‧͙⁺˚*・༓☾Capítulo 17☽༓・*˚⁺‧͙

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Eclipse en mi corazón.

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5:30pm.

Los daños fueron más de los que creyeron pero también las bajas al enemigo, era algo que querían ver en un ganar-ganar, pero, en la realidad de las cosas, había unos que sentía que lo habían perdido todo en esta pelea.

Ni se abría paso entre el campamento de heridos que se habían formado apenas lograron salir vivos de aquella batalla, tomando algunas cosas que quedaban de medicina humana o usando las habilidades de ciertos titanes para tratar de alguna forma u otra curar las heridas ya que para este punto, había cientas de camillas donde reposaban heridos o muertos. Ni miraba de reojo, realmente no se concentraba mucho en empatizar con los que había en el suelo ya que para empezar no los conocía y en su lugar, buscaba a alguien en particular que era muy parecido a él. Recibía miradas ya sea de enojo como agradecimiento mientras sus pasos sonaban en lo que avanazaba, tenía sentido, gracias a él las bajas del grupo donde estaban fueron casi mínimas y sin que fueran su intención salvo a más de uno pero aquello no de importaba ahora, como había sentido anteriormente, no había ningún sentimiento heroico en él...
Por lo que los paso de largo hasta que tras caminar un par de minutos finalmente vio una camilla donde lo veía descansando al fin junto a Rodan a un lado todavía llorando.

En silencio se acercó con mucho cuidado hasta donde se encontraba y mientras más se acercaba un hoyo en su pecho se hacía más grande, el aire a su alrededor se cortaban, sus labios empezaron a temblar junto a sus manos, sintió las piernas tan débiles que podría caer ahora mismo y alcanzó a formar únicamente un jaleo al intentar transmitir unas pequeñas palabras.
Cayó sobre sus piernas, acercando temblorosa una mano hasta el rostro durmiente de lo que quedaba de su hermano, su piel estaba tan pálida, casi gris y su cabello, estaba lleno de tierra, cenizas, había perdido su brillo y color... Aun así acarició aquellos risos una última vez.

一 Tenemos que enterrado...

Rodan lo volteo a ver una vez más, sus ojos ahora estaban secos, quedando un hombre que solo mostraba una imagen que había llorado demasiado y ahora sus lágrimas se evaporaba en el aire junto a gran parte de su corazón.

Apretó sus puños con fuerza, sin evitar pensar que prefería ser él en que habría muerto y no él, no esa luz en su vida, sentía tanto desprecio y enojo, quería negar que todo esto en realidad ocurrió, que San en realidad estaba dormido. Se veía dormido, en calma, de momentos quería evitar la idea de que se había ido e incluso le enojo el comentario de Ni de querer darle un entierro.

"Va a despertar"

Quería decir, sin embargo, la brisa y el transcurso del tiempo lo golpearon como una ola de realidad que oscureció su panorama.

Amargamente aceptó.

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11:20pm.

Olvido la última vez que había hecho esto...

Y creyó que nunca más lo volvería a hacer, sin embargo aquí se encontraba, con toda la delicadeza del mundo decorando una tumba ya vacía, quería poner algo que fuera de San pero Ni reafirmó que si esto consistía en poner ofrendas para que se las llevará al otro mundo, poner una parte de su armadura no era una buena idea. Así que... Solo volvieron cenizas su cuerpo y llevaban sentados los dos en el mismo lugar por tres horas, mirando el cielo nocturno que estaba lleno de nubes, no de lluvia sino de contaminación, la radiación se sentía en todas partes y el lugar parecía prácticamente muerto...

Rodan se movió un poco, yendo a gatas hasta la tumba una vez que se dio cuenta de algo, encontrando una pequeña cosa que le pudiera servir en el viaje y fue dejarle su espada, encajando esta sobre la tierra. Dándole un último toque a la hoja de obsidiana y metal que estaba ahora tan desgastada como él y por eso mismo se la iba a dejar.

一 Quería que su funeral fuera en Mara... 一dijo en voz baja一. Si lo hacía... Solo mi familia era sepultada en lugares de ese tipo y yo queria- por eso le dejó mi espada...

