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Capitulo dedicado a: DulceMariaMarinQuint gracias por tus bonitos palabras.

Las cosas avanzaban a su habitual ritmo, Taehyung se encontraba más relajado ya que había encontrado un nuevo trabajo que solo lo hacía ir a la oficina una vez a la semana por sus instrucciones nuevas. Era un buen trabajo, quizás era más exigente que el anterior pero le pagaban mejor y el trato que recibía no era comparado en con el anterior, su jefe era amable y sus compañeros también. Estaba encantando con su nuevo trabajo, le permitía estar más tiempo con los niños y también tener más tiempo para estudiar.

Desde que se hizo oficial la noticia de su embarazo, la cual se esparció por la universidad como el aire, Prem había decidido que no permitiría más humillaciones de parte de los demás alumnos. Así que como pudo hablo con el rector y explico su situación, también había confrontado a uno de los alumnos que le hizo un comentario poco agradable. El rector había hecho una advertencia de expulsar a quien siguiera con molestando ya que la universidad tenía un protocolo en cuanto al acoso en cualquier sentido. Eso había ayudado bastante a detener los comentarios hacia su persona lo que te lo tenía muy tranquilo.

Y bueno, jungkook también se había aparecido una tarde para amenazarlos no tan amablemente pero eso también había ayudado.

Los chicos, su novio y sus hijos, se habían vuelto un poco sobreprotectores, y cuando digo un poco es demasiado. Lo vigilaban en cada momento preguntándole si necesitaba algo o se sentía bien. No lo dejaban ir a la universidad solo, jungkook lo llevaba y luego lo iba a buscar. No les gustaba que caminara muy rápido, no lo dejaban tomar cosas pesadas, comer comida chatarra, ni dormir boca abajo. No sabía si le encantaba el cuidado que le estaban dando o lo odiaba, quizás estaba en un punto intermedio. 

Los viernes no debía ir a la universidad por la tarde y había terminado de editar la novela que era su trabajo así que se encontraba en el sillón comiendo cuánto kiwi le cayera en la boca. Era fruta al menos y la fruta era sana, o eso suponía el. Esperaba que su bebé se acostumbrara a tener un padre y hermanos tan protectores porque si no se volvería loco o loca. En el fondo de su corazón, cosa que su amiga había llamado instinto maternal, sentía que su bebé sería una niña y la idea lo tenía completamente ilusionado pero también aterrado. Las únicas mujeres que había tenido real contacto en su vida era su madre y su mejor amiga ¿Cómo sería criar a una niña? No sabía si sería lo mismo que tener tres niños pero el intentaría dar lo mejor para que su bebé fuera la niña más feliz del mundo.

No le había dicho a nadie sobre sus suposiciones porque tampoco quería ilusionarse mucho, tampoco era que le molestará que fuera un niño pero le emocionaba pensar que fuera la única mujer entre ellos. Tenían una hora con una doctora dentro de una semana que era cuando cumpliría un mes. Su pequeño maní cumpliría un mes. Se había acostumbrado a llamarle así y los chicos también lo hacían, al menos hasta que supieran su sexo y como le llamarían. Acarició su estómago seguro de que su pequeño maní recibiría todo el amor que se merecía.

Sintió la puerta abrirse y en menos de dos segundos tenía a su pequeño Jimin abrazándolo.— Hola, mami.— saludo besando su mejilla.  

— ¡Hola, bebé!.— le devolvió el beso y lo sentó sobre sus piernas feliz de tenerlo.

— Mamá, perdí mis lápices de colores.— informo Woo besando su mejilla.

— ¡Ya le compré otros!.— grito jungkook desde la cocina, suponía.

— Siempre pierdes todo, deberías aprender a Jimin.— le regaño Soobin sentándose al lado de Taehyung besando su mejilla también.— ¿Cómo te has sentido?.— pregunto.

— Muy bien. ¿Hoy no tenemos a Yeunjun?.— preguntó al no ver al pelirrojo.

— No, sus padres lo llevaron dónde sus abuelos por el fin de semana.— murmuró.— Hasta se llevaron al gato. No me dejaron ninguno de los dos.— se quejó.

Taehyung lo abrazo riendo.— Yeunjun pasa más tiempo aquí que en su casa, así que debes aprender a compartirlo.— se burló un poquito.

— No quiero.— respondió.

El pelinegro apareció frente a ellos bajando para quedar a la altura de la cara de Taehyung.— Hola mi amor ¿Cómo estás y como está mi pequeño maní?.— pregunto besando sus labios.

