Capítulo 10

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Jaemin lo besa con fervor y cierta insistencia, contrastando de sobremanera con la mano quieta que mantiene en su cabello. Renjun jadea entre el beso, apretando la camisa del mayor entre sus manos. Lo aprisiona con sus piernas y se acomoda en el sofá, algo incómodo por la posición. Jaemin sonríe y mueve las manos hasta su trasero, donde lo acomoda a su conveniencia. Se separa de Renjun con un chasquido, dándole un beso más pequeño antes de hablar. ―¿Qué te parece terminar esto en mi habitación? ―ofrece, acariciando la mejilla del menor.

Renjun asiente y ambos se desplazan al lugar en cuestión tomados de la mano, continuando con los besos voraces después de que Jaemin lo empuja sobre la cama y lo acorrala entre sus brazos. Renjun se abraza al mayor y lo sigue entre el beso, cerrando los ojos para dejarse llevar. Se mantienen así un buen rato, hasta que Jaemin cree prudente mover sus labios hacia el cuello de Renjun, donde da cortos besos cargados de deseo. Renjun suspira y toma en un puño los cabellos del contrario, arqueando el cuello para darle un mejor acceso.

Jaemin desliza sus manos dentro de la ropa del menor y acaricia su espalda, su trasero y finalmente su pene, recibiendo un pequeño respingo a cambio. Jaemin suelta una risita, divertido y excitado, decidiendo juguetear con su glande. Renjun cierra un poco las piernas y se remueve, descansando la cabeza en el hombro del mayor. Deja algunos besos sobre su piel y jadea un poco cuando Jaemin aprieta la cabeza de su miembro, provocando que mueva sus caderas para buscar un mayor contacto.

El mayor se relame los labios y le baja los pantaloncillos junto a la ropa interior, queriendo más espacio para masturbarlo. Acelera los movimientos de su mano y Renjun se agarra a sus brazos, jadeando con más fuerza. Jaemin entonces busca ingresar a su entrada, complacido de sentir humedad en su interior. Da unos cuantos toques superficiales antes de meter dos dedos, sintiéndose complacido cuando entran fácilmente. Renjun gimotea por la estimulación en ambos lados, temiendo correrse si el mayor aceleraba sus manos.

Renjun abre la boca, pidiendo un beso que no tarda en llegar, jadeando en la boca de Jaemin cuando éste burla su entrada y presiona su glande. Jaemin suelta un momento su pene y lo toma del muslo para un mejor ángulo, decidiendo apresurar los movimientos de sus dedos al meter un tercero. Renjun cierra los ojos con fuerza y alza su trasero tanto como puede, en una petición muda para que el mayor continúe golpeando ese mismo lugar. Jaemin por suerte hace lo esperado, esforzándose por alcanzar la próstata de Renjun sólo con sus dedos. Sabe que lo logra cuando el menor deja salir un gemido en voz alta.

En ese momento, alguien abre la puerta, haciendo a Jaemin bufar. ―¿Sí? ―inquiere él, sin pausar sus movimientos.

La otra persona, quien resulta ser Mark, sacude la cabeza en un intento de quitarse los pensamientos de su mente. ―Necesito... ―se atraganta un poco cuando Renjun se arquea y sigue jadeando a viva voz, indiferente a ser observado en el acto.

Jaemin tararea. ―No me pienso detener. Dime ―afirma, sacando la lengua en concentración.

―Necesito a Renjun ―murmura Mark, intentando todo lo posible no mirar la escena.

Jaemin asiente, sin dirigirle una mirada al contrario. ―Claro, sólo deja que Ren se corra. Al menos por cortesía ―menciona, alzándose sobre Renjun y tomando sus piernas con ambas manos para extenderlo. Luego vuelve a meter sus dedos, siendo más rápido que antes. Renjun se arquea otra vez y abre mucho los ojos, jadeando entrecortadamente.

Mark traga saliva, sin poder evitarlo cuando le dedica su atención y arrepintiéndose un poco tras hacerlo. Renjun se aferraba a las sábanas, con la camisa subida hasta el pecho por los movimientos; su cuello estaba estirado a causa del placer tratando de expresarse de alguna forma y su cuerpo estaba entre sudado y rojizo por la excitación. Eso, sumado a los sonidos obscenos que hace su entrada cada que Jaemin arremete contra él, forman una imagen digna de pecado.

Debía serlo, luciendo así.

―¿Qué te demora tanto-? Oh ―la voz de Lucas se escucha a su lado, por lo que Mark se gira a mirarlo. El más alto no tiene pudor alguno en admirar a Renjun y Jaemin, relamiéndose los labios―. Ah, joder ―masculla entre dientes, apretando su propio pene sobre la ropa.

Mark niega para sí, recordando que Lucas no tenía límites cuando se trataba de la líbido. Lo ignora y ambos continúan viendo el espectáculo.

Jaemin se inclina sobre la entrepierna de Renjun y se mete su miembro a la boca, absorbiendo con fuerza para escuchar a Renjun en una especie de gruñido y gemido, tomándolo de los cabellos en una clara señal de que prosiga. Jaemin así lo hace y alza una de sus piernas para meter más profundo sus dedos. Renjun se irgue sobre la cama y justo después se deja caer, teniendo su feliz orgasmo. Semen sale expulsado a la boca del mayor, quien sin problema se lo traga, sintiendo como el lubricante baña sus manos y parte de las sábanas. Renjun se corre entre gimoteos y quejidos, jadeando con alivio al acabar.

Jaemin se separa con un suave pop, relamiéndose los labios. Se inclina a dejar un beso sobre la cadera del menor. ―Bien hecho ―lo adula, mandando agradables mariposas al estómago de Renjun.

Renjun abre un poco los ojos y acaricia los cabellos de Jaemin, antes de desviar su atención al par en la puerta. ―¿Qué necesita de mí, mi señor? ―pregunta el menor entre jadeos, observando a Mark.

Mark se toma un momento para calmarse, malpensando las palabras de Renjun. Por su parte, Lucas se adentra a la habitación y va directo hacia Renjun, acariciando sus cabellos húmedos por el sudor. ―Lindo ―dice, sonriéndole al menor.

Renjun nota el bulto en sus pantalones y después cruza miradas con el mayor. ―¿Quiere que le ayude con eso, mi señor? ―pregunta. A pesar de que no sea esa la intención, sus palabras suenan seductoras y adictivas.

Lucas sonríe y besa su frente. ―En otro momento. Tengo algo muy importante que hacer y si me quedo contigo me tardaré horas ―afirma, acariciando la mejilla sonrojada de Renjun. El menor cierra sus ojos y ronronea con el toque―. Vamos, Jaemin, tienes la cita con la prensa hoy ―dice Lucas, mirando al mencionado después―. Si te tardas, el señor Choi mandará a la mierda tus disculpas ―indica, dándole una mirada de reproche.

Jaemin asiente y se acerca a dejarle un corto beso a Renjun en sus labios. ―Primero un baño ―tararea, cargando a Renjun para llevarlo y ducharse juntos.

Lucas rueda los ojos, pero no lo detiene. Mira la hora en el reloj de su mano. ―30 minutos y estás listo para irnos. Padre nos matará si no resolvemos esto para ya ―menciona, yendo hacia la salida. Le pone una mano en el hombro a Mark cuando pasa a su lado―. Suerte hoy ―ofrece, antes de añadir―. ¡Te espero en el auto! ―le grita a Jaemin, dirigiéndose al lugar en cuestión.

Mark se cubre parte del rostro con la mano y cierra los ojos, sin poder sacarse aquellas imágenes de la cabeza. Ni toda su imaginación junta podría hacerle justicia a lo que acababa de ver.

Exactamente media hora después, Jaemin se encuentra listo y arreglado, terminando de vestir a Renjun con la ropa que Taeil les ha traído por petición de Mark. Jaemin le da un beso a Renjun en los labios antes de sonreírle. ―Bueno, Junnie, pórtate bien a dónde sea que vayas ―pide, recibiendo a cambio un asentimiento―. Ya terminaremos esto luego ―promete, dándole un última caricia antes de salir por la puerta.

Mark se aclara la garganta y le sonríe, tratando de dejar todo el asunto fuera del tema. ―Necesito que vengas conmigo a un evento ―indica, colocando una mano en la espada de Renjun para guiarlo.

Renjun se ve algo curioso y expresa abiertamente sus dudas. ―¿Sobre qué es el evento, mi señor? ―pregunta, dejando la habitación de Jaemin atrás y caminando entre los pasillos escurridizos de la mansión.

