Capitulo 1

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Busan, Corea del Sur.

Era realmente aterrador, su cabeza dolía, sus dientes rechinaban, no podía sentir su cuerpo, estaba muriendo de tanto dolor. Su cuerpo era electrocutado una y otra vez que apenas podía conseguir tener lo ojos abiertos y sólo quería que lo mataran de una vez.

—Es todo por hoy — Habló el doctor Song — Llevenlo al cuarto y dejenlo ahí, no tendrá agua y mucho menos comida por dos días, eso es lo que consiguen los marica como tú.

Dos enfermeros desataron al chico de la silla y lo cargaron a la habitación. No podía dar ni un paso debido a lo  jodidamente débil que estaba.

Los enfermeros lo miraron con pena, era sólo un chico de diecisiete años, pero su alma estaba perdida, sus ojos ya no reflejaban ninguna emoción. Y todo esto solo por estar enamorado. Nunca estuvieron de acuerdo con tal tortura, pero en ocasiones así solo podían ayudarlo dándole comida y agua a escondidas.

—Oye chico, come algo — Ofreció el enfermero Kim — Mi compañero cuida la puerta así que puedes comer tranquilo.

—No quiero — fue lo único que respondió.

—Por favor dedes alimentarte bien, has bajado cuatro kilos desde que entraste aquí, y eso fue hace tres semanas — Habló preocupado.

Y es que si, Jungkook apenas tenía tres semanas en ese maldito sanatorio y ya estaba completamente delgado, había perdidos sus músculos y sobre todo, al amor de su vida.

—Debes ser fuerte para que salgas de aquí — El enfermero Kim trata de darle de comer pero Jungkook nunca quería — Eres un chico fuerte lo sé, solo finge que estás curado para que no te hagan más daño.

—Estar enamorado no es una enfermedad — Habló en un hilo de voz.

—Lo se, pero para estas personas si lo estás. Si sigues con eso pueden matarte un día de estos en esa silla.

—Estaría feliz de que terminaran su trabajo de una maldita vez — Expuso con su mirada fija en el techo.

—No digas eso...

—Mis padres, me abandonaron aquí sabiendo todo lo que podían hacerme — Tomó fuerzas y se sentó en al cama — El chico que creí que me amaba termino conmigo por dejarse intimidar por mi padre — Sollozó — Yo quería que lucharamos juntos...

—Deja de pensar en eso, te haces más daño — Seokjin le acarició el cabello y limpio sus lágrimas — Ahora debes comer, quiero que salgas de aquí pronto, tu no mereces estar aquí.

—Seokjin, apresurate, se escuchan pasos en el otro pasillo — Informó el otro enfermero.

—Ya escuchaste, así que come solo un poco. — Jungkook accedió, comió tan rápido como su garganta le permitía.

—Viene alguien — Aviso el enfermero.

—Hoseok, cierra la puerta — ordenó Seokjin rápidamente.

Al cerrar la puerta apagaron la luz y se mantuvieron en silencio, con muchísimo miedo de ser descubiertos.

Un par de enfermeras pasaron por el pasillo. Cuando se perdieron en otro, Seokjin se apresuró a darle de comer a Jungkook y luego salir silenciosamente luego de dejarlo bien alimentado y dormido.

Aunque a decir verdad Jungkook solo fingió dormirse para que sus enfermeros lo dejarán solo, había tomado silenciosamente unos de los cubiertos que estaban en la comida que trajo Seokjin, queria acabar con todo de una vez.

Se sentó en aquella camilla a meditar la vida de mierda que tenía, su sola existencia le parecía innecesaria. Pensó que tal vez era cierto lo que decían los doctores, que los marica como el no merecían vivir. En primer lugar sus padres lo había metido en ese infierno, ellos sabían todas las cosas que le hacían a las personas como él y así mismo no tuvieron compasión con él.

En su vida se había enamorado una sola vez, estuvo enamorado de la misma persona duranto cinco años, pensó que podrían ser felices, que su amor duraría toda la vida. Apesar de saber que era algo imposible en esos tiempos, Jungkook quería arriesgarse por amor, el cual lamentablemente no duró mucho tiempo.

