CAPÍTULO 5: CONFIANZA EN SÍ MISMO

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P.O.V Henria

Al día siguiente yo recupero mis fuerzas con un buen sueño, siento pequeños pinchazos fuertes recorrer mi cuerpo, casi termino en el suelo. Se que es por los residuos de magia que aún no se adaptan a mi cuerpo. Insisto a mis padres ir a estudiar a mi colegio "Vitae". Que queda afueras de la ciudad.

Es el lugar donde estudio. Me visto con el uniforme sin ninguna dificultad. La ropa consiste en un terno azul oscuro con una chaqueta azul con bordes plateados. Para los chicos es un pantalón y para las chicas una falda hasta debajo de las rodillas. Mi mamá Antonella me ayuda a planchar con su plancha de vapor. En el desayuno mi padre Eliseo me da una de sus pociones: Para mantener la energía y que mi magia fluya con más rapidez.

Consta de escamas de dragos, dulcamara junto a la esencia de arrecife de coral y sabia de secoya azul. Siento su sabor amargo quedarse en mi boca, después bebo mucha agua. La boca amarga que tenía me quitó el apetito de desayunar.

He escuchado que los médicos y curanderos suelen tener la habilidad de crear pociones curativas, para todos los males sin necesidad de magia. Admiro mucho a mi padre Eliseo pueda que no sea bendecido con adquirir un cristal mágico, pero él tiene esa habilidad de curar a otros. Me despido de mis padres, dejo a mis hermanos pequeños en la escuela.

Camino al gran Canal entre las veredas observo que la policía esta requisando a las personas antes de subirse a los botes. Me piden los papeles los cuales se los entrego, ellos no me dicen nada y me dejan ir sin ningún problema. Desafortunadamente al señor que estaba a mi lado lo detuvieron, lo terminaron llevando esposado en un camión de policía y el hombre suplicaba a los policías que era inocente. Miro horrorizada junto a las demás personas, con miedo decidimos continuar con nuestras actividades. Tomó mi transporte, El ambiente se volvió mucho más frío el buque de vapor atraviesa por el río Nereida. En la proa hay otros estudiantes que van a la misma escuela, personas que estaban dispuestas atravesar el bosque para ser bendecidos con la magia de agua, llevando maletas para sobrevivir en el bosque entre ellos murmuran lo que acaban de presenciar.

Ellos van a los otros poblados que están cerca para adentrarse en el bosque Betula Luna, uno de los bosques más grandes del mundo e intocables por su fauna y flora y gran poder mágico. También entre ellos logro distinguir a un joven de cabello plateado. Puedo distinguir que son licántropos personas que nacen con la capacidad de convertirse en lobos cada luna llena. Ellos provienen del reino flotante de Novaeli. Su característica principal son su cabello plateado o blanco.

Él es un joven dos años mayor que yo, me supera con una cabeza de altura, sus ojos amatistas miran un pergamino que tiene y luego lo guarda en su mochila de cuero. Viste una camisa blanca arremangada que muestra sus brazos musculosos llenos de fuerza. Tira su maleta y saca un pan, otro rasgo que los distingue de los humanos son sus caninos. A diferencia de los humanos ellos son mucho más rápidos, agiles y fuertes. En especial en época de luna llena, y dominan la magia de aire. Son seres que convivieron con los humanos mucho tiempo antes de la gran guerra entre la luz y la oscuridad. Deduzco que es un cazador de tesoros que esta en una misión para cazar algún tesoro o una reliquia que no se puede encontrar. Esta armado con una larga espada envainada en su cinturón, tiene un arma de fuego y un cuchillo de combate, no se que llevará en su maleta pero ha de ser cosas de supervivencia. Yo con disimulo salgo del lugar y camino por la barandilla y evitar llamar la atención de ese desconocido.

— ¡Oye tú la de cabello rojo! — me llamó el chico de cabello plateado dirigirse hacía mí. 

— ¿Qué es lo que desea? — yo le pregunto al joven siendo lo más cortés fingiendo una sonrisa.

—Nada solo ver si sabes de la existencia de los orcos en estos lugares, al parecer el escudo que protegía este reino ha sido saboteado y es posible que sean presa fácil  — responde con una sonrisa arrogante y jactancioso.

— No la conozco en absoluto y qué — respondo cruzando los brazos con una sonrisa sarcástica jugando al mismo juego levantando una ceja - solo soy una simple estudiante que va a estudiar, los magos se pueden encargar de ellos.

— No estés tan segura de eso pelirroja de ojos verdes — dice lamiéndose sus colmillos — Antes de seguir asustándote déjame presentarme soy Fédor Dostovievsky proveniente del reino de Novaeli, soy un gran espadachín y guerrero, y me he encontrado con varios olores ocultos en este bosque y los terminé matando todos por dinero — prosigue él.

