHyung muy confundido ante el extraño actuar de JiMin.

Al llegar a la cocina, JiMin se sentó y su cabeza mantenía en bucle lo sucedido anteriormente, ¿cómo era posible que aquel acercamiento y el gesto de YoonGi lo tuvieran tan...en las nubes?

—Chim, ¿YoonGi hyung ya se levantó? —preguntó NamJoon, sacando de sus pensamientos al menor.

—Si, dijo que no tardaba —dijo pasando inconscientemente sus dedos sobre su frente.

En cuanto cerró la puerta del baño, dejó caer sus manos sobre sus rodillas inclinándose en busca de aire. Mierda, eso no se lo esperaba.

Antes de que JiMin lo levantará, estaba soñando con él, la situación dentro del sueño se estaba comenzando a poner algo...interesante, que al abrir los ojos y encontrarse con el castaño frente a él, lo sorprendió, causando que ambos chocarán. Actuó de la forma más natural posible, para que la vergüenza no lo consumiera, pero ahora se sentía como un idiota.

«Dios, un poco más de dignidad Min YoonGi», pensó mientras se tapaba el rostro.

Luego de cuestionarse su existencia y lamentarse por un rato bajo la lluvia artificial de la ducha, salió del baño, en su habitación se cambió, dirigiéndose finalmente a la cocina. Al llegar saludo a sus compañeros y se sentó a lado de HoSeok.

—Hoy tenemos la agenda llena —comentó el líder mientras revisaba su celular donde tenía su horario—. Hyung, ¿grabarás las voces con JiMin o seguimos con la re-grabación del rap? —indagó mirando directamente a Min.

—Con JiMin, mañana hacemos la re-grabación —respondió posando después su mirada en el castaño—. Nos veremos en el estudio a las tres, luego de comer, ¿está bien?

—Si, estaré ahí.

Los siete chicos continuaron su desayuno con calma, todos enfrascados en una cómoda conversación, aunque cierto castañito estaba más concentrado en observar al rapero, quedando un poco hipnotizado por aquella tierna sonrisa de gomita, reflejándose en la pequeña línea que se estiraba en sus labios.

También, fue un detalle que TaeHyung no pudo evitar notar.

Durante el transcurso del día, cada uno cumplió con su agenda tanto grupal como personal, YoonGi estuvo encerrado en su estudio desde la doce del dia trabajando, se encontraba tan concentrado en lo que hacía que no fue que en la cuarta llamada de HoSeok que escucho su celular, pasaban de las dos y media, hace treinta minutos que debía haberse ido a comer.

Luego de mandarle un mensaje a su amigo, dejó lo que hacía y se fue a la sala donde estaban los demás, quienes no tardaron en reclamarle por haberse atrasado.

Como era de esperarse, sus compañeros terminaron antes, comenzando a retirarse poco a poco para seguir con sus cosas, quedando solamente JiMin quien esperaba a que terminara para ambos retirarse juntos. Extrañamente un pesado silencio terminó posándose sobre ambos en cuanto estuvieron solos, como si sus cabezas se hubieran conectado para recordar lo sucedido de la mañana.

—Hmm, ¿cómo está tú frente?, ¿ya no duele? —preguntó el mayor mirando de reojo al castaño, quien se incorporó en su lugar algo nervioso.

—Estoy bien, no fue la gran cosa —respondió, bajando su mirada a sus manos, concentrándose en ellas.

El sonido de los palillos del mayor chocando con el plato fue lo único que se escuchó por los siguiente diez minutos, hasta que finalmente terminó y comenzó a guardar las cosas de su comida. Aclaro su garganta para llamar la atención del castaño, quien volteo a verlo al oírlo.

—Terminé, vamos al estudio —YoonGi se paró de su lugar y se dirigió a la salida siendo seguido por el más jovén.

Al llegar, se adentraron al pequeño estudio, donde el pelinaranja acomodó el micrófono y le extendió unos audífonos a JiMin, quien los tomó y se los puso para iniciar con el trabajo. La grabación era de voces de fondo de uno de los B-sides del álbum, YoonGi observó la pantalla la mayoría del tiempo, pero más de una vez se perdía escuchando la voz de JiMin, hipnotizado por la dulzura de esta.

Tiempo atrás, antes de su debut JiMin había tenido muchas dudas sobre su papel en el grupo, casi desistiendo si no hubiera sido por YoonGi quien siempre estuvo seguro que JiMin era lo que necesitaban y cada que trabajaba con el menor, se convencía más que la voz del castañito era su favorita, ese tono dulce, pero igualmente manejable para moverse en diferentes tonos, era impresionante. Y le gustaba.

Aunque, no había algo que no le gustara del menor.

—¿Está bien así o las grabamos de nuevo? —preguntó JiMin quitándose los audífonos, mirando atentamente a Min.

—Están muy bien, me encargaré de arreglarlas y unirlas para terminar con esta pista —respondió con calma, regalándole una pequeña sonrisa—. Hmm, ¿quieres quedarte en lo que terminó?, de aquí nos vamos a la práctica.

—Si, me gustaría —aceptó el menor, sin pensárselo mucho.