Tomó aquel pequeño cuchillo con sus manos temblorosa, y sin pensarlo demasiado lo llevo a su muñeca izquierda y comenzó a cortar. Apretó sus mejillas internas para no gritar por el dolor que aquello le estaba causando, sintió el sabor metálico de la sangre. Luego de terminar con la izquierda llevo el cuchillo a la derecha, gimió de dolor, dolía como el demonio, pero quería acabar con todo de una vez.

Tras dejar el cuchillo de lado se acostó nuevamente en aquella camilla, sentía como corría la sangre por sus manos, cada ves más se sentía más débil, perdía mucha sangre debido a los cortes profundos.

Lentamente cerró sus ojos esperando el gran momento, su muerte.

—Te amaré siempre — Dijo antes de cerrar sus ojos.

Lo último que pudo escuchar fue un grito desgarrador de parte de su enfermo.

—¡JUNGKOOK! — Gritó Seokjin lastimando su garganta en el proceso.

Entraron muchos enfermos, hasta el doctor Song. Levantaron el cuerpo de Jungkook con mucho cuidado y lo llevaron de emergencia al hospital más cercano.

—Esto es mi culpa — Sollozó Seokjin.

—No sabias lo que él estaba pensando, Jin — Hoseok trató de consolarlo.

Los dos vieron como se llevaron a Jungkook en una ambulancia que había llegado de emergencia, pidiéndole a cualquiera que estuviera mirando desde el cielo que por favor lo salvará.






Londres Inglaterra.

Estaba acostado en su cama, tenía tres semanas en aquel país totalmente diferente al suyo. Su dulce y hermosa madre hacia todo lo posible para que comiera pero era misión imposible. Ya no era el chico tierno y divertido de antes, no sonreía mi mucho menos era feliz.

Solo era un cuerpo sin alma, nunca se daba cuenta cuando su mamá lo levantaba de la cama para bañarlo, cuando su madre lo peinaba y trataba que se viera como antes, pero todos esos intentos fueron fallidos.

Jimin sentía que su alma había quedado en aquel pueblo junto al amor de su vida. Había entrado en una depresión tan grande y pensaba constantemente que su vida no tenía ningún sentido.

Su padre al saber que Jimin era homosexual lo saco de su país tan rápido que no dejo siquiera despedirse se su amigos, no lo dejo terminar la escuela, se lo llevó, y lo peor es que no tenían fecha de retorno.

Su hermano entro a su habitación y se sentó a su lado, el había llegado hacia una semana atrás.

—Jimin, por favor, levántate a comer algo — Suplicó Yoongi — Mamá dice que llevas tres semanas y no has comido mucho.

No obtuvo respuesta.

—Hermano, tienes que seguir con tu vida — Yoongi se acostó a su lado y lo abrazó — Se que es doloroso, pero no puedes echarte a morir.

—Lo extraño — Sollozó.

—Yo se que si — Yoongi lo abrazó más fuerte — Pero debes ser fuerte y superar esto. Deberías salir y conocer la ciudad, tal vez hay una chica linda esperando por ti.

—No me gustan las chicas Yoongi — Jimin lo miro con el ceño fruncido — Me gusta los chicos, me..me gusta Jungkook.

—Ay Minie, vas a estar bien — Y aunque fuera mentira, Yoongi no tenía palabras con las cuales calmar a su hermano.

Lo abrazo tan fuerte y dejo que Jimin llorará en su pecho mojando por completo su camisa, pero no le importaba, solo quería que su hermano pudiera desahogarse todo lo que quisiera. Tal vez no comprendía su dolor, pero su hermano ya no era el mismo de antes, eso significaba que Jimin estaba pasando por un gran dolor.

Luego de haber llorado tanto, se quedó dormido, no supo cuánto tiempo pero cuando despertó era de noche. Había tenía el más lindo de los sueños.

Jungkook y el estaban juntos en una pequeña cabaña, llovía afuera así que ellos estaban sentados en el sofá de aquella pequeña sala mientras tomaban un chocolate caliente. Jungkook lo abrazaba y le decía una y otra vez que estarían juntos por siempre, que lo amaria hasta su último suspiro.

