Woo se encontraba en su última clase, como todos los alumnos presentes se encontraba bastante cansado y con ganas de irse. San a su lado se encontraba de igual manera, ambos estaban tirados sobre la mesa queriendo que el tiempo pasara rápido.

— Como se había acordado, la próxima semana deben entregar el informé sobre la industrialización que debían realizar en parejas. — la voz de su profesor les hizo a ambos mirarse horrorizados. Mierda.

Con San podía hacer muchas cosas juntos, porque ambos conectaban de manera increíble. Les gustaba hablar de cosas tribales, desde porque existían los seres humanos hasta porque el maíz no se desintegraba en su estómago y salía casi completo en su caca. Les gustaba escuchar música desde Queen hasta Juan Gabriel. Tenían el mismos sentido del humor sarcástico y podían jugar con cualquier cosa. Les gustaba mirar videos de vacas bebés y les gustaba tomar helado pistacho. Cuando tenía momentos dónde podía profundizar sobre sus pensamientos y sentimientos llegaba a pensar que San era su alma gemela. No encontraba otra razón para que un chico que conocía hace unos cuantos meses lo hiciera sentir tan bien.

San era su amigo. Con el que veía documentales de asesinos seriales y también todos los programas de cocina, con que podía ver películas de terror y luego ver Disney para pasar el susto. Con San no tenía que fingir nada, podía ser el chico torpe y desalineado que solía ser. Podían hacer cualquier tipo de actividad juntos.

Menos, hacer la tarea.

El miedo recorrió su columna vertebral pensando que deberían realizar un informe de un mes en tres días, tenían exactamente viernes, sábado y domingo para tenerlo listo para la siguiente semana. ¿Podrían? Probablemente no, pero claro que lo intentarían.

— Me quiero acariciar la yugular con una motosierra. — se quejo el castaño dejando golpear su cabeza contra la mesa. — ¿Tienes una motosierra?.

— Nop, pero podemos poner nuestras cabezas en una vía del metro. — le respondió.

— Acepto.

— Quédate con quién puedas meter tu cabeza en la vías del metro. — suspiro intentando sonar como un vídeo motivacional. San soltó una pequeña risa haciendo que todo su animo volviera. Le encanta la risa del castaño, era como música para sus oídos. Literalmente, San le había mandado un audio riendo y el la había convertido en una canción, algo extraña pero que le encantaba. Su amigo la odiaba, porque pensaba que Woo lo había hecho para molestarlo pero la realidad era otra.

— ¿Podemos avanzar el trabajo?. — pregunto susurrando para que el profesor no se enterará de que no tenían nada hecho.

Woo asintió. — ¿Mi casa o tu casa?.

— La mía, tengo que alimentar a mi bebé.

Woo volvió asentir. San tenía como mascota un hámster que era prácticamente un alma suicida, cada vez que podía intentaba acabar con su vida. La gata de Jimin había intentado ayudarlo con su cometido, metiéndose el pequeño animal a la boca, pero entre todos los presentes lograron sacarlo a salvó. No tenía idea porque este pequeño animal tenía tantas ganas de morir sin vivía mejor que cualquier ser humano, San lo trataba como un rey.

— Si tú mamá salió a comprar sin el, probablemente ya se habrá intentando matar unas cinco veces. — se burló.

San le saco la lengua. La manera en que habían encontrado el animal también era bastante cómica. Básicamente lo encontraron en una calle, al costado de una vereda, el animal había escapado de algún lugar y por más que buscaron a su dueño no lo encontraron. El castaño decidió quedarselo, pero el hámster no lo quería a el. El primer día escapó y estuvo vagando por dos días hasta que un vecino lo encontró. Nadie sabía cómo seguía con vida, por eso ambos decidieron llamarlo grillo por su suerte.

El toque de timbre hizo que sus almas volvieron a nacer y comenzaron a guardar todas sus cosas para dirigirse al hogar del castaño. Woo sintió como su celular vibraba, lo saco de su bolsillo para ver cómo su pantalla brillaba con una llamada entrante de su "Papá 💜💖💜💙💜💚🤎💙🖤💙🤎💙🤎💚💓💗💖💞💗💞"

Jungkook había descubierto que solo lo tenía agendado como "papá" y le había armado un escándalo, reclamándole que no lo quería. Woo había tenido que cambiar el nombre de contacto para que esté dejará de reclamar.

— No voy a la casa temprano hoy. — dijo apenas contesto, estaba casi seguro que su padre lo quería para hacer las compras que eran de su responsabilidad pero que había olvidado por milésima vez.

"Que mal educado te has vuelto con el tiempo, ni siquiera un saludo a tu padre que te ha dado todo lo que tienes en tu vida... algún día de estos me voy a morir y ahí me vas a extrañar"

Woo rodo los ojos divertido. No sabía si era por el nieto que venía en camino o si su padre se estaba volviendo viejo, pero se estaba empezando a comportar como si tuviera sesenta años.

— Hola, papá, hoy no llego temprano a la casa así que no puedo comprar nada que debiste comprar antes.— respondió con su mejor voz amable.