— Los dos estamos muy bien. El que no está bien es tu hijo mayor, no quiere compartir a Yeunjun con sus padres.— le dijo dejando que el pelinegro colorá su manos sobre su pancita.

— Yo tengo que compartir el amor de mi vida con ustedes y no me estoy quejando.— le dijo a Soobin que solo lo miro feo.

— Porque mamá es nuestro y no solo tuyo.— dijo Woo posando su pequeña mano junto la de jungkook.

— ¿Según quien? El que lo vio primero se lo queda.— se burló el pelinegro sacándole la lengua.

— Eso no es muy maduro de tu parte.— le dijo Soobin apoyando su mano al igual que los otros dos.

— ¿Pol que está pequeño?.— pregunto Jimin colocando su mano también sobre la pancita.

— Aún le falta por crecer, después será como una pelota.— dijo el pelinegro recibiendo un golpe de parte de su pareja.— Un pelota muy bonita, ya sabes que me encanta lo redondo.— intento arreglar el asunto.— Lo redondo es bonito, lo redondo es sexy.

Y los demás se rieron sin dejar de prestar atención a su pequeño maní.


Jungkook estaba cocinando su pie de limón, o al menos intentadolo con la ayuda de Woo que en realidad no era de mucha ayuda ya que se comía los ingredientes antes de preparar. Jimin, Soobin y Taehyung estaba mirando una película cuando el timbre sonó. El mayor tuvo intención de pararse pero fue detenido por el adolescente.

— Yo voy, no te preocupes.— se puso de pie para abrir la puerta. Su corazón se detuvo cuando al otro lado estaba la asistente social, unos policías, la que se hacía llamar su madre y sus abuelos, la que había visto dos veces en su vida.— Mamá...

Taehyung al sentir la voz apagada de Soobin se puso de pie nervioso por las personas que lo miraban.— ¿Que está pasando?.— pregunto tomando el hombro de Soobin para ponerlo tras su espalda.

— Taehyung, ella es la Amelia la madre de los niños.— Taehyung la miro mal ¿En serio la mujer tenía el descaro de venir? Después de todo lo que había hecho mínimo hubiera desaparecido para siempre.— Y ellos son los abuelos.— los adultos parecían tener dinero ya que vestían con ropa elegante.

— ¡Ella no es mi mamá!.— le grito Soobin corriendo hacia Jimin para tomarlo en brazos y caminar hacia su habitación.

— ¿Que pasa?.— pregunto jungkook apareciendo detrás de ellos junto a Woo.— Ve a la habitación.— le pidió al niño que inmediatamente corrio hacia allá.

— Vengo por mis hijos.— hablo la mujer que no parecía muy segura de lo que decía.

— ¿Tus hijos? ¿Los mismo que abandonaste meses atrás? ¿De esos niños me estas hablando?.— pregunto Taehyung enojado y también muy asustado.

— Ese no es su problema, joven.— le dijo el hombre.

— Claro que es nuestro problema, porque no son sus hijos, son nuestros, no puede venir aquí como si no hubiera hecho nada malo contra ellos.— gruño jungkook abrazando a su novio.

— No son suyos, ustedes no los tuvieron.— dijo la mujer como si no fuera la cosa más obvia del mundo.

— No. Pero nosotros les dimos más amor de lo que su hija les ha dado en toda su vida. Así que no venga a mi casa hablar de mis niños como si los conociera, apuesto que usted ni siquiera ha tenido contacto con ellos. Su hija los maltrataba y los abandonó, que no se haga la buena madre ahora.— le reclamo el pelicastaño.

— Más cuidado de como hablas.— amenazó el hombre.

— Más cuidado con ustedes.— le advirtió jungkook.— No entiendo nada ¿Nos puede explicar?.— pregunto a la asistente social.

— Debemos llevarnos a los niños.— informó.

— ¿Que?.— pregunto Taehyung sintiendo como su corazón dejaba de latir.— ¡Pero ella no es buena para ellos!.

— Eso lo decidiría un juez. Cómo madre biológica tiene muchos derechos, pero los niños no serán entregados a ella inmediatamente. Si ustedes están dispuestos a pelear por ellos pueden ir a juicio por la custodia de ellos.— informó.

— Claro que estamos dispuestos.— dijo firme Taehyung.— ¿Y los niños? ¿Que pasará con ellos mientras sea el proceso?.— pregunto con un nudo creciente en su garganta.