Ni se acercó hasta donde estaba el pelirrojo tomando su hombro como forma de apoyo.

Él realmente no entendía las creencias que tenía, se mantenía excepto en las ideas personales sobre si es que había un paraíso, infierno, limbo o solo era el final, pero sabía que probablemente San no pensaba igual, él tenía la mente muy abierta y creativa. Hubiera querido conocer este tipo de tradiciones, en especial si eran viniendo de Rodan, así que... No le quitó eso.

一 Mi familia decía que; el deceso y el renacimiento estaban en el mismo lugar. Que dependiendo de las hazañas y las cualidades de tu vida era como una vez desde la tierra ibas a renacer...

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En este punto ya no tenga mucho sentido resguardarse en un punto fijo, oculto, ambos quería sentirse lo más libres que les fuera posible afuera, por lo que se habían posado a dormir a lado de un río que ahora ya estaba seco y con una desagradable agua color verde pero el aroma era nulo, al igual que todo al rededor y en cierta parte, el ambiente radioactivo de alrededor era más de lo que necesitaban para poder estar en buenas condiciones físicas. Así que ahora no tuvieron que preocuparse con buscar calorías en otras partes y ahora trataban de mirar el cielo y perderse en este.

La mano de Ni, demasiado temblorosa pero a la vez segura de si mismo se dirigió hasta la de Rodan que permanecía quieta desde hace tiempo y asimismo era demasiado tentadora como para dejada pasar.

Al tomada... Solo espero que estuviera cálida, quería sentir ese tacto especial de otro ser vivo en este lugar y de alguna forma que este lo hiciera sentir completo de nuevo. Sin embargo, al tomar la mano de Rodan, esta extrañamente se sentía fría así como áspera, similar a acariciar grava, no era el calor que normalmente componía su cuerpo, por un momento creyó que se encontraba enfermo.

El pelirrojo correspondió el agarre, de momento con fuerza pero esta fue disminuyendo constantemente. Ya ni siquiera tenía la capacidad para tomar algo firmemente y el simple tacto no era la excepción, se sentía tan débil y estaba tan casando, ya no sabía en verdad porque razón peleaba. Su hogar probablemente ya no existía, los Titanes a la larga estaría en una lucha casi eterna, la gran mayor parte de la vida en la tierra fuera de ellos se había extinguido y sabría que el sol no volvería a salir en un par de cientos de años. Entonces ¿por qué razón peleaba?

Su vista al cielo nublado se vio obstruida en el momento donde Ni se levantó sobre sus hombros y se puso en frente de él. Haciendo ambos contacto visual.

Sus ojos rojos estaban tan apagados...

No había coraje, las agallas que normalmente tenía para enfrentar cualquier reto. Carecía de toda convicción y se podía ver reflejado en ellos.

一 Ni...

Susurró en voz baja, tomando con su mano libre el rostro del contrario, acariciando de forma inestable su mejilla. Recordando aquella vez en las que seco las lágrimas de San de forma tan maternal... Mierda, odiaba tanto que fueran gemelos...

一 ¿Y si escapamos?

El rubio abrió sus ojos un poco sorprendido, o tratando, estaba tan cansado que lo único que quería hacer era dormir y no le puso la debida atención que merecía esa propuesta que...

La seriedad en el rostro de Rodan ameritaba de dar una respuesta y no tenía la menor idea de que decir. Se quedó en silencio, entre cerrando un poco los ojos y formó una sonrisa forzada.

Sonaba a un paraíso, quizas incluso irse del planeta, no sabría si es que Rodan podría sobrevivir en el espacio, aunque eso solo era un requisito menor y en el caso de que no, podría pedir prestado a Gigan uno de sus trajes de diamantes y marcharse.

Podría irse lejos de este mundo muerto, buscar un lugar en lo más remoto del universo donde los recuerdos desagradables que formaron aquí e Ichi nunca más los volvieran a encontrar y... Vivir en resto de sus vidas en paz o incluso, formar una familia y eventualmente morir de vejez juntos...

¿Como decirle que si quiere irse?

¿Qué si quiere abandonar este lugar?

¿Qué quiere echar por la borda parte de la meta que tenía con su hermano?