— Entonces no hay de que preocuparme por esas criaturas — dijo suspirando con una delgada sonrisa aguantando la actitud arrogante de este hombre lobo que está en su forma humana antes de darle un golpe — Mi nombre es Henria Berlusconsi solo se que me críe aquí en Zafeíri estoy buscando mis orígenes,  por lo que veo tú eres un cazador de tesoros que solo te importa llenarte los bolsillos de dinero vendiendo reliquias o cazando monstruos - contesto sentándome con mucha confianza en el pasamanos del barco.

— Eres muy perceptiva, pero no tanto para darte cuenta que tu país de origen sin duda es Akakor, allá todos solían tener pelo de fuego lastima que ese lugar fue conquistado por esos mammonienses  — dice Fédor con una sombra ladina sentándose a mi lado — En segundo punto los orcos no son mi objetivo principal, sino Oritatem que es una ciudad perdida que anda oculta en estos bosques dicen que hay muchas reliquias de oro y artefactos poderosos — me informa el joven.

— La ciudad de Oritatem se encuentra perdida en uno de los bosques, para llegar no es nada fácil, muchas personas intentaron pero desaparecieron en ese bosque, solo pocas regresaron con reliquias poderosos y se vuelven adinerados porque las venden en el mercado negro o en subastas a los nobles y comerciantes, además de hecho gracias por decirme de donde vengo, fue un gusto conocerlo  — le respondo tapando su boca, me bajo de la barandilla dejando a ese desconocido.

No me doy cuenta que le buque se paró como un rato, bajo corriendo los pasillos del estribor del barco, pidiendo al capitán que esperará, con las justas llego al muelle veo que todos los estudiantes ya han bajado. Segundos después el barco vuelve a emprender su marcha a lo largo del río. A lo lejos veo a Fédor mirándome fijamente con sus profundos ojos violeta, me incomoda mucho. Pero lo que más me incomoda ahora es que en medio de los hermosos árboles hay muchas presencias oscuras moviéndose en lugar de sentir el refrescante aroma de las hojas siento el olor a podrido. Lo que cada vez me da mucho miedo y paranoia.

Apartando mis pensamientos, me subo en uno de los carruajes. El cochero puso en marcha el carruaje, en el camino se escuchó el coche avanzar con el galope de los caballos en un sepulcral silencio. El viento frío golpea la cara, En uno de los asientos veo a Fabrizio Crivelli y se hermana menor Luciana, me saludan con la mano. El joven es mi compañero de curso junto con Owen. Es respetuoso y cortés.

— Hola Henria, me alegro que estés mejor — dice mi compañero aliviado.

—No hay problema, de hecho mí única preocupación es Owen quien no despierta y e igualarme todas las materias además del hecho de rumores de orcos —respondo agobiada.

Pienso en mi amigo Owen, en estos momentos está inducido a un sueño de dos semanas para que la magia se adapte a su cuerpo. Es muy triste imaginarme a mi amigo quieto, el siempre está en movimiento y corriendo de un lado a otro.

— Owen se despertará y será un gran mago, como lo vas a ser tú - responde Luciana con una sonrisa — Deben ser felices de haber sido bendecidos con dominar la magia de los dioses.

—Si es sobre los apuntes, te presto todos los míos y te igualas, me das cuando termines —dice mi compañero Fabrizio.

Bajamos en el carruaje, todos tanto profesores como estudiantes, me miraron con sorpresa y asombro. En los pulcros pasillos blanco y marrones o en el aula me senté en mi pupitre en la primera fila, alado está el asiento vacío de Owen.

El profesor de historia nos saludo a todos y explicó la situación a todos mis compañeros. El profesor Leone es una de las personas amables que trabaja en el colegio. Por lo genera estoy cómoda pero ahora. Es todo lo contrario, con la mirada penetrante y poco sutil que me lanzaba Daphne y su grupo de amigas, la atmosfera se puso mucho más fría.

— ¿Jóvenes cuando fue la fundación del reino de Zafeíri? —pregunta el profesor Leone a nosotros. Uno de los estudiantes alza la mano y el profesor Leonne le da la palabra.

—El 15 de junio del año 1500 —dice uno de los estudiantes al profesor.

— Respuesta correcta estudiante Crivelli —le felicita el profesor con una sonrisa.

El profesor sigue haciendo preguntas donde algunos pocos compañeros participan. Yo en silencio solo tomo apuntes de la información dada en uno de mis cuadernos. Sin entender lo que dicen.

Después siguió la clase de matemática a manos de una profesora estricta donde me ignoró como siempre lo hace. Al finalizar sus clases inicia recreo donde todos los estudiantes juegan. Voy en silencio a la biblioteca por los pasillos mirando el jardín del exterior del colegio en silencio.

Varios de ellos juegan en los amplios jardines verdes y llenos de flores blancas con cinco pétalos llamados Diamanti que tienen bordes blancos, pero el interior es de color dorado, junto a las rosas de cristal. Una mano me agarra con fuerza mi hombro y volteó frunciendo el ceño a Daphne Diamanti junto a sus amigas.