"No te quiero para eso. Quiero que vayas por tu hermana al colegio, no puedo ir por ella hoy"

— ¿Y porque no va mamá? ¿O Soobin? ¿O Jimin? — se quejo haciendo un puchero.

“ Taehyung está ocupado con su trabajo, Soobin va ser papá y Jimin irá a comprar ropa de bebé junto con la garrapata"

— ¡Yo también quiero comprar ropa de bebé! — continúo quejándose.

San que había estado escuchando todo le arrebató el celular para conversar con su padre. Ambos eran los mejores amigos y no sabía en qué momento había pasado eso, no le desagradaba pero tampoco era muy lindo cuando ambos lo tomaban de piñata de bromas.

— Si, no se preocupe, nosotros vamos por ella. Adiós, que tenga lindo día. — San corto la llamada y le entrego el celular comenzando a caminar.— Dice el tío Jungkook que solo la dejemos en la parada de autobús, Jun es más inteligente que sus dos hermanos mayores.

— Quiero que sepas que me ofende muchísimo que hagas tratos con mi padre sin mi consentimiento. — reclamó siguiendo al castaño. El colegio de Jun no se encontraba lejos, ellos podían llegar caminando. Además el tampoco quería que su hermana caminara sola hacia la parada de buses, pero como era un adolescente casi adulto demasiado berrinchudo se iba a quejar todo lo que pudiera.

— ¿Para que me estás siguiendo entonces? Puedo ir por ella yo solo. — respondió encogiéndose de hombros.

— No uses ese tono conmigo jovencito. — dijo no sonando muy amenazante, en realidad parecía un cachorrito siguiendo a su dueño pero nadie se lo diría. — Además, yo soy el hermano mayor, yo debo tomar la responsabilidad. — aseguró.

— Entonces compórtate como tal y no como un niño malcriado. — no supo que más decir para no parecer exactamente eso, un niño mal criado, así que continuo en silencio hasta que llegaron a las afueras del colegio donde estudiaba su hermana.

Jun era como él. No tenía notas sobresalientes pero tampoco malas, estaba en el punto medió, viviendo la adrenalina. El único ser de luz e inteligente en su familia era Jimin.

Se pararon en la entrada viendo cómo los estudiantes comenzaban a salir. Muchos de ellos se les quedaron viendo por su uniforme diferente y porque, a su parecer, el era muy atractivo. San también tenía lo suyo, como sus ojos verdes bonitos, su carita pequeña y blanca, su cabello castaño esponjoso y su piel de porcelana. Pero claramente que él le ganaba.

Jun venía saliendo junto a Khalan, como era de costumbre, pero junto a ellos venía otro chico, demasiado alto para ser de la edad de sus niñitos. Lo miro con desconfianza por la mirada que le dedicaba a Khalan. Su estado de hermano protector había sido despertado, aunque el chico no fuera su hermano de sangre el lo consideraba así y lo iba a cuidar como lo hacía con Jimin y Jun.

— Hola. — saludaron Jun y Khalan, sorprendidos por verlos ahí.

— ¿Que paso con papá? ¿Otra vez se quedó encerrado en el baño? — pregunto Jun caminando a darle un abrazo a su hermano y luego uno a San.

— No se que pasó con el, pero te dejare en la parada de bus porque yo debo ir a la casa de San. — le respondió. Alejo a su hermana para tirar a Khalan sobre sus brazos. — ¿Que pasa, niño? ¿No me vas a saludar?.

Khalan solo se rió devolviéndole el abrazo. Así era el mejor amigo de Jun, hablaba poco y se reía mucho.

— ¿Quien esté adulto de cuarenta y cinco años? — pregunto desconfiado refiriéndose al chico que los acompañaba.

— No es un adulto, el único fósil viviendo aquí eres tú. — respondió su hermana. — Se llama James y es nuestro compañero, trece años tiene.

— Trece años en prisión. — respondió Woo. El muchacho solo agachó la mirada avergonzado.

—  Deja de juzgar a las personas por como se ven. — le reclamo su hermana.

— Yo... Ya debo irme. — se despidió el chico huyendo de la incómoda situación.

— Lo hiciste sentirse incómodo. — le reclamo San golpeando su cabeza.

— Perdón, estaba en modo ninja sigiloso protector de almas inocentes. — se disculpo porque en realidad si había estado mal lo hizo.

— A el le gusta Khalan desde que estamos en el kínder. — confesó Jun como si hubiera estado reteniendo esa información por mucho tiempo.

— ¡No es cierto! — se quejo el más bajo, avergonzado.

— ¡Si es cierto! Siempre te regala dulces, te cuida, te mira todo el día, te deja ir primero ¡Te regalo su manga favorito! — los dos mayores solo veían como Jun soltaba información y Khalan se volvía una bolita roja por la vergüenza.

— Además de ser un posible adulto ex convicto, dueño de una mafia en Rusa que se hace pasar por un adolescente de trece años para aprovecharse de almas inocentes ¡Es Otaku! — exclamó Woo totalmente indignado.