— Serán llevados a hogares mientras se dictamine quien se quedará con ellos.

Ambos sintieron como su mundo se caía en pedazos. Cómo todo lo que habían construido y luchado era destruído en unos pocos segundos por una mujer egoísta.

— ¡No me quiero ir!.— escucharon como los chicos corrían hacia ellos abrazándolos.— Por favor...no me quiero ir.— pidió Soobin.

— No hagan de esto un escándalo, son niños no saben lo que les conviene.— dijo el hombre.

— ¡Usted cállese! Lo he visto dos veces en mi vida y mis hermanos ni siquiera lo conocen ¿Dónde estaba cuando lo necesitábamos? ¡No sea hipócrita señor!.— le grito Soobin enojado.

— ¿Nos debemos ir?.— pregunto Woo llorando.

— Solo será por unos días, te lo prometo y pronto podrán volver con nosotros.— Jungkook lo abrazo como si su vida dependiera de esto.

— Se que es difícil pero debemos hacer esto rápido para que sea menos doloroso.— pidió la asistente social.

— Como sea será doloroso.— le dijo Soobin.

— Soobin, mírame.— le pidió Taehyung tomando su cara mojada por las lágrimas.— Te prometo que van a volver aquí y esto solo será un mal recuerdo. Te lo prometo que lucharemos con todas nuestras fuerzas porque vuelvan con nosotros.— lo acercó para darle un abrazo final.— Se fuerte por tus hermanos. Te quiero mucho.— le susurró.

Abrazaron a Jimin intentando explicarle la situación pero el niño solo lloraba asustado. Cuando los niños fueron guiados por unos policías hacia fuera y solo pudieron ver sus caras tristes por última vez sintieron como si les arrebataran una parte de su corazón.

— Escuchen de mi parte tendrán todo el apoyo porque para mí ustedes son las mejores personas para ellos, pero esas personas tienen tanto dinero que me asusta que lo utilicen para ganar, consigan un buen abogado.— dijo la asistente social antes de marcharse cerrando la puerta.

Taehyung cayó al piso comenzando soltar todas las lágrimas que había retenido intentando ser fuerte por sus hijos.— Mi amor...ten cuidado, el bebé.— Jungkook se sentó a su lado llorando al igual que el.

— kook...solo los quiero de vuelta, por favor, traelos de vuelta.— lloró desconsoladamente.— Por favor...

— Te lo prometo, voy a traerlos, pero por favor tienes que cuidarte por el bebé para que cuando vuelvan los cuatro estén sanos, nuestros cuatro bebés.— le pidió levantandolo del piso para sentarlo en el sofá.

— Quiero a mis hijos, jungkook...— lloró sobre su hombro.

— Yo también...yo también...

T

aehyung había llorado hasta que sus energías se habían agotado y había caído dormido, cuando el se durmió jungkook lloró más. Intento ser fuerte por su novio pero sentía como un vacío en su interior, como si le hubieran arrebatado una parte de su cuerpo y no hubiera nada más adentro. Le quemaba esa sensación y estaba tan asustado que lo único que pudo hacer era llorar intentando no hacer ruido.

A la mañana siguiente le pidió a Lalisa que se quedará con Taehyung porque el debía hacer algo importante. Haría algo importante porque por sus hijos estaba dispuesto a cualquier cosa.

Así que ahí se encontraba fuera del gran edificio del cual muchas veces había visitado cuando niño y durante su adolescencia antes de que se fuera. Estaba más moderno y habían muchos trabajadores que nunca había visto.

— ¿Estás seguro que no quieres que te acompañemos?.— pregunto Bambam.

— El que estén aquí ya me es suficiente.— les dijo a sus dos mejores amigos. Les sonrió una última vez y camino hacia dentro del gran edificio, no quiso ponerle atención a los detalles y tampoco su mente se lo permitió ya que estaba intentando idear un discurso.

Al llegar a la última planta reconoció a la que había sido la secretaria de toda la vida de su madre. La mujer lo miro como si hubiera visto un fantasma.— Joven jeon...

— Clarice ¿Dónde está mi madre?.— pregunto sin detenerse a saludar.

— Supongo que en la sala de juntas, acaba de terminar una reunión.— dijo la mujer sin dejar de mirarlo sorprendida.

