La respuesta se volvió bastante obvia y sin necesidad de ser contestada.

-Ah bueno, considerando el mar y la arena... creo que estamos en el campo- rio el rubio, mirándola, sin dejar ni un solo segundo su mano. ____ lo fulminó con la mirada, posteriormente, haciendo un pequeño puchero con sus labios. La besó delicadamente en la frente, para tomarla luego de la mejilla.

Se perdió en ella como cientos de veces lo había hecho antes. Pero esta vez era diferente.

Frunció el entrecejo levemente, casi imperceptible, pero ella lo notó: conocía tan bien sus facciones que era imposible no darse cuenta.

-¿Sucede algo?- dijo, suavemente, sonriéndole para darle confianza. ¡JODER! Qué manera de correr su corazón y de desviarse su cabeza cuando estaba con ella... ____ aferró su cabeza en el pecho del rubio y le besó el mentón.- ¿No me dirás?

La tomó delicadamente de las mejillas y la miró a los ojos, sin parpadear. Estaba serio... preocupado.

-Mi amor, creo que...

-¿Qué pasa, Draco? Dime, ya, por favor... -lo soltó. Se estaba empezando a preocupar.

-Ven...-la tomó del brazo y la jaló a una de las rocas varadas en la orilla: una bastante grande como para sentarse los dos. Quería evitar que ella lo viera llorar, aunque sería difícil seguir conteniendo las ganas malditas que se asomaban...-mira, princesa... la guerra se está acercando y yo...

-Prométeme que no lo matarás. Yo no quiero estar con un asesino...

-No lo haré, pero tendré que pretender que lo hago... ¿está bien? Oí a mi mamá hablar de Snape y el juramento inquebrantable... parece que él lo hará si yo no puedo. Cosa que sabemos los dos que no haré.

-¿SNAPE?- Ella sabía que él tampoco lo haría: si lo hacía, todo habría estado planeado por Dumbledore. Exactamente, fue por eso que su madre y toda su familia murió: Voldemort sabía que esa familia era la única que conocía todos y cada uno de los secretos que ocultaba Dumbledore bajo la manga.-Bueno...

-Bueno... pero lo de la guerra es un hecho, preciosa y yo...-suspiró de nuevo. Se le estaba haciendo difícil continuar con todo- yo no quiero que estés allí cuando todo esté pasando. Quiero mantenerte lejos y NO TE DEJARÉ MORIR. ¿Entiendes?

-Draco yo...

-Nada, tú nada. Te he traído aquí para que tengas donde estar sin que nadie te encuentre. No quiero que te muevas de esta isla, preciosa. Ni apariciones, ni red flu, ni nada. Y te prometo que cuando todo esto acabe, estaré contigo, por siempre, ¿entiendes?

-Debes estar demente si crees que te dejaré solo en medio de esa mansión asquerosamente oscura en la que vives. Voy a ir contigo y al diablo si me matan o no, no te dejaré solo.

-¡NO! ¡NO, ____! YA TODO ESTÁ PLANEADO. TODO...- comenzó a llorar. Odiaba que ella se pusiera en ese plan tan terco al punto en el que no le importe si la mataban o no. ¿Qué no entendía que la vida de él no valía nada sin ella? No se daría el lujo de perderla y volver a sumergirse en ese callejón sin salida, jamás.

Lo había estado pensando, pero no podía hacerlo. ¿Y si lo hacía? Ya no pensaría más en él... nunca más... pero era eso o ella se escapaba para luchar, la conocía de pies a cabeza y sabía que no se quedaría de manos cruzadas. Y era verdad: todo ya estaba planeado.

La besó, como si fuera la última vez. Las lágrimas que  inundaban el paladar de ambos indicaban que tal vez fuera la última vez, pero los labios bailaban juntos sin separarse un solo instante. La tomó de la cintura lo más fuerte que pudo, no quería soltarla ni un segundo. Ella rodeó el cuello de él, dibujando círculos con sus pulgares. Tomó su cabello rubio que tanto amaba y comenzó a juguetear con el. Las lágrimas salieron de los ojos mieles de ella cuando descifró el plan de él: Ahora entendía todo.

-Dime que no, por favor... no quiero que lo hagas...

-Te amo, no quiero que te pase nada.

-Todo cambiará, ¿sabes? NO LO HARÁS.

-¡DÉJAME CUIDARTE! ¿QUIERES? ¿TÚ CREES QUE HA SIDO FÁCIL VER CÓMO TE TORTURABAN? ¿SABER QUE CADA DÍA ERA UNA AMENAZA PARA TI? SÉ QUE NO TE SALVÉ, Y POR ESO ESTOY HACIENDO ESTO. ____, YO... yo estoy tan enamorado de ti que me importa un carajo si soy yo el que muere. Mientras sea yo y no tú...

-Pero, DR-

-¡PERO NADA! POR FAVOR... DÉJAME SENTIR QUE ESTOY HACIENDO ALGO BUENO, AL MENOS... ¿Crees que esto te duele más a ti que a mí? EL QUE VA A SUFRIR SOY YO SI NO ESTÁS CONMIGO... PERO TE AMO... Y no quiero que nada te pase...

Volvió a besarla. Ella no contestaba al primer movimiento, pero lo hizo luego. Las lágrimas seguían estorbando, pero ya no importaba. Solo quedaba disfrutar hasta antes que el sol saliera...

-TE AMO, ____.-la miró. Sus ojos estaban hinchados, pero no importaba. Seguía siendo perfecto para ella.

-También te amo, y mucho, Draco Malfoy. Prométeme que vendrás a verme cuando acabe todo. ¡PROMÉTEMELO, POR FAVOR! Y que no te olvidarás de mí...- ella lo tomaba del cuello y él a ella de la cintura, sentada en la roca y él parado sobre la arena mojada. Se miraban como si nada más existiera y se besaban como si nada más importara, porque anda lo hacía en esos momentos.

-Te lo prometo, preciosa. Te amo...- Ya la hora se acercaba con los rayos de sol apareciendo por el horizonte levemente. El rubio tenía que marcharse. Volvió a besar los labios de la chica a la que amaba, pero esta vez fue más suave. Intentaba memorizar aún más sus labios perfectos y bien definidos, mientras los suyos los recorrían de principio a fin. La miró, mientras ambos recuperaban el aliento, y grabó en su memoria cada herida, cada lunar, cada peca de su rostro. Su sonrisa ya la tenía memorizada. Ella rozó su pulgar contra los labios de él. Sus ojos la volvían loca hasta el punto del desquicio... no podía, no podía dejarlo ir.

-Por favor, no... quédate conmigo- susurró. Él la besó en la frente y sonrió. Había pensado muchas veces en huir con ella, pero no podía darse el lujo de hacerlo. Si moría, lo haría por ella. Y si vivía, también lo haría por ella. Negó levemente, tratando de luchar contra las lágrimas de nuevo. La besó levemente y tomó fuerte su varita. Ella lloraba, en silencio, simplemente, esperando...

-Obliviate- pronunció, con la voz en quiebre.