Capítulo 10: Clases de español

Màu nền
Font chữ
Font size
Chiều cao dòng


OCTAVIA


–Admite que me extrañarás

–Créeme, no lo haré. Buen viaje Gabe

Intento sonar lo más firme que puedo, pero incluso así a Gabe le da lo mismo y me abraza. Sólo ha estado dos días con nosotros y eso ha sido suficiente para mí. Ha llenado mi límite de paciencia por ahora.

–No te preocupes, ya nos volveremos a ver. Y puede que más pronto que tarde

–Dios, por favor no

–Seguro es porque he interrumpido los momentos con tu novio, pero ahora lo tendrás para ti sola, tranquila hermanita

Sé que las chicas nos están observando, incluido Bash, pero se mantienen en silencio por la poca consideración que me tienen.

–No tengo novio y...

–Entonces deberías considerarlo, estoy a favor de que sigas tu vida. No puedes pasar tu vida comportándote como una mujer viuda.

Sus palabras me afectan mucho más de lo que deberían, yo no actuó como una mujer viuda, ¿o sí?

–Suficiente tiempo de hermanos. Yo también me quiero despedir de Gabe –dice Tessa antes de que pueda responder algo

Tessa lo hace caminar hacia donde están las demás chicas y yo me quedo en mi posición.

– ¿Enserio me comporto como una mujer viuda? –le pregunto a Dave quién es el encargado de ir a dejar a Gabe hasta el aeropuerto por petición de mis padres

–Yo prefiero no entrometerme

–Gracias por tu sabiduría Dave, no lo olvidaré

Dave me sonríe, pero decido ignorarlo. No pienso ayudarlo con Lindsay. Observo como las chicas se despiden de mi hermano y cuando vuelve a quedar frente a mí, con su mochila. Me abraza fuerte.

–No te enojes conmigo, sólo quiero que seas feliz

–Soy feliz, no te preocupes por eso. Nos veremos pronto

Gabe asiente con la cabeza y me da un beso en la mejilla, luego se va junto con Dave camino al aeropuerto.


(...)


Desde que estuve en la azotea con Jesse han pasado dos días, de todas formas con el viaje que hicimos y los ensayos quedaba agotada y más aun con Gabe.

Ahora estamos en Nueva York y nos quedaremos al menos tres días, ya que tenemos programados dos conciertos y una entrevista.

Nuevo estado es lo mismo a nuevo hotel.

–Bueno, ahora pueden ir a explorar el hotel y si quieren salir ya saben que tienen que avisar para que vayan protegidas...

– ¿Ya vas a empezar otra vez con tus sermones de padre, Bash?

–Las estoy cuidando, lo último que necesitamos es tener que atrasar la agenda que tenemos planificada porque no hacen caso. Si quieren salir, avisen. A mí me está doliendo la cabeza, así que iré a buscar una aspirina

–Nos portaremos bien, no te preocupes –responde Lindsay antes de que Bash se vaya de la habitación

–Muy bien, ¿Qué tienen planeado hacer? –pregunta Barbara –porque podríamos ir a lugares turísticos o sólo ir a dar una pequeña vuelta por los alrededores

–Me encanta la idea, yo me apunto –dice Blair luciendo animada

Mientras las chicas discuten a qué lugar quieren ir, yo veo por la ventana y me asombro con la espectacular vista. Me siento casi como en alguna serie antigua que veía mi madre

– ¿Tú no irás Octavia? –me pregunta Tessa

–Me encantaría acompañarlas, pero no me siento muy bien. Me quedaré aquí

La verdad es que me ha llegado el periodo y no tengo ganas de hacer nada. Aun así cuando las chicas salen de la habitación, decido explorar el lugar.

Un largo pasillo que conduce a más habitaciones, un gran comedor en donde se puede ir a comer a todas horas... y en cuanto veo la comida me da hambre.

Así que vuelvo a mi habitación y llamo al servicio a la habitación para pedir algo de comida.

Mañana tal vez me arrepienta, pero tengo un metabolismo rápido en comparación a la mayoría.

Me avisan que en unos diez minutos llegará la comida y decido pasar el tiempo que falta en el celular. Subo unas cuantas fotos a mi instagram y luego veo otro mensaje de un número desconocido.

