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Taehyung golpeaba el suelo con su zapato, ya casi entrando en desesperación.

Los segundos pasaban, y nada que veía a Joy llegando con Yoongi. El show de lámparas ya había comenzado, se suponía que ya deberían estar con él.

Negó con la cabeza, y decidido a no esperar más, comenzó a caminar por la ruta donde debían venir Joy y Yoongi.

La tarde estaba casi llegando a su fin, las luces centelleaban en el cielo casi apagado, algo hermoso de ver, pero a Taehyung en este momento aquello poco podía importarle.

Cuando iba llegando hacia donde se encontraba la mayoría del aforo de gente, se esforzó por avanzar más rápido tratando de no empujar a las personas. No veía a Yoongi por aquel sitio.

¿Qué estaba pasando? ¿Algo había salido mal?

Trató de no ser negativo y no asustarse, pero aquello era difícil conforme avanzaba y pasaba el tiempo. El latir frenético de su corazón iba a ritmo de sus piernas, las cuales prácticamente casi corrían.

Sin darse cuenta que había una pequeña bajada en la acera, se tropezó cayendo para adelante, pero afortunadamente se salvó de un buen golpe en el suelo, ya que cayó en los brazos de alguien.

Taegyung respingó por el imprevisto mini accidente, y por el hecho de que su cuerpo se estrelló con alguien.

- Oh, ¿mayor Kim?

Taehyung volvió a erguirse, separándose del hombre que lo estaba sosteniendo, frunciendo su ceño cuando este le habló refiriéndose a él de esa manera. El hombre lo veía un poco sorprendido pero para nada molesto.

- Disculpe mi torpeza, y gracias, pero, ¿cómo me...

- Soy Jeon Jungkook, uno de los amigos del señor Park, nos conocimos en la cena aquella vez, mayordomo Kim Taehyung.

Taehyung entonces supo porque se le hacía familiar el hombre.

- Claro, ya lo recuerdo señor Jeon.

Jungkook le sonrió. - Me alegra que haya podido tener tiempo de venir a la feria, se que Jimin puede presionar a veces en demasía a sus trabajadores.

Aquello le hizo fruncir un poco el ceño a Taehyung, pues la mención de ese nombre le había hecho desesperar aún más por no estar con Yoongi aún.

- Si, tiene razón, uhh...disculpe, se que el señor Park también iba a estar aquí y...

- Ah si, vino junto a su esposo - le dijo Jungkook sonriente, ocasionando una furia inmensa en Taehyung. "Esposo". Aquella palabra no tenía nada de gracia al hablar de la relación entre Jimin y Yoongi. Odió que Jungkook lo dijera casual y sonriente. Claro, Jungkook era una persona más a la lista de hipócritas que conocían el sufrimiento de Yoongi pero que se hacían los ciegos ante eso. Taehyung solo apretó sus puños conteniendo su ira para no desquitarse con el hombre frente a él. - La última vez que los vi estaban en el stan organizado por mi esposa.

Aquella información si le servía a Taehyung por lo cual prestó más atención.

- Oh ya veo, bueno, fue un gusto saludarlo señor Jeon - Taehyung hizo una rápida venia y comenzó a retirarse - con su permiso.

- Igualmente mayor Kim - respondió Jungkook, un poco curioso por la extraña actitud acelerada de Taehyung.

Antes de seguir con su camino, Jungkook se dio cuenta que había algo caído en el piso, era un pañuelo. Se agachó a recogerlo. Alzó una ceja al darse que cuenta que era de Taehyung, ya que este desprendía el perfume de él. Se le debía haber caído cuando tropezó con él.

Jungkook negó con su cabeza sonriente, lo guardó y siguió con su camino.

Por su parte, Taehyung había dejado de caminar para correr hacia el área de eventos donde estaba el stan de la señora Jeon, más que desesperado y con su mente llena de un mal presentimiento.

Cuando llegó, no había casi nadie.

La mayoría de la gente había ido a observar el show de lámparas, quedando solo unas cuantas personas cerca de los stan.

Ni Joy ni Yoongi estaban en alguna parte.

¿Qué pasó?


Los sirvientes estaban consternados al haber contemplando aquella escena.

