OCTAVIA

Si algo he aprendido con el paso del tiempo, es el arte de la seducción y por supuesto que juega a mi favor la poca vergüenza que tengo.

Tal vez no posea la belleza convencional que se ve en la televisión. No luzco como una modelo de comercial, no soy tan atractiva como Barbara o Lindsay. Tampoco soy rubia, ni tengo ojos claros y mucho menos soy alta, ni siquiera tengo la estatura promedio. Y por eso mismo mi madre ha dicho que todo está en la actitud que tenga.

Y cómo diría ella: "me creo el cuento" o algo así creo que decía.

Sé que no seré la chica más guapa del mundo, pero me veo en el espejo y me gusto. Adoro teñirme el cabello de distintos colores, me gustan mis ojos marrones y hago el ejercicio adecuado para tener un cuerpo tonificado. No soy alta, pero he aprendido a usar zapatos con tacones y me siento poderosa al usarlos.

Y también por eso puedo reconocer cuando le atraigo a alguien, como a Jesse en este preciso momento.

Ahora estamos en su cama y yo estoy encima de él. Le quito esa polera tan ridícula del gato y por fin puedo deleitarme con la vista. Paso mis manos por su abdomen y luego voy dejando besos húmedos por toda su piel expuesta. Y por el gemido que hace imagino que le está gustando. Adoro tener el control de la situación, como ahora.

Vuelvo a besarlo en la boca y siento como él jala de mi cabello hacia atrás con fuerza y yo muevo mis caderas encima de él buscando más cercanía entre nuestros cuerpos.

Siento como una de sus manos se dirige a mi trasero y aprieta de tal modo que jadeo. Mis manos siguen tocando su abdomen desnudo hasta que empiezan a bajar un poco más y se encuentran con su pantalón.

Bingo.

–Octavia... ¿estás segura que quieres continuar?

– ¿Y me lo preguntas ahora? Creo que es evidente, sí quiero

–Necesitaba oír esas palabras

Continuo intentando quitarle los pantalones, pero finalmente Jesse se dice que necesita ir a buscar algo y levanta de la cama. Cuando vuelve se quita los pantalones y además trae consigo un preservativo y deja la caja cerca de nosotros.

Ahora que lo veo desnudo completamente, llego a la conclusión de que está bastante bien. Es un cuerpo tonificado, pero sin llegar a los extremos. Me gusta.

–No quiero terminar igual que Kyle –dice lanzando el preservativo a la cama

–Qué manera de cortar el rollo con ese comentario, no quiero pensar en esos bebés tan adorables en este momento.

–Tienes razón, pero estoy seguro que sabremos volver a lo que estábamos haciendo. Me toca quitarte las últimas prendas

Y sin hacer absolutamente nada, empieza a quitarme la ropa interior y quedamos completamente desnudos. No tengo problemas con eso y él tampoco.

Esta vez yo quedo debajo de él y empezamos a besarnos nuevamente con una lentitud que me hace perder los sentidos. Cierro los ojos y siento su boca bajar a mi cuello y luego a mis pechos que están mucho más sensibles ahora y su cuerpo entero hacer contacto con el mío sin ninguna prenda de ropa de por medio.

Y estoy muy segura de que cada segundo de este momento valdrá la pena.

(...)

Luego del sexo con Jesse, tuve muy poco tiempo para dormir y ahora me está pasando la cuenta.

Llegué a dormir cerca de las cuatro de la mañana y acaba de sonar mi despertador, con suerte dormí una hora.

–Ahora sí quiero que me des un poco más de detalles, porque esas marcas en tu cuello son mucho más recientes –escucho hablar a Tessa –si mamá estuviera aquí, seguro diría que Jesse es algún tipo de vampiro

–Un vampiro... a veces eres muy divertida, pero tengo mucho sueño como para hablar

–Entonces, tendrás que escucharme. Porque yo tengo algo que decirte, aunque no es tan importante, tal vez te lo cuente más tarde...

–Tess, puedes decirme lo que quieras. Tengo sueño, pero puedo hacer un esfuerzo por ti

Para que vea que hablo enserio, me incorporo en la cama y quedo sentada. Ni siquiera estoy presentable, estoy durmiendo con un short y una polera corta que tiene una piña. Tessa me observa desde los pies de mi cama y parece algo nerviosa.

–No sé cómo empezar, estoy nerviosa. Tal vez debí decírtelo cuando ocurrió, pero en ese entonces estaba aún más asustada y no sé qué pensar de mí. Así que te lo diré de una vez por todas antes de que me arrepienta... Besé a una chica en una fiesta

En cuanto Tessa empieza a hablar y a mover sus manos de esa forma, sé que debo tomármelo enserio. Nada de bromas. Y si soy honesta conmigo misma, me sorprende un poco su declaración viniendo de ella, porque desde que la conocí ha dicho que le gustan los hombres.

