Maratón Especial Halloween [1/2]

Jodie's POV

No podía creer lo que estaba escuchando. Hannah ha estado viviendo durante un año entero en las minas con los otros Wendigos. Sólo algunos Wendigos estaban en el Manicomio. Todo esto parecía un sueño.

— ¿Todos los Wendigos son hostiles? — pregunté, curiosa por su respuesta.

— Desafortunadamente, sí — Hannah chilló — Para ser honesta, no estoy segura de cómo puedes entender lo que estoy diciendo.

Me tomé un momento para contemplar esto. ¿Cómo estoy entendiendo a Hannah?

— Quizás... N-No lo sé. supongo que siempre he tenido un amor por las cosas extrañas.

Pasaron unos minutos de silencio antes de que Hannah se detuviera en seco.

Vi como la cabeza de Hannah giraba en diferentes direcciones.

— ¿Han...? ¿Está todo bien? — pregunté, para obtener más silencio.

Apreté mi agarre alrededor de mi mejor amiga mientras se iba sin decir una palabra.

Lo único que pasó por mi cabeza mientras permanecía en la espalda de Hannah era Josh. ¿Cómo podría estar muerto? Pensé. ¿Debo decirle a Han sobre él...?

Antes de que pudiera decidir qué hacer, escuché dos voces familiares. Sam y Mike.

— Vale — dijo Sam — Voy a entrar.

El sonido de una pequeña salpicadura de agua resonó en las paredes. Hannah dejó de moverse por mí y yo salté tranquilamente de su espalda, para luego cojear hacia una roca grande y afilada. Me agaché y miré a su alrededor. Vi a Sam sentada en la cornisa encima de lo que se llamaría un lago subterráneo. Mike se había metido en el agua, con sus brazos sostenidos sobre la superficie.

— Vamos. No pasa nada — le aseguró Mike.

— ¿Seguro...? — preguntó Sam.

— No me he muerto aún — dijo él.

— Mmm, bonito epitafio — murmuró Sam. 

Noté que Sam y Mike tenían sangre en su ropa, él tenía un ojo morado y ella tenía una linterna atada a su cabeza junto con un arañazo grabado en la mejilla. Sam llevaba ropa completamente diferente a la que llevaba cuando llegamos a la montaña.

— Brrrrrrr. Estoy helada. No me siento los dedos — exclamó Sam.

— Mierda — agregó Mike.

Me di vuelta y noté que Hannah se sentó detrás de mí y se puso a mirar por encima de la roca. Observé como Sam y Mike se movían a través del agua en nuestra dirección. Entonces la realización me golpeó de lleno, una de las varias veces esta noche.

Me olvidé de la broma. ¡Hannah probablemente destrozará a Mike después de lo que pasó!

Hannah se arrastró lentamente hacia ellos cuando la linterna de Mike pasó por encima de la roca que yo estaba detrás. Dios, me sentí mal por Sam y Mike. Esa agua debe estar muy fría si Sam no puede sentir sus dedos.

Al girar la cabeza, vi una rueda de agua gigante, probablemente rota y oxidada, detrás de Hannah. ¡Mierda! ¡Hannah! Salté cuidadosamente de donde estaba agachada y me dirigí hacia ella. Vi a Sam y Mike salir del agua a unos tres metros frente a Hannah. Qué bueno que estamos en las sombras. Entonces Hannah chilló y cargó hacia adelante.

— ¡Hannah, no! — grité mientras cojeaba detrás de ella. Como un perro que obedece a su dueño, ella se congeló.

— ¡¿Hannah?! — exclamó Mike, con una mirada de incredulidad plasmada en su cara.

— ¡¿Jodie?! — Sam jadeó — ¿Cómo lo has sa--

Hannah chilló.

— ¡¿Sam?!

Brevemente me sonreí a mí misma, sabiendo que Hannah todavía recordaba a Sam también. Me puse recta.

— Vale... déjenme intentar explicar esto — empecé. Después de que me persiguiera el psicópata, me desmayé en algún lugar afuera, en el bosque, y desperté aquí abajo. Justo antes de que me matara un Wendigo, Hannah me salvó. Me torcí el tobillo así que me dejó montar en su espalda y terminamos aquí.

Sam y Mike solo miraron fijamente mientras Hannah fulminaba con mirada de odio a Mike.

— Jodie, ¿cómo sabes que esa cosa es Hannah? — preguntó Mike.

