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Jennie ya tenía dos semanas sin asistir a la escuela y justamente hoy lunes tenía pensado asistir, así que en cuanto sonó su alarma se levantó decidida, se metió al baño y se dio una ducha, se cepilló los dientes, se vistió y tomó sus cosas, iba con muchos ánimos que se acabaron cuando llegó a la cocina.

—Jennie ¿A donde vas?—preguntó su hermano

—A la escuela—Sonrió

—Pues creo que eso no se va a poder— a la castaña se le acabó la sonrisa—Jen, mí madre y yo queremos que te recuperes bien, así que es mejor que te quedes aquí, no queremos que te arriesgues

—Pero quiero ir a la escuela, estoy cansada de pasar todo el día aquí

—Entonces si te aburres de estar aquí porque no salimos a algún lugar?¿Qué te parece si vamos a un parque se diversiones está tarde?—Jennie sonrió mientras asentía

—Bueno, entonces me voy a trabajar, ¿cuídate sí?—le acarició el cabello

—Está bien

Tae salió de la casa dejando a Jennie sola, está tomó asiento en el living y encendió el televisor dispuesta a mirar alguna serie o película que la entretuviera.

El mayor de los Kim caminaba tranquilamente hacia su trabajo con sus auriculares puestos mientras tarareaba su canción favorita cuando sin darse cuenta chocó con alguien.

—Lo siento...— dijo una voz femenina

—¡Oye! Yo te conozco—Tae apuntó a la chica—Tu eres la novia de Jennie mi hermana

—¿Qué? Creo que te equivocas

—Bueno, mi hermana me dijo que ustedes dos no eran nada pero yo estoy seguro que no es así

—De verdad usted se equivoca— repitió la peligris

—Bueno sea lo que sea, pienso que eres una mala novia al no ir a visitarla

—Ella y yo no somos nada, espero que le quede claro, ahora si me disculpa— la chica trató de caminar pero Tae la detuvo

—¿Cómo te llamas?

—¿Es necesario decírselo?—Tae asintió y la peligris suspiró

—Lalisa Manoban, ahora sí, adiós

—Estoy seguro que esa chica será mi futura cuñada

Tae siguió con su camino igual que Lisa, otro día aburrido para la peligris, durante las clases inconsciente miraba hacia el pupitre que se encontraba a su lado, dos semanas viéndolo vacio, dos semanas sin ver a la persona a la cual le pertenecía ese pupitre.

—Ya dime la verdad y di que la extrañas— Rosé se volteó

—No entiendo Rosie—Lisa escribía en su cuaderno—Recién la conozco, no tengo idea porque la ayude aquel día...—suspiró—No tengo idea porque ahora que no está, tengo esa rara sensación de querer verla

—¿Entonces porque no vas y la visitas?

—No se ni donde vive

—Nosotras no pero hay alguien que sí

Las dos miraron a Jisoo que se encontraba riéndose de vaya a saber que junto con Irene y Seulgi, mientras que Nayeon hacia el trabajo de la clase.

—¿Estás pensando lo mismo que yo?—Lisa y Rosé se miraron

—Pregúntale a Jisoo—Rosé la alentó

—Claro que no, me voy a ver rara, porque mejor no vas tú?

—¿Soy yo la que quiere ver a Jennie?

—No pero ni loca le voy a pedir su dirección a ellas, me voy a ver extraña

—Pues yo también me voy a ver extraña

Así se llevaron todo el día y al final ni una ni otra pidió la dirección de la castaña. Por la tarde casi al anochecer la castaña y su hermano ya se encontraban divirtiéndose en el parque de diversiones. Se subieron a todas las atracciones, ganaron peluches y compraron algodón de azúcar hasta que los dientes les comenzaron a doler. Y que se puede esperar si al par de hermanos les encanta divertirse como dos niños de 5 años.

Llegaron a casa y Jennie lo primero que hizo fue tirarse en el sofá, sus energías habían quedado agotadas incluso sus pies dolían de caminar de un lado a otro.

—Hace tiempo que no salíamos a divertirnos juntos—Jennie sonrió

—Aún recuerdo que la última vez que pisamos un parque de diversiones fue cuando yo tenía 10 y tú 5 años, ese día casi te fracturas el brazo, por esa razón dejamos de asistir a un parque

El timbre sonó y Jennie al estar más cerca de la puerta se levantó a abrir llevándose una sorpresa.

—¿Jackson?

—Hola Jennie—El muchacho sonrió

—¿Qué haces aquí?

—Me enteré que te fracturaste el brazo y quise venir a ver como estabas

—Estoy bien

—Qué bien, me alegro

—No quiero ser grosera pero si sólo viniste a eso ya te puedes ir, me siento muy cansada y quiero descansar—

—Bueno, entonces vendré otro día

—Adiós—Jennie se despidió y cerró la puerta cuanto antes

Por otro lado Jungkook se encontraba vagando por las calles buscando la dichosa casa de Jennie todo porque Lisa se lo había pedido. En el camino se topó con Jackson, y como su amigo lejano no dudo en acercarse.

—¡Jackson!

—¡Jungkook!—se saludaron

—¿Qué te trae por acá?

—Vine a visitar a una chica—Jungkook le sonrió pícaro

—¿Y se puede saber quién es?

