CAPÍTULO 1: ALINA, OWEN, DOMÉNICO.

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 Siento la brisa de otoño acariciar mi rostro, mueve la falda de mi vestido rosado junto con la capa color vino y ondea mi largo cabello rojizo.

Estoy caminando por el Gran canal de la ciudad de Shappirus. Es la zona comercial de la ciudad por el enorme río Nereida que desembarca al océano Phila, hay una gran cantidad de muelles donde las góndolas se desplazan por el gran río. 

Las góndolas son una especie de botes que son el único medio de transporte que circula a nivel interno de la ciudad. A lo largo de la ciudad  hay canales de ríos por los que las personas se transportan y los puentes es una forma de unir las manzanas, cada puente en forma de arco tiene adornos en forma de olas y ostras oceánicas.

Shappirus es un conjunto de archipiélagos y el río Nereida se divide en deltas que va al océano. Para salir de la ciudad se navegan medianos barcos de madera de velas y unos pocos barcos que se movilizan con vapor. En esos buques llegan personas  y criaturas a recorrer la.ciudad. Hay grandes puentes con diseños marinos desde olas de mar, los bordes estan descorados con ostras de piedra. Esos puentes unen a las dos partes de la ciudad ubicados en el río.

El gran canal también es un punto clave de reuniones entre los seres humanos y las criaturas fantásticas marítimas como las sirenas y los tritones. Él día de hoy los veo a lo largo de los muelles de la ciudad tomando el sol y conversando con alguna persona que pasa por ahí. Otros salen del mar y levitan con sus manos una enorme burbuja de agua que trae retenida en su interior muchos productos del océano. Entre ellos veo que son plantas y minerales que son difíciles de conseguir los cuales están la plata blanca, oro azul que se ubica al fondo del océano, muchos arrecifes de corral que sirve para muchas pociones y polvo de mar. A cambio los humanos compartían sus plantas y minerales con ellas. 

También la mayoría de los locales comerciales desde comidas, ropa, joyería, artículos de magia. Sigo emocionada mi camino viendo el animado panorama del canal. Sobre todo en los balcones de las casas hay plantadas cientos de rosas de cristal que brillan en el sol.

Estoy feliz porque vamos a festejar el cumpleaños número dieciséis de Alina. Entro a la tienda de pociones  y le compro una poción de suerte junto con un perfume de lirio de agua. Los envuelve y me lo entrega.

Dos días regresaré a clases con Owen para segundo año de preparatoria tengo quince años. Hay la posibilidad de la suspensión de las clases, con temor de que los rumores que se esparcen por todo Shappirus. Sea trata sobre una posible invasión de Mammón a Zafeíri. Sus gobernantes conquistaron en sesenta años algunas naciones, es mi mayor fuente de preocupación. 

Escucho a las personas que pasan conmigo comentar ahora sus ojos en el reino de Zafeíri por la cantidad interminable de agua, los minerales y las gemas que dan tales poderes a las personas.

Las personas que pasaban me miraban con curiosidad y recelo, me acostumbre. Es por mi apariencia; tengo un largo cabello rojizo, piel clara y ojos verdes, apariencia física que no es común en Shappirus.

"Solo espero solo sea un rumor y vuelva todo a la normalidad". Con esos pensamientos me siento en una de las bancas de la plaza bajo un majestuoso árbol de roble que hacía sombra, mientras espero a Owen tanto como a Alina con quienes organizamos por medio de cartas una pequeña reunión de Amigos para tomar un café. Mis padres me permitieron dos horas, porque después a las tres de la tarde es el toque de queda decretado por el gobierno.

 El cielo se halla algo soleado para ser otoño es algo bueno ver el sol calentar el lugar con sus rayos. Un par de hojas secas se desprenden de un árbol de roble y caen al suelo uniéndose a una capa pequeña capa de hojarasca en el suelo, con mis ojos sigo viendo el montón de hojas secas.  

— ¡Hola, Henria no sabía que las hojas te interesan! — me saluda alguien familiar en voz alta.

