Jungkook no era alguien que pasaba desapercibido fácilmente, era jodidamente atractivo, su cabello azabache era sedoso y brillante, tenía buen porte, y era muy admirado por muchos en la escuela.

Se caracterizaba por mostrar una personalidad algo dura y firme.
Pero la verdad es que él era temeroso, con miedo a las críticas, miedo al rechazo.
Su madre se había encargado bastante en transmitirle todos aquellos miedos.
Era el primero en su clase y muchas veces también en todo su grado, pero habían ocasiones en las que Kim Taehyung obtenía el anhelado "1er puesto" del grado haciendo que se llenara de ira y se la pasara estudiando todo el día dentro de su habitación.
No tenía pensando para nada dejar que Kim obtuviera aquel puesto.

Cuando era pequeño su madre le repetía constantemente que era un estúpido que ya hasta se lo estaba creyendo.

Se sentía un maldito parásito, un estorbo para su madre, ya que ella misma se encargaba de repetírselo hasta el cansancio.
Y luego estaba su hermano...
¿Cómo él llegaba a soportar tantos insultos por parte de su propia madre a causa de su sexualidad?
Muchas veces quiso intervenir pero su hermano lo alejaba y le decía que esperara en su habitación.
El se iba con una gran preocupación y miedo, podía oír los gritos que provenían de la planta baja.
Sus manitas tapaban sus oídos tratando de no escuchar todos los insultos y una que otra cachetada.

Al rato llegaba Jung hyun con una notable marca de mano en su mejilla.
Jungkook veía el golpe aterrado y lloraba por lo que su madre le hacia a su hyung.

Jung hyun se acercaba y acariciaba las hebras azabaches de su hermanito tratando de calmarlo.

—¿Por qué mamá hace eso? ¿Por qué te golpea? —el mayor abrazaba con más fuerza al pequeño.

—Porque es una homofóbica, tiene su mente cerrada y bastante pegada a sus tontas creencias. Ella no entiende lo que yo siento y no veo que trate de intentarlo.

—Ella dice que el amor entre un chico y otro chico es enfermo...¿es así?

—No es así Jungkookie. El amar a una persona de tu mismo sexo no te hace un enfermo y menos te tiene que importar lo que digan los demás sobre ti, si tu amas a esa persona.
La gente no sabe respetar, lo único que hace es juzgar y hablar a tus espaldas y eso está mal. Yo soy feliz con mi novio ¿lo has visto no? —Jungkook asintió recordando al novio de su hermano, era un chico bastante alegre y tierno. Siempre lo ayudaba con algunas tareas y lo hacía reír.— Pues bien. Yo soy muy feliz con él y si mi madre cree que me alejaré de él solo porque ella no lo acepta, pues que se guarde su molestia. —el castañito admiraba tanto a su hermano mayor, era bastante decidido y fuerte. —Cuando sea mayor y tenga un trabajo estable nos iremos a Estados Unidos ¡A Disney! ¿Sería genial no?

Jungkook asintió emocionado.

El recordar momentos así de su infancia lo ponía nostálgico y ansioso.
Su hermano siempre estaba para ayudarle hasta ahora.
Recuerda las muchas veces en las que lo defendió de los gritos de su madre.
Pero había veces en las que no...
Mientras Jung hyun estaba en la escuela hasta tarde Jungkook recibía constantes gritos por parte de su madre.
En la noche donde Jungkook podía sentir algo de paz al estar encerrado en su habitación llegaba Jung hyun preguntándole como le fué su día y que le había dicho o hecho su madre.
El mayor prefirió no hacerle la pelea a la mujer, era un gran caso.
Solo se quedaba con Jungkook, abrazándolo y viendo una película.
Si aquella mujer llegaba a golpear a su hermano ahí sí se volvía loco.

Muchas veces se puso cara a cara a reprocharle su mal trato y lo mala madre que era.
Hubieron veces en las que no pudo estar para defender a su hermanito pero este prefería no preocuparlo con el hecho.

¿Y qué era de su padre?

Aquel hombre era un adicto al trabajo, pasando horas en una oficina y llegando a altas horas de la noche y yéndose temprano por la mañana.
Tenía viajes de trabajo y eso impedía ver a su persona en la casa al menos una hora.

Jungkook no recordaba haber tenido algún momento de "padre e hijo" con el hombre.
Siempre estaba enfocado en su trabajo que hasta Jungkook se preguntaba si se acordaba que tenía familia.

Su vida era triste.
Pero trataba de mejorarla.
¿Unas buenas notas podían ser suficiente para por lo menos complacer a su madre?

Su libreta estaba llena de excelentes calificaciones y su puesto en el ranking era de admirar.
Ninguno era capaz de pasar a Jungkook.
Hasta que llegó Taehyung complicando su vida estudiantil.
Aquel bastardo se encargaba de dejarlo en ridículo y quitarle su honorable 1er puesto del grado.
Aquel puesto era bastante batallado que los profesores tenían que buscar algún punto adicional que habían acumulado o algo para que hubiera una diferencia y uno de los dos tenga el primer puesto.
Era un tremenda pelea entre nerds.