Caminan juntos hacia la salida. ―Mi padre está muy ocupado ―aclara Mark, alzando ambas cejas con ironía―, y cuando eso pasa, Jaehyun es quien suele representarlo en algún evento en el que se le necesite ―explica, bajando unas escaleras con Renjun―. Si sólo se requiere de mi padre, Jaehyun irá solo, pero por etiqueta, hay veces que debemos ir todos los miembros de la familia ―indica, acercándose cada vez más a la puerta de entrada―. Hoy es uno de esos días; sin embargo, Jaemin arreglará el problema que tuvo con un cliente de mi padre ―mira a Renjun al decirlo, quien asiente al recordar el suceso―, y Lucas irá con él para cerciorarse de que no lo arruine de nuevo. Jeno no suele ir a estos eventos, a menos que sea completamente necesario que estemos todos, así que se quedará en casa. No le gusta salir ―dice para terminar.

Renjun piensa que seguramente era por su miedo a cometer el mismo error del pasado, por lo que Jeno estaba tratando de evitarlo lo más que pudiera.

Llegan hasta la entrada y Renjun percibe a Jaehyun y Haechan, ambos esperando por ellos. Taeil les da un corto asentimiento en cuanto los ve y abre la puerta para todos, dejando ver que Lucas y Jaemin ya se han ido. A penas comparten palabras entre sí antes de dirigirse al auto más grande, que Renjun había notado era de Jaehyun. Era una camioneta polarizada de color negra. Renjun termina sentado junto a Mark en los asientos de atrás, Haechan va de copiloto junto a Taeil y Jaehyun va en uno de los individuales de en medio, mirando por la ventana con desinterés.

Mark se gira hacia Renjun, queriendo informarle de cualquier inconveniente importante. ―Escucha, Ren, legalmente tú eres hijo de mi padre; por ende, eres nuestro hermano menor ―comienza a decir, y Renjun asiente, sabiendo aquello de antemano―. Todos querrán mencionarlo y preguntar al respecto, así que debes afirmarlo cada que puedas. También, evita llamarnos señor, incluso si es por accidente. Allá afuera somos tus hyungs y sólo eso ―indica, suspirando cuando Renjun vuelve a asentir―. No es muy común que suceda, pero habrá algún inconsciente que quiera saber de qué especie eres. Nadie conoce el aroma de un Pacificador, así que les darás curiosidad por eso. Si alguien pregunta, no respondas y evita la pregunta. Es de mal gusto preguntar sobre la especie de otra persona directamente, por lo que tu reacción lo dejará en una mala posición ―Renjun asiente a todas sus palabras, sin deseos de meter a nadie en problemas―. Evita quedarte a solas con cualquiera que no sea alguno de nosotros. Eres la carne fresca de esos buitres y harán lo que sea para sacarte información de nuestro padre o nosotros. Además ―se corta, paseando su mirada por el rostro de Renjun―, no me gusta la idea de que alguien se deje llevar contigo. Tienes algo que te hace... sumamente irresistible para otros. No quiero que nadie use de excusa tu especie para hacerte algo si es que lo descubren ―menciona, acariciando la mejilla de Renjun.

Renjun se aguanta el impulso de acercarse más al toque y asiente otra vez, dejando a Mark satisfecho. Por la siguiente hora, Renjun se pregunta impaciente cómo será el lugar al que irán.

Después de lo que ha parecido una eternidad «al menos para Renjun», llegan al lugar en cuestión, que resulta ser una mansión sofisticada. Por lo que Renjun había entendido, era un edificio que usaba la familia de los Hwang para hacer sus reuniones con la alta sociedad, así que irían muchas familias prominentes. Renjun se queda a un costado de Mark en todo el trayecto, admirando los colores y decoraciones, anonadado con la belleza surreal. Durante los primeros minutos, los cuatro se mantienen juntos, aunque conforme pasa el tiempo, se dividen en diferentes grupos, siendo Renjun quien termina en compañía de Haechan.

El menor se siente algo nervioso, pero lo oculta lo mejor que puede. Supone que se debe a la reputación de Haechan pues nadie se le acerca a entablar conversación, dejando a Renjun algo tranquilo. Haechan toma algo de vino blanco, mirando de un lado a otro con elegancia y escrutinio. Renjun se mantiene en silencio, no queriendo molestar al mayor y causar una escena con su reacción.

Sería una tarde larga.

《∞》

Bostezando, Renjun baja las escaleras para ir al comedor a desayunar. Habían regresado tarde de aquella fiesta, así que a penas tocó su cama, se había quedado dormido. Desgraciadamente no sabía cómo le había ido a Jaemin y a Lucas, aunque les preguntaría en cuanto los viera. Pasa a un lado de la puerta de entrada cuando se escuchan unos toques, dejando curioso al menor. Sin embargo, antes de que pueda abrir la puerta, Taeil se hace presente y le explica que él no puede recibir a nadie, por lo que Renjun asiente y se aleja.

Se adentra por el arco que da paso al comedor y, al escuchar parte de la conversación, se esconde detrás de la pared del arco. ―Buenos días, soy el detective Nakamoto y este es mi compañero el detective Lee. Estamos investigando un asesinato y nos gustaría poder hablar con Lee Haechan; uno de los posibles testigos ―indica la voz de un hombre.

Taeil, sin perder la compostura, asiente y los deja pasar. ―En un momento llamaré al señor Haechan. Por favor, esperen aquí ―indica, dejando a los detectives pasar al recibidor.

Otro Taeil aparece detrás de Renjun. ―Sería prudente si los detectives no lo descubren mirando a escondidas ―menciona, por lo que Renjun asiente y se escabulle al interior del comedor.

Pasan varios minutos hasta que se escuchan voces de nuevo y Renjun regresa a su lugar tras la pared, deseando saber qué sucede. Haechan, Mark y Lucas se hacen presentes y saludan a los detectives, antes de que uno de los detectives confirme la identidad de Haechan y lo acuse de asesinato. Renjun abre mucho los ojos, viendo cómo esposan al moreno al mismo tiempo que Mark discute con el otro detective y Lucas intenta calmar la situación, sin dejar que se lleven a Haechan.

Al final, no logran impedirlo al ser acusados de obstrucción, por lo que los ven marcharse con Haechan en una camioneta. Lucas maldice y Mark se pasa una mano por el cabello, justo cuando Renjun sale de su escondite. ―¿Van a encarcelar al señor Haechan? ―pregunta, mirando al par con tristeza.

Mark suspira, aunque es Lucas quien se acerca a darle un abrazo. ―No vamos a permitir eso, tranquilo ―dice para calmarlo, besando su coronilla.

Mark saca su teléfono del bolsillo. ―Iré a la comisaría, tú encárgate del desastre mediático ―le dice a Lucas, quien asiente.

Renjun se apresura a tomar la mano de Mark. ―Yo quiero ir con usted, mi señor ―pide, deseando ver a Haechan.

Mark niega, mirándolo con disculpa. ―No, Renjun, lo siento. No puedes venir ―besa su frente y sale de la casa, dejando al menor inquieto.

Lucas le acaricia los cabellos. ―Todo se pondrá bien ―promete. Jeno baja por las escaleras en ese momento, seguramente tras oír de Taeil lo que había sucedido―. Quédate con Renjun, voy a tratar de que no se salga de control ―le dice el mayor a Jeno, quien asiente.

Jeno se acerca hacia Renjun y le pasa un brazo por los hombros. ―Vamos, Ren, hay que desayunar ―indica, guiando al menor hacia el comedor.

Renjun apenas logra probar bocado, despidiéndose de Jeno cuando éste se retira para dar sus últimos exámenes. Jaemin es quien se queda con él el resto del tiempo, dejándolo ansioso por saber cualquier cosa. Jaehyun ni siquiera estaba por el trabajo, siendo Lucas quien se había salido para atender una cita en la mañana y Mark había decidido trabajar desde casa. Sin ellos, Renjun no está seguro de cómo se hubieran dado las cosas.

Afortunadamente, Jaehyun se aparece por la casa más tarde, trayendo noticias. ―¿Qué te dijo Mark? ―pregunta Jaemin, luciendo serio.

Jaehyun exhala y se sienta en el sofá individual, dándole un corto vistazo a Renjun. Era claro que quería de su sangre, pero no iba a pedirlo con Jaemin allí. ―Lo están interrogando. Haechan no estaba en la fiesta a la hora del asesinato, así que es el principal sospechoso ―comparte una mirada con Renjun, quien entiende al momento.

El menor pasea su mirada por el suelo, preguntándose al respecto. ―¿Fue el único? ―indaga Jaemin, alzando una ceja.

Jaehyun niega. ―No, pero sí el único que fue visto momentos antes con la víctima y además los otros tienen coartadas ―aclara, por lo que Jaemin suspira. Jaehyun le pone su atención a Renjun―. Necesito hablar con Renjun a solas ―indica, más como una orden que una petición.

Jaemin se da cuenta de sus deseos 'ocultos', pero no dice nada y asiente, antes de salir de la pequeña sala. Renjun se muerde el labio. ―¿De qué quiere hablar, mi señor? ―pregunta con timidez.

Jaehyun se afloja la corbata y planta sus ojos en el más joven.