Yo termino asustada que casi termino siento que mi alma sale del cuerpo por la repentina aparición de una persona la cual reconozco desde que tengo infancia, levanto la vista y en definitiva es mi amigo Owen quien estaba sentado alado mío.

— ¡Owen es no es divertido! — le digo finjiendo estar enojada, después con respirar profundo me calmo y decido preguntarle por curiosidad hace que tiempo ha llegado —  ¿Cuánto tiempo estás sentado? — le pregunto con curiosidad.

— Hace 80 años — me contesta divertido—  Ñe mentira, hace cinco minutos y Recién me entero que te gustan las hojas — añade con burla.

Owen en si creo exagera mucho, es imposible que mire algo en diez minutos yo no puedo creer   para mi realmente eran segundos. Me molesta en absoluto y tengo ganas de gritarle y reprenderlo por no avisarme con anticipación. Pero lo mejor sería mantener la compostura o caso contrario seremos el foco de atención de las personas que estamos en el parque y terminaríamos en grandes problemas. 

O  tal vez tenga razón, según mi familia, mis hermanos, mis padres cuentan que mi cabeza siempre esta en las nubes o estoy despistada, eso sucede desde que tenía diez años en algún momento se poner la atención en algo y siempre me distraigo en cosas insignificantes como las, las hojas, el movimiento de las flores como si tuviera la sensación de buscar algo. Owen tiene razón y es un error que tengo que aceptar y tratar de dejar de hacer esa costumbre.

— Yo no creo que esté así por las hojas sino por el nuevo rumor de guerra de que Kaskabal mande todo su ejercito a atacarnos juntos con sus  orcos  y magos oscuros — resoplé en voz baja  a mi amigo con una sonrisa sarcástica mientras lo miraba con diversión.

— Sabemos que siempre hemos vivido con rumores, de que ese reino nos quiere atacar, pero mira hasta ahora nadie a atacarnos, debes dejar de preocuparte por cosas que nunca van a suceder — me reprendió mi amigo Owen con total preocupación con un fuerte suspiro —  O lo peor vas a tener canas blancas antes de edad.

 — Pues Owen debemos entender el contexto, hasta ahora nadie sabe de los reinos que Kaskabal conquisto, la única fuente de información que tenemos aquí son refugiados a menos.que quieras ir allá, pero ellos ni medio pongamos.un pie su oscuridad nos destruirá — le contestó en voz baja a Owen con molestia y giro los ojos con sarcasmo y suspiro.

 —Solo lo hago por tu bien amiga, quisiera verte libre y feliz con la personas que amas libre de problemas por simples rumores y vive el presenta — replica  Owen preocupado mientras se levanta de su puesto.

— Te entiendo, muchas gracias por ser mi amigo  — le digo un poco más tranquila.

Tras escucharlas Owen se relaja  y veo sus facciones más suavizadas, después de unos minutos nos reímos un rato por el inconveniente y me siento aliviada al saber que las personas que estaban en la plaza no nos tomaron en cuenta y siguieron sus caminos.

Owen Montana es un chico de ojos miel de mi misma edad, tranquilo no vive estresado por el contrario hace bromas, es muy despreocupado e impulsivo. Aún, su tez  canela es común de una persona de Zafeíri, su cabello es castaño oscuro, lleva un traje de color habano y camisa blanca. Hablando de su personalidad es divertida, extrovertido, se preocupa por las personas apreciadas para el. Tanto él y yo llevamos una amistad  desde que tengo diez años  y me considera como su hermana menor, lo que me molesta un poco. Al igual que yo trae un paquete envuelto.

Antes de poder responder a Owen, puedo observar a la distancia como un par de cuadras entre las personas a un chico y una chica corriendo lo más rápido posible una detrás de otra, los rayos del sol no nos permiten ver con claridad, pero sabemos quienes son las personas Alina y su hermano gemelo Doménico quien ha de estar cuidando a su hermana.

— Al menos vamos a tener componía más de las pedida — dice Owen temblando con una sonrisa.