Agradeció que la sala siguiera siendo la misma que el conocía. Ahí estaba ella, mirando por la ventana con una traje de terciopelo color vino, con sus zapatos que sonaban imponentes cada vez que daba un paso. Por el reflejo del vidrio se pudo dar cuenta que su cara ya no lucía tan joven como antes, pero su expresión de superioridad no había cambiado ni un poco.

— Mamá.— la llamó. La mujer se giró sin esconder su cara de sorpresa lo miro detenidamente unos segundos.

— ¿Que quieres?.— pregunto volvió a mirar hacia la ventana.— Te dije que si no seguías con el negoció te olvidarás de que eras mi hijo.

— Lo recuerdo muy bien, no tienes porque repetirlo. Pero hoy estoy aquí por algo más importante, incluso más importante que mi propia vida.— la mujer se giró a mirarlo curiosa del porque de su visita.

— ¿Que?.

— Necesito tu ayuda.

— Vienes aquí después de años a pedirme ayuda cuando desafiaste todas mis órdenes.

— Porque yo no soy tu empleado, yo era tu hijo y no tenías porque darme órdenes para controlar mi vida.— le reclamo.— Nunca te pedí ayuda para nada, ni siquiera cuando apenas me fui y no tenía ni dónde dormir. Estudié sin tu ayuda, trabajé y me gradué sin tu ayuda.— la mujer pareció sorprenderse al escuchar eso.— Y si estudié arquitectura como yo tanto lo quería, y tengo un buen trabajo haciendo lo que amo.

— Si tu vida está realizada ¿Por qué vienes por mi ayuda?.— pregunto.

— Porque tengo hijos y pareja, porque encontré una familia. Una familia que está separada en este momento.— dijo sintiendo sus ojos aguarse.— Hace unos meses nos hicimos familia momentánea para unos niños pero con mi pareja decidimos adoptarlos definitivamente pero antes de que pudiéramos concretarlo, la madre biológica quiere quedarse con ellos.— suspiró.— Los padres de esa mujer tienen mucha influencia que tememos que la usen para quedarse con ellos.

— Así que tú quieres que yo use mi influencia para ayudarte.— dijo la mujer.

Asintió. Odiaba el mundo donde por tener más dinero tenía más privilegios era una burla para todo lo que se había luchado años atrás.

— Si me ayudas con esto te prometo que nunca más te pediré algo. Lo hago por qué estoy desesperado y eres mi última opción. Esos niños son nuestra vida, nos cambiaron y nosotros a ellos como no tienes idea, no podemos vivir separados. Así por favor, por primera vez en tu vida haz algo por mi y ayúdame, ayúdame a recuperarlos, después si quieres desaparezco de tu vida para siempre.

La mujer guardó silencio un momento hasta que una tercera voz se hizo presente.— Yo lo haré.— reconoció perfectamente esa voz. Su abuelo.

— Papá, no te metas en esto.— pidió la mujer.

— No, porque bastante ya he dejado que la cagues. No me metí cuando dejaste que jungkook se fuera de la casa, no me metí cuando lo querías obligar hacer algo que no le gustará y eso me ha matado de remordimiento cada día de mi vida.— miro a su nieto.— Así que yo si lo haré, te ayudaré a recuperar a tus hijos.

Jungkook le sonrió con lágrimas bajando por sus mejillas.— Gracias...— susurró.

— Pero...— la mujer quiso intervenir pero el hombre mayor no la dejo.

— Si tu no quieres ayuda, que pena por ti pero yo si lo haré. Así que ni intentes detenerme. Tu hijo salió adelante sin ti, se graduó y es un gran profesional ¿No sientes orgullo? Porque yo si.— camino hacia el pelinegro y coloco su mano sobre su hombro.— Estoy muy orgulloso de ti, por tu esfuerzo y por tu gran corazón. Te prometo que haré todo lo posible para recuperar a tus hijos y a mis bisnietos.

Lo abrazó.

Hola espero y les guste el capítulo.

También quería agradecer por todo su apoyo en la historia y por los 500 seguidores.

Otra cosa necesito amig@s para platicar por WhatsApp quien se apunta, si es así manden mensajes al privado y les paso mi número o ustedes me pasan su número.

Si quieren una dedicatoria decirme aquí y yo las pongo en los siguiente capítulos.

Vanda andaba buscando a una persona que le dije que le dedicaría un capítulo por hacerme reír por sus comentarios pero no le tome captura de su usuario, si les esto comenta para etiquetarte en el siguiente.

Paseme su WhatsApp para platicar y para amigas.

♡♡.



















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