《∞》

Cuando otros detectives llegan a la casa, esta vez a por Renjun; Jaehyun y Jaemin siguen a la patrulla desde la camioneta de Jaehyun. Renjun va esposado en completo silencio, asustado en gran medida. Ninguno de los detectives habla tampoco, ambientando más el momento de un modo tétrico. Tardan un largo rato en llegar al estar lejos de la comisaría, pero hacen a Renjun salir con un jalón en cuanto están allí.

Renjun percibe rostros como borrón conforme va caminando, todavía sin entender del todo lo que está pasando. Lo llevan a diferentes lugares hasta que lo dejan en una habitación pequeña iluminada por algunos focos en las esquinas y un espejo al costado. Le quitan las esposas y los detectives salen, dejando a Renjun solo. Entonces, todos los sucesos de la tarde anterior se reproducen en su cabeza.

Se mira las manos y piensa, tratando de encontrar una forma de explicar su repentina desaparición en la fiesta sin tener que hablar de 'eso'. Intenta encontrar una buena excusa, notando que en realidad no puede hacerlo porque no le gusta mentir y además no sabe cómo «todo gracias a su educación, donde le enseñaron que nunca debía mentirle a sus amos y, por ende, nunca aprendió», así que sí, puede que esté algo arruinado.

Los minutos pasan, dejando a Renjun cada vez más nervioso, hasta que la puerta se abre otra vez y los mismos detectives de fueron a por Haechan entran ahora. Ambos son altos, más que Renjun al menos; uno tiene el cabello completamente negro y el otro lo lleva rojo, dándole una apariencia más agresiva. Renjun desvía su mirada, intimidado por el par de personas desconocidas para él.

El detective de cabello negro se sienta en la silla frente a él y se aclara la garganta. ―Soy el detective Lee Taeyong y este es mi compañero Nakamoto Yuta. Te haremos unas preguntas sobre tu estadía en la fiesta de anoche ―explica, sacando unas hojas de la carpeta que lleva en la mano―. Kim Renjun, recientemente adoptado por el vizconde Kim Jiwon ―anuncia, leyendo los papeles―. No hay registro tuyo más allá de tu acta de nacimiento y la de adopción, prácticamente no existes sin estos documentos ―aclara, alzando la mirada para ver a Renjun―. De hecho, tu acta de nacimiento también es reciente ―agrega,

El menor evita tragar saliva, buscando no verse sospechoso. No dice nada, no muy seguro de qué decir. El siguiente en hablar es el detective Yuta. ―En cierto modo, es muy extraño. Antes de tu adopción, es como si no existieras ―lo acusa, poniendo a Renjun nervioso.

Renjun presiona sus labios en una mueca, algo asustado. El detective Taeyong comparte una mirada con su compañero. ―Renjun, no hagamos esto más difícil ―ofrece, sonando más amable―. Sólo queremos saber dónde te hallabas entre las 5:45pm y las 7:30pm ―cuestiona, poniendo ambas manos sobre la mesa.

Renjun pasea su mirada por la mesa, viendo al detective Yuta acercarse. ―Los invitados alegaron que nadie te vio durante ese tiempo, al igual que a tu hermano Jaehyun; no obstante, una mesera logró decirnos que él estaba ocupado con una cita de cama ―Renjun relaja los hombros, aliviado―. Así que, el único del que no se sabe eres tú y tu hermano Haechan ―se inclina sobre la mesa, mirando a Renjun con el entrecejo fruncido―. Entonces, Renjun, ¿dónde te encontrabas a la hora del asesinato? ―pregunta, sonando serio pero no grosero.

Renjun traga saliva, sin poder contenerse, pero antes de poder decir nada, Mark abre la puerta en ese momento. ―Lo siento, pero me gustaría que no le hicieran más preguntas a mi cliente sin mi presencia ―menciona, sonriendo con falsa amabilidad.

El menor suspira de alivio y se tranquiliza, observando a Mark sentarse a su lado. Ambos detectives se ven disgustados, pero no lo impiden. ―Sabes que es necesario el interrogatorio, Mark ―dice Taeyong―. Si no tiene nada qué esconder, entonces que nos diga dónde estuvo y será todo ―afirma.

Mark entrecierra los ojos sutilmente. ―Casi puedo oler la excitación de tu compañero, es claro que quiere sacar más de esto ―dice él, mirando después a Yuta.

Yuta en cuestión se ve incómodo por la afirmación, dado que él era el único humano allí. Después de todo, Taeyong y Yuta eran del programa de inclusión inter-especies, siendo Taeyong un vampiro. Taeyong exhala. ―No puedes negar que es sospechoso el casi nulo registro de Renjun ―menciona, alzando una ceja.

Mark ni siquiera se inmuta. ―Eso no trae relevancia al caso, es algo externo al suceso de anoche ―responde sin parpadear.

Renjun se encoge, acercándose un poco hacia Mark. Él le sonríe. ―Entonces, dejando de lado el tema de sus documentos, que nos diga dónde estuvo a la hora del asesinato ―dice Yuta de pronto, poniendo ambas manos en sus caderas.

Mark sonríe sin nada de humor. ―Con gusto, pero primero quiero tener una conversación con Renjun. Le asustan los extraños y me temo que no dejarían pasar cualquier error dicho por los nervios ―alza una ceja―. Y créanme, Renjun dice cualquier cosa cuando se asusta ―afirma, suspirando con resignación.

Yuta hace una mueca, pero Taeyong se levanta y le pone una mano en el hombro. ―Te daremos sólo 15 minutos, no más ―indica, saliendo de la habitación junto al contrario.

Mark exhala y piensa para sí. Entonces, le hace una seña a Renjun para que le siga. Ambos salen de ahí y se encaminan donde los otros, dándoles una breve explicación de lo sucedido. Renjun es llevado de vuelta al auto, en donde Mark y él entran a solas para tener una mejor conversación. ―Dime una cosa, ¿Lo hiciste sí o no? ―pregunta Mark, casi en una orden.

Renjun niega al momento, más calmado de estar a solas con el mayor. ―No, mi señor ―murmura.

Mark asiente, sabiendo eso de antemano. ―Bien, sólo quería que me lo confirmaras ―admite, acariciando el brazo de Renjun. Luego se pone más serio―. ¿Dónde estabas a esas horas, Ren? ―cuestiona, luciendo más preocupado.

Renjun desvía su mirada y sus ojos se llenan de culpa. ―No puedo ―confiesa, mirando después al mayor. Mark se sorprende ante su negativa―. No puedo decirlo ―añade.

Mark frunce su entrecejo, maldiciendo internamente. ―¿Por qué? ―pregunta, viéndose algo dolido.

Los labios de Renjun tiemblan y niega, sintiendo el peso de la culpa. Mark exhala, restregándose una mano por el rostro. Lucas le llama en ese momento, queriendo saber cómo iban las cosas. ―¿Cómo va todo?, ¿ya has resuelto algo? ―pregunta.

Mark ve que los detectives se acercan, luciendo acalorados. Yuta toca la ventana de la puerta y Mark exhala con pesar, abriendo ésta. ―Un testigo más ha visto a Haechan en el lugar y hora del asesinato ―indica Taeyong―. ¿Y bien?

Mark maldice para sí, trabajando a toda velocidad. Le cuelga a Lucas y se concentra en los detectives. Los tres comienzan a discutir al respecto, dejando a Renjun confundido y ansioso por no entender varios términos legales. En medio de la conversación, el detective Yuta abre la boca. ―Lo siento, pero creo que no podemos dejarlo ir con esa confesión ―dice, señalando a Renjun.

Mark le mira con molestia. ―No fue una confesión, simplemente ha dicho que no puede decir dónde estuvo ―sentencia, pensando una forma de salir de la situación. Nunca se la habría ocurrido que Renjun no le contara nada.

Error de novato.

Taeyong exhala a su pesar. Da una mirada por los alrededores, queriendo asegurarse de que no hubiera nadie cerca. Entonces, se inclina hacia ellos. ―Mark ―comienza a decir―, ¿tu padre lo adoptó o no? ―pregunta, haciendo conjeturas ante las pistas presentes. Mark alza la barbilla, dándole un vistazo al otro detective―. No hará nada ―promete, provocando que Yuta le mire con el ceño fruncido.

―¿De qué estás hablando? ―pregunta molesto, sin entender; sin embargo, poco a poco la consciencia cae en sus ojos. Mira a Mark con reconocimiento.

Mark mira a Taeyong de vuelta y éste le observa con ojos llenos de seguridad. Exhala. ―Fue adoptado en Dolly Hill ―es lo único que dice.

Taeyong sonríe con ironía, asintiendo para sí. ―Por eso no puede decir nada ―deduce y Mark asiente.

Yuta acentúa su ceño fruncido, sin comprender. ―¿A qué te refieres? ―cuestiona, mirando a Taeyong.

