Con intensidad la ventana de su hogar era tocado, se despertó con susto girando a mirar, ahí visualizo al joven Park, sus cabellos rosados estaban ligeramente despeinados, y pegados a su frente con algo de sudor.
Frunce su entrecejo, talla sus ojos un par de veces para asegurarse de que no estuviese soñando, y en efecto. No estaba soñando.

-— Hola vecino -— Escucho la melosa voz de JiMin tras su ventana.

Niega con extrañitud, se levanta de su cómoda cama y abre de la ventana, permitiéndole entrar.

-— ¿JiMin?.. tu, ¿Que haces aquí? -— Dice terminando con un bostezo.

-— Estaba.... Aburrido -— Dice sin mucho que explicar. -— Pensé que quizás estabas despierto y eso ... Quería verlo, no lo se... Quería platicar un poco ...

Al igual que el, JiMin se veía algo cansado. Su respiración era un poco agitada y aquellas gotitas de sudor en su frente se podían decrifar como si huebise corrido una distancia larga.

-— ¿Que paso? -— Pregunto. JiMin portaba una camisa de mangas cortas, pudo visualizar a la perfección unos piquetes en sus brazos. -— ¿Que te paso ahí?....

JiMin fijo su vista a sus brazos, específicamente a aquellos piquetes. Sonrió un poco nostálgico para si mismo y nego frenéticamente. -— Si tan solo supieras -— Murmuró tan bajo posible, con algo de tristeza.

-— ¿Q-que dices?

-— No es nada -— Vuelve a decir una vez más en voz alta. -— Solo... Son piquetes -— Responde sin más. Quedando ambos en un silencio.

Para JiMin el silencio era cómodo y acogedor , mientras que para Taehyung el silencio le era algo incómodo. No conocía bien al joven que estaba a su costado, y ciertamente el quería charlar, pero de qué.....

-— Mm -— Corraspea un poco con su garganta llamando la fina mirada de JiMin en el. -— Y.... -— Comenzó para preguntar, pero así como estaba listo para formular alguna tonta pregunta JiMin se le adelantó.

-— ¿De dónde vienes Kim Taehyung?

Su voz sonaba tan áspera, tan suave y clara.
Era linda, pero era muy cierto que sonaba cansado.

-— Yo... V-vengo de Daegu -— Murmura audiblemente para ambos. JiMin le sonríe de una forma ligera asintiendo en su lugar.

-— Daegu... -— Repite. -— ¿Es lindo allá en Daegu?....  -— Sus ojitos se veían curiosos ante el. Era imposible el no decir que se veía hermoso.

-— Eh... Lo es, si lo es...

-— ¿Es tranquilo?

-— Ahm.. si, creo, bueno, ciertas veces del año hay festivales muy ruidosos pero lindos y--

-— Quisiera vivir ahí entonces -— Interrumpe con tranquilidad.

-— ¿Porque?

-— Tu mismo lo haz dicho... Creo que incluso es mejor que estar aquí ... -— Y aquello último fue dicho con ¿Ira en su voz?, ¿Tristeza?, ¿O quizás ambas?... Era difícil de saberlo, sus expresiones eran serenas, mientras su voz, se tono algo fuerte... ¿Era eso?, ¿Ira?.

¡JiMin!

Se escuchó a la lejanía un grito de voz femenina, ambos voltearon a la ventana, donde pudieron ver la silueta de la madre de JiMin, vistiendo una bata para dormir, con sus dos manos haciendo hueco en su boca, gritando rítmicamente el nombre de su hijo, girando a direcciones para dar con el.

-— Supongo que tendré que regresar -— Dice.
Y esta vez Taehyung pudo captar tristeza tanto en su voz, como en su expresión. ¿Porque?...

JiMin dió paso a la ventana una vez más, abriéndola ahora con facilidad, sacando una de sus piernas por aquel hueco. Y antes que particiese por completo, se giró un poco y dijo: -— Taehyung, ¿Tú fuiste quien ayer llamo a la policía y la mando a casa? ..

-— S-si... Yo, lo siento si estuvo mal de mi parte per-

-— Gracias -— con ello JiMin partió.

Dejando a un Taehyung con quizá un millón de dudas inevitable que se adueñaron de su sueño.