Empiezo a creer que es la misma persona a la que he bloqueado con otro número. Si empiezo a ver algo sospechoso, no dudaré en advertirle a Bash y a Dave. Son en quienes más confío en cuanto a mi seguridad se refiere.

Hablo un poco más con James, quien me dice que le ha ido bastante bien con sus clases y que ha estado bastante ocupado. Me siento un poco mal en mentirle, pero le he dicho que soy estudiante de bellas artes y que mi pasión es la fotografía.

No es mentira del todo, porque hubo un tiempo en el que me gustaba sacarle fotografías a casi todo. Tengo aun varias fotos en donde aparece Jason, estaba feliz y sano. Luego le diagnosticaron cáncer y a pesar de que estaba en tratamiento, de un momento a otro... lo perdí.

Tal vez por eso mismo ya no soy tan aficionada a las fotografías como antes, me traen malos recuerdos.

Cuando escucho que alguien toca a la puerta me preparo para devorar todo lo que me traigan, pero ver a Jesse al otro lado me decepciona... ¿y mi comida?

–Vaya, si hubiera sabido que me ibas a esperar así, ni me habría molestado en venir

–Aun estás a tiempo para irte –respondo haciéndome a un lado para que entre

–Estamos progresando

–Estaba esperando comida, así que ¿qué haces aquí?

–Quiero pedirte algo... me gustaría que me enseñaras a hablar español

Muy bien, de todas las cosas que me pudo haber pedido, está en específico no la había pensado, ¿para qué Jesse iba a querer hablar español?

–Bien... quieres que te enseñe a hablar español... ¿Por qué? –enserio quiero saber la respuesta a esta pregunta

– ¿Acaso tiene algo de malo? Me llama la atención y te he escuchado a ti y a tu hermano hablar y les sale bien, sino quieres es tan simple como decir no

Sonrío involuntariamente, porque es divertido que se haya puesto a la defensiva.

–Tranquilo, Jesse. Fue sólo una pregunta. Una bastante inofensiva si me lo preguntas a mí.

–No pienso decirte mis motivos, son algo... personales. Pero si aceptas te puedo pagar...

Me parece de mal gusto decir que no necesito su dinero, así que lo pienso un momento. A un estaremos de gira por varias semanas más y puedo ayudarlo, así que... ¿Por qué no?

–Está bien, te puedo ayudar...

Jesse sonríe de inmediato y me abraza. Jamás había visto a alguien tan feliz por aprender otro idioma.

–Gracias

–Tus clases empezarán hoy, así que tienes que tener un cuaderno y lápiz. Te enseñaré a escribir y hablar en español. Al menos hasta donde sé.

Tal vez tenga que ver algún video, porque recuerdo que mi madre me lo enseñó de niña. De hecho ella solía hablar más en español que en inglés cuando conoció a mi padre.

Jesse me suelta de su abrazo y poco después tocan la puerta, esta vez sí es mi comida.


(...)


Sólo bastó media hora para que me terminara las galletas y un helado que me pedí, a la fuerza he tenido que compartirle un poco a Jesse. Aunque no ha hecho más que observarme sorprendido por mi apetito.

–No me mires así, tengo hambre –respondo mientras aún me llevo lo último que queda de la salsa de chocolate

– ¿Si sabes que tienes manchada toda tu boca? –pregunta él divertido

–Luego me limpiaré –no me sorprende estar algo sucia con todas las salsas que le puse al helado. Aunque mi favorita es la de chocolate

Aunque mis pensamientos sobre la comida me abandonan, en cuanto Jesse se acerca a mí y pasa su dedo por la comisura de mi boca. En efecto tiene chocolate y antes de poder pensar claramente en lo que hago me llevo su dedo a la boca.

Pasan unos segundos en los que nos miramos a los ojos y Jesse aleja su dedo de mí.

–Ese era mi chocolate –respondo algo avergonzada

–Ya me has mordido en una ocasión y ahora me has lamido el dedo. En cualquier momento empezaré a creer que quieres comerme –responde con humor

Por supuesto que no se iba a molestar porque ha resultado ser igual de raro que yo.

–Pues yo no iría tan lejos... –intento actuar normal, pero tenerlo en mi cama no ayuda demasiado

Él ni siquiera tendría que estar aquí, pero no tiene intenciones de marcharse y no tengo muy claro si lo dejaría ir ahora que las cosas se están poniendo interesante.