 — Lo malo es este ambiente tenso de rumores  — resoplo molesta frunciendo el ceño ligeramente y  evitó que Owen se sienta molesto, aún así el tiene razón en cumplir su deber porque todo hermano mayor cuida de los menores en especial si van a tierras desconocidas.

— No crees que será demasiado aguafiestas Doménico... — trata Owen de criticar a su hermano, pero le interrumpo con un codazo en el brazo y  le indico la señal de silencio con el dedo, agradezco a Natura de que el lo haya comprendido de forma rápida.

— ¡Chicos! — exclama a lo lejos la dulce y melodiosa voz de Alina Soren.

Los ojos azules de Alina brillan de alegría, ella corría tan rápido levantando la falda de su vestido, llevaba su cabello rubio hecho trenza cascada y el resto lo dejaba suelto y ondeaba con el viento, en su cuello reposaba un collar de perlas con una ostra blanca. Tras ella iba su hermano Doménico Soren quien es diferente de su hermana.

El chico tenía un aura de responsabilidad, mira con desconfianza alrededor. Alina y Doménico son gemelos de origen extrangero. Ellos tienen nuestra misma edad.

A diferencia de los ojos de Alina, los Ojos azules profundos de Doménico mostraba seriedad e iba de forma cautelosa. El chico rubio lleva un terno de color azul y su cabello iba peinado hacia atrás. 

Doménico quien mostraba señales de cansancio alcanzó a Alina y le sujeto con suavidad el brazo. El mayor con un semblante serio y preocupado habló con Alina, pero por la distancia que no podíamos escuchar lo que decían, la menor tensó su expresión relajada y le dijo algo a su hermano quien parecía no estar de acuerdo con lo dijo su hermana y a pesar de todo la siguió apoyando. Ellos se dirigieron a nosotros y él tuvo que seguir a Alina sin opción.

— Lamento la demora amigos — se disculpo ella con una sonrisa en su rostro acercándose tras saludarnos.

 — No hay problema — le tranquiliza Owen con dulzura en voz alta,  su rostro estaba un poco sonrojado — ¡Feliz cumpleaños! 

 — ¡Feliz cumpleaños Alina!  — exclamé y le entregué mi obsequio junto con Owen y la abrace con fuerza.

— Gracias — replica Alina mientras ocultaba su rostro sonrojado de vergüenza.

Doménico nos saluda  y se acerca de forma disimulada a mi lado con su rostro un poco más relajado y empieza a analizar el ambiente. Me intimida un poco debido a que es un poco más alto que Owen y tiene una fuerza un poco más desarrollada. Yo tan solo trago saliva y cierro las manos en un puño por nervios.

— Mejor deberíamos estar en casa pueda que alguien quiera hacernos daño  — interviene Doménico.

— ¡Somos amigos y nos cuidamos entre todos! — Exclama Owen con confianza y muy entusiasta.

—Así es — me uno a apoyar a Owen con una sonrisa nerviosa.

—Si se chicos — dice Doménico hablando lo más bajo bajo posible y un poco agobiado mientras pone una mano en su frente — lo que me preocupa es que algo malo nos suceda debido, sabes que algunas personas quieran hacernos daño porque somos del extinto reino de Solaris y quieran vender a mi hermana al mercado negro  — concluye Doménico. 

Nos quedamos en silencio, ya sabemos a lo que se refiera el chico. Doménico tiene razón, ellos son una las pocas personas que escaparon del reino de Solaris antes de que el ejercito de Kaskabal asediara ese reino hace trece años, los refugiados viven en el campo. Como hay un grupo de personas que son amables con los refugiados también existen los xenofóbicos.

— ¡No permitiré que nadie sea atacado, sobre todo no permitiré que toquen ni un solo pelo de Alina y si lo hacen sufriran las consecuencias! — comentó Owen enojado mientras fruncía el ceño sin su tono habitual de voz alegre que suele usar, casi gritando a los cuatro vientos.

