Capítulo 18

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Los latidos del corazón de Jimin estaban descontrolados, no sabía qué clase de reacción obtendría de parte de ellas. Sin embargo, teniendo en cuenta el hate en las redes, los hashtags ofensivos y los escándalos, había una alta probabilidad de que no fuera un encuentro amigable.

—Buenos días —dijo una, al parecer la líder, que se había acercado un poco más que el resto—. En el día de hoy, aquí se está desarrollando una filmación. El acceso al centro comercial desde esta entrada ha sido bloqueado —explicó detalladamente.

¿Acaso no había sido reconocido? Si era el caso, era su oportunidad. Pero, ¿oportunidad para qué? ¿Largarse por donde vino sin ver a Jungkook? ¿Fingir ser parte del staff? ¿Orquestar alguna mentira?

—¿Necesita algo? —Esta vez la voz se escuchaba desconfiada y la pose de la joven era tensa.

«¡Genial! Ahora sospechan que soy un hater o acosador». Tenía que decir algo, antes de que las cosas se tergiversaran demasiado.

—No... Bueno, sí. —Se pasó la mano por el rostro—. En realidad, yo...

—Espera un momento —intercedió una segunda—. ¿Eres Park Jimin?

Un murmullo se había expandido entre las chicas y ahora todas lo miraban con más atención, como buscando verificar lo que su compañera había dicho.

«¡Mierda! Me descubrieron». Aunque ya no sabía ni qué era peor; enfrentarse a seguridad por ser un supuesto acosador, o a un grupo de fans enardecidas.

—Sí, soy yo —respondió, después de algunos segundos—. Vine a saludar y ver cómo va la filmación.

Un montón de chillidos agudos y brincos emocionados fueron la respuesta a su presentación.

—Es un honor poder conocerlo.

—Leí su historia cuando supe del Dorama y quedé maravillada. Muero por ver en pantalla las escenas interpretadas por Jungkook.

—¡Yo hasta comencé a leer otras de sus historias! ¡Sus ideas son tan originales y sus personajes tan complejos y atrayentes!

—¿Me puede dar un autógrafo?

—¿Nos podemos tomar una foto con usted?

—No puedo creer que sea Park Jimin en persona.

Todas continuaban hablando a la vez, y Jimin no podía hacer más que intentar escuchar e identificar lo que decían, al menos lo mejor que podía. Estaba abrumado por el exceso de preguntas y la mezcla de voces, pero, más que nada, su corazón se sentía regocijado. No esperaba este desenlace.

Se tomaron fotografías, les firmó cuadernos y fotos, les respondió algunas preguntas y dudas sobre sus obras. Era feliz de verlas francamente interesadas, pero la conversación acabó dirigiéndose al sitio que, pensaba, había logrado medianamente evadir.

—He escuchado que uno de sus libros será adaptado a una mini serie BL, ¿es cierto?

Jimin solo asintió con la cabeza.

—¿Te has basado en Jungkook para crear alguno de los personajes de historias como esas?

—¡Jisoo, no preguntes eso! —Otra de las chicas la golpeó disimuladamente con el codo al susurrarle esas palabras, aunque Jimin las escuchó perfectamente.

—¿Por qué no? ¡Sería genial que fuera cierto!

—¿Eh? ¿En serio piensas eso? —Jimin no podía creer que las palabras hubieran salido de su boca antes de poder pensarlas.

—¡Por supuesto! —exclamó con convicción—. Para nadie es un secreto que el atractivo de Jungkook es llamativo tanto para hombres como para mujeres. Creo que sería un halago para cualquier hombre ser deseado y admirado por personas de ambos sexos.

—Alto ahí, amiga, creo que ya estás hablando de más en público.

—Jisoo tiene la mente demasiado abierta.

—O quizás hay quienes la tienen demasiado cerrada —rebatió la muchacha con un puchero—. Soy parte de ambos fandoms, soy Kookie y Minnie, así que no tengo problemas con nada. Mientras ellos sean felices con lo que hacen y cómo lo hacen, yo los apoyaré. Y de paso, los shippearé.

—Ya se le salió lo fujoshi.

—Sabes que no puedes mencionar los shipps delante de ellos.

—No es como que fueran ajenos al tema, de todos modos.