– ¿Ah, no?

–Eres tú quien me observa como si yo fuera un apetitoso postre y si hablamos de comida, ya fui lo suficientemente buena como para ofrecerte de mí helado

Entonces Jesse se ríe como si de verdad yo le hubiera causado gracia.

–En algo sí te debo dar razón, tengo muchas ganas de que tú seas mi postre

Tengo lista la respuesta que quisiera decirle, pero Jesse me quita el pote con el inexistente helado y luego lo tengo a él encima de mí. Sus labios no tardan en buscar los míos y nos besamos con una desesperación inmensa.

Cada beso, lamida y mordisco que me da, me tiene con la mente en cualquier parte y es por eso que me asusto tanto cuando escucho un grito.

¿Habrá pasado algo malo?

– ¿Por qué no pueden ponerle pestillo a la puerta? –Escucho con claridad la voz de Bash –creí que no había nadie, pero como estaba la puerta entreabierta entré y... vaya sorpresa que me llevé. La próxima vez procuren cerrar la puerta.

Bash ni siquiera nos deja hablar y se va de la habitación indignado, cerrando con más fuerza de la necesaria.

Jesse se hace a un lado y veo que el cubrecama está sucio con algo de helado. También siento el cuello algo delicado y prefiero no tocarlo por ahora. Al ver a Jesse quien tiene los labios bastante hinchados a causa de los besos, está semidesnudo y bastante despeinado supongo que Bash está contento de sólo haber visto su espalda desnuda.

–Más tarde terminaré mi postre

Luego de que Bash nos viera, no puedo creer que eso es lo único que dirá, pero termino riendo porque a mí tampoco me molestaría retomar este asunto.

Me pongo la polera y mis pantalones que estaban en el suelo y luego le tiro a Jesse su camisa.

–Estaré esperando ese momento –respondo


(...)


–Aun no puedo creer lo que vieron mis ojos –me dice Bash en cuanto me ve

–Mejor no hubieras entrado –respondo con simpleza

– ¿Ahora ustedes están saliendo? –pregunta en voz baja para que no oigan las chicas

–Sabes que no salgo con nadie, simplemente pasó. No tiene gran importancia, así que te agradecería que dejaras el tema

–Está bien, sólo recuerda el pestillo para ahorrarnos traumas

Asiento con la cabeza para dejarlo tranquilo y entonces Tessa se acerca enseguida a mí.

–Quiero que me digas que ha pasado que tienes puesto ese pañuelo. Fue Jesse, ¿verdad? Y no me mientas, te conozco

–Digamos que es mejor que lo use durante unos días y si no necesito que me ayudes con el maquillaje

– ¡Lo sabía! –exclama atrayendo la mirada de las demás chicas y Lindsay parece estar orgullosa al verme

–Ese pañuelo te queda genial

–Gracias –respondo divertida

Las chicas llegaron hace unos veinte minutos y Bash aprovechó para decirnos que mañana nos debemos levantar cerca de las seis para estar en el programa matutino al que nos invitaron.

Pedimos nuevamente que nos traigan la comida a la habitación y yo como aún tengo apetito, como unas cuantas galletas y un jugo.

Aun pienso en ese helado que se derramó en la cama.

– ¡Chicas! –Exclama Blair –Caden dice que vendrá a vernos en nuestra presentación de mañana, ¿lo pueden creer?

–Eso es genial, aunque creo que ya no hay entradas –dice Barbara

–Ya las tiene, las compró apenas salieron. Así que mañana lo veré, qué emoción

–Me alegra verte tan feliz –respondo sentada frente al televisor –nos encargaremos de hacer la mejor presentación mañana

Blair se va a sentar a mi lado y terminamos de ver una película que estaban dando en el canal.


(...)


Como soy una mujer de palabra, me encuentro yendo en la habitación en la que se queda Jesse por sus clases de español. Ni siquiera sé que es lo que puedo enseñarle, así que será una clase de prueba.

Toco la puerta y no se demora casi nada al abrirla, como si me estuviera esperando.

–Espero que estés listo para tu clase –digo al entrar

–Te estaba esperando, casi creí que me cancelarías la clase de hoy –se cambió la camisa que estaba usando y ahora está trayendo una que tiene un gato tocando una batería

No puedo evitar reír ante la imagen

– ¿Qué tiene? ¿Te gusta?