—Creo que es tu compañera de clase, su nombre es Jennie Kim—a Jungkook se le acabó la sonrisa

—Je...Jennie Kim dijiste?—Jackson asintió— Bueno ya que vienes de su casa ¿puedes decirme donde vive? El maestro me pidió que le diera unos papeles y pues yo no tengo idea de donde vive

Jackson asintió convencido y lo acompañó de nuevo a la casa de la castaña dejándolo casi en la puerta.

—Gracias

—No hay de qué

Se despidieron y Jungkook simuló que iba a tocar la puerta pero en cuanto Jackson desapareció de su vista se alejó de la casa para llamar a Lisa.

—Objetivo encontrado

—Mándame la ubicación y ahora voy para allá

—De acuerdo

Minutos después Lisa y Rosé ya se encontraban ahí junto con Jungkook. Los tres se quedaron mirándose en silencio sin saber que hacer.

—¿Qué esperas para ir Lisa?

—No lo sé Rosé, creo que mejor hay que regresar

—¡A no! Eso sí que no

Rosé empujó a Lisa hasta la puerta de la casa de Jennie mientras Jungkook las seguía, la peligris estába nerviosa y como instinto usó toda su fuerza para que la rubia no la moviera ni un centímetro más. Todo se volvió un caos cuando Jungkook se unió para ayudar a Rosé, al final el castaño abrazó a Lisa por la espalda fuertemente está quedando inmovilizada para que Rosé tocará el timbre y así fue.

Pero Lisa sacó fuerza vaya a saber de donde y logró zafarse de Jungkook, este la tomó del brazo pero la peligris lo mordió, el castaño se quejó llegando el turno de Rosé para perseguir a Lisa pero antes la puerta de abrió dejando ver al hermano mayor frente a un nervioso Jungkook.

—¿Quién eres?

Jungkook miró a Lisa y Rosé que se habían escondido detrás de un arbusto, regreso su mirada hacia el chico que abrió la puerta y dijo lo primero que pensó.

—¿Pizza?

Tae rodó los ojos y cerró la puerta de nuevo sacándole un suspiró a Jungkook mientras miraba molesto a sus dos amigas.

—Mejor vámonos— propuso Lisa

—Está bien— aceptaron los otros dos

Lisa regresaría pero lo haría sola, así que antes de irse le echó un vistazo a la ventana del segundo piso donde se podía ver una silueta que claramente reconoció era de Jennie.

Las doce de la noche, todo oscuro y en silencio, con sumo cuidado la peligris salió de la casa donde yacía una Rosé completamente dormida, cerró la puerta sin hacer el mínimo ruido y fue hacia su objetivo.

Frente a la casa, dudo un poco sobre hacer la locura que estaba pensando pues creyó que sería demasiado.

—Qué más da—susurró

Como pudo escaló hasta esa ventana donde horas antes miró la silueta de la castaña. Ya en el mini balcón de Jennie tocó la ventana un par de veces primero levemente y cuando no vio respuesta la tocó fuertemente hasta que miró como una leve luz se encendió y segundos después se abrieron las cortinas dejando ver a una castaña adormilada con un pijama de ositos.

Jennie al darse cuenta de la persona que estaba afuera de su ventana abrió los ojos como platos y cerró las cortinas rápidamente.

—¿Qué hace ella aquí?— pensó

La castaña escuchó suaves golpes de nuevo avisando que Lisa aún seguía ahí.

—Mierda...

Jennie abrió las cortinas y consigo la ventana, en el proceso tomó la mano de Lisa obligandola a entrar a su habitación cosa que sorprendió a la peligris.

—¿Qué haces aquí?—susurró Jennie

—Vine a ver como estabas

—¿Piensas que estas son horas de visitar a las personas?—Lisa se encogió de hombros

—¿Como sigue tu brazo?

—Mejor

Lisa se dedicó a admirar a Jennie con ese pijama con el que realmente se veía tierna, a esto agregandole una risita.

—¿De qué te ríes?

—De lo linda que te ves vestida así

Jennie se sonrojó al igual que Lisa segundos después de darse cuenta de lo que había dicho.

—Bueno, sólo quería saber como estabas y ahora que ya lo sé, ya me voy

Lisa se iba a dar la vuelta para salir por la ventana pero Jennie la detuvo.

—Espera ¿No crees que es mejor salir por la puerta?

—No quiero hacer alboroto

—Pero puedes lastimarte

—¿Se está preocupando por mi?—pensó la peligris

—Estaré bien

Salió al pequeño balcón y le dio una última mirada a Jennie.

—Buenas noches

—Buenas noches...

Se aseguró de que Lisa bajará con cuidado y cuando se fue cerró la ventana y por ende las cortinas para recostarse de nuevo en su cama.

Dos personas la visitaron para preguntar sobre su brazo pero sólo con una se sintió bien, sólo con Lisa.

—¿Porqué te estás portando así conmigo?— susurró abrazando su oso de peluche

De lo que ninguna de las dos se dio cuenta fue que desde que Jennie tomó a Lisa de la mano para que entrara a su habitación no la soltó hasta que tuvo que irse, pero ninguna se percató de eso. Y ahora la mente de Jennie estaba repleta de esa imagen de Lisa.

—¿De que te ríes?

—De lo linda que te ves vestida así—sonrió

—Aish—apretó los ojos y se dedicó a dormir

Esa imagen y esas palabras tardarían en salir de su cabeza.

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