Yusei se encargó de pedir una cita en el obstetra de la hermana de Ethan mientras su amigo manejaba y lo llevaba a casa. Inconscientemente su mano acariciaba su aun plano vientre sin poder terminar de creer que dentro suyo estaba creciendo otro ser vivo.

-Houston, tenemos un problema—Ethan dijo mirando fijamente la entrada de su casa

Buscó con la mirada lo que el azabache miraba con temor y lentamente salió de su pequeña burbuja al ver la figura de Riku en la entrada de su casa. La imagen era completamente irreal, el castaño llevaba un caro traje de vestir -Yusei lo pudo deducir por las telas con las que estaba hecho- pero el hombre estaba sentado en el pequeño escalón de la puerta, con su corbata desprendida y los primeros botones de su camisa también. Los medios harían un desastre con esa imagen del magnate Riku.

Saludó a Ethan con una pequeña sonrisa y salió tranquilamente de su auto. Su amigo vivía a pocas calles de su casa, por lo que no tardaba nada en llegar a ella.

-Te estuve llamando. -Fue lo primero que dijo el castaño al mismo tiempo que depositaba un suave beso en su mejilla.

-Oh, disculpa. Estuve algo distraído.

Era completamente verdad, ni siquiera había reparado en las llamadas perdidas que tenía, en su euforia simplemente había tenido ojos para llamar al médico para un turno.

-Está bien. No te avisé que llegaba hoy.

-Pasa -Dijo cuando abrió la puerta de su hogar.

En cuanto la puerta estuvo cerrado y ambos fueron envueltos por el suave olor a vainilla, Yusei sintió los fuertes brazos de Riku rodearlo. Aquella acción lo tomó por sorpresa, quedó estático mientras sentía el pecho del castaño pegado a su espalda mientras sus manos recorrían su pecho y lentamente bajaban a su estómago.

Él sabía que su estómago no había sufrido ningún cambio drástico, es más, si Ethan no le hubiera insistido, tampoco sabría que estaba embarazado. Pero no pudo evitar tensarse debido al toque.

-Te extrañé -Los labios del hombre estaban en su nuca.

Yusei no le respondió. Simplemente llevó su mano al cabello de su contrario y le proporcionó suaves caricias.

-Lo siento -Dijo Riku

-¿Qué? -Yusei dejó que su mano cayera a un costado de su cuerpo y lo miraba con el ceño fruncido- ¿Por qué lo sientes? ¿Qué hiciste?

-No hice nada -Riku le sonrió dulcemente. Por primera vez, Yusei  notó lo cansado que estaba el hombre, no tenía ojeras, pero sus ojos estaban levemente hinchados- Lo digo por la prueba negativa.

Cuando se hizo la prueba de orina le había comunicado pocas horas después a Riku que la misma había salido negativa. El castaño no dijo nada por unos minutos y luego intentó mantener una charla normal con él.

-Oh -Yusei se sintió un poco culpable por ocultarle aquella información. -Está bien.

-¿Seguro? ¿Esperarás a que lo nuestro sea oficial o puedo seguir intentándolo?

-¿Qué dices? -Yusei se rió con vergüenza.

-Lo que oyes. Podemos seguir intentando hasta que aquí -la mano del castaño acarició su abdomen por arriba de su camiseta- haya un hermoso bebé.

Las mejillas de Yusei fueron las delatoras de su vergüenza por las palabras de Riku. Trató de ocultar su rostro con sus manos pero estas fueron alejadas por Riku, quien le sonreía cariñosamente. Su contrario depositó un suave beso en la punta de su nariz para luego besar ambas mejillas y finalizar con un corto pero significativo beso en los labios.

-Esta noche prepararé la cena para ti- riku le acomodó el cabello.

-¿Lo harás? ¿No quieres dormir un poco y yo la preparo?

-¿Luzco muy mal?

-No es eso -Yusei pasó sus pulgares por los brillantes ojos de Riku -Pero has tenido un viaje muy largo, puedes ir a mi cama y tomar una siesta. Yo me encargo de la comida.

-Entonces mañana haré el desayuno.

-Bien. -Yusei sonrió enternecido.

•🌼•

Yusei despertó con el suave olor a waffles, él normalmente no se molestaba en hacer ese tipo de comidas por una cuestión de comodidad, prefería trozar algunas frutas o comer yogurt con granolas. Pero cuando las comía, eran exquisitas.

El lado izquierdo de su cama estaba vacío y arrugado, no era de extrañar, pues Riku era el que estaba cocinando.

Levantándose perezosamente fue hasta el baño para asearse y hacer sus necesidades. Un poco más despavilado fue directo a la cocina.

-Buen día -Dijo bostezando.