Jimin se levantó de repente sintiendo una gran opresión en el pecho que no lo dejaba respirar, sentía tanto dolor y no podía dejar de pensar en aquel sueño. ¿Jungkook le estaba diciendo algo? ¿Será que a Jungkook le había pasado algo? No lo sabía, pero esa sensación lo estaba matando.

Se golpeó el pecho una y otra vez, quería alejar ese dolor que se había instalado ahí pero no sé iba, le dolía, le dolía demasiado. Su respiración era entrecortada y no podía ver bien a causa de sus lágrimas que le nublaban la vista.

Se levantó de su cama, tomo unas pastillas que su madre le había dado para dormir y fue directo al baño. Con sus manos templando tomo el frasco de pastillas y lo abrió, saco unas cuantas pastillas y trago una por una, si a Jungkook le había pasado algo, el tenía que alcanzarlo, tenía que estar con el aún después de la muerte.

Se tiró en el suelo esperando que las pastillas hicieron efecto. Recordó aquella vez que se entregó en cuerpo y alma a su amado, había sido el día más especial de su vida. Jungkook se encargo que su primera vez fuera recordada de la manera más hermosa, y así lo fue. Jimin no podía olvidar la forma tan hermosa en que Jungkook lo trato, cada caricia, cada beso, las tiernas palabras que Jungkook le decía al oído, la forma tan delicada en que se deslizó en su interior, las suaves embestidas que luego se convirtieron en unas con mayor fuerza. Ya no deseaba vivir en un mundo donde no pudiera estar al lado de Jungkook.

Su estómago comenzo a doler tanto que sentía que se desgarraba por dentro, sentía ganas de vomitar pero trato de reprimirlas. Ya estaba débil y sus párpados se cerraban solos, el dolor era tan agonizante que pensó que ya su hora había llegado.

Salía espuma de la boca de Jimin y este ya estaba totalmente tirado en el suelo casi inconciente, pero alguien llegó.

—¡Jimin! — Gritó su hermano al verlo tirado, su madre llegó tan rápido apenas escucho a su hijo mayor gritar.

—¿Que pasa? — pero al ver a Jimin tirado en el suelo mientras salía espuma de su boca, obtuvo la respuesta. Se tiró al suelo tomando delicadamente el cuerpo de su hijo mientras lloraba desconsoladamente — !Llama una ambulancia ahora, Yoongi! — Ordenó la mujer desesperada.

Las manos de Yoongi temblaban y apenas podía sostener el celular, no tardó mucho para que contestaran diciendo que iban de inmediato. En eso el padre de Jimin llegó y al ver tal escena quiso acercarse a Jimin pero su esposa no se lo permitió.

—Todo esto es tu maldita culpa, imbecil — le gritó la mujer molesta — Si a Jimin le pasa algo será tu culpa.

—Yo no sabía que esto pasaria — El hombre habló entre sollozos.

— ¿Que esperabas papá? — Exclamó Yoongi enojado — Lo separaste de toda su vida en Busan, lo tragiste aquí sin su consentimiento ¡PUTA MIERDA LO SEPARASTE DE LA PERSONA QUE AMABA!

—Tenía que hacerlo —  respondió bajito.

—Si Jimin muere yo mismo me encargare que nunca mas veas la luz del sol.

La madre de Jimin lloraba mientras sostenía el cuerpo de Jimin, su hijo cada vez estaba más pálido y su respiración era irregular.

— Y..yo t..te ama..amare por siempre — Dijo Jimin antes de cerrar sus ojos.

Sus madre grito mientras movía el cuerpo de Jimin y este no contestaba, Yoongi lo llamo incontables veces y no obtuvo respuesta, su padre estaba aterrado con todo lo que pasaba que no lograba articular palabra alguna.

La ambulancia llegó y con ella bajaron los paramédicos, tomaron el cuerpo de Jimin y fueron directo al hospital.

Los paramédicos se vieron unos con los otros, tenían el mismo pensamiento.

"Si este chico se salva, es un milagro"

Espero reciban esta nueva historia de buena manera, es muy diferente a las demás que están en mi perfil.

Cualquier error o sugerencia no duden en decirme ❤️

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