19. No tengo nada

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Los días siguientes, Katty ha estado en lo de Beatriz y... ya no puedo volver a mi casa.

—¡Hey Daniel!

—Sigues igual —le digo a mi amigo. Julián, el mismo que estuvo conmigo el día que conocí a Crista, en un bar como este. Recuerdo estar, más lleno de deudas que ahora, con la diferencia que antes no tenía a Katty. La vida puede cambiarte en un segundo.

—¡No! Quién sigue idéntico eres tú, estás igual de guapo, mientras yo sigo haciéndome cada vez más y más feo —se ríe.

—A veces pienso que me vendría bien un poco de fealdad —me río con él y levanto la copa que tengo en la mano.

—No deberías tomar.

—¿Qué dices? No he tomado ni un trago, no puedo gastar dinero —bebo un sorbo.

—Estás borracho... ¿Y de dónde la sacaste entonces? —me mira confundido.

—La pelirroja de allá me lo regaló —señalo la punta de la barra y ella me saluda. Hago un gesto de agradecimiento y sigo tomando.

—Y yo que creí que estabas interesado en una morocha —acota por una conversación que tuvimos por mensajes.

—Lo estoy —tomo otro trago —me vuelve loco.

—¿Entonces?

—Entonces, nada —tomo otro trago.

—Deja ya eso —me quita la copa —¿Cómo vas con el trabajo?

—No tengo.

—¿Eh? ¿Y cómo pagas tu casa? —se sorprende.

—No tengo.

—¡¿Y Katty dónde está?! —se alarma pensando cualquier cosa.

—Con mi hermana.

—¡Uf! No me pegues esos sustos.

Me río.

—Idiota ¿Crees que yo estaría aquí si algo le pasará? Sería el primero en ir corriendo —le arrebato la copa —esto es mío —tomo lo que queda de una sola vez.

—Obvio que sé que serías el primero ¡Pero no tomes más!

—¡¿Qué es lo que no entiendes que no tengo dinero?! —Miro la copa vacía —no creo que la pelirroja me dé más —bufo.

—Ya, de en serio ¿Qué vas a hacer? —me mira preocupado.

—No sé —suspiro y levanto la tarjeta de Crista —¿Crees que puedo caer tan bajo otra vez? —digo angustiado —¿Sabes cuál es la diferencia de ahora y antes? Que ahora sé qué clase de persona es y la aborrezco.

No importa lo hermosa que sea, todo lo que tiene de bella, lo tiene de monstruo. No puedo ni pensar en acostarme con ella, me da asco pero... ¿Acaso tengo otra opción?

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