— Owen baja la voz — yo le regaño, golpeando con cautela el hombro de Owen para que se de cuenta y no hable sabiendo en que las personas pueden escucharnos y delatar con las autoridades. 

— La gente nos podrán estar mirando en cualquier momento — susurrá Alina cruzando los brazos.

— ¿A que se refiere? — preguntó más asustada tratando de dirigir mi mirada a Doménico.

— En que hay rumores en el pueblo que los que se oponen al gobierno son detenidos y nadie sabe sobre ellos — contesta Doménico.

— No me importa que pase lo que, me preocupa que ustedes dos sobre todo Alina a quien le toca lidiar eso.  — comenta Owen con su rostro ligeramente sombrío de preocupación.

— Cambiando de tema para evitar dañar el día vamos por ende el cumpleaños de nuestra amiga vamos a la cafetería Creepe Cream, ellos venden el mejor café — propongo tratando de estar calmada  sin mostrarme asustada ante lo que sucede últimamente.

Todos aceptamos mi propuesta. Yo siempre improviso en las soluciones e ideas, soy de esas pocas personas que no tienen estructurado planes, inclusive el hermano de Alina aceptó mi proposición  de buena manera con una sonrisa apenas visible, por lo general el es de un semblante muy serio y centrado. En esta ocasión noto al rubio más tranquilo.

Los cuatro vamos juntos a la cafetería que estaba al frente escrito " Crepe Cream" con manuscrita, su puerta estaba abierta y en ella entraban los primeros clientes, yo voy alado de Alina y observo en que Owen cogió la mano de la joven mientras trata de tranquilizarla, después divisa un rosal de rosas, suelta la mano de la chica y coge un par de hermosas rosas de cristal y nos entrega tanto a Alina como a mi con amabilidad. Con temor de quedarme distraída de nuevo le entrego la rosa a Alina quien la acepto gustosa, ella empieza a mirar con interés el par de rosas. 

Doménico se une alado de Owen y conversan con él algo que no sabemos que es pero sabía a que se refería a Alina. Por que se que mi amigo se siente atraído por la rubia y tiene un interés amoroso en ella, posiblemente Doménico lo haya detectado y quiso hablar con mi amigo.

—¿De que estará hablando mi hermano con Owen? — pregunta Alina un poco confundida dirigiéndose a mi.

— Pues cosas de chicos — le contestó haciendo énfasis de que no debía intervenir en la conversa.

—Ojalá los acepte en especial a Owen — comenta Alina entusiasmada y llena de optimismo — es un chico genial cariñoso y fraternal con todos, sobre todo es amable conmigo a pesar de ser de la ciudad y muy caballeroso.

— Se que lo va a aceptar —replico tratando de tranquilizar a mi amiga poniendo una mano en su hombro — Tu hermano solo se preocupa por tu bienestar.

—Entiendo Henria, pero aún así quiero un futuro junto con Owen, escribir cuentos, tener veinte, casarme y formar una familia con él — continua Alina muy emocionada, contando sus planes de formar una familia. Después ella me mira con sus ojos azulados — ¿Henria has pensado alguna vez en tu futuro? — me preguntó.

La pregunta que me formuló Alina me dejo sorprendida, jamás me imagine como sería mi futuro. Lo único que pensaba en estos momentos es en el presente, jamás me imagino que mi destino sea algo inesperado.

— Aun no decido, Alina — le contesto sorprendida y nerviosa al mismo tiempo — jamás  me he imaginado algo parecido.

— No hay que preocuparse — me dice con tranquilidad y sostiene mi hombro con delicadeza— cuando estés lista Henria puedes iniciar en pensar en ese futuro y luego me cuentas.

— Lo tendré en mente — replico un poco dubitativa a mi amiga, pero para mi alivio ella no me hizo otra pregunta y solo sonrió.

Después de conversar. Owen vino un poco avergonzado con Doménico siguiéndonos, el chico rubio tenía la mirada un poco más relajada y una pequeña sonrisa. Los cuatro vamos a la cafetería contemplando la belleza de la plaza.

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