–Besaste a una chica... ¿qué es lo que tanto te preocupa de eso?

– ¡Todo! Sabes que a mí me gustan los hombres y que estoy esperando a mi propio Will o Jem. No me van para nada las chicas, pero lo más raro de todo es... que me gustó. ¿Qué dice eso de mí?

–No te alarmes, eso no dice nada de ti. Son tus gustos, además podrías ser bi...

– ¡No! Jamás he sentido atracción por las mujeres y lo sabes. Aunque también es cierto que iba algo ebria y esa chica me coqueteó, empezamos a bailar y luego solo supe que nos estábamos besando. No la aparté ni salí corriendo, de hecho luego...

Las mejillas de Tess enrojecen y me pregunto qué otras cosas más habrán hecho. Aunque siento curiosidad por saber quién es esta chica. Porque Tessa no me ha hablado de nadie.

–Por favor, eso solo quiere decir que pasaste un buen rato con una chica, nada más. Incluso yo una vez besé a una.

– ¿Tú? ¿De verdad?

–Sí, fue en una fiesta que organizó Dasher, fue con una de sus amigas. No estuvo mal ahora que lo pienso. ¿Me dirás quién es esta chica? Tengo curiosidad

–Ella es... muy guapa y también divertida. Pero no estoy preparada para darte su nombre, al menos no todavía. Ni siquiera sé si quisiera verla de nuevo, estoy muy... confundida

–Está bien, Tess. No hay presiones. Me siento bastante feliz de que me lo hayas contado.

– ¿No me ves de manera diferente ahora? ¿No te parezco extraña o te doy asco?

Me levanto de la cama y me voy a sentar a su lado. Creo que el tema le afecta mucho más de lo que creía.

–Te veo de la misma forma que siempre. Que hayas besado a una chica y lo hayas disfrutado no cambia nada, sigues siendo mi hermana, hija de otros padres. Incluso si llegaras a tener una novia, novio o lo que sea, sigues siéndolo. Y jamás podrías darme asco, no pienses tonterías. Yo te quiero Tess

La abrazo con fuerza y ella me devuelve el abrazo con la misma intensidad.

–Eso es bueno escucharlo... Porque yo tengo miedo. No sé qué es lo que me pasó, tal vez bebí demasiado, pero aun así a veces pienso en esa chica y... no me arrepiento, ¿sabes? Pero siempre me han gustado los hombres y creo que ahora... no lo tengo tan claro. ¿Qué dirían las chicas? ¿Mi madre? ¿Bash?

–Sabes que las chicas lo aceptarían, al igual que Bash y tu mamá. ¿Y sabes porque? Porque te queremos a ti. ¡Por Dios! Tú fuiste mi primera amiga luego de lo de Jason. Fuiste a consolarme porque no soportas ver a las personas tristes. Eres demasiado buena Tess y todos a tu alrededor lo sabemos. A mí me da lo mismo si sales con un hombre o una mujer, me interesa que seas feliz y las chicas querrán lo mismo –no suelo ponerme sentimental y mucho menos a las seis de la mañana, pero no me gusta ver a mi Tess así de triste

–Gracias, necesitaba escuchar algo así... Supongo que debemos vestirnos, hay que bajar. Y Octavia, no le digas a nadie sobre lo que acabo de contarte, ¿sí? Quiero decírselo a las chicas cuando me sienta preparada

–Como tú digas, pero no olvides que todas nosotras te queremos y te apoyaremos en todo lo que te haga feliz

(...)

Bash nos estaba esperando con un sermón sobre ser más puntuales, aun así llegamos bien al estudio del programa y gracias a Tessa y a la maquilladora pude disimular las marcas en el cuello.

Aunque por lo visto ya todos lo sabían, aun así yo no dije nada y Jesse tampoco. Aunque parecía divertido al verme con el pañuelo, mientras que él no se molestó en ocultar ninguna marca.

Jazmín no parecía sorprendida, aunque tampoco lucía molesta. De hecho pude ver que tenía ojeras bajo los ojos, como si tampoco hubiera dormido bien por la noche.

–Cómo es evidente que ustedes no siguen reglas, me veo en la obligación de regalarles un preservativo. Nada de sorpresas en esta gira, ¿oyeron? –dice Bash entregándonos a cada uno un sobre

Cuando me entrega uno a mí, enseguida mira a Jesse lo que hace reír a los demás.

–Los únicos bebés que quiero son a los hijos de Madie y Kyle

Observo a Madie y parece un poco avergonzada al ser el centro de atención, así que enseguida se escuda tras Kyle.