–No quiero lastimar tus sentimientos, pero los gatos no me gustan, aunque la imagen está bien. Es... peculiar. Muy tú

–Lo tomaré como un halago

–Bien, ahora vengo como profesora, así que tengo listo el primer ejercicio que harás. Así sabré cuanto sabes

Tomamos asiento en el sillón y veo que Jesse tiene listo su cuaderno y el lápiz.

–Estoy listo, ¿qué hago?

–Pásame tu cuaderno, debo escribir tu tarea.

Cuando me lo entrega, empiezo a escribir algunas palabras en español para que escriba al lado su significado y luego escribo oraciones algo más complejas para que las traduzca.

No seré tan mala la primera clase, debo ver su nivel.

Luego de explicarle lo que debe hacer, pongo música para entretenerme un rato.

Tarde me doy cuenta, que empiezo a cantar y eso tiene a Jesse desconcentrado.

– ¿También me traducirás lo que dice la canción? –pregunta divertido

Y yo luego analizo la letra unos segundos y me entra la risa al imaginarme traduciendo la letra. Es reguetón, seguro debería empezar por algo más... decente.

–Creo que debería empezar por algo más educativo, es sólo que lo más suave que escucho en español es bachata. El reguetón no es... profundo ni educativo. Básicamente es sexo

–Supongo que también se baila, ¿no?

–Si terminas tu tarea, te lo enseño –le digo en broma, aunque veo que Jesse está interesado porque vuelve su vista al cuaderno

De todas formas pensaba enseñárselo en otra ocasión, no tengo problemas en bailar frente a nadie.

Pasan unos minutos y Jesse me enseña el cuaderno. Así que me pongo a corregir y me sorprendo cuando veo que sabe más de lo que yo creía.

–No está nada mal para ser tu primera clase –respondo haciendo una carita feliz al final del ejercicio –y ahora viene la parte de la clase oral, me refiero a que te enseñare la pronunciación

–Creo que ahora venía la parte en la que bailabas, me siento algo decepcionado

–Eso vendrá después. Ahora debes repetir las palabras que yo te vaya diciendo

Me voy a sentar en su regazo y me pongo cómoda.

–No creo que este comportamiento sea digno de una profesora

–Así son mis clases. Ahora repite... –pienso un poco en las palabras que lo haré decir y termino sonriendo –"Tengo a la mejor profesora de español"

Y Jesse que con suerte sabe saludar y despedirse en español, pasa varios minutos intentando pronunciar la frase medianamente bien.

Creo que después de todo no será tan aburrido.

– ¿Sabes? Estoy bastante seguro que podría rendir mejor en estas clases si dejaras de provocarme

– ¿Yo? ¿Y ahora que estoy haciendo?

–Estás sentada en mis piernas y besando mi cuello. Evidentemente, me afecta

–Yo lo veo como un incentivo a que mejores –respondo levantando un poco su polera y recorriendo su piel con mis dedos.

–Muy bien, por hoy se acabaron las clases –anuncia –quiero mi baile

Me levanto divertida de su regazo y escojo una canción

–Sólo te advierto que es mejor bailar acompañado

De esto mis padres no estarían tan orgullosos, pero me gusta bailar este tipo de música. Pongo una canción y le subo un poco el volumen para poder concentrarme.

Jesse gira en mi dirección a la espera de mi espectáculo.

Entonces empieza a sonar la canción y de a poco empiezo a mover mis caderas siguiendo el ritmo de la canción. Un movimiento hacia adelante y atrás. Cierro los ojos unos segundos y llevo mis manos al pelo despeinándome en el proceso, divirtiéndome. Alzo mis brazos y doy una vuelta completa, luego bajo siguiendo el ritmo y voy inventando pasos que queden bien.

Para cuando acaba la canción y empieza otra, me doy cuenta de que Jesse me observa de una manera bastante extraña. ¿Le habrá gustado el baile o habrá sido demasiado para él?

A veces las chicas me han dicho que me excedo un poco, pero suele ser cuando estoy algo mareada, esto fue lo más suave que puedo bailar esta música.

–Definitivamente me harás perder la maldita cabeza, Octavia

Y en un abrir y cerrar de ojos, lo tengo de pie frente a mí y sus labios en los míos. 


Bạn đang đọc truyện trên: Truyen2U.Pro