-Buen día -La brillante sonrisa de su contrario fue un complemento importante para terminar de ponerlo de buen humor- Lamento lo de anoche. Realmente pensé que me despertaría.

-Es bueno saber que tienes el sueño pesado -Yusei se ubicó en un taburete de la isla -Estabas como una roca.

-Normalmente logro despertarme luego de un tiempo pero ayer estaba liquidado.

-Es comprensible. -Yusei observó cómo un plato con tres waffles era puesto frente a él, involuntariamente su estómago gruñó fuertemente.

-Ve comiendo, serviré el jugo y el café.

-Puedo esperarte.

Mientras Riku le daba la espalda, Yusei se tomó el tiempo de observar el cuerpo de su contrario. Esta vez llevaba un pantalón chándal negro junto con una camiseta blanca, desde lejos se notaban que era tallas mucho más grandes, pero ese estilo definitivamente le gustaba mucho más que los rígidos trajes.

-Me gusta cuando estás vestido así, luces más natural. -Comentó distraídamente- Tu pelo desordenado también es sexy.

La sorprendida e intrigante mirada que recibió fue casi graciosa, aunque el efecto que tuvo en su cuerpo fue completamente opuesto al esperado.

Deseaba intensamente ser devorado por los labios de Riku.

-Me gusta cuando dices lo que piensas sin procesarlo demasiado. —Riku le sonrió, como un depredador.

-Debemos desayunar. -Yusei se sorprendió de que su voz saliera en una especie de gemido retenido.

-¿Cómo quieres que piense en comida cuando te tengo a ti luciendo totalmente follable?

-Hazlo -Murmuró.

-¿Qué? Dilo más fuerte- Riku presionó, a propósito.

-Hazlo -Repitió Yusei con sus mejillas coloradas- Follame

Yusei recibió con un pequeño gemido el hambriento e intoxicante beso de Riku. Las manos del hombre tocaban cada parte sensible de él, logrando que su excitación fuera en aumento.

Con osadía Yusei se atrevió a sacarle la camiseta a Riku, una vez que la prenda estuvo fuera, con sus temblorosos dedos tocó el abdomen duro de su amante. Siguiendo sus instintos, besó la cálida piel expuesta, sonriendo en el proceso al escuchar la entrecortada respiración de Riku.

Él causaba eso.

Aquel pensamiento traía una oscura satisfacción. Le gustaba tener ese efecto en el castaño y más aún poder disfrutar de ello.

-¿Puedo chuparlo? -Yusei preguntó al trazar con la yema de sus dedos la erección del hombre sobre el pantalón.

-Carajo, sí- La voz de Riku era grave.

-Enséñame cómo -Pidió al ponerse de rodillas.

Sintió que los dedos de Riku se enredaban en su cabello y tiraba levemente su cabeza hacia atrás.

-Abre la boca. No uses los dientes.

Riku marcó el ritmo con el que quería ser chupado y Yusei encontró cierto placer en hacerlo de esa manera.

-Quiero venirme dentro tuyo. -Riku logró pronunciar entre gemidos.

Yusei sonrió y con un pequeño "pop" sacó el hinchado pene de su boca. Dejó que Riku lo desvistiera completamente y lo apoyara contra la fría superficie de la isla.

Se retorció por el drástico cambio de temperatura pero no fue capaz de quejarse, los húmedos dedos de su contrario prontamente encontraron su entrada e hicieron de él un desastre de gemidos y balbuceos.

-Estoy bien... puedes entrar -Yusei  logró decir

Su respiración quedó atascada en su pecho cuando sintió la hinchada cabeza del pene de Riku entrar en él, la leve quemazón que sintió al ser abierto fue mínima a comparación del placer que lo inundaba.

Movió sus caderas con timidez, intentando buscar su propio placer y brindarle también a su amante.

-Me volverás loco. -Riku mordisqueó su cuello provocando un cierto dolor.

-Follame. -Yusei mientras buscaba con desesperación la boca del castaño.

Los movimientos lentos y suaves se convirtieron en unos duros y rápidos, los cuales torturaban deliciosamente su próstata, llevándolo al límite de su locura. Se aferró a la espalda de Riku, sus uñas clavándose en los omóplatos del hombre, el cual soltaba largos y profundos suspiros.

-Te quiero. -Riku le dijo en el momento que su orgasmo llegó.

La cabeza de Yusei daba vueltas por su reciente orgasmo, sin saber cómo responder a tales palabras estiró su cuerpo hasta que pudo tomar los labios de su contrario y besarlo suavemente.

Él no podía darle una respuesta a Riku.

No todavía.

No he visto el nuevo y último episodio de My beautiful Man, no quiero que termine 💔

Modo muy troste 🥀