Veo a la chica de reojo, su lustrado uniforme escolar resalta su figura esbelta, sus rizos color negro y puntas azul caen en su espalda, ella luce bien arreglada con sus labios pintados de rosado y sus ojos azules están llenos de veneno.

— ¿Que te pasó Henria, hace dos semanas que no viniste a clases? — se mofó Daphne fingiendo preocuparse con sarcasmo en su voz.

— Estábamos bien sin ti sin tú molesto pelo rojo — dice una de sus amigas en risas largas.

— No es algo que les incumbe compañeras —dije secamente apartando la mano de la peli rizada y continuó caminando con la espalda recta.

En eso siento que alguien me moja por la espalda, miro como uno de los que me molestan, Hugo tiene una cubeta con sus amigos. Todos los que están en el pasillo ser burlan. Eso suele ser todos los días. Ahora se pasó peor porque Owen no está.

— Qué pena, ya no está el apuesto Owen para defenderte —se jacta Hugo.

Yo no puedo hacer nada, Hugo es demasiado grande y corpulento. Con su fuerza me empuja al suelo, halando mi pelo con fuerza.

Yo no quiero problemas con todos ellos, me doy cuenta que tengo mi varita mágica oculta en la manga de mi chaqueta. Con discreción la saco, su cristal emite una luz blanca. Eso hace que Hugo se aleje alterado, me levanto y termino secando mi uniforme. Todos ellos me miran con la boca abierta.

— ¡¿Cómo es eso posible?! — gruñe Hugo apretando el puño — Tú no mereces ser bendecida con esos poderes, debiste haberlo robado.

— ¡Dame eso pelirroja mugrosa! — grita Daphne mostrando los dientes — ¡Yo soy mejor que tú!

Puedo ver su expresión hostil, ella y Hugo siempre me acosaron desde que puse un pie en el colegio. Yo temblaba de miedo cada vez que me intimidaban. Pero esta vez siento una luz que se enciende en lo profundo de mi pecho y comienzo a tener confianza e mí misma, pueda que nunca le haya respondido o burlado de Daphne pero esta vez lo quiero.

— No lo se, tal vez sea que haya sido bendecida con magia —respondo presumiendo mi varita con una sonrisa astuta, la vuelvo a guardar.

Daphne y sus amigas se abalanzan contra mí e intenta golpear, pero antes de que hiciera algo Luciana me defendió, detrás de ella vino su hermano Fabrizio.

— Déjala en paz cobardes envidiosos, si quieren tener magia tienen que ir al bosque como lo hizo Owen hasta que encontró su cristal junto a la otra gente — recrimina el joven de tez trigueña clara con fuerza a Hugo, Daphne y todos los presentes en los pasillos. Me defiende y le agradezco

Los tres nos marchamos a la biblioteca a lo lejos escucho a Daphne gritar frustrada. No lo sé tal vez sea el mejor día que tuve en el colegio. Es un buen momento para escribirlo en mi diario y contarle a Owen cuando despierte, Junto a Alina y Doménico. Antes de abrir mi cuadernos, se escucha la sirena de emergencias desde parte del campanario.

— Todos los jóvenes salgan de la biblioteca y vamos todos a la ruta de escape es un anuncio por parte del director— anunció la bibliotecaria en voz fuerte.

Fabrizio y yo salimos, junto con otros estudiantes de todas las edades salimos al patio del colegio y nos formamos en columnas de acuerdo al curso y al grado correspondiente. En silencio esperamos hasta que aparezca el director y suba al podio para emitir comunicado. Vimos a un hombre alto de barba blanca bien pulcra, viste un terno azul oscuro que luce desordenado, el hombre en su delgado rostro trae una expresión sombría en compañía de todos los profesores, tienen rostros ensombrecidos y un pergamino en sus manos. Tengo un mal presentimiento

— Buenos días jóvenes estudiantes y compañeros maestros, a partir de este día según el decreto del su alteza real el Rey Benedicto de Zafeíri enviado por telegrama ordena que todas actividades educativas con la excepción de las ramas de medicina, magia y fuerzas armadas están suspendidas hasta nuevo aviso. Se ha visto avistamiento del ejercito de Mammón pero afortunadamente nuestras fuerzas están haciendo frente en nuestras costas en el noroeste según el informe de las fuerzas armadas tememos un posible conflicto, esta academia se convertirá en hogar para los refugiados que vienen de ese sector, por el bien de su seguridad pueden irse a casa con sus respectivas familias a otro lugar mucho más seguro, su educación va a ser desde casa y sus actividades van a ser colocadas en sus buzones cada semana, cuídense mucho que nuestros dioses los protejan en su destino de estos tiempos oscuros — finalizó el director el comunicado en una voz lúgubre.

Después de la notificación todos fuimos a nuestras aulas a recoger las maletas, yo pienso que este comunicado dejo un mal sabor de boca a todos los estudiantes, porque en lugar de emocionarse como es de costumbre todos mostraron expresiones largas en su rostro, lo que significa que la guerra se está acercando cada vez más a nuestro pacífico mundo.

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