— ¡Que no es un adulto! Te estoy diciendo que lo conocemos desde Kinder. — le repitió su hermana.

— ¿A quien conocen desde kinder? — una voz masculina los hizo girarse asustados.

— ¿Papá? — Khalan caminó hacia su padre para dejar que este besara su frente. Woo se estaba preparando para contarle a su tío favorito toda la información que había recopilado. Eso hasta que Jun lo tomo del brazo y comenzó a apretarlo aumentando la fuerza poco a poco, era una clara señal de "no digas nada".

— Jungkook me avisó que no podía venir por ustedes así que me salí del trabajo para recogerlos. — informo. San le había dicho una vez que su tío Nam era como el vino, entre más viejo se ponía mejor. Cosa que le había molestado y aún le causaba disgusto pero no sabía muy bien porqué.

— Bueno, nosotros también veníamos por ellos pero es mejor que se vayan en auto que en bus. — se encogió de hombros. — Nosotros nos vamos.

Tomo la mano de San para dirigirse a la casa de este último pero la voz de Namjoon los interrumpió.

— ¿Quieren que los lleve? — pregunto. Woo iba a rechazar su oferta porque no les quedaba lejos pero el castaño le apretó la mano y lo interrumpió.

— Si, por favor. — respondió apresuradamente.

— Está bien, vamos. — Namjoon comenzó a caminar hacia el auto con los dos menores a su lado mientras los otros los seguían.

— No le heches ojos a mi tío. — le susurro Woo al castaño, notablemente enojado.

San solo lo miro y no dijo nada. Durante el trayecto ninguno dijo nada, cosa que les pareció extraño a los otros tres pero no dijieron nada para no incomodar.

Al llegar al hogar de San ambos se despidieron y bajaron, entraron a la casa sin decir ni una palabra.

— ¿Que quieres de comer? — preguntó el castaño. Woo no respondió y caminó al sofa para tomar asiento totalmente disgustado con la situación. — Deja de ignorarme.

— Yo hago lo que quiera.

— ¿Que quieres para comer? — insistió el castaño. Woo siguió sin responder. — No hice nada malo.

Las palabras de San hicieron eco en su celebro. Era verdad, no había hecho nada malo pero le molestaba de sobre manera la situación. Sin importar que fuera su tío, aunque fuera cualquier otro ser humano de la tierra le seguiría irritando y eso hacia que su cabeza se volviera un lío por todas las ideas que rondaban por ahí.

— Voy a ser sincero, me molesta mucho que hables de mi tío como si te gustará y no porque es mí tío...— murmuró sinceramente.

— ¿Entonces cuál es el problema? Woo, yo conozco mi lugar. Que tú tío me parezca atractivo no significa que le voy a coquetear o algo, respeto su matrimonio. — le respondió San sonando sincero. Woo le creyó.

— Lo siento, a veces me pongo celoso y no se porqué. — murmuró.

El castaño camino hacia el sentandose a su lado, le dedicó una pequeña sonrisa y tomó sus manos para calmarlo.

— Woo, está bien, es tu tío... Supongo que lo cuidas como si fueran tus padres. — le dijo.

— No estoy celoso por mi tío... Lo estoy por tí.

No pudo retener las palabras, su mente solo lo había pensando y su boca lo había dicho. No tuvo tiempo para repensar lo que sus palabras significaban.

San lo miro sorprendido.— ¿Pero... Porque?

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— Woo, yo...

El pelinegro no dijo nada simplemente levantó su mirada para que sus ojos se conectarán. Las sensaciones raras que nacían en su estómago se propagaban por su cuerpo a medida que ponía su atención en el verde de sus ojos. Le encantaba. Si no se sintiera un idiota por no poder aclarar sus sentimientos probablemente hubiera seguido perdido en la mirada que más adoraba en el mundo.

Pero como Woo era impulsivo, no meditaba antes de hacer las cosas y era un ser humano torpe que no tenía arreglo. Simplemente bajo su mirada a los labios rosas que San le gustaba poner bálsamos labial con sabor de manzana.

El adoraba la manzana.

Y como si alguien lo hubiera empujado desde atrás unio sus labios con el de un sorprendido San que no hizo nada más que cerrar sus ojos por la sensación sofocante de unir sus labios.

Woo había besado a varias personas antes pero nunca había sentido lo que sentía en ese momento. Nunca había sentido como si el mundo se esfumará a su alrededor y ambos estuvieran levitando en un universo paralelo, donde lo único que podían sentir era el dulzor de sus bocas unidas y las malditas cosas que danzaban en su interior. Se sentía como una descarga eléctrica pero era tan agradable que quería ser electrocutado por el resto de su vida por los labios sabor manzana de San.

Mierda. ¿Era esa la señal de que estaba perdidamente enamorado de San?

Espera les guste.

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Perdón por la tardanza todo tiene justificación tengo mucha tarea y me están dando muchos punzones en la cabeza y duelen mucho no quiero decirle a mi mamá para no preocuparla, pero se que en algún momentole tendré que decir :((

Dejo esto y me retiro a hacer tarea.