Taeyong suspira. ―No puedes mencionar nada de lo que se diga aquí ―indica, mirando a Yuta―. En serio, no puedes. Te meterás en graves problemas ―advierte, dejando a Yuta más confundido―. Renjun es un esclavo, le pertenece a la familia Kim ―explica, causando una sonrisa de incredulidad en Yuta. Una cosa era sospecharlo y otra saberlo―. No puede decir nada porque lo tiene prohibido. No nos dirá nada a menos que quién se lo haya ordenado le dé permiso ―se queja, pasándose una mano por la cara.

―Me das asco. Siempre supe que eras una porquería ―le dice Yuta a Mark.

Mark le mira con enojo, volviendo sus ojos de color blanco y rojo por breves segundos. Yuta se sorprende y se aleja de golpe, aunque Mark se relaja momentos después. ―No es algo que me dé orgullo, pero no fue algo que yo quisiera. Ya sabes cómo es mi padre ―dice Mark, mirando a Taeyong, quien asiente―. Simplemente se hartó de Jaemin y Haechan y ésta fue su manera de calmarlos ―rueda los ojos―. Para mí es otro miembro de mi familia, así que agradecería qué no le llamaras esclavo ―pide, recibiendo otro asentimiento de Taeyong.

El contrario da un leve cabeceo en dirección a Renjun. ―¿Puedes averiguar quién fue? Mira, parece que realmente no lo hizo, pero no puedo poner esto en el expediente, así que encuentra a quien se lo ordenó y que nos cuente dónde estuvo. Si de verdad no fue él, necesito esa coartada ―dice con seriedad, ganándose un asentimiento de Mark.

―Dame tiempo y en una hora o menos te traeré su coartada ―anuncia, colocando una mano en la espalda de Renjun cuando Taeyong le dice una afirmación.

Yuta lo toma del hombro, poniendo a Renjun más nervioso. Mark mira la mano en su hombro y después a Yuta. ―No me interesa cómo, pero voy a exponer esta porquería ―se queja, soltando al contrario.

Se miran fijamente hasta que Taeyong toma a Yuta del brazo y se alejan de allí. Entonces, Mark aprovecha para llamar a Jaemin y a Jaehyun para reencontrarse.

―No harás nada ―menciona Taeyong en cuanto están a solas en la comisaría.

Yuta se da la vuelta y lo encara. ―Ahora me vas a decir de qué se trató todo esto. ¿Por qué mierda dejaste que se fueran? ―exclama, mirando a Taeyong como si lo viera por primera vez.

Taeyong sabe que Yuta está tan molesto que no procesa bien lo acontecido. ―Hay un acuerdo ―dice entonces, haciendo a Yuta maldecir.

―¿Desde cuándo? ―pregunta el contrario, cerrando los ojos.

―Hace mucho. Si es de ese orfanato no se puede hacer nada, son intocables ―Taeyong se restriega los ojos―. No me hace feliz, pero no puedo hacer nada, literalmente. Y por tu vida, tú tampoco ―alega, tragando saliva.

Yuta respira agitadamente, sentándose de nuevo junto a Taeyong. ―Explícame todo ahora mismo o en menos de una hora todos los noticieros lo sabrán ―anuncia, mirando a Taeyong con seriedad.

Taeyong sabe que Yuta no lo haría «o tal vez sí», sino que solamente desea entender bien todo el trasfondo. Taeyong suspira y se acomoda, sabiendo que sería una conversación larga.

《∞》

Mirando a Lucas ir y venir de un lado a otro, Renjun se pregunta qué tan mal estarían las cosas. Mark había logrado tener un momento con Haechan para discutir sobre la fiesta, dado que Mark también era su abogado y Haechan era el principal sospechoso, tanto de la policía como de sus hermanos, ya que no sería su primera vez en una situación así.

Jaemin, a su lado, mira también a Lucas, ajeno y curioso a sus pensamientos. Desde que Lucas había llegado y Jaehyun le había dicho todo, no parecía interesado en nada más que caminar. Jaehyun hablaba con su padre por teléfono para explicarle la información nueva, pareciendo más estresado de lo normal. Aunque siempre lo estaba cuando hablaba con el señor Kim.

Renjun se encoge en su asiento, acercándose más a Jaemin cuando Mark sale de la habitación donde tenían a Haechan, siendo interceptado por Lucas. ―¿Qué te dijo? ―inquiere el mayor de los dos, provocando que tanto Jaemin como Renjun les presten atención.

Mark exhala con pesar, algo irritado. Renjun no lo había visto así de molesto por tanto tiempo. ―Dice que no fue él y que tampoco sabe sobre lo de Renjun ―responde, pasándose una mano por el cabello.

Lucas maldice y pasea su mirada por el suelo. ―¿Crees que diga la verdad? ―cuestiona, en voz baja.

Mark y él se acercan más hacia Jaemin y Renjun, no queriendo ser escuchados. ―No creo que esté mintiendo ―admite―, pero hay un detalle sobre la víctima que me preocupa ―menciona, bajando la voz.

Lucas frunce su entrecejo y luego niega. ―Da igual eso ahora, si no conseguimos que Renjun nos diga dónde estuvo, se lo van a llevar a proceso ―espeta, abriendo mucho los ojos con molestia.

Mark chasquea la lengua. ―¿Crees que no lo sé? ―se queja, mirando a Jaehyun acercarse.

El mayor de los hermanos luce más molesto que momentos atrás. ―Padre vendrá si no lo arreglamos de una vez ―advierte, mirando a Renjun con ojos agudos.

El menor se acurruca hacia Jaemin, quien le pasa un brazo sobre los hombros. ―Tranquilo, Junnie, Markie lo resolverá cómo siempre lo hace ―lo arrulla, besando su frente.

Lucas cierra los ojos y deja caer la cabeza hacia atrás, dando un par de pasos. ―Juro que si escucho el discurso sobre nuestra insuficiencia una vez más, lo mataré yo mismo ―masculla, negando para sí.

Mark suspira, pensando a toda velocidad. ―Pero nadie vio a Haechan. Si no puedo probar que no fue él entonces todo será para nada ―dice, algo estresado.

Renjun tiene un pequeño flashback, justo cuando uno de los detectives sale de una oficina. ―Yo vi al señor Haechan fuera de la fiesta ―admite, cerrando su boca cuando nota que todos le miran como si acabara de confesar el crimen.

―¿Qué? ―dice Jaehyun, aturdido por sus palabras.

―¿Cómo...? ¿Qué viste? ―pregunta Mark, haciendo un gesto desesperado.

Renjun murmura y niega, sabiendo que no podría explicarse sin hablar de toda la situación. Lucas y Mark se quejan, al mismo tiempo que Taeyong se acerca más. ―Te di mucho tiempo, si tiene algo para decir, que lo haga ahora. No puedo dejar pasar eso por alto ―espeta, viendo de Mark a Renjun.

Jaemin les sonríe, ajeno al estrés que abunda en la sala. ―Yo sé quién obligó a Renjun a guardar silencio ―anuncia, observando el momento exacto en el que la mirada de todos pasan de Renjun a él. Jaehyun luce más inquieto que antes, aunque lo oculta muy bien.

―¿Y bien? ―espeta Lucas.

Jaemin tararea. ―Es muy fácil y obvio ―instruye, mirando después a Renjun. El primero en reaccionar es Mark, que sonríe con ironía, molesto por no haberlo pensado antes―. No diré por qué lo hizo si él le dice a Renjun que diga toda la verdad ―alega, juntando su cabeza con la del menor.

Renjun se pone blanco, nervioso por cómo se han dado las cosas. Por su parte, Lucas también se da cuenta y gruñe, observando a Jaehyun junto a Mark, ambos esperando una respuesta de su parte. Taeyong mira al mayor, deduciendo el intercambio de miradas. Jaehyun le dedica a Jaemin una mirada de muerte que el contrario ignora con una dulce sonrisa. ―¿Es en serio? Esta mierda es tu culpa, escúpelo ―exige Lucas.

Mark alza ambas cejas en espectativa, más calmado de ver qué ya hay una solución. ―Sólo deja que diga lo que sabe, no te matará ―agrega, mirando al mayor con escepticismo.

Jaehyun mira entonces a Renjun, quien suda a causa del estrés. Ambos comparten una mirada cómplice.

Varias horas atrás.

Jaehyun le pone su atención a Renjun. ―Necesito hablar con Renjun ―indica, más como una orden que una petición.

Jaemin se da cuenta de sus deseos "ocultos", pero no dice nada y asiente, saliendo de la pequeña sala. Renjun se muerde el labio. ―¿De qué quiere hablar, mi señor? ―pregunta con timidez.

Jaehyun se afloja la corbata y planta sus ojos en el más joven. ―La policía no tardará en darse cuenta de que no estuvimos un largo tiempo ahí ―menciona y Renjun asiente―. Si esa mesera no dice nada, pensarán que fuimos nosotros o uno de los dos ―se truena el cuello―. Pero si lo hace, entonces yo tengo una coartada. En cambio tú, nadie te vio ahí conmigo ―le recuerda, dejando a Renjun algo inquieto. Se inclina un poco hacia el menor―. No quiero, que por nada del mundo, mi nombre salga de tu boca ―ordena―. Nadie debe saber de esto, ni de nada de lo que pasa en esta casa. Nadie debe saber nada respecto a ti o nosotros ―determina, refiriéndose a él y sus hermanos.

