CAPÍTULO 6: PROMESA Y VIAJE

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— Yo me quiero quedar con ustedes , mis hermanos también quieren lo mismo — digo a mis padres preocupada.

— No puedes quedarte hija mía, estás es peligro junto con tus hermanos, es una situación de vida o muerte nosotros estaremos bien. Pero tienes que decirle a tus hermanos que van a ir de vacaciones a Hiperborea junto a las sirenas y los tritones — trató de calmar mi padre Eliseo.

— ¡Si sé! mamá y papá, pero no podre engañar a mis hermanos por mucho tiempo en especial yo también estoy dispuesta a luchar — trate de convencer a mis padres luciendo lo más valiente posible.

Mire fijamente con determinación, no me importaba el miedo en estos momentos, lo que me importaba era que no quería perder mi familia, no quiero verlos muertos no en este momento. Quiero compartir un día más con ellos. Apenas tengo quince cerca de cumplir los dieciséis. Aún no se si estaré lista para separarme de ellos.

Estoy en la estación ferroviaria de Shappirus, ubicada a lado este de ciudad, sus caminos se conectan a muchas ciudades dentro del reino incluida con las ciudades debajo de la superficie, Es  amplio el lugar tiene cuatro carriles de rieles donde pasa el sistema de ferrocarril, como dos amplios andenes de mármol color gris, un cobertizo de color azul transparente sostenido por columnas rectangulares con detalles plateados, el sol brilla sobre la superficie, tiene un extenso edificio de tres pisos de color azul y extenso. Uno de los sitios más visitados por las personas de Zafeíri es el reino Hiperbórea, donde viven las sirenas y los tritones ubicada a cincuenta metros de profundidad para mayor protección de los más jóvenes, los trenes usan hechizo de protección para evitar que el agua se filtre al interior de los vagones con magia y viene de regreso para las personas de regreso. 

El rey Benedito ha formado una alianza con la reina de Hiperbórea, Galatea para enviar a la población más joven como personas menores de dieciocho años a vivir en las profundidades del agua , hasta que la crisis sea solucionada, lejos de los campos de guerra y a la vez de sus familias. Se ha informado que Galatea también luchará con su milicia para proteger a su pueblo de las amenazas imperialistas. Esta ordenanza llego hace dos semanas

En cada Andén muchos niños y adolescentes se suben a los coches de pasajeros del tren, después de despedirse de sus padres levantan la mano. En la parte de atrás en los vagones colocan las maletas y equipajes grandes.

— Henria por favor, quiero que cuides a tus hermanos menores, ellos te necesitan en estos momentos tu eres la segunda hermana mayor de la casa, yo no puedo ir porque soy mayor de edad y tengo que cuidar de nuestros padres y también de los abuelos de tus amigos, además tienes a tus amigos y los tritones y sirenas son amables y hospitalarios — insiste mi hermano con amabilidad, muy estricto.

— ¡Pero apenas tengo quince años! — le exclamo asustada — ¡No quiero perderlos! — terminó desesperada aferrándome a su saco.

— No llores hermana, debes cumplir tus obligaciones con valor con valentía y con tu mejor sonrisa, no te escondas frente a cada dificultad yo se que tu eres capaz de superar todos tus obstáculos y brillaras ante tus logros, por lo tanto no huyas sino más bien enfrenta cada obstáculo — replica mi hermano sujetando con delicadeza mi rostro y sujeto su mano con fuerza luego se suelta.

 — Mi amada Henria, desde que acogimos junto a tu hermano en nuestro hogar, siempre han sido mis hijos desde que tenías seis años has vivido en nuestros corazones. Nuestro dioses nos van a proteger, aún si perecemos viviremos en los corazones de ustedes mis amados niños, no me importa el camino que elijas pero protege a tu familia — dice mi madre con una sonrisa rota.

Ella me envuelve con sus suaves y brazos. Yo también la abrazo con todas mis fuerzas junto a mi padre. También me despido de mi hermano Francesco entre sollozos. Desde la distancia miro a mis hermanos pequeños jugando con Alina y Owen junto a Doménico con grandes sonrisas en sus rostros. Ellos no saben que sus padres pueden morir en cualquier momento.

Mis hermanos menores  se acercan corriendo a una gran velocidad, Kanna y Alphonse me agarran de la cintura con fuerza entre risas.  Luego correan a abrazar a sus padres con sus manos pequeñas

— Muy bien niños el tren los va a llevar a Hiperbórea, donde viven las sirenas y tritones, tu hermana mayor los va llevar con ustedes porque se portaron bien mis angelitos — dice mi padre con una sonrisa

— ¡Asombroso, vamos a nadar con la sirenas y seremos sus amigos! — exclama Kanna gritando con los ojos brillantes de alegría.

—¡Le vamos a traer muchos recuerdos y conchas para comer todos juntos! — se le unía mi hermano Alphonse.

— Niños no sean malcriados y no salgan a la superficie hasta que vayamos a traerlos — aconseja Francesco a sus hermanos menores acariciando las cabelleras de color negro y castaño de Kanna y Alphonse.

— Francesco ni se que ocurra morir — me acerco a mi hermano mayor y le susurro molesta llamando la atención de Francesco.

— ¡Pues claro que volveremos por ustedes! — les calma mi madre Antonella.

