Capítulo 2: Él siempre me hacía reír

Màu nền
Font chữ
Font size
Chiều cao dòng


OCTAVIA


Sin pensar mucho en lo que hago, le envío un mensaje:


 Lili: A veces me habría gustado ser hija única. Los hermanos menores no deberían existir 😞


Sólo debo esperar unos segundos y obtengo su respuesta:


James: Hey, yo también soy un hermano menor. Pero supongo que lo dices por algo puntual. ¿Puedo saber qué ocurrió? ​👀​

Lili: Digamos que... se metió en mis cosas sin permiso y me avergonzó con una persona, aunque nada que no se pueda solucionar... eso espero

James: Bueno, ahora entiendo tu mensaje. Y tienes un poco de razón.

Lili: ¿Sólo un "poco"?

James: Mucha razón, pero seguro en unos años más lo encontrarás divertido


Termino sonriendo un poco, porque ¿qué puedo hacer ahora? Gabe ya le envío el mensaje a Jesse y él ya lo leyó. Y como no estoy dispuesta a entrar en sus juegos ahora, no veré su respuesta.

Conocí a James, mediante una aplicación para conocer gente. Es la misma aplicación en donde Blair, una de mis amigas. Conoció a su actual novio, Caden.

Y yo tenía curiosidad, así que me cree un perfil falso, con información falsa, por supuesto. Y desde hace una semana más o menos he entablado una amistad con James.

Me puse Lili como nombre, porque mi segundo nombre es Liliana, el mismo nombre que tiene mi madre. Se nota que no se esforzaron mucho con este, aunque no puedo quejarme, no conozco a muchas chicas que se llamen como yo y eso me gusta.

Por ahora James se ha mostrado agradable y divertido. Además aún no ha hecho comentarios desagradables o insinuaciones sexuales, como otros tipos lo han hecho. Así que seguimos conversando un poco más hasta que me vence el sueño.


(...)


–Octavia...

Es su voz, la reconocería donde fuera.

– ¿Jason...?

Cuando logro verlo a sólo unos pasos de mí, sonriendo como siempre, es casi como si nunca se hubiera ido. Siento el impulso de ir a abrazarlo, pero me detengo porque tengo miedo de que vuelva a irse.

Siempre desaparece cuando estoy a punto de tocarlo.

– ¿Eres tú? –él me observa con una sonrisa apenada como si supiera lo que estoy pensando

Siempre fue así entre nosotros, él me comprendía mejor que nadie, incluso mejor que yo misma.

Estuvo en mis buenos momentos y me apoyo en los malos.

–Lo siento. Enserio lo siento mucho. Tendría que haber hecho más por ti. Sé que pude haber hecho más y entonces estarías aquí conmigo y yo no estaría tan... sola

Me acerco unos pasos más a él, intentando mantener algo de distancia, pero lo extraño tanto...

–Nada de esto es culpa tuya

Y en un parpadeo se desvanece. Hace unos segundos estaba ahí parado y ahora ya no hay nadie y yo no puedo hacer otra cosa más que llorar.

No importa cuántas veces me digan que no pude haber hecho nada más, salvo acompañarlo en sus últimos días, porque si algo he aprendido es que siempre se puede hacer algo más. Tendría que haberle dicho cuanto lo quería, que era mi mejor amigo y que lo necesitaba. Que jamás encontraré a alguien que me haga sentir así de bien.

Así de querida y de comprendida.

La vida es tan injusta, porque me quitó a una de las personas que más he querido y por la que haría cualquier cosa a la vez que ocurría uno de los sucesos que cambiaría mi vida para siempre.

Cuando abro mis ojos y veo que aún es de noche, me pongo a anotar algunas ideas que se me vienen a la mente. No sé si podría servir para alguna canción, pero tengo que deshacerme de este sentimiento de culpabilidad que llevo conmigo a todas partes.

Al parecer será una noche larga.


(...)


–Parece que alguien tuvo una mala noche, pareces un zombie –dice Gabe

–Tú todos los días pareces uno y nadie te dice nada –responde papá con una sonrisa

Yo sonrío en respuesta y tomo asiento para comer algo.

–Pues que sepan que mi palidez es uno de mis encantos, ¿cierto mamá?

–Claro, cariño. Pero no molestes a tu hermana. Tiene que descansar mucho para luego dar los mejores conciertos junto a las chicas.

–Y chicos... que no se les olviden que tienen "invitados especiales". Me parece que mi hermana tiene interés en uno de ellos...

Es oficial, Gabe es hombre muerto.

Papá me observa esperando algo que me delate, para mi fortuna soy buena disimulando o eso creo.