Cuando los señores Park habían regresado, todos se quedaron un poco en shock al ver como el señor Yoongi caminaba detrás del señor Park, llorando y sollozando desconsolado.

Hace tiempo que no veían al señor Yoongi tan devastado y derramando lágrimas de aquella manera. Eso había sido al principio, en el primer mes cuando llegó a la casa.

El señor Park solo terminó de ingresar a la casa, con su expresión seria e inamovible sin voltear a ver a Yoongi. Después ambos habían entrado a la oficina del señor Park, y no habían salido de allí desde que llegaron.

Ye Ji mordía sus uñas y caminaba de un lado a otro por el pasillo cerca de la oficina. Intrigada por saber que es lo que pasó allá afuera para que regresaran de esa manera. No creía que habría sido una simple discusión. Ellos siempre discutían no era nada nuevo, por lo que sabía muy bien que aquella reacción no era por lo mismo de siempre. Había algo más.

Y obviamente era de esa manera.

Jimin se encontraba sentado detrás de su escritorio. Arrimado al respaldar de la silla, se había retirado la gabardina, junto con la pañoleta, y los dos botones de su camisa junto con el chaleco estaban desabrochados. Una posición relajada a simple vista. Pero era todo lo contrario.

Su cuerpo estaba tenso e impaciente mientras solo observaba a Yoongi llorar frente a él, mientras le rogaba casi de rodillas que no le hiciera nada a su hermana.

Él se había mantenido callado durante varios minutos, solo escuchándolo suplicar.

- Por favor Jimin, p-por favor, haré lo que me pidas, me quedaré a-aquí pagando por ellos toda la vida si es necesario, pero, por favor no le hagas d-daño... - dijo Yoongi entre sollozos. Su cara estaba roja y sus ojos irritados.

Jimin suspiró y por fin decidió hablar, mientras erguía su espalda.

- Aún no entiendo cómo es que serías capaz de cumplir todo lo que acabas de decir, por una persona que lo único que te dejó fue desgracias, y huyó como una cobarde. Si mal no recuerdo, una vez me dijiste que cuando se te diera la oportunidad te irías de aquí sin importar lo que pasara con tus hermanos, era mentira por lo que veo. - Jimin hecho su cabello para atrás.

Yoongi sollozaba mientras trataba de limpiar su humedecida nariz con la manga de su camisa. - N-no lo dije enserio, e-ellos son mis hermanos, mi s-sangre, no quisiera que nada malo les pa-pasara a pesar d-de lo que han h-hecho...

Jimin asintió. - Tu corazón es muy débil y maleable Yoongi... - Yoongi se encogió en su lugar, en ese momento se sentía más que vulnerable. - Aunque tienes razón, cuando uno ama a su familia está dispuesto a todo... - susurró más para si mismo. Negó con la cabeza, mientras se levantaba de la silla, y fue hacia Yoongi, poniéndolo de pie de un solo tirón.

>>Por culpa de tu hermana, yo perdí a Eun Woo... - su mirada era fría y para nada empática. Yoongi temblaba en sus brazos. - Aún si no estuvieras aquí, haría pagar a tu hermana de todos modos - susurró cerca de su mojada mejilla.

Yoongi jadeo impotente. - ¡No! ¡Por favor! ¡Jimin! - Desesperado, se aferró a los brazos de Jimin, apretando su camisa. - Dañame a mi, haz mi vida miserable, encierrame aquí para siempre, pero, no la mates... por f-favor...

Jimin lo miraba con una mezcla de todo tipo de sentimientos, entre ellos, estaba el enojo. Enojo, por contemplar como Yoongi estaba dispuesto a sacrificar su vida por una basura de persona. En su caso, nadie de su familia jamás le ha causado daño alguno, por lo que con gusto haría sacrificios por ellos, pero en el caso de Yoongi, Seulgi no merecía lo que él estaba dispuesto a hacer.

Jimin alejó su agarre, y ahora él lo tomó de los brazos, sacudiendolo un poco para que lo mirara.

- Ya deja de llorar como un chiquillo - dijo entre dientes. - Porque no servirá de nada. No voy a cambiar mi decisión sobre Seulgi.