Renjun asiente al momento, conociendo bien los deseos de sus amos. ―Nunca diría algo que lo metiera en problemas, mi señor ―aclara, tan fiel como siempre.

Jaehyun asiente satisfecho y saca su teléfono para ver sus mensajes. ―No tardarán en venir por ti o por mí, así que prepárate ―dice, antes de levantarse y sentarse a su lado. Renjun se confunde, y frunce su entrecejo cuando Jaehyun lo coloca en su regazo. El mayor lo toma de la nuca y lo hace estirar el cuello―. Tengo sed ―afirma, inclinándose para tomar de su sangre.

Renjun se estremece, pero no lo impide, cerrando sus ojos para sentir aún más los labios del mayor tocando su piel.

De vuelta al presente.

―Con una condición ―menciona Jaehyun, sin parecer abierto a una negativa.

Taeyong exhala. ―Eso lo veremos, ¿qué es?

Renjun se atreve a alzar la mirada, cruzando sus ojos con los de Jaehyun. ―Yo le haré las preguntas, nadie más ―exige, mirando después al detective―. Si no es así, no habrá confesión y no tendrán nada ―determina, luciendo tajante.

Taeyong está por negarse, pero Mark lo secunda. ―Yo me encargo de que así sea ―anuncia, más seguro que antes.

El detective suspira y se restriega los ojos. ―Bien, pero todo será grabado y estaremos presentes ―exclama.

Jaehyun asiente y entonces se ponen en marcha. Renjun es llevado por el detective a la misma habitación que antes, sólo que el único que entra con él es Jaehyun, dado que éste no acepta a nadie más con ellos. Taeyong, Yuta y Mark no tienen más remedio que quedarse tras la ventana, observando la conversación. Lucas y Jaemin se quedan en la sala, esperando cualquier noticia.

Renjun mira la mesa sin realmente verla, nervioso por la mirada intensa de Jaehyun. No sabe cuánto tiempo pasa hasta que el mayor decide hablar. ―¿Viste a Haechan antes o después de reunirnos? ―pregunta, sonando serio y calmado. Jaehyun era bueno en ocultar emociones.

Renjun alza su vista finalmente y se relame los labios. ―Antes y durante ―responde.

Jaehyun pasea la mirada por su rostro. ―¿Cómo es eso? ―cuestiona.

Renjun murmura, rememorando la fiesta...

Haechan le dedica su atención, tomando un trago de su bebida, pero antes de que pueda decir nada, una pareja de casados se acerca al par. ―Oh, Haechan, qué gracia que nos concedas tu presencia el día de hoy ―dice la mujer, sonriendo con falsa modestia.

El moreno le mira con disgusto oculto tras un rostro serio. Le sonríe de vuelta. ―Señora Park, qué gusto volver a verla ―responde, asintiendo sutilmente.

―Nos da alegría que hayas podido venir. Ya nos preguntábamos cuándo sería la próxima vez que podríamos verte ―dice el esposo de la mujer, el señor Park―. Y este debe ser el más joven, ¿Verdad? Es más bello de lo que pensaba ―adula, mirando al menor.

Renjun se cohíbe, apegándose discretamente al costado de Haechan. ―Así es, querido mío. Es más hermoso de lo que se especulaba. Un gusto, ¿cuál es tu nombre? ―dice la señora Park, sin dejar la sonrisa. Ambos parecían extrañamente interesados en Renjun.

El menor se siente ajeno, como si todos en el lugar lo estuvieran observando fijamente por algo desconocido para él. ―Me llamo Renjun, el gusto es mío ―responde Renjun, haciendo una reverencia.

Un brillo cruza los ojos de ambos y ensanchan sus sonrisas. ―Precioso nombre, ¿No es así, querido? ―dice la mujer, inclinando la cabeza.

El señor Park asiente. ―Indudablemente ―afirma él, acercándose un poco al menor.

Renjun desvía la mirada y Haechan exhala por lo bajo, poniendo una mano en el hombro del más joven. Es a penas un toque ligero, pero deja en claro un punto. Le sonríe al par. ―Oh, por favor, no sean tan expresivos con Renjun, él es algo tímido ―indica, compartiendo una pelea de miradas con ambos―. Y yo soy un hermano mayor muy protector, no me gustaría ver incómodo a mi hermanito ―espeta, sonando amable y amenazante al mismo tiempo.

La pareja se aleja un poco, de forma discreta, y sus sonrisas se apagan sutilmente. ―Nada de eso, no quisiéramos incomodar al más joven de la casa Kim ―dice la mujer con dulzura. El tono hace a Renjun temblar de incomodidad.

―Es una pena, nos hubiera encantado ser como unos padres para él ―dice el hombre.

Haechan deja la sonrisa y les mira con fría molestia. ―Sí, una verdadera pena ―murmura, apretando el agarre sobre el hombro del menor―. Si no es molestia, debemos retirarnos. Prometí darle un pequeño tour a Renjun ―indica, despidiéndose con una corta reverencia.

No se quedan a ver si regresan el saludo, dejando a Renjun algo inquieto. Haechan lo guía por el lugar, deteniéndose cerca de un ventanal, donde maldice entre dientes. ―Malditas escorias de mierda ―murmura, acabándose la copa de un largo trago.

Renjun tiene la sensación de que aún le miran, así que decide no voltear. ―¿Por qué está molesto, hyung? ―pregunta Renjun, algo extrañado de llamarlo así.

Haechan hace una mueca, dándole la espalda al resto de las personas. ―Porque les gustaste ―se queja, dándole la copa a un mesero que va pasando―. Odio que me llames así ―agrega, refiriéndose al hyung.

Renjun pasea su mirada por los alrededores, notando que nadie puede oírlos en donde se encuentran. ―No puedo llamarle de otra forma ―se disculpa, mirando al mayor con ojos brillantes.

Haechan alza una ceja y se acerca un poco a él. ―No te acerques a nadie ―ordena, recibiendo una mirada sorprendida por la repentina petición―. Todos aquí te quieren ―afirma, paseando su mirada por el lugar―. Pero no eres de nadie sino nuestro ―le recuerda, provocando que Renjun asienta. Haechan se ve complicado y se aleja―. Te llevaré con Mark, tengo un asunto que atender ―indica, comenzando a caminar.

Renjun le sigue al momento y evita las miradas que recibe de los demás, sintiéndose disgustado. Ni con todas las miradas lascivas que recibía de Lucas a lo largo del día se sentía tan expuesto como en ese momento. Ni siquiera eran tan explícitos, pero había algo en la manera en la que lo miraban que lo hacía sentir... sucio.

Quería irse, pero no podía sin ninguno de los tres.

Haechan hace una mueca apenas visible, viendo a Mark ocupado con un grupo de personas. ―Bien, plan B ―anuncia, cambiando de dirección.

Renjun vuelve al presente y tararea. ―Lo vi antes de nuestra reunión y mientras sucedía ―cuida sus palabras, intentando no ser muy explícito. Otro recuerdo le azota momentos después.

Renjun sigue al moreno de nuevo y siente un escalofrío en la espalda cuando ve a Haechan dirigirse hacia Jaehyun, quien habla con un sujeto desconocido. Renjun cree que no es buena idea interrumpirlo para pedirle actuar de niñera, pero Haechan no parece interesado cuando llega en medio de la conversación y saluda a ambos. ―Lamento importunarlos con mi presencia, pero me gustaría pedirle a Jaehyun que acompañe un momento a nuestro querido hermano ―menciona, sonriendo victorioso. Claramente Jaehyun no se negaría frente a otra persona. El mayor le mira con irritación disimulada―. Debo resolver un inconveniente y como Renjun no conoce a nadie, sería bueno que le apoyaras ―empuja suavemente a Renjun, quien se encoge ante la mirada de los tres.

El sujeto le sonríe con amabilidad, por primera vez una mirada sincera, y Jaehyun sólo le mira con seriedad. ―Por qué no, tu hermano debe sentirse algo asustado en un ambiente desconocido ―dice el sujeto.

Jaehyun toma una respiración, en una clara demostración de molestia. Renjun frunce sus labios con timidez y se queda a su lado, viendo a Haechan marcharse. El sujeto le hace una corta reverencia que Renjun imita. ―Me llamo Taejun, un gusto ―se presenta, siendo cordial.

Renjun murmura. ―Me llamo Renjun, el gusto es mío ―responde, relajándose un poco ante la actitud más tranquila del sujeto.

Taejun ensancha sonrisa, enternecido con su actitud tímida. ―Sabes, me recuerdas a mi hermano ―menciona, soltando una risita.

Renjun inclina su cabeza, curioso. ―¿Por qué? ―inquiere, deseando saber.

―Es que ambos son adorables ―dice Taejun, sonando amistoso.