—¡Pensarán que los sexualizamos!

—¡Ey! ¡No es sexualizar, es cosificar! —volvió a hablar Jisoo, como toda una fan apasionada.

—Ya va de nuevo con la disertación —expresó una de las más cercanas a ella, con voz hastiada, pero algo divertida.

—¡Si no salieran siempre con lo mismo, no tendría que armar tertulia! Se toma la imagen de los idols y famosos para hacer más fácil la recreación de los personajes en la mente del lector, fundamentalmente para ayudar a las personas con poco hábito de lectura y, de paso, crear más lectores ávidos. No es algo denigrante, como conceptualmente se cree, en la literatura es otra cosa.

—Habló la estudiante de Literatura del grupo, solo podemos aceptar y callar.

Jimin sonreía en silencio y observaba divertido, desde fuera del pequeño conflicto amistoso, como habían creado un ardiente debate sobre el tema, olvidando que él estaba justo frente a ellas. Eran conceptos que a él, como estudiante de esa misma carrera, no le eran desconocidos tampoco.

—Disulpe que haya tenido que presenciar todo esto. Son temas que no deberíamos tocar delante de ustedes.

—No se preocupen. La señorita Jisoo tiene razón, no somos ajenos a nada de eso. —Sonrió conciliador—. De hecho, me alegra saber que esa es la opinión que tienen sobre esto, y que no hay tabúes ni enjuiciamientos respecto a ello. Muchas gracias.

—Antes que todo, somos fans. Verdaderas. No dude que siempre contará con nuestro apoyo y respeto a sus decisiones. Muchas gracias por compartir parte de su preciado tiempo con nosotros.

Todas hicieron una reverencia y lo instaron a continuar.

—Fue un placer. —Devolvió el saludo y caminó hacia la entrada.

Todavía con una sonrisa complacida en su rostro, y sintiéndose más confiado de sí mismo, se presentó con el personal y fue conducido al interior de la instalaciones, al sitio donde se estaban desarrollando las tomas.

Había pedido no ser anunciado todavía. Cuando llegó, estaban en medio de la filmación de una escena, así que creyó prudente esperar, para no cortar la concentración en el rodaje. Además, tal vez tenía un pequeño deseo oculto de ver a Jeon Jungkook actuando, con sus propios ojos. El impacto fue garrafal. A través de la pantalla, Jeon siempre se había visto apasionado, creando personajes con un toque único e inconfundible, pero, tenerlo a pocos metros, representando un personaje creado expresamente para él por la mente de Jimin, era más de lo que alguna vez se podría intentar describir con palabras; nunca serían suficientes. Era todo lo que Park había imaginado, y mucho más. Era como si una energía magnética rodeara a Jungkook, haciendo a todos ser atraídos por su gentil interpretación y responder con un desempeño superior a su media.

No cualquier actor era capaz de tal hazaña, se necesitaban años de experiencia para poder extraer el potencial propio, mucho más el ajeno. Pero Jungkook rellenaba toda esa brecha con puro talento, esfuerzo y carisma. Jimin se sentía afortunado de haber sido elegido para ser amado por esta persona.

—¡Corten! —La voz del Director se escuchó desde su asiento, cercano a los camarógrafos—. Excelente escena. Tendremos un descanso hasta el cambio de set.

Todos respondieron con un agradecimiento y una reverencia. De inmediato, maquillistas y asistentes se reunieron alrededor del elenco, fundamentalmente alrededor de Jungkook. Todos parecían elogiarlo por su desempeño, y sus compañeros actores ofrecían sus respetos, con expresiones de obvia admiración.

—Eres increíble, Jungkookie —susurró, apenas audible.

—Sí que lo es. —Yoongi, llegando a su lado, lo saludó—: Hola, Jimin. ¿Cómo has estado?

Jimin correspondió al saludo cordialmente, con su mente vagando, sin poder controlarlo, en las palabras de Taehyung.

—No esperaba verte por aquí hoy. A Jungkook le alegrará.

—Creí que sería bueno aprovechar la oportunidad y sorprenderlo. Tiene tiempo desde la última vez que nos vimos. No causaré ningún problema. Seremos discretos, lo prometo.

