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Ya saben lo que dicen: "Para situaciones desesperadas, medidas desesperadas".

Y aquello, Yoongi lo meditó muy bien mientras lloraba desmedidamente en el pecho de Taehyung.

En otro momento, él no habría tomado en cuenta aquella frase. Pero, las palabras de Jimin se repetían en su cabeza una y otra vez: "Tu corazón es muy débil y maleable".

En cierta parte tenía razón. Si hubiera sido más fuerte, no estaría en esta situación tan trágica. Alguien fuerte no hubiera cedido a caer bajo el mando de un hombre como Jimin. No podía seguir así. La vida de su hermana estaba en juego, y sea lo que ella haya hecho, era su sangre y la quería. No podía permitir que Jimin le hiciera algo.

Tenía que dejar de ser débil. Tenía que tomar medidas desesperadas.

No podía irse y dejar que Jimin matara a Seulgi o le hiciera algo a Felix que estaba en la cárcel. Él tenía todos los medios para hacerlo, y si que lo haría. Recién había caído en cuenta que en realidad no podría hacerse de la vista ciega y oídos sordos con respecto a sus hermanos. Si él se hubiera ido con Taehyung, nunca se habría perdonado si Jimin le hacía algo a ellos por venganza.

¿Qué carajos estaba a punto de hacer? No podía simplemente huir y dejar todo atrás. No podía.

Entonces comprendió que tendría que sacrificarse. Tendría que renunciar prácticamente a todo lo que quería. Renunciar a irse con Taehyung.

Antes de terminar de asimilar su miserable realidad, y aquella lastimosa conclusión, se despegó de Taehyung, y con mucho desgarro y sentimientos encontrados lo besó, para después decirle que jamás podría irse.

Estaba conciente que Taehyung ni siquiera terminó de procesar lo dicho, pero no podía darse a explicar el trasfondo de las cosas, haría más difícil todo.

Así que, se levantó y salió de la oficina antes de que Taehyung pudiera responder algo.

Caminando rápidamente por los pasillos, se dirigió sin pensarlo dos veces hacia el cuarto de Jimin. Los sirvientes que aún andaban por allí, lo quedaban viendo un poco atónitos e intrigados, y más al ver hacia donde iba.

Yoongi nunca había ido hacia el dormitorio de Jimin, ni siquiera por sus alrededores. Lo cual para todos, era algo por lo cual jadear de la impresión.

Su cara y ropa debían de estar hechas un desastre, pero no importaba. Hoy tendría que encontrar una solución para esto.

Al llegar, y estar frente a la puerta, tragó grueso y respiró hondo. No iba a dar marcha atrás. No podía seguir permitiendo que Jimin lo siguiera pisoteando y humillando.

Sabía que jamás podría llegar a estar por encima de su autoridad hasta el punto de librarse de él del todo, pero si que podía comenzar a hacerse respetar y cambiar su miseria un poco.

Entonces tocó su puerta.


- Detente ahora mismo... - mencionó Jimin.

- No - Yoongi terminó de acercarse a él totalmente, empujándolo hacia el cuarto, mientras él también entraba y cerraba la puerta de un solo golpe.

- ¿Qué crees que estás haciendo? - su voz saliendo casi en un jadeo ante el actuar brusco de Yoongi.

- Dijiste que no cambiarías de decisión - Yoongi retiró su gabardina, tirandola al suelo, y comenzando a desabrochar su chaleco. - Yo puedo hacer que cambies de parecer...

- Yoongi...

Su boca fue callada cuando Yoongi se abalanzó contra él, y unio sus labios en un eufórico beso.

Jimin jadeo más que sorprendido. Tantas cosas pasaban por su cabeza, pero...pero los labios de Yoongi...

Sus finos y dulces labios...

Estaban sobre los suyos, devorandolos con un abrumador vaivén.

Jimin quería dejar atrás todo su lógico pensar y ceder a sus besos, de verdad quería, pero...

- ¡Yoongi para! - le gritó una vez que lo apartó sosteniéndolo de los brazos.

Yoongi se quedó quieto. Al parecer también estaba un poco en shock tras lo que acababa de hacer.

