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Yoongi dejó de triturar el trozo de fruta y miró confundido a quien tenía frente a él. ¿Había escuchado bien?


— ¿Qué dijiste?


— ¿Decir qué? Yo no dije nada Yoongi — Jimin achinó sus ojos en un sonrisa, el brillo de estos se había escondido por unos segundos tras aquella dulce mueca, colocó sus manos de apoyo para su rostro y le miró terminar de masticar aquel bocado con suma confusión.


El aludido al verse confundido negó con la cabeza, quizás había escuchado mal, seguramente había sido eso y ahora estaría viéndose como un idiota frente al de los ojos marrones.


— ¿Sabe bien? — Jimin cambió el tema con una pregunta casual, sus pies temblaban y se sintió un niño tonto al haber preguntado aquello, quizás Yoongi pensaría que era un acosador.


—Hacía mucho que no probaba unos hot cakes tan buenos como los de mi mamá... Gracias.


Le fue inevitable controlar su emoción, se obligó a contener aquella felicidad, el reflejo de aquello se vio en sus mejillas abultadas que, poco a poco y parsimoniosamente se tornaban coloradas.


— ¿Estás estudiando la universidad Yoongi? No lo creo, te ves menor que yo — Yoongi tragó el bocado difícilmente, agachó su mirada y jugó tranquilo con las migas del plato.


—Estudio la carrera de Derecho — ¿por qué aquella exclamación había sonado tan vacía y dolorosa? Cada palabra le lastimaba el pecho y le llenaba de agobio el estómago.


—Debe de ser muy interesante... yo estoy estudiando artes visuales — por el contrario, aquella oración salida de los labios de Jimin sonaba tan alegre y armoniosa, Yoongi le miró, aquel estaba entusiasmado por tan solo decir esas dos palabras que, sintió como la envidia le carcomía el cuerpo poco a poco. Aventó el tenedor haciéndolo resonar contra la fina cerámica de la bajilla y levantó las cejas en desaprobación.


— ¿Me has escuchado que he preguntado? — La sonrisa que se había formado cayó de pronto, Jimin miró a Yoongi por unos segundos dudando si debía hablar o si debía pedir disculpas, rascó su cuello y sonrió de nuevo.


—Lo siento, ¿puedo preguntar tu edad? — Yoongi solo lo miró de nuevo por solo segundos.


Tengo veintiuno.


— ¡Hyung! — Jimin estiró sus brazos hacía arriba agitándolos de un lado a otro —, creí que eras menor que yo, tengo dieciocho. — Yoongi asintió lentamente dándole poca importancia a las palabras del menor —. Hyung, ¿puedo tener tu número de celular?


—No... — Jimin hizo un puchero y suspiró profundo y después le enseño su sonrisa.


—Está bien Hyung, lamento si le incomodé — Jimin se levantó de la silla y miró a Yoongi —, ya fui muy inoportuno por hoy, es hora de irme.


—Si es lo mejor. —Yoongi también se levantó de la silla y acompaño a Park hasta la puerta —. Gracias por lo que hiciste, no debiste hacerlo, me gustaría pagar por tu trabajo pero por ahora no tengo ni una sola moneda.


Jimin negó un par de veces, no quería que pensara que aquello había sido por un interés económico.


—No hyung, no me malinterprete, soy quien le agradece que me permitiera pasar la noche aquí, también agradezco su compañía.


Yoongi sintió como su cuerpo se tensaba desde los pies hasta sus hombros, sin darse cuenta sus mejillas se tornaron rosas y decidió que lo mejor era comenzar a cerrar la puerta.


Hasta pronto hyung — Jimin sonrió cuando la puerta por fin había quedado cerrada completamente, su corazón bombeaba sangre a mil por hora, metió sus manos a los bolsillos y caminó con la felicidad desbordándose a cada paso.


Aquella sonrisa no fue borrada en ningún momento, sus manos sostenían el pasaje del tren, sus acciones se limitaban en mirar aquel trozo de papel con una sonrisa de oreja a oreja, después de mirar aquel papel, miraba hacía las vías del tren esperando a que este llegara pronto. Su piel se achinaba cuando recordaba la voz de Yoongi, nunca se imaginó que la voz de aquel fuera de ese grosor, se sintió avergonzado por su mismo actuar, negó un par de veces y el tren se detuvo frente a él.

Sus pasos se elevaban uno a uno recorriendo el camino que lo separaba del vagón, como era de esperarse, eligió el lugar que Yoongi elegiría, miró por la ventana y sonrió...

Yoongi se había quedado por unos segundos parado frente a su puerta, no supo qué demonios había sucedido, rodó los ojos y se giró para ver la limpieza en aquel lugar, se sintió frustrado de nuevo y fue a la comodidad y seguridad que le ofrecía su cama. Tomó sus rodillas llevándolas a su pecho y cerró los ojos, solo quería dejar de pensar en los problemas que cargaba sobre su espalda.

Lo odiaba, odiaba ser el único imbécil que no sabía realmente lo que quería, se sentía un verdadero inútil, detestaba incluso el poder llenar sus pulmones con el aire tan pesado.

En su pensamiento, vino aquella escena de Jimin diciendo sonriente la carrera que estaba estudiando, ¿qué es lo que tenía que hacer para disfrutar así de su carrera universitaria? Ya habían pasado meses, incluso años sin poder tomarle un afecto a dicha carrera, era todo lo contrario, cada día le odiaba más y sobre todo cuando no entendía lo que el mismo estaba escribiendo para poder entregar una tarea. Era detestable...

Cada día fortalecía más las cadenas que lo tenían cautivo en aquella jaula que no le dejaría libre hasta tener en las manos el título universitario que tanto esperaban sus padres... Jaló sus cabellos y con la misma frustración se dio un levantón de la cama, tomó uno de sus libros de leyes y se dedicó a leerlo, cada palabra, cada párrafo era tan confuso para él, parecería que aquello estaba escrito en un idioma distinto al suyo, su cabeza estallaba, se levantó irritado de su silla y caminó en círculo como una fiera jalando sus cabellos lleno de frustración... La ira contenida en su pequeño cuerpo logró salir colándose en pequeñas lágrimas que caían de sus ojos, sin poder evitarlo se desplomó de rodillas sobre el suelo... ¿Cuántas veces tendría que pasar por lo mismo?

Limpió aquellas patéticas lágrimas y se levantó del suelo yendo de nuevo a su silla, tomó de nuevo el libro y lo leyó una vez más. Todo su esfuerzo sobre humano se vio interrumpido por una estúpida notificación, un molesto ruido agudo que provenía de aquel aparato, miró molesto en dirección a la cama y fue a tomar su teléfono celular, se sentó en la silla y miró la pantalla, ¿tenía un mensaje? Leyó el nombre del usuario con toda confusión.


— ¿Jimin-shi?... ¡¿Qué mierda?!


  🍃Polvo Estelar🍃 

Buenos días para todos...
Menos a los que hablan Ingles 7n7...
Para ellos es Guds moining~

*inserte la voz del Jimino*

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