Renjun oculta su sonrisa lo mejor que puede, complacido en secreto. ―Ya veo ―murmura, desviando su mirada hacia Jaehyun, quien se ve más molesto que momentos atrás.

Taejun lo nota también, sonriendo divertido. ―No sabía que eras del tipo celoso ―bromea, ganándose la atención de Jaehyun―. Yo también era un poco celoso cuando mi hermano hizo sus primeros amigos, pero no hay de qué preocuparse, siempre será tu hermanito ―indica, sonriendo.

Jaehyun entrecierra los ojos imperceptiblemente, al mismo tiempo que Renjun traga saliva. ―Señor Taejun... ―dice Renjun, pero el contrario lo interrumpe.

―Con decirme hyung está bien, siento muy extraño que me llames señor ―dice Taejun, sin dejar la sonrisa.

Renjun se sonroja, sin comprender su propia reacción. ―Hum, Taejun-hyung ―murmura, apenado―. ¿Conoce hace mucho a mi hermano? ―pregunta, queriendo saber más sobre Jaehyun.

Taejun asiente, soltando una risita por su expresión, enternecido al respecto. ―Hace un par de años. Nos presentó mi padre ―explica.

Renjun asiente en comprensión. ―Yo... ―frunce un poco su entrecejo, confundido por su propia vergüenza.

Taejun se ve algo curioso, antes de darse cuenta también. ―Oh, lo siento. Soy un elfo ―aclara, señalando sus orejas algo puntiagudas―. A veces causamos esas reacciones en personas que nos gustan ―indica, sonrojando a Renjun con sus palabras―. No, perdón, qué mala elección de palabras ―se disculpa, riéndose con algo de pena―. Me refiero a que me gustas como persona. Es que me recuerdas mucho a mi hermano ―explica, rascándose la mejilla―. Espero no te molestes conmigo, es que tu hermano es muy adorable ―menciona, mirando a Jaehyun.

Renjun también le mira y siente que sudor frío le recorre la espalda. Jaehyun tiene una mirada de muerte en su dirección, oculta tras una fachada de la seriedad que le corresponde. Desplaza sus ojos hacia Taejun y niega. ―En lo absoluto. A mi hermano parece gustarle también ―responde, poniendo una mano en el hombro de Renjun.

El menor se encoge y se relame los labios. Taejun no parece notar el ambiente y se ríe otra vez. ―¿Es así? Me alegro entonces ―toma de su copa y luego vuelve a entablar conversación―. Disculpa si te incomoda lo que dije, no es muy agradable que un desconocido te llame adorable ―alega, viéndose algo culpable.

Renjun niega, no queriendo hacerlo sentir mal. ―No, yo... ―desvía la mirada, sin poder detener el furioso sonrojo―. Es que, hum, no estoy muy acostumbrado a que me lo digan ―sin mencionar a Jaemin, que se lo decía a diario, pero que un extraño lo hiciera lo ponía muy tímido.

Taejun alza ambas cejas, sorprendido. ―Oh, no me lo creo ―mira a Jaehyun y sonríe―. Bueno, de Jaehyun lo espero porque a él no le gusta nadie ―se ríe, conociendo bien al mayor―. Pero no de tus otros hermanos ―indica, vislumbrando la sonrisa temblorosa del menor―. Entonces, si no te importa, yo puedo decírtelo cuanto quieras ―ofrece, sacudiendo los cabellos del menor sin poder contenerse.

Renjun se sonroja tanto que siente la cara caliente, comprendiendo ahora "el efecto elfo" que mencionaban tanto en internet. Tartamudea un poco al querer hablar. ―Claro, hyung ―acepta, más por cortesía que otra cosa.

Taejun le sonríe antes de notar a alguien a lo lejos. ―Lo siento, Jaehyun, te dejamos fuera de la conversación ―dice, haciendo una mueca apenada―. Hablemos en otra ocasión los tres juntos ―ofrece, despidiéndose de ambos.

Renjun hace una corta reverencia en respuesta, suspirando de alivio cuando siente como la vergüenza sale de su sistema. Nunca le había sucedido y, aunque no era desagradable, era como si no pudiera detener la burbuja de timidez y mariposas en su estómago. La mano en su hombro aprieta con fuerza y Renjun se pone rígido, mirando por el rabillo del ojo al mayor.

Jaehyun se encuentra más irritado que nunca, sin despegar sus ojos de los de Renjun. ―Acompañame un momento ―ordena en voz baja, no queriendo llamar la atención.

Renjun posa su mirada en el suelo y sigue al mayor en silencio, teniendo cuidado de no verse muy sospechoso. Le sonríe cordialmente a algunas personas que le miran de igual modo, no queriendo dar una imagen extraña. Jaehyun se detiene unos pasos para volver a colocar su mano sobre Renjun, esta vez sobre su nuca, como el señor Kim había hecho días atrás. Renjun es llevado a alguna parte del espacioso lugar, caminando entre pasillos hasta llegar a uno solitario. Jaehyun observa los lados y nota que no hay nadie cerca, por lo que abre la puerta y empuja a Renjun al interior.

El menor se pone nervioso, temiendo ser castigado por algún error involuntario. La habitación parece una oficina, tal y como el resto del lugar luciendo antigua, decorada de forma que parecen atrapados en el siglo pasado. Renjun enfoca su vista en el enorme ventanal que daba vista al patio trasero, preguntándose por el siguiente movimiento de Jaehyun.

―¿Y qué viste? ―pregunta Jaehyun en el presente, devolviéndolo a la realidad.

Renjun inhala profundamente y cierra los ojos, recordando otra parte de su recuerdo.

Jaehyun exhala pesadamente y se acerca hacia Renjun, dándole la vuelta para enfrentarse entre sí. Renjun traga saliva y se tropieza con sus pies cuando Jaehyun lo hace caminar hacia atrás y lo empotra contra el escritorio, respirando con fuerza. ―Parecías muy entretenido ―masculla el mayor, mirándolo a los ojos.

Renjun desvía su vista al ventanal, sin aguantarle la mirada. ―No, mi señor ―tartamudea, algo intimidado.

Jaehyun lo agarra de la barbilla con fuerza, sin darle oportunidad de evadir su mirada. ―¿Tanto lo quieres? ―espeta, molesto. Renjun niega al momento―. Tanto te gusta que te pones nervioso con su presencia ―Jaehyun no puede pensar coherentemente, hirviendo de celos―. ¿Le vas a abrir las piernas a él también? ―exclama, apretando los dientes.

Renjun niega, sintiendo la ira emanar de Jaehyun en oleadas. ―No, mi señor, no ―responde, todavía nervioso.

Jaehyun gruñe y lo acorrala en la superficie del escritorio. ―Tú eres mío ―exclama, besando a Renjun con enojo.

Renjun cierra sus ojos ante el abrupto choque de labios y abre su boca, tratando de hacer lo posible para calmar al mayor. Jaehyun lo toma del cuello y lo besa con fiereza, apretando su trasero con la otra mano en un acto posesivo. Renjun deja que Jaehyun domine el beso, dejándose llevar a dónde sea que el mayor quiera llegar. El beso es fogoso y ansioso, claramente en una muestra de todas las ansias de Jaehyun por dejar en claro su punto. Renjun se queda quieto, esperando cualquier acción repentina del mayor.

Jaehyun se separa y le desabrocha los pantalones a Renjun, bajándoselos de un tirón mientras lo recuesta en el escritorio. Renjun se estremece, dejando que Jaehyun le baje también la ropa interior. Jaehyun le quita toda la parte inferior y los tira sobre algún lugar del suelo, desabrochándose sus propios pantalones momentos después. En ese momento, alguien abre la puerta y Renjun no puede pensar en otra cosa más que cubrirse el rostro con las manos y cerrar las piernas. Jaehyun observa a una mesera entrar a la habitación, curiosa por el ruido. ―¡Largo! ―le exige, asustando a la chica―. Y tú no has visto nada ―sentencia, sin esperar una negativa. La chica asiente rápidamente y cierra la puerta.

Renjun se descubre la cara para ver a Jaehyun bajarse la parte inferior de la ropa, dispuesto a penetrarlo. Renjun cierra sus ojos, esperando la dolorosa intrusión sin preparación, pero Jaehyun lo vuelve a tomar de la barbilla, haciendo que abra los ojos otra vez. ―Mírame a mí ―ordena en voz baja. Renjun le mira con ojos brillantes y recibe el beso, cerrando los ojos ante las sensaciones.

Jaehyun todavía lo besa con cierta dominancia, pero sus acciones son más calmadas que antes. Se presiona contra Renjun, más para restregarse que por deseos de ingresar en su interior, y Renjun le abre las piernas, atrapando al mayor entre ellas. Pone una mano sobre el pecho de Jaehyun y éste mueve su mano hacia sus cabellos, dónde presiona con algo de fuerza. Renjun jadea poco a poco, queriendo algo de contacto de parte del mayor. Jaehyun mueve su otra mano a la entrada de Renjun y tantea un poco, metiendo después un dedo cuando siente la humedad.