- ¿Llorar tanto te afectó el juicio? - le preguntó Jimin mientras lo miraba fijamente y aún sosteniéndolo. Sus labios latían y se sentían un poco húmedos, lo cual hacía que también viera los de Yoongi y se nublara un poco su concentración.

Yoongi se dio cuenta que estaba comenzando a flaquear, y no...no podía acobardarse ahora. Suspirando se apartó del agarre de Jimin y alzó la barbilla sin dejar de mirarlo a los ojos ni un segundo.

- Todo lo contrario, quiero comenzar a portarme como debería.

Jimin alzó una ceja. - ¿Según así me harás cambiar de parecer? - rió. Tenía que reír para disimular el temblar de sus labios. - ¿Ofreciéndote?.

- Estamos casados ¿no? - Yoongi se volvió a acercar. - Jamás alguien será nombrado como ofrecido por querer tener sexo con su esposo.

Jimin sentía como le sudaba el cuello mientras Yoongi más hablaba. Negó con la cabeza. - No sabes lo que estás diciendo Yoongi...

- Claro que lo sé...

- No. No lo sabes. Yo te deseo... - lo interrumpió Jimin. Yoongi jadeo ante aquellas palabras. Una cosa era él decirlo, y otra escucharlas de la boca del mismo Jimin. - ...tendría que estar ciego para no darme cuenta de lo hermoso que eres, lo deseable que eres. - Yoongi tragó grueso y quiso retroceder ante la mirada seria de Jimin, pero resistió. - Pero nada cambia las cosas Yoongi - sonrió malicioso - si quieres tratar de aprovecharte de ese deseo carnal que siento hacia ti para lograr tu objetivo, pierdes tu tiempo.

- No lo creo. ¿Sabes porqué? Porque se que no es solo deseo carnal lo que sientes por mi.

- ¿De dónde sacas tanta seguridad para decir tonterías?

Yoongi sonrió. - Sabes que es la verdad. - Disimulando el temblar de su mano, la acercó hacia la clavícula de Jimin, quien estaba en bata y Yoongi recién había caído en cuenta. - Si antes de todo esto... - acarició sutilmente la piel en aquella parte, sientiendo el leve temblar de parte de este - ...yo hubiera correspondido tu cortejo, otra historia sería ¿no es así?.

Jimin miró de reojo la mano de Yoongi la cual acariciaba delicadamente su clavícula. Su piel estaba erizada debajo de su bata, y su entrepierna ni que se diga.

- Yo nunca quise cortejarte - susurró mirando inevitablemente sus labios.

- Se que no te gustan las mentiras Jimin - Yoongi también comenzó a susurrar. - Así que tu tampoco recurras a ellas. Tu querías cortejarme.¿Cómo lo se? Solo lo sé. Y tu reaccionar si que lo está confirmando.

Yoongi alejó su mano, pero Jimin la detuvo. Yoongi se sorprendió un poco, pero mantuvo su postura estable.

- ¿Y si fue así que? Tampoco cambia nada.

- Eso dices ahora... - Yoongi alzó su mano aún con el agarre de Jimin, y la llevó a su mejilla. Sintió el jadeo de Jimin en la punta de su dedo pulgar. - Pero si en este momento te digo que quiero ser el segundo señor Park en todo sentido de la palabra, ¿me dejarías serlo? - susurró mientras delineaba su labio inferior.

Jimin apretó el agarre que tenía en la muñeca de Yoongi. Su corazón latía errático. Su cuello y frente sudaban. A pesar de que solo tenía un bata puesta, sentía demasiado calor. Tanto física como internamente.

El dedo pulgar de Yoongi que delineaba su labio inferior bajó su toque hasta quedar en su barbilla...todo movimiento parecía estar en cámara lenta.

- ¿Todo sentido? - Jimin logró responder en un hilo de voz. Yoongi solo asintió, haciendo círculos con su dedo en la barbilla de Jimin. - Y se te ocurrió iniciar por lo sexual ¿no? - Jimin fue subiendo su agarre hasta el antebrazo de Yoongi, acariciandolo encima de su ropa.

- ¿Por dónde quisieras iniciar entonces? - Yoongi sentía su garganta seca y su torso tembloroso ante el toque de Jimin.

Definitivamente no había marcha atrás.

- No he aceptado nada aún.