Jimin lo soltó, y dio unos pasos atrás, para después retirarse sin decir más de la oficina. Yoongi cayó de rodillas al piso, llevando sus manos hacia su boca, mientras se ahogaba en sollozos.

Su llanto era tan fuerte que, se escuchaba en todo el pasillo.

Cuando vio salir a Jimin de la oficina, Ye Ji respingo del susto a ver su seria expresión. Tanto así que no se atrevió a decirle nada, y solo se hizo a un lado para que este pasara. Y así fue. En menos de unos segundos, Jimin se había retirado de aquella parte de la casa. Ye Ji junto con los sirvientes que estaban por allí, escuchaban estupefactos el llanto desconsolador de Yoongi.

- Pero...¿qué está pasando? - preguntó Ye Ji cerca de uno de los sirvientes.

- No lo sé señorita Seo.

Chaewon contenía como podía sus lágrimas ante toda esa situación. Era más que obvio que todo había salido mal para el señor Yoongi. Aquello le dio un pinchazo a su ser, pues de verdad quería que él fuera feliz. Estaba indecisa sobre si entrar o no a verlo, pero al ver a Taehyung, quien se aproximaba hacia allí, casi corrió hasta él.

- Taehyung... - susurró Chaewon. Taehyung se detuvo.

- Aquel llanto es...es...

- Si, es el señor Yoongi, está dentro de la oficina del señor Park - a Chaewon se le salieron las lágrimas. - No sé que habrá ocurrido pero está así desde que llegó...lamento tanto que las cosas no hayan salido como se esperaba.

Taehyung negó con la cabeza, mientras hacía una venia a Chaewon y fue rápidamente hacia la oficina.

Ye Ji quien se retiraba del lugar, vio un poco perpleja al mayor Kim aproximarse hacia donde estaba Yoongi.

- ¿Mayor Kim?

Taehyung tuvo que detenerse con toda su fuerza de voluntad.

- No lo había visto casi en todo el día.

- Buenas tardes señorita Seo, disculpe, estaba ocupado con labores al otro lado de la mansión, y como hoy el señor Park no iba  a pasar la mañana y tarde aquí, tomé esa oportunidad.

Ye Ji asintió. -  ¿Va a ir a tratar de calmar a Yoongi?.

Taehyung no dijo nada. Ye Ji sonrió. - Le deseo suerte entonces, ese llanto parece incesable. - sin más se retiró.

Taehyung ignoró ese comentario y entró a la oficina, cuya puerta estaba abierta. La escena que contempló casi hace que cayera para atrás.

Sus ojos se humedecieron al instante, y su corazón se apretó dolorosamente.

- Mi amor... - sollozó, mientras se acercaba a él, y caía de rodillas a su lado. - Yoongi, amor, ¿qué sucede? ¿P-por qué... - El llanto y expresión quebrada y vacía de Yoongi le cortó el habla. Lo único que hizo por el momento fue tomarlo en sus brazos y descansar la cabeza de este en su pecho.

El llanto de Yoongi se escuchó ahogado, y este se aferró a su camisa. Taehyung sentía el temblar de cuerpo en sus brazos, mientras pasaba sus manos en su espalda y cabello en tiernas caricias tratando de calmarlo.

- Amor...por favor, dime que está pasando, ¿qué salió mal?

Yoongi negó con la cabeza, aferrándose más a su cuerpo, Taehyung lo apretujo ansioso.

Los minutos pasaban, pero Yoongi seguía sin decir nada, lo cual tenía al borde de las ansias a Taehyung.

- Yoon, por favor, háblame...

Al menos el llanto de Yoongi había cesado un poco, ahora solo derramaba lágrimas en silencio y con leves espasmos.

- Tae... - susurró, alejándose un poco de él para verlo a la cara. Taehyung jadeo al ver su apagada expresión.

- Cariño...

- Tae...- negó con la cabeza. - Perdóname...perdóname.

Taehyung frunció el ceño. - Yoon...¿por qué...

No pudo terminar de hablar, pues Yoongi lo tomó de las mejillas y unió sus labios en un brusco y necesitado beso.

Taehyung tardó unos segundos en dejar su shock, pero no tuvo tiempo de procesar aquel beso imprevisto de Yoongi, pues este se apartó a los segundos.