Renjun suspira y mueve sus caderas, deseando más. Jaehyun mueve su dedo hasta que siente que puede ingresar sin problema, por lo que mete otros dos, acelerando un poco. Renjun gimotea por el movimiento y toma el brazo de Jaehyun, buscando transmitirle su sentir. Jaehyun se separa del beso, queriendo observar las expresiones de Renjun, así que mueve su muñeca con más fuerza cuando nota que Renjun rueda los ojos por el ángulo. Jaehyun no se contenta con eso y se inclina, mordisqueando sus muslos para dejar la marca de sus dientes. Renjun se muerde del labio y sin querer toca los cabellos de Jaehyun, acariciando estos.

El menor se detiene al darse cuenta, pero Jaehyun se lo impide. ―Déjalas ahí ―permite, por lo que Renjun vuelve a las caricias. Jaehyun asiente y regresa a su tarea anterior, dejando un rastro de mordidas y besos en las piernas del menor. Renjun suspira ante cada mordida y alza su pelvis, deseando el mismo destino para su entrepierna. Jaehyun lo toma en cuenta y se acerca a su entrada, donde comienza a lamer. Renjun jadea y presiona el borde del escritorio, enrrollando los dedos de los pies. Jaehyun no tarda mucho en nimiedades cuando ingresa tres dedos junto a su lengua, causando que Renjun se queje y lloriquee. El mayor lo estira tanto como puede, masturbando su entrada y maniobrando los dedos y la lengua. Renjun arquea el cuello y toma un puñado del cabello de Jaehyun, inmerso en el placer.

Era la primera vez que Jaehyun le hacía un oral de algún tipo.

Jaehyun toma una pierna de Renjun con la otra mano y lo extiende, yendo más profundo con los dedos. Renjun gimotea y se estremece, moviendo la cabeza hacia el costado. Jaehyun continúa en ello hasta que cree que está listo, por lo que se separa de Renjun y se relame los labios, tomando su miembro con la mano llena de líquido. Se embadurna de él y entonces lo ingresa en el menor. Renjun jadea por el esfuerzo anterior, pero acepta sin problema la intromisión. Deja caer su cabeza con un suspiro de alivio y cierra los ojos, esperando a que el mayor termine de entrar en él.

Cuando vuelve a abrir los ojos, Jaehyun está inclinado sobre él y lo sostiene de los cabellos. ―Mío ―murmura el mayor, antes de comenzar a moverse. Se aleja del menor y sostiene los muslos de Renjun con ambas manos. Presiona la carne, ocasionando que se produzcan moratones con el tiempo. Renjun abre la boca y deja salir sus lloriqueos, rodando los ojos hacia atrás cuando Jaehyun va acelerando cada poco. Renjun se cubre la cara con una mano y con la otra se agarra al borde del escritorio, buscando de dónde sostenerse―. Quiero verte la cara ―dice Jaehyun, dando una estocada particularmente profunda.

Renjun se arquea, pero obedece, soltando un gemido agudo ante la abrupta acción. Todo lo que puede registrar es el sonido de pieles chocando y la voz sensual de Jaehyun jadeando y gimiendo cada tanto. Su gruesa voz es como terciopelo en sus oídos, dejándolo más moldeable a cada segundo que pasa. Renjun arquea el cuello y abre mucho los ojos cuando Jaehyun acelera para buscar una mejor reacción. Sigue ese mismo ritmo y sabe que ha logrado lo esperado cuando Renjun grita, por lo que suelta una de sus piernas y le cubre la boca. Los ruidos rebotan en su mano, haciéndolo ir más y más rápido. Jaehyun se detiene un momento para darle la vuelta a Renjun y poder observar sus nalgas enrojecidas por los golpes contra su pelvis.

Renjun jadea y se acomoda en el escritorio hasta estar más cómodo, mirando sobre la ventana con algo de dificultad gracias a su vista empañada. Nota entonces, con un poco de esfuerzo, a dos personas hablando en el patio. Parpadea, tratando de comprobar si es que se trata de Haechan y se da cuenta de que es así, viéndolo discutir con otra persona. Haechan toca el pecho de la otra persona con un dedo acusador y la otra persona niega repetidamente, viéndose asustado. Renjun frunce su entrecejo y se irgue un poco, confundido por lo que ve.

Jaehyun arremete de pronto, por lo que Renjun cierra los ojos con fuerza, jadeando ruidosamente por la embestida. Tarda unos minutos en volver a mirar a la ventana y cuando lo hace descubre a Haechan ahorcando al sujeto. Renjun aprieta los dientes y parpadea, dejando a las lágrimas descender por sus mejillas. Haechan finalmente suelta al sujeto con una exhalación y le dice algo de forma amenazante antes de marcharse. Jaehyun abre sus nalgas con la manos, así que su pene logra llegar más profundo, dejando a Renjun deshuesado. El menor lo intenta tanto como puede y logra ver a otra persona llegar, abrazando al sujeto que hablaba con Haechan. El sujeto se desliza por suelo y el otro chico se va sin mirar atrás.

Renjun se relame los labios y habla, todavía sin abrir los ojos mientras la escena se reproduce en su cabeza. ―Vi al señor Haechan hablando con un hombre. El señor Haechan parecía molesto y lo señalaba con un dedo ―frunce su entrecejo―. Luego lo ahorcó, pero no le hizo nada más y se fue. Después llegó otro hombre y lo abrazó y... ―frunce su entrecejo.

―¿Y qué? ―inquiere Jaehyun.

―Y el hombre se desmayó sobre la pared. El segundo hombre se fue después de eso, pero el primer hombre se quedó quieto sobre el suelo ―responde, sonrojándose al recordar lo que pasó después.

Renjun suelta un grito y se arquea, alzando más el trasero. Cierra los ojos, sin ánimos de concentrarse en nada más, y Jaehyun se inclina sobre él, tomando su barbilla con una mano para maniobrarlo y poder besarlo. Renjun le regresa el beso como puede, jadeando en la boca del mayor. Jaehyun lo deja ir momentos después y lo toma de la cadera para un mejor agarre.

Renjun da un fuerte golpe sobre el escritorio cuando siente a su orgasmo venir, gimoteando durante su corrida. Su cuerpo se estremece y tiras de semen empapan el escritorio al mismo tiempo que lubricante natural se derrama sobre Jaehyun. Renjun jadea con fuerza, sobrestimulado por su orgasmo y el mayor todavía arremetiendo contra él.

Jaehyun goza de la vista, disfrutando los sonidos de placer emanando del menor: Todo por su causa. Le da la vuelta para que se acueste de lado sobre el escritorio y sigue los empujes, queriendo correrse también. Lo ve temblar por los espasmos y acelera, deseando escuchar más y más de sus gritos. Renjun se presiona contra el escritorio, lloriqueando y jadeando. Abre un poco sus ojos y observa al mayor, quien suelta suaves gemidos apenas audibles. Lo mira fruncir su entrecejo y nota que está por venirse, por lo que trata de no perderse su reacción.

El mayor da cortos pero rápidos empujes antes de correrse, gimiendo por lo bajo mientras sigue embistiendo. Cierra sus ojos y se libera, sacando todas las tensiones de sus hombros. Relaja su rostro y jadea, tratando de recuperar el aliento. Entonces, abre de nuevo los ojos y nota que Renjun le mira con interés. Renjun se sonroja y desvía la mirada, algo avergonzado. ―Mi señor ―murmura el menor, llamando su atención―, no tomó de mi sangre ―menciona, algo sorprendido.

Jaehyun se percata de lo mismo y se inclina sobre Renjun, haciendo que éste le mire otra vez. ―¿Me la darás? ―pregunta, acariciando los labios de Renjun.

Renjun mira los labios del mayor y lame el pulgar que le hace cosquillas en la boca. ―Toda la que quiera ―mira después los ojos del mayor―. Es toda para usted ―afirma, justo cuando Jaehyun lo toma de los cabellos, provocando que muestre su cuello.

Jaehyun se acerca con intención de tomarla, pero antes le arrastra un beso por gran parte de la piel. ―Eres mío ―murmura Jaehyun con una voz extraña, antes de clavarle los dientes.

Renjun cierra sus ojos y se deja llevar nuevamente.

Jaehyun se acomoda en su asiento, leyendo sus pensamientos. ―¿Eso fue todo? ―Renjun asiente y Jaehyun también―. Bien ―menciona Jaehyun, levantándose de ahí.

Renjun sigue al mayor cuando éste le hace una seña, siendo detenidos por los detectives. ―Necesitamos que haga un reconocimiento del hombre desconocido. Si él resulta ser el asesino, Haechan quedará libre ―dice Yuta, disgustado con dejarlo ir, pero obedeciendo el protocolo requerido.

Mark asiente y se queda hablando otro rato con los detectives, aunque Renjun se escapa para ir dónde Jaemin, quien lo recibe con los brazos abiertos. Jeno ya ha llegado, preocupado por desear saber. ―¿Qué pasó? ―pregunta él, viendo a Jaehyun aparecer poco después.