Luego de que el cantante se acomodó a lado del mayor, ninguno dijo nada durante un buen rato, hasta que JiMin comenzó a hacer preguntas al respecto, el rapero con gusto contestó cada una de ellas, pues amaba ver cómo aquellos ojitos parecían brillar un poco más cada vez que aprendía algo nuevo.

JiMin estaba concentrado en lo que decía su hyung, su mirada posada sobre sus manos observando como aquellos largos dedos se deslizaban con delicadeza por el control, a lo cual extrañamente le comenzó a poner más atención de la necesaria, intentaba quitar su mirada, pero terminaba regresando a donde mismo.

«¿Desde cuando las manos de alguien pueden ser tan...sexys?» pensó algo absorto.

—¿JiMin? —le llamó el mayor al verlo algo distraído—. ¿Escuchaste lo último que dije?

—¿Ah?, o si, perdón, me distraje un poco —finalmente despejó su mirada de las manos de Min y volteó hacía al contrarió.

A quien ahora tenía un poco, demasiado cerca suyo, YoonGi se había inclinado hacía él para llamar su atención y ahora tenía su rostro a solo unos cuantos centímetros de distancia, igual que en la mañana, pero esta vez sus ojos lo traicionaron, bajando hacía los labios del mayor y por primera vez en su vida sintió la fuerte necesidad de saber a qué sabrían aquellos rosados labios, cómo encajaría con los suyos.

¿Cómo se sentiría besar a Min YoonGi?

—¿Seguro que estás bien? —volvió a preguntar el mayor, su entrecejo arrugado.

JiMin parpadeó volviendo a la realidad.

—Aish, perdón hyung —se incorporó en su lugar sintiéndose repentinamente avergonzado.

—No te preocupes, ya casi acabamos —le sonrió de forma tranquilizadora.

Pero aun así, JiMin se volvió a perder en sus pensamientos, pues no se imaginó que algo así se cruzaría por su cabeza en ese momento, mucho menos sentir tan repentinamente su garganta seca, como si aquel deseo se comenzará a volver una necesidad y esperaba que no, porque realmente ahora no podría lidiar con un sentimiento tan fuerte como ese.

Al final, simplemente continuaron en silencio, compartiendo solo un par de frases cuando era necesario. Tanta cercanía entre ellos se comenzaba a volver sofocante y era por el simple y sencillo hecho de que sus deseos se comenzaban a volver demasiado para ambos.

Pasaban de las nueve de la noche cuando llegaron al dormitorio, TaeHyung y JungKook se fueron directo a la habitación, mientras que el resto se quedó dispersos en la cocina y el vestidor.

YoonGi se dejó caer en el suelo y pronto lo siguió JiMin, quien decidió acostarse en las piernas del mayor usándolas de almohada, Min no hizo ningún ademán de alejar al chico y lo dejó recostarse en silencio. Desde su lugar, YoonGi lograba ver a través de la ventana del dormitorio el cielo estrellado, en cierta forma, le transmitía seguridad y lo hacía sentir menos ansioso.

Estaban exhaustos, pero sabían que valía la pena todo el esfuerzo, pues estaban cumpliendo sus sueños, no podían dejar que se les escapara de las manos.

Sus pensamientos se dispersaron cuando sintió al menor removerse sobre sus piernas, al parecer se había quedado dormido, igualmente se dio cuenta que solo quedaban ellos dos, el resto ya debería estar en la habitación. Sus dedos se deslizaron con lentitud sobre los cabellos castaños de JiMin mientras una pequeña sonrisa se estiraba sobre sus labios.

—¿Hyung? —TaeHyung se acercó a ellos con lentitud, observando la escena algo confuso—. Mmh, ¿no se irán a la cama? —indago, sentándose frente a ellos.

—Si, solo dale unos minutos antes de despertarlo —dijo YoonGi, moderando el tono de su voz para no despertar al castaño.

—De acuerdo —asintió en entendimiento.

El silencio no tardó en reinar de nuevo la estancia, YoonGi siguió acariciando el cabello de JiMin, admirándolo mientras dormía, su mirada parecía decir mucho pues Tae parecía estar haciendo sus propias teorías en su cabeza. Más tarde Min decidió despertar a JiMin para que se fueran a la cama, el mayor fue el primero en despedirse luego de que el de mejillas abultadas se levantara.

—JiMin-ah —TaeHyung se acercó a su amigo—. Cuando estas con YoonGi, te duermes muy rápido, no me había dado cuenta de eso antes —comentó inclinando su cabeza, analizando la reacción de su amigo.

—Si..., creo que es porque me siento seguro con él, es todo.

Y aunque se quiso mostrar neutral con su respuesta, la sonrisa que se deslizaba en su rostro lo terminó delatando.



todos sabemos que estos dos siempre
fueron muuuy obvios, si nosotros lo
notamos, obviamente uno de los chicos
también lo hizo 🤔

(si, tae el shipper #1 del yoonmin)

en fin, estoy realmente emocionada con esto,
espero lo estén disfrutando tanto como yo :D

nos vemos pronto, un beso <3


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