- Tu eres la persona que yo quiero, y siempre estará en mi corazón... - susurró sobre sus labios. Las lágrimas de Yoongi mojaron los labios y parte de las mejillas de Taehyung.

- Yoongi, ¡por favor explícame que es lo sucede por Dios.!

Yoongi se terminó de alejar de él, y se puso de pie de inmediato, seguido por Taehyung.

Una profunda respiración terminó de calmar a Yoongi. Aunque sus lágrimas seguían cayendo, ya no sollozaba y su expresión se iba tornando seria.

- Perdóname Tae. No podré irme contigo. Ni ahora, ni nunca.

Sin que Taehyung pudiera decir algo ante aquellas palabras que fueron como una bala en su corazón, Yoongi salió de la oficina casi corriendo.


Jimin había terminado de retirar su ropa, dispuesto a tomar un largo baño que le ayudara a refrescar su tenso cuerpo y relajar su ahogada mente.

Habían sido tantas cosas en un solo día. Obvio lo más inesperado era lo de Seulgi.

Suspiró estresado, y cerró sus ojos un momento tirando su cabeza levemente para atrás.

La imagen de Yoongi llorando intensamente, había quedado pegada a su cerebro y admitía que sería incapaz de superarla esa misma noche. Dudaba que pudiera dormir.

Cada vez que se trataba de un asunto entre ellos, actuaba tan impulsivamente sin poder evitarlo. Le era tan difícil controlar su carácter con Yoongi.

Masajeo sus sien. Dejaría esto por el día de hoy. Mañana esperaba tratar este asunto con más calma y con la cabeza fría.

Su puerta fue tocada de manera brusca imprevistamente.

Abrió los ojos y miró hacia allí. ¿Quién tocaba de esa manera su puerta? Además, ¿quién se atrevía a molestarlo?. Suspirando, tomó su bata, pues estaba sin ropa, y se acercó a la puerta. Cuando esta fue tocada otra vez con tanta insistencia, Jimin estaba dispuesto a poner en su lugar o hasta despedir al sirviente que estaba detrás de esta.

Al abrir la puerta, las palabras que iba a pronunciar no fueron capaces de salir, a causa de la persona que tenía frente a él.

Jimin alzó una ceja, y trató de controlar su sorpresa y conmoción al contemplar a Yoongi. Este tenía una expresión seria junto con residuos de lágrimas. No parecía la misma persona que lloraba de rodillas hace un rato.

Yoongi nunca había venido a su cuarto en el  lapso de tiempo que llevaba viviendo en su casa, por lo cual su sorpresa e intriga crecían.

- ¿Yoongi?

Fue lo primero que se le ocurrió decir.

- Te dije que haría lo que quieras. - dijo en una voz serena, que no iba para nada a la par de su expresión. - Puede que aquella propuesta no te interese porque crees que ya me tienes, pero, en realidad, "no me tienes". - Yoongi enfatizó aquella última frase.

Jimin frunció el ceño al entender a que se refería Yoongi.

Yoongi dio un paso cerca de el, casi quedando pecho a pecho.

- Y se que quieres "tenerme" porque me deseas. Siempre me has deseado. - aquellas palabras saliendo en susurros.

- Detente ahora mismo...

- No - Yoongi terminó de acercarse a él totalmente, empujándolo hacia el cuarto, mientras él también entraba y cerraba la puerta de un solo golpe.

- ¿Qué crees que estás haciendo? - su voz saliendo casi en un jadeo ante el actuar brusco de Yoongi.

- Dijiste que no cambiarías de decisión - Yoongi retiró su gabardina, tirandola al suelo, y comenzado a desabrochar su chaleco. - Yo puedo hacer que cambies de parecer...

- Yoongi...

Su boca fue callada cuando Yoongi se abalanzó contra él, y unio sus labios en un eufórico beso.
















Maratón (3/3)

Aquí un capitulo más. Uy la cosa ahora si se va a prender carajo.

Disculpen por la demora. He tenido un inicio de año muy ocupado con mis estudios y trabajo. Por eso les he dejado un cap largo.

Esta vez no habrá metas. El próximo cap dependerá de ustedes jejejee.

En fin, espero que hayan estado bien.

LOS Y LAS AMA HOLYHARI.


















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