Renjun oculta su rostro en el cuello de Jaemin. ―Ommo, ya todo estará bien, Junnie ―dice el wendigo más joven, acariciando la espalda de Renjun.

Jaehyun es quien responde por él. ―Haechan quedará libre. Sólo necesitan que Renjun reconozca al asesino ―alega, pensando en fumarse un cigarrillo.

Lucas se cruza de brazos y le sonríe con ironía. ―Y yo que pensaba que odiabas a Renjun ―menciona, molestando más al mayor.

Mark se acerca con gesto relajado, tranquilo de saber que todo terminaría rápido. ―Renjun, ven conmigo. Necesito que le muestres a los detectives quién fue el otro hombre ―dice, siendo amable para calmar al menor.

Renjun asiente y sigue a Mark, queriendo regresar cuanto antes a casa.

《∞》

Renjun se acurruca en Jaemin, sentado junto a Jeno y Mark; Haechan y Jaehyun van en los asientos de en medio y Lucas va de copiloto junto a Taeil. Tras señalar al hombre que había visto Renjun, los detectives no tardaron en encontrarlo y descubrir que efectivamente había sido él, dejando a Haechan libre.

El detective Yuta había tenido problemas con dejar ir a Renjun, sabiendo bien la clase de vida que tenía en casa y, aunque a Taeyong también le pesaba, sabía que ninguno podía hacer nada por él. Por lo que, la familia Kim se marchó de la comisaría en paz, sin ánimos de más temas con la policía.

Jaemin, que va cargando a Renjun en su regazo, lo abraza con cariño. Haechan le da un vistazo al ambiente en el auto y se ríe, burlándose. ―Oh, vamos, algún día lo descubrirían ―alega, sonriendo divertido.

Lucas le mira por el espejo retrovisor. ―¿Lo sabías? ―cuestiona, algo estresado. No es que fuera nada del otro mundo, pero que fuera Jaehyun era de algún modo...

Haechan se encoge de hombros. ―No, pero no me sorprende ―se excusa, sin parecer afectado―. Me hubiera sorprendido más si no le hiciera nada en absoluto ―añade, haciendo una mueca.

Jaemin tararea de forma afirmativa. ―Es que Junnie es muy lindo. No adorarlo es un pecado ―menciona, besando la nuca del nombrado―. No tiene nada de malo darle un poco de amor aunque sea físico ―dice después, metiendo sus manos bajo la ropa de Renjun.

Renjun se remueve, pero no lo impide, aunque Jaemin sólo le acaricia el estómago con dulzura. ―Es malo si sólo lo está usando ―dice Mark, cruzándose de brazos.

Haechan sonríe de nuevo. ―No puedes decir eso cuando lo miras con tanto deseo que me sonrojas, Markie ―dice sarcástico.

Mark aprieta la mandíbula, siendo Lucas quien responde. ―Lo dices como si no lo desearas también. Parece que en cada cena quieres empotrarlo contra la mesa ―se queja, mirando al moreno en el espejo retrovisor.

Haechan se pone serio de pronto y no vuelve a hablar, mirando a la ventana. Jeno, que no ha dejado de mirar a Jaehyun en todo el rato, habla a continuación. ―¿Al menos eres cuidadoso con él? ―cuestiona, preocupado de que Jaehyun podría dañar a Renjun de algún modo.

Jaehyun, irritado hasta los límites, da una respuesta afilada. ―No quiero escuchar eso de ti ―espeta.

Mark y Lucas le miran con incredulidad y Jeno con dolor. ―No tienes derecho ―le reprocha, apretando los dientes.

Renjun traga saliva, deseando que las cosas no se salieran de control. ―Vamos, chicos, un poco de sexo no matará a nadie ―dice Jaemin, tan ajeno como siempre―. Renjun no se siente incómodo con hacerlo con Jaehyun, ¿o sí? ―pregunta, inclinándose para ver a Renjun, quien niega―. ¿Lo ven? ―intenta, viendo que ya estaban en casa.

―Sabes, pensé que eras demasiado perfecto para hacer tales actos ―exclama Lucas, todavía enojado.

Jaehyun le mira con la misma molestia. ―Vas a fingir que no te lo cogiste cuando Jisung todavía estaba aquí ―le recrimina―. Todavía olía a ti cuando me fue a buscar ―saca a relucir.

Renjun se sonroja de golpe y Lucas se desabrocha el cinturón. ―Maldito hijo de puta ―masculla, siendo detenido por Jeno en cuanto lo ve saltar hacia la parte de atrás.

Mark se cubre la cara con cierto estrés, Haechan bufa y Jaemin suspira, sabiendo que ya estaban demasiado emocionados para detenerlos. ―No vale la pena ―se queja Jeno, haciendo que Lucas se siente otra vez.

Jaehyun y Lucas comparten miradas llenas de desdén, siendo la voz de Renjun la que corta la tensión. ―No peleen, por favor ―susurra, sintiendo que su corazón duele con cada latido ante sus discusiones―. Lamento mucho si hice algo para molestarles. Yo sólo quiero que mis amos sean felices ―murmura, acurrucándose en Jaemin.

Lucas suspira y se tranquiliza, no queriendo asustar a Renjun; Jaemin lo abraza para darle conforte; Mark y Jeno le miran con disculpa; Haechan no dice nada, pero se ve más calmado; y Jaehyun desvía su mirada por la ventana, sin deseos de seguir discutiendo. ―No es tu culpa, Ren. Perdónanos tú a nosotros por ponernos así ―dice Jeno con pena.

―No hiciste nada malo, sólo nos dejamos llevar ―dice Mark, sonriéndole del mismo modo.

―Olvidemos esto, es una tontería. Nadie aquí es inocente ―dice Lucas, mirando al frente―. Lo importante es que cuidemos de Renjun y no le tratemos como esperan de nosotros ―exhala―. No le daré ese gusto a mi padre ―se queja, saliendo del auto.

Haechan hace una mueca, estando de acuerdo en silencio, y sale también en dirección a la mansión, seguido por Jeno y Mark, que se dan una mirada y después acarician a Renjun antes de salir. Jaehyun a penas le da una mirada al menor y también sale, dejando a Jaemin y a Renjun en la camioneta. Taeil ha salido para abrirles la puerta, dando una reverencia al hacerlo.

Jaemin le sonríe al menor y baja con él. ―Eso terminó mejor de lo esperado ―admite, tomando su mano para ayudarle a bajar.

Lucas, Jeno y Mark esperan a Renjun y le sonríen, adentrándose con él a la mansión. Renjun se relaja tras ver qué todo ya está bien y les regresa la sonrisa, escuchando con más calma sus quejas sobre el transcurso del día.

Mientras estuvieran felices, Renjun estaría bien.

《∞∞∞》

Hola, y lamento mucho la tardanza. Hoy fue un día ocupado y no encontraba tiempo para revisar el capítulo (siempre lo hago en caso de que haya cometido un error de dedo). Incluso ahora, a cada rato me interrumpían y quería llorar jsjsjs.

En fin, ¿qué tal les pareció el capítulo? Espero que les haya gustado. Díganme sus opiniones o teorías. Yo la verdad quería intentar intercalar entre pasado y presente, aunque no sé si lo logré bien.

El capítulo salió porque estaba viendo Doctor House y el ambiente acelerado que tienen me inspiró a imaginar la escena donde interrogan a Renjun. Ojalá lo hubiera escrito cuando me lo imaginé porque estaba mucho mejor 😔.

Quisiera disculparme, además, por lo mal retratado que está Mark como abogado, es totalmente mi culpa, yo no sé cómo funciona eso y tuve que preguntarle a mi mamá (es abogada). Les juro que él es un buen abogado, el fracaso aquí soy yo 😭😭.

Por otro lado, quiero avisarles que la semana que viene no habrá actualización. Últimamente he estado muy ocupada / estresada, básicamente mi mamá se fracturó el codo y yo hago la mayoría de las cosas cuando no puede, así que no he podido escribir nada. Por suerte tenía este capítulo y el otro de Divino (mi otra historia en emisión), y así pude actualizar hoy y ayer o hubiera adelantado la pausa.

Les prometo que el martes 17 les traeré el capítulo 11 sin falta. Sólo necesito unos días para retomar dónde dejé el capítulo empezado y avanzar más para tenerlos guardados (sí puedo escribir varios capítulos a la semana, sólo que pasó algo que no tenía previsto). Perdón por la nota larguísima, a quienes no lo saben, a veces hago notas muy largas y sé que a mucha gente no le gusta, pero está bien, pueden saltarlas. 💚

Sin más que agregar, una disculpa nuevamente y espero tengan unas lindas semanas. Ojalá sus días mejoren si no les está yendo bien. Tomen mucha agua, coman y duerman sus horas. Ustedes valen millones de galaxias.

Les ama, Jordan.💜

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