- Aún

La tensión era tanta que, el ambiente se sentía ahogador. Yoongi solo quería salir corriendo a tomar aire y ocultar su cara de la vergüenza, y Jimin solo quería retirar su bata junto con la ropa de Yoongi.

- Estas dispuesto a ser mi esposo realmente, aún cuando no lo quieres, ¿solo por tu hermana?

- Si. Y también por mi. Si estoy casado y atado a ti, al menos quiero estarlo de la forma correcta y con todos los derechos de un segundo señor.

Yoongi no podía más con tanta tensión e intriga por esperar que Jimin cediera, así que, con sus dos manos acunó el cuello de Jimin y pegó su pecho al de él. Jimin ahogó un gemido al sentir su entrepierna chocar con el muslo de Yoongi.

- ¿En serio estoy casi rogándote para que me dejes ser tu esposo? - susurró encima de su mentón.

- Quizás estés ignorando ciertos detalles de lo que eso conlleva, Yoongi... - Jimin envolvió con sus brazos la fina cintura, apretandolo aún más a él.

- No me importa, quiero ser el segundo señor de esta casa, ser Park Yoongi  - Yoongi jadeo al sentir la erección en su muslo.

- Bien... - gimio Jimin. - Supongo que podremos aclarar mejor todo eso después.

Sin esperar ni soportar más, Jimin alcanzó los labios de Yoongi, devorandolos en un apasionante beso.

Yoongi apretó sus uñas en el cuello de este, y cerró sus ojos dejándose llevar, mejor dicho, dominar por Jimin.

Los labios de Jimin prácticamente casi desgarraban los finos belfos de Yoongi. Tenía tanta hambre de ellos.

Yoongi gimio cuando Jimin presiono aún más su erección en él, entonces aprovechó para meter su lengua y terminar de saborear su cavidad.

Segundos después Jimin rompió el beso, dejando sus labios encima de los de Yoongi para tomar un poco del casi escaso aire. Sus manos recorrían la espalda baja de este, deseando quitar de una vez la estorbosa ropa, y tener su cuerpo totalmente desnudo.

Yoongi sentía sus labios arder y latir, de seguro le quedarían hinchados si lo seguía besando así. Sus labios también quedaban de esa manera cuando se besaba con Taehyung...

Taehyung...Tae...

Antes de que Yoongi pudiera seguir con su pensar en Taehyung, Jimin se separó, solo para tomarlo del brazo y llevarlo al borde de la cama.

Yoongi mordió su adolorido labio inferior para evitar llorar. No lo haría. Sería fuerte.

- No voy a detenerme desde este momento Yoongi. Estas a tiempo de...

- No. Esto es lo que quiero.

- Bien... - Jimin acarició la mejilla de Yoongi con irónica delicadeza. - ...porque si quiero hacerte el amor toda la noche, créeme que lo haré.

Yoongi apretó su puño en el pantalón. Asintió.

- El odio también sirve a la hora de hacer el amor ¿no?

Jimin sonrió, ocultando cuanto le afectó escuchar eso. No se  dejaria llevar por sentimentalismos en este momento. Estaba tan duro, y deseaba tanto a Yoongi que tendría que hacerlo suyo esta mismo noche, no lo arruinaría.

- Claro que sirve - susurró, para después apartar su mano de la mejilla de este, y de imprevisto empujarlo a la cama. Yoongi dio un leve gritito, lo cual excitó más a Jimin. - El odio es un sentimiento tan fuerte como el amor.

Yoongi se arrastró de espalda en la cama hasta llegar a las almohadas.

Tae...perdóname...

Entonces, Jimin retiró su bata.




















Gracias por leer bebus.

Ay por la vida, ¿qué es lo que se viene ahora? Hay muchas cosas que están por pasar eso se los aseguro...uyuyuyiiiii...

En fin, saben que los y las quiero demasiado, espero que les haya gustado, mejor tarde que nunca jajajaja.

Para esta ocasión tampoco hay metas porque sinceramente estos días ando colmada de ocupaciones que no tengo fecha ni ocasión exacta a la hora de actualizar.

Igual les agradezco de ante mano sus votos, comentarios, y relecturas, me hacen tan feliz y me motivan a seguir con mis historias.


LOS Y LAS QUIERE HOLYHARI.



























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