Había escuchado de Jungkook que Yoongi estaba al corriente de su relación. No tuvo problema con ello, sabía que más que un manager, Min era su amigo más cercano. Sería como para él no contar algún suceso importante de su vida a Taehyung. Además, en la circunstancia en la que estaban, era bueno tener a alguien de confianza en quien apoyarse y que les pudiera cubrir la espalda en un momento dado.

—No me preocupa, tranquilo. Sé que son dos tórtolos enamorados, pero están conscientes de su posición —respondió—. De hecho, espero que verte sea dosis suficiente de calmante. No para de hablar de ti en ningún momento, y cuando lo hace, es solo para quedarse con la mirada perdida en ninguna parte. —Mostró una pequeña sonrisa, que seguramente secundaba a un recuerdo divertido—. Muchas gracias por ser auténtico en su vida, en medio de tanta falsedad e hipocresía.

—Muchas gracias. Significa mucho para mí que pienses eso.

Una chispa de felicidad ardió en el pecho de Jimin y, más allá de sus propios sentimientos, también deseó esa misma autenticidad para Yoongi, aunque fuese en un futuro.

—Yoongs, necesito que... —La voz de Jungkook, acercándose, se perdió en un aliento robado al percatarse de la presencia de Jimin.

—Hola, Jungkookie. Vine a hacerte una pequeña visita sorpresa.

—¡Qué grata sorpresa!

Para Jungkook, todo a su alrededor dejó de existir. Su universo se volvió el hombre de hermosa cabellera gris que lo recibía con una resplandeciente sonrisa que hacía desaparecer sus ojos en pequeñas medias lunas. ¿Cómo podía alguien, en dos semanas, volverse más hermoso de lo que ya era?

Sin embargo, entrar a esa pequeña burbuja donde solo tenían cabida los dos, tuvo que esperar. Cuando el resto del staff y actores reconocieron a Park Jimin en la locación, no tardaron en acercarse a dejar sus respetos y generar algo de conversación. Para Jimin era ligeramente divertido ver a Jungkook con un puchero mal disimulado en sus labios, conteniendo precariamente la incomodidad por haber sido separados.

Jimin se sintió tranquilo por no tener que cruzar su camino con ninguno de los antipáticos actores de la fiesta. Notó también que no había visto a Yuqi, a pesar de que Jungkook le había comentado que ella se encontraba en el set. No obstante, lo más probable es que tuviera chance de verla y saludarla más tarde. Ahora quería disfrutar de su tiempo con su novio, su mente y cuerpo se lo pedían a gritos.

Concluidas las formalidades, fueron al espacio privado que habían preparado como camerino de Jungkook, contaba con un par de sillas, un pequeño armario portátil con los cambios de ropa y una mesa con espejo anexado para los cambios de imagen entre escenas. Jungkook empujó la puerta a su espalda y cuando la escuchó cerrarse, abrazó a Jimin por la espalda, enredándole sus manos en la cintura.

—Moría de ganas de tenerte solo para mí.

Jimin sintió hasta el último vello de su piel erizarse. La sensación del peso de Jungkook contra su cuerpo, la presión de sus brazos en su abdomen, el cálido aliento en su cuello, la vibración de su voz en su piel; él también extrañaba el contacto, la compañía, las muestras de afecto.

—También yo. —Se volteó.

Las palabras sobraron. Los besos hablaron. Iban avanzando torpemente en el espacio, disfrutando el sabor del otro. Sus manos ciegas exploraban curiosas sus espaldas, acariciaban sus rostros, se enredaban en sus cabellos. ¿Cómo podía haber tanto anhelo y desesperación comprimidos en un solo instante, que explotó con el primer contacto? Se habían extrañado tanto. Se deseaban tanto. Se separaban momentáneamente para recuperar el aliento, con sus ojos vidriosos de placer, las mejillas sonrojadas y los labios hinchados, solo para retomar el festín que devoraban en la boca contraria.

—¡Jungkook-sumbaenim! Dicen que Jimin está... —A Yuqi parecieron robarle las palabras en cuanto atravesó la puerta.

Jungkook solo se golpeó mentalmente, pensando que debió colocar el seguro, en lugar de creer que nadie lo molestaría, o que quien entrara, llamaría primero. La única persona que entraba sin llamar era Yoongi, y él no le preocupaba. No esperó que una emocionada Song irrumpiera en su camerino, feliz en demasía, para contarle sobre la llegada de Jimin. Sin embargo, lo hecho, hecho estaba. No sería un cobarde.