–Creo que estás siendo un poco exagerado. Todos ellos son adultos, incluidas tus chicas y pueden tomar las decisiones que ellas quieran –habla Jazmín en tono conciliador

–Sé que son adultas, pero eso no quiere decir que deje de preocuparme por ellas o que me guste que sean impuntuales. Eso es algo que no tolero en ningún tipo de situación

Todos estamos en silencio observando de Jazmín a Bash.

–Sólo se demoraron unos diez minutos y estamos bien en hora. Ya están prácticamente listos para el programa. Esto te lo digo como un consejo y quiero que sepas que admiro mucho tu trabajo como su representante, pero deberías tomártelo con más calma y relajarte un poco más

Por la expresión que pone Bash, veo que no le gustó para nada ese comentario. Yo se lo suelo decir a menudo porque es verdad. Y no soy la única en notarlo.

–Gracias por el consejo que no te pedí Jazmín, y así como me diste uno, yo te daré el mío. Si tú dices que me hace falta relajarme más, entonces te aconsejo que te tomes más enserio tu trabajo, porque tus chicos sí tienen potencial y podrían llegar más lejos con alguien que si esté capacitado para un trabajo así

Siento la necesidad de defender a Jazmín, porque las palabras de Bash fueron muy duras con ella y creo que tiene ganas de llorar. Estamos a unos diez minutos para que empiece el programa y Bash había convocado una pequeña reunión que ahora se salió de control.

Jazmín lo observa con algo de rabia y tristeza y se va de la sala, seguida por uno de los guardaespaldas de los chicos, pero ahora no recuerdo su nombre.

–Ten cuidado en cómo te diriges a Jazzy, porque es una de las mujeres más fuertes y trabajadoras que conozco. Su padre fue quien la incentivó a que tomara este puesto como nuestra representante y lamentablemente falleció hace poco. Le acabas de decir que no se toma su trabajo enserio cuando en este momento se está perdiendo el funeral de su padre porque quiere estar aquí con nosotros. Tú me caes muy bien Sebastian, lo digo de verdad, pero no quiero que le vuelvas a hablar así a Jazzy. La quiero como a una hermana y no merecía recibir esas palabras. Si nosotros no somos tan conocidos como One Dream, es únicamente por nosotros, no es culpa de ella.

Luego de que Connor termine de hablar, se va en dirección hacia donde caminó Jazzy y los chicos lo siguen sin dirigirle ni una sola mirada a Bash. Y yo me siento mucho peor ahora.

–Creo que metiste la pata hasta el fondo Bash –es lo único que se me ocurre decir

–Lo sé, me acabo de dar cuenta –responde mirando hacia donde están los chicos con Jazmín

– ¿Vas a solucionarlo, verdad? –pregunta Lindsay

–Sí, iré a hablar con ella. Ustedes no se preocupen, lo arreglaré. No sé qué es lo que me pasó, no suelo reaccionar así y ella no tiene la culpa

Una vez que nos llaman para que estemos listos, los chicos aparecen y asienten con la cabeza a lo que sea que les estén diciendo. Luego sonríen o eso intentan, porque está claro que lo deben estar pasando mal por Jazmín, pero eso es algo que nadie debe saber y también nos ha pasado a nosotras varias veces.

En cuanto el programa sale al aire y las cámaras nos enfocan, pareciera que no hubiera habido una discusión hace unos minutos. Porque las cosas funcionan así en nuestro mundo. 

JAZMÍN

Una vez que me encierro en uno de los camerinos y no hay nadie conmigo, permito que salgan las lágrimas. Estoy harta de fingir que estoy bien cuando es obvio que no lo estoy.

¿Por qué Sebastian fue tan hiriente conmigo? Yo jamás he sido así con él, yo lo admiro y es por eso que he enviado correo tras correo para poder comunicarme con él y tener la oportunidad de hacer esta colaboración con One Dream y los chicos y ahora me arrepiento.

¿Enserio seré mala en mi trabajo?

No era lo que soñaba ser de pequeña, ni siquiera me consideraba fanática de la música, pero mi padre trabajaba representando bandas y cuando vi el programa donde aparecían los chicos vi su potencial y quería que mi padre estuviera orgulloso de mí. He seguido sus pasos y él estaba feliz por mí, pero ¿lo he hecho siquiera bien?

¿Por qué no puedo hacer nada bien? De un tiempo para acá me siento tan inútil y cansada. Y quise morirme en cuanto mi mamá me llamó y me contó lo que había pasado y quise ir a verlo, aunque ya no estuviera aquí para cuando llegara.

Mi padre tuvo un accidente en auto y los médicos no pudieron hacer nada por ayudarlo, cuando llegó al hospital ya era tarde. Los chicos me dijeron que vaya, que ellos estarían bien solos, pero no quise. Mi padre siempre me dijo que el trabajo va primero y sé que él hubiera tomado la misma decisión que yo.