Francesco  acaricia mi cabellera con fuerzas con su mano canela despeinando la trenza que me hizo Alina hago un puchero molesta y le quito la mano de mi cabeza, Yo intento despeinarle, pero Francesco es muy alto intento alcanzar su cabeza y no pude hasta que me rendí  y le doy un fuerte abrazo, mi hermano corresponde mi abrazo y nos unimos entre risas con Kanna y Alphonse. Mis padres nos abrazaron con fuerzas expresando todo su amor.

Siento el calor familiar, me reconforto con el suave calor que dan sus cuerpos, puedo escuchar el latir de los corazones de mis tres hermanos y mis padres adoptivos, no me importan que sea de sangre o no pero es la primera familia que tengo. Mi hermano junto a mis padres se separan de nosotros. Yo llevo mi maleta y la de mis hermanos junto con Alina, Doménico y Owen con sus hermanos pequeños entramos a uno de los coches de pasajeros con nuestros tickets.

El interior es bien acogedor, hay muchos asientos distribuidos de color azul, las paredes son de madera rojiza lacada y cada parte del coche esta decorado con elegancia y un agradable en cada mesa había un florero con rosas de cristal. Elegimos unas butacas ubicadas en la mitad de la estación del tren, acomodamos nuestras maletas donde llevábamos ropa para mudarnos y nos sentamos en los cómodos sillones.

Más niños y adolescente suben también y se sientan en cada uno de cada sofá azul de forma ordenada con la ayuda del personal. Kanna y Alphonse se fueron a jugar con sus amigos de curso en otros asientos con sus juguetes muy felices.

Alina y Doménico se mostraba muy apenados por dejar a su abuelos a la deriva se sentaron, estuvimos en silencio hasta que la locomotora empezó a moverse el tren comienza a moverse dejando atrás la estación y comienza avanzar en un suave tintineo. Ninguno de los cuatro dijimos una palabra, desde la ventana se podía ver el bosque de abedules pasar a una gran velocidad lejos de la ciudad de Shappirus que pasó muy rápido. Se escucha

Puedo ver el océano mucho más cerca tan azulado como siempre, deduje que esté tren nos va a llevar bajo el agua.

— Tenemos que hacer algo para ayudar a los que conocemos sobre todo a nuestra familia — digo rompiendo el incómodo silencio.

— Estás loca Henria, prometiste a tus padres que ibas a proteger a tu familia — Espetó Doménico preocupado.

— Lo sé, pero no podemos quedarnos de brazos cruzados hermanito — comenta Alina apoyándome — pero primero debemos llegar a Hiperbórea, la gente de mar tiene mayor conocimiento mágico y podemos comprar muchas cosas allá para que nos pueda ayudar, luego con el suficiente entrenamiento y experiencia para defendernos regresamos a Shappirus y luego vamos a la ciudad perdida, para encontrar una reliquia poderosa.

— ¡ Esa es una buena idea! — exclama Owen con gran una sonrisa — Podemos cambiar nuestros linares con ostras, la moneda oficial de los hiperbóreos y comprar algo para defender nuestro hogar, pero tenemos que elaborar estrategia para derrotar a magos oscuros y bestias malvadas, si es así tenemos que guardar las provisiones necesarias para ir allá, yo quiero ir allá para proteger a mis hermanos del orfanato.

— Ustedes si están locos — dice Doménico con un suspiro.

— Aún todavía no vamos a hacer eso, primero conozcamos la ciudad Hiperbórea, conocer a la familia que nos a acoger en su hogar, se que deseo volver a mi hogar Solaris y ayudar a mi gente, aún así tenemos que quedarnos por un tiempo para buscar aliados y habilidades para sobrevivir porque no sabemos que peligros va a  haber — intervino Alina con un leve carraspeo, así evitar nuestra discusión sobre lo que vamos a hacer.

— De acuerdo, Alina —  todos dijimos a la vez.

Alina sonrió divertida, ella tenía razón primero hay que desarrollar nuestras habilidades, para sobrevivir. No hay noticia del mundo exterior, por el momento y lo más cercano a ello es la ciudad de Hiperbórea y sus milenarios conocimientos, respiro hondo y profundo, para evitar tensarme y decido observar el paisaje.  

En la playa de arena azul en la distancia vemos como muchos magos activan un hechizo de protección de agua en el tren mientras esta en movimiento, el objetivo es hacer impermeable el lugar y evitar que el agua ingrese e inunde todo el tren y sus vagones. Después de unos minutos desde la ventana se contempla que bajo las leves olas hay rieles donde el tren va descendiendo, en unos instantes  escuchamos el sonido del agua chapotear, todo el sistema del ferrocarril  esta instalado a nivel más bajo sobre muros de piedra en la arena para evitar que el tren se pierda y continúe su destino lo explicó el guía en voz alta a todas las personas que están reunidas, Luego de otros minutos, el sonido del chapoteo del agua se hacer más débil, a la vez el agua del mar va cubriendo las ventanas y ninguna gota de agua entra en el lugar tal como lo hicieron los hechiceros. Las empleadas que trabajan vienen con agua caliente y bocadillos en cada mesa.

Tardo un cuatro de hora para que el agua del océano cubriera el tren en su totalidad, aún así el tren siguió su camino sin detenerse y el sonido del tren no cambió en lo absoluto. El agua color turquesa desde la ventana se tan tranquila y calmada pequeñas burbujas se pegan en las ventanas. Es el primer viaje sub acuático que hago en mi vida hacia Hiperborea, espero que aquella ciudad tenga respuestas o podamos encontrar un aliado incondicional. 

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