—Lo lamento... yo. —La joven no parecía saber qué hacer o cómo hacerlo.

Jimin palideció tanto como jamás en su vida, quedando paralizado por el miedo, la confusión y la falta de una justificación creíble para lo que estaba pasando. Notó el creciente sonrojo en el rostro de una conmocionada Yuqi, así que decidió tomar la palabra, sin saber aún muy bien que decir, antes de que la chica mostrara cualquier reacción. 

—Yuqi, esto es...

—Exactamente lo que parece que es —interrumpió Jungkook—. Jimin es mi novio —expuso con decisión, a la vez que entrelazaba los dedos con un Jimin sonrojado visiblemente.

—Pe-perdón por haber... interrumpido —tartamudeó la actriz, todavía nerviosa y sorprendida por la revelación—. No los interrumpo más. Con su permiso. —Se dio la vuelta y salió a gran velocidad, cerrando tras de sí. Jimin podría jurar haber visto una sonrisa pícara en el rostro de la chica, cuya causa no pudo identificar.

Estando solos, Jimin se volteó hacia Jungkook, lo agarró de los hombros y le preguntó:

—¿Por qué hiciste eso? ¿Qué vamos a hacer ahora?

—Afrontarlo —aseguró—. Juntos. —Le besó las manos.

—Esa no es la solución. Esto podría afectarte mucho. No quiero arruinar tu carrera por algo como esto. —Se sentía ahogado, culpable y feliz a la vez—. Pudiste haber inventado cualquier excusa.

—Obviando el hecho de que no había posible mentira para ocultar lo que Song vio, nunca sería capaz de negarte delante de nadie. Y, por favor, no llames “algo como esto”, a lo que tenemos. Eres lo mejor que me ha pasado en la vida. —Acunó las mejillas de Jimin entre sus manos y lo besó en los labios—. Sé lo que una relación de este tipo conlleva para ambos, porque no solo se trata de mí; aunque no niego que me hace feliz saber que soy en lo primero que piensas. Si hay que caminar sobre fuego, lo haré con gusto a tu lado.

Jimin,en medio de una renovada burbuja de amor, solo atinó a decir:

—Por Dios, Jungkook. ¿Cómo puedes ser tan perfecto?

—Tú eres perfecto. Yo solo intento ser digno de merecerte.

Se volvieron a besar, sin ser conscientes del tiempo, hasta que Jungkook fue llamado para las siguientes tomas. Decidieron que lo mejor era que Jimin se marchara, no sabían que repercusión traería haber sido descubiertos por Yuqi. Lo mejor era no llamar la atención en lo que quedaba de rodaje ese día.

A pesar de todo, ya el ocaso se había hecho presente. Jimin se preguntaba hasta qué punto los besos de Jungkook lo habían hecho olvidarse del tiempo.

Había sido un día cargado de emociones, revelaciones y sucesos inesperados. Jimin se había percatado que no todo el fandom lo acusaba, ni estaba en contra de lo que se mostrara sobre su vida privada. Jungkook se había mostrado como un fuerte pilar que lo sostendría en sus peores momentos y un compañero con el que podría compartir los mejores. Quizás sí era momento de dejar atrás la idea de que su pasado lo perseguía y todos estaban confabulados para arrebatarle la felicidad. Quizás era momento de seguir adelante con su vida, sin que importara nada más.

Cuando llevaba varios minutos de camino y estaba a punto de bajar a la estación para tomar el metro a casa, sintió una presencia acercarse a su lado ágilmente.

—Hola, Jimin. Ha pasado algún tiempo.

Y escuchar aquella voz dolorosamente conocida, fue suficiente para recordarle al escritor que dejar atrás el pasado no era tan fácil. Una sola frase había bastado para poner a flor de piel todo lo que creía enterrado.

—¿Qué estás haciendo aquí, Jaewo?

¡Holiwis!

Dejo este capítulo por aquí, y me retiro silenciosamente xD. Perdón por haber demorado, mis inicios de semana son una locura. 💜

Chao chan 😘

Hasta la próxima actualización.

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