— Puedo entenderla cuando ella grita. Muéstrales, Han — dije.

Hannah chilló cuatro veces.

— Nunca olvidé la broma.

— Dijo que nunca olvidó la broma... — expliqué.

Vi el cuerpo de Mike ponerse rígido. Y Sam vacilante dio un paso hacia adelante.

— Hannah, siento mucho no haber podido llegar a tiempo para advertirte sobre esa broma — dijo Sam. La cara de Hannah se suavizó.

— Está bien, Sam — Hannah gritó, causando que Mike y Sam saltaran — Nadie podría haber sabido que esto pasaría...

Mi corazón se hundió mientras me acordaba de cuando vi a Hannah y a Beth cayendo del acantilado el año pasado. Incluso Hannah me dijo que Beth nunca sobrevivió a la caída...

— ¿Qué dijo, Jodie? — preguntó Sam.

— Dijo que está bien, Sam. Que nadie podría haber sabido que esto iba a suceder — respondí.

— Todavía me siento terriblemente mal por eso, Hannah — murmuró Mike.

Sam miró al suelo y Mike miró nervioso a su alrededor. Tomé una respiración profunda.

— Entonces, ¿qué demonios hacen aquí abajo? — pregunté.

— Bueno, vine con Ash, Chris y Emily para advertir a Mike sobre los Wendigos — empezó Sam, mirando a Hannah cuando decía el nombre de su extraña especie — Y Mike salió de la habitación de seguridad para conseguir la llave del teleférico, que la tiene que tener Josh.

— ¡¿Josh está vivo?! — exclamé. Sam asintió — Pero, ¡¿cómo?! ¡Lo vimos ser serrado por la mitad!

Sam y Mike explicaron cómo Josh tenía un muñeco con sangre de cerdo e intestinos en él para escenificar su muerte, además de poner su cabeza a través de un agujero en la pared para lograrlo. Cómo Josh noqueó a Ashley y Chris. Y obligó a Chris a elegir entre Ash y él. 

Sam me contó cómo Josh vestido como el psicópata la persiguió por todo el camino hasta el sótano cuando corrí hacia el otro lado. Incluso me dijeron cómo Chris estaba allí cuando el hombre del lanzallamas fue decapitado por un Wendigo.

—Oh, Dios mío. No puedo creerlo — dije, tratando de comprender todo lo que me dijeron — Es absolutamente loco que me perdiera todo eso.

— Sí. Alégrate de no tener que estar ahí para toda esa mierda. Aunque, no digo que estar aquí abajo sea mejor — comentó Mike. Puse los ojos en blanco.

— Si te hace sentir mejor, Jodie — comenzó Sam — Chris fue a buscar a Josh después de que todos volvimos al refugio. Menos Matt y Jessica...

Mike miró al suelo después de que Sam dijera el nombre de su novia.

Después de unos segundos de silencio, Sam habló.

— Supongo que deberíamos seguir buscando a Josh.

Mike asintió de acuerdo con ella y empezaron a irse. Miré a Hannah. Ella sabía lo que yo estaba pensando.

— ¡Esperad! — llamé. Sam y Mike se dieron la vuelta — Voy con ustedes, chicos.

— ¿Estás segura de que a Hannah no le importa? — preguntó Sam. Asentí y le sonreí a Han. Ella me devolvió el gesto. Creo.

— Te alcanzaré. Lo prometo — gritó Hannah.

— Vale. Nos vemos más tarde, Han — dije. Nos abrazamos y ella se fue a las minas. Me volví hacia Sam y Mike.

— Probablemente eres la persona más valiente que conozco, Jodie — Mike sonrió. Caminé hacia ellos y juntos, nos acercamos a una puerta de hierro con una palanca. Sam tiró de la palanca y la puerta se abrió con el agua saliendo, enviándonos fuera de nuestros pies hacia el suelo.

— ¡Uaaah! — exclamó Mike. Sam y yo gritamos cuando la cabeza del hombre del lanzallamas salió junto con el agua — ¡Oh!

Rápidamente nos pusimos de pie.

— Dios... Dios... Dios... — Mike tartamudeó.

— Esto es irreal — dije, sorprendida. Respiré hondo y entré por la puerta después de Sam y Mike.

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El batir de las alas de una pequeña mariposa hoy puede originar un devastador huracán dentro de unas semanas

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