Se hubiera quedado.

Varias veces se perdía mis presentaciones en colegio por estar trabajando, él adoraba la música y yo quería hacerlo feliz.

Cuando escucho que tocan la puerta, espero que sea Steve, es el único que podría hacerme sentir bien en este momento, pero cuando veo a Sebastian luciendo arrepentido, quiero cerrarle la puerta en la cara por todo lo que me dijo.

– ¿Podemos conversar? Sólo será un momento

Me hago a un lado y lo dejo pasar. Aunque lo último que quiero es verlo.

– ¿Qué quieres?

–Lo lamento mucho Jazmín, yo no sabía lo que había ocurrido con tu padre...

Sus palabras solo hacen que quiera llorar más, pero trato de aguantar las lágrimas. No pienso llorar frente a él.

–Está bien, a lo mejor me hace bien oír la verdad de una vez por todas. No sirvo para esto, no sé en qué estaba pensando cuando decidí aceptar este trabajo

– ¡No! No lo decía enserio, estaba molesto y sólo lo pagué contigo porque dijiste que me debía relajar más. Todo el tiempo bromean sobre eso: "Bash, debes relajarte más" "¿Porque siempre eres tan amargado?" Todo el tiempo lo oigo y me molesta y ahora simplemente exploté contra ti, pero no creo ni una sola palabra de lo que te dije.

No le creo, él lucía muy seguro cuando me lo dijo. Seguro mi padre también lo creía en secreto, porque jamás pude encontrar mi verdadera vocación. Intenté hacerlo feliz y he intentado llevar a los chicos a la cima, pero ¿para qué?

Tal vez ellos estarían mejor con alguien más capacitado que yo, alguien que de verdad se tome en serio este trabajo.

–Si terminaste de hablar, puedes irte. Quiero estar sola.

–Jazmín... me siento horrible, no sabes lo que daría por poder volver atrás y actuar de otra forma, lo siento de verdad –suena desesperado porque le crea

Mi visión se vuelve a nublar y sin poder evitarlo, vuelvo a llorar. Siento que se acerca a mí y me abraza, pero yo no hago nada por acercarlo a mí. No lo quiero cerca.

Hubo un tiempo en el que creí que estábamos empezando a ser amigos, pero luego él tuvo un cambio drástico conmigo y se cerró. No sé qué le pasó, pero ya no nos juntábamos a comer ni hablábamos de los chicos, todo era trabajo y más trabajo. Así que nos alejamos y ahora me hace esto.

No lo entiendo, de verdad que no lo hago. Jamás le hice nada para que se enfureciera así conmigo.

–Jazzy, por favor... me rompe verte así –pasa sus pulgares por mis mejillas y va quitando mis lágrimas de a poco

– ¿Por qué me alejaste de ti? Creí... creí que podríamos haber sido amigos –mi voz sale entrecortada por el llanto, pero creo que me escuchó bien

–Porque soy un idiota Jazzy, por eso. No tengo otra explicación que ofrecerte, no supe separar bien las cosas y... creo que me gustas.

No.

No pude haber escuchado bien.

Sebastian tiene que estar mintiendo.

Yo le dije que sólo podía brindarle mi amistad, nada más.

Sebastian no despega su mirada de la mía y me sonríe apenado, como si supiera en lo que estoy pensando o mejor dicho en quién estoy pensando.

–Me gustas Jazmín, por eso me alejé de ti. ¿Cómo no iba a hacerlo? Si tú eres todo lo que yo no, divertida, alegre, espontánea, dedicada y si hubieras escuchado la forma en que Connor te defendió y cómo me habló... Sé nota que ellos también te quieren y eso es admirable

No sé qué hacer, ahora mismo soy una combinación de miedo, rabia, tristeza... Son muchas emociones juntas y ninguna es alegría por lo que acaba de decirme, porque no puedo salir con él.

Le tengo cariño a Sebastian y me hubiera encantado ser amigos, pero no me gusta de esa forma.

–Sebastian, yo...

–No es necesario que lo digas, sé que no es correspondido... –detecto un poco de tristeza en sus ojos y me siento fatal por causarle eso

Mi situación sentimental es un caos ahora mismo, aunque siempre ha sido así. Y no creo que en algún momento algo vaya a cambiar, al menos no mientras él siga estando aquí.

Porque a pesar de los años que han pasado siempre ha sido Steve, aunque él no quiera dar ese paso conmigo y diga que no quiere arruinar las cosas entre nosotros, porque teme ser como su padre.

Siempre he estado enamorada de mi mejor amigo y no creo que eso vaya a cambiar.