– ¿Enserio, quién? –pregunta mamá luciendo sorprendida

–Ya conocen a Gabe, le gusta molestar. Lo cierto es que ninguno de ellos llama mi atención, pero no mentí cuando dije que son amables y talentosos. Seguro nos irá muy bien en la gira

Con eso, mi padre se relaja y empieza a hacerle preguntas a Gabe sobre no sé qué. Lo cierto es que estoy pensando en cómo devolverle la broma a mi querido hermanito, porque esto no se quedará así.


(...)


James: ¿Puedo pedirte un consejo? Claro, si es que tienes tiempo...

Lili: Tengo tiempo, puedes contarme lo que sea. He visto series de todo tipo y seguro que puedo ayudarte con cualquier cosa 👍

James: Bien, es sobre una chica. Y antes de que me lo preguntes. No estoy saliendo con nadie y esta chica, según tengo entendido tampoco...

Lili: Muy bien, continúa

James: Bueno, esta chica... digamos que nos atraemos. Incluso aunque sé que no lo admitiría abiertamente. Hemos tenido algunos ¿encuentros? Por así decirlo...

Lili: ¿Te refieres al sexo? Es normal James, no te preocupes

James: Algo así, la cosa es que ella no me ha hablado desde eso. ¿Crees que vale la pena seguir insistiendo o debería pasar página?

Lili: Por lo que veo a ambos les ha gustado ese tipo de encuentros, ya que hablaste en plural... Creo que sería una buena idea que lo hablaran y dejaran las cosas claras, a lo mejor podrían seguir divirtiéndose  

James: Yo también había pensado algo similar. Gracias Lili

Lili: Espero que resulte todo bien con la chica misteriosa, porque supongo que no me dirás su nombre, ¿o sí?

James: Tienes razón, no te lo diré  🤐​


Converso un poco más con James, esperando que le vaya bien con esta chica. A pesar de que no lo conozco físicamente, por lo que hemos conversado, me parece un gran chico. Que yo no esté dispuesta a tener alguna historia épica de amor, no significa que los demás no puedan hacerlo.

A veces creo que el amor no está hecho para ciertas personas y yo no tengo problema en ser una de ellas. Soy feliz con mi vida justo así.

Una vez que termino de hablar con James, decido que es hora de ir a ver a Jason.

Han pasado dos días desde que llegué a casa y ya va siendo tiempo de que vaya al cementerio de la ciudad.


(...)


 Sé que tengo guardaespaldas, y ahora mismo hay por lo menos tres aquí en el cementerio. Intenté no llamar mucho la atención con la ropa, pero uno nunca sabe.

Me detengo ante la lápida de Jason y la observo un momento. Me reconforta saber que al menos tiene sus flores favoritas y que está bien cuidada.

No me quiero ni imaginar cuanto tiempo pasarán aquí sus padres o Matt.

Miro a mi alrededor y aprovechando que no hay nadie tan cerca de mí, empiezo a hablar:

–Jason... lamento no haber venido antes... ya debes de imaginar que el cementerio no es mi lugar favorito... te empezaré a contar algunas cosas que me han pasado desde la última vez que hablé contigo...

Empiezo a enumerar algunas situaciones que involucran a las chicas, mis padres y hasta Gabe.

Las aventuras que he tenido con algunos chicos, las dejó para mí, pues por lo general son desconocidos. Así que no tienen importancia en mi vida.

Hasta que mi mente me lleva a pensar en Jesse y en el mensaje que le envío Gabe en mi nombre.

Sin duda no tengo muy claro lo que haré respecto a él, pero por ahora me va muy bien ignorándolo. Así que no debo preocuparme por nada hasta ahora.

Cuando termino de hablar, imagino que en vez de estar al lado de su lápida, él está a mi lado haciéndome compañía.

Tal vez en otra situación, estaríamos mirando una película de acción como las que le gustaban o quizás besándonos. Cuando dimos el paso de ser amigos a ser novios, sentía nervios al inicio, pero él me hacía saber que con sólo ser yo, era suficiente.

También adoraba su sentido del humor, a veces decía cualquier estupidez sólo para hacerme reír. Para los demás, él simplemente era el chico que aguantaba mis berrinches, sólo yo tenía el privilegio de conocer ese lado de él más espontáneo y travieso.

Y me encantaba oírlo decirme esos chistes tan aburridos de toc, toc. Eran tan malos que finalmente daban risa por lo malos que eran.

Esa era una de las cosas que más me gustaban de él. Su forma de ver la vida tan optimista y su sentido del humor. Siempre conseguía hacerme reír, incluso cuando yo estaba molesta o triste.

–No te haces una idea de la falta que me haces... –digo con un hilo de voz

Me quedo haciéndole compañía, hasta que se hace tarde y Dave, uno de los guardaespaldas que tenemos, me viene a buscar.


Bạn đang đọc truyện trên: Truyen2U.Pro