Que quiere escapar de esta piedra...

Que quiere huir lo más pronto posible con él antes de que le pase algo.

Tenía tanto miedo que le pasará algo.

Abandonar el recuerdo de San.

Escapar de Ichi...

一 Si sabias que San no te veía como un amigo ¿no?

La mano que sostenía la mejilla cayó hacia un lado al igual que el agarre entre ambas extremidades.
Ni paso a ponerse completamente encima de Rodan, colocando ambas manos a los lados de la cabeza del pelirrojo mientras que este extendía los brazos a los lados.

Ante el comentario de Ni, lo único que hizo fue que con un rostro inexpresivo asentir de arriba abajo.

一 Si sabes que... Yo también siento lo mismo ¿verdad? Que yo te a-

Antes de que pudiera terminar la frase repentinamente su cuello fue enredado por los brazos de Rodan, atrayendo por completo su rostro, pero, nunca se continuó a partir de aquí... No hubo un beso esperando, solo se encontró con los ojos cerrados fuertemente del pelirrojo con lágrimas que recién brotaba y apretando sus labios, se veía que una parte de él si quería hacer esto, si quería besado pero, carajo, no sabía porque.

Podía imaginar si se concentraba lo suficiente que era San y quizás besandolo de pediría perdon por haberlo metido en esto y en especial, por haberlo abandonado.

O al contrario; quería olvidado lo más pronto posible y si para eso se requería acudir a llenar sus labios y emociones con alguien más lo haría. En especial si se trataba de Ni.

El rubio guardo silencio, llevo su mirada hacia abajo y permaneció quieto en lo que ahora de nuevo Rodan había empezado a llorar, aferrándose a él con suma fuerza, abrazandolo por el cuello y dejando escapar gritos que iban de la mano.

Los dos estaban tan jodidamente rotos...

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Dos días después.
1:20pm

Fuera de ellos, al parecer la convicción no se había apagado en el resto de la compañia que después de reponer las bajas y que la mayoría de los heridos se recuperada habían vuelto a las andadas, ahora mucho más precavidos que antes, claro estaba, pero también bajo esta misma discreción buscar a los líderes de esta locura.
En parte era algo bueno para Rodan y Ni ver esto, en observar que no todo a su alrededor estaba tan desolado y deprimido como ellos les distraía de buena manera de sus problemas e incluso algo de ánimo por pequeños momentos, algo que necesitaba los dos urgentemente.

Sin duda se tomaría vacaciones acabando con esta mierda.

Justo ahora era la hora del día en la que se buscaban provisiones que iban más de equipo médico, ropa o si había en caso algún tipo de calorías para los que necesitaban de alimentos para subsistir.

Se habían separado, cada uno se fue por un grupo distingo, Ni volteaba a mirar atrás a Rodan 一a quien más一. Que se había quedado en el campamento con Mothra ayudando a preparar medicina y sonrió en sus adentros en ver que estaba haciendo una actividad entre comillas normal y a su vez esta parecía ser sencilla y traerle algo de calma.
Incluso a el mismo le traía paz esta actividad, caminar en los alrededores con los demás... Era agradable, mejor que estar en un campo de muerte, algo irónico, su yo de unos meses atrás se estaría riendo de él al ver que adoptó gran parte de las costumbres "débiles" de San ¿acaso lo hacía para tratar de sentirse completo de nuevo? No lo sabía, quizás, lo que sí estaba seguro es que debió de dejar de ser un terco hace mucho para poder disfrutar de estas cosas.

Ingresó a una farmacia 一o lo que quedaba de ella一. Recogiendo unos medicamentos para el dolor junto a botellas de alcohol, vendas desinfectadas, gasas y algunas cosas más como inyecciones.
Se adentro un poco más en el lugar, llegando hasta los consultorios, eran dos, uno para adultos y otro pediátrico, en donde ingresó primero en cual era adornado con cosas que normalmente los niños adoran como animales y echó sólo un vistazo leve por si es que había algo de utilidad y al parecer no era el caso por lo que salió y fue al otro que era más lúgubre, no había electricidad para encender las luces usó la mano derecha hizo una antorcha de rayos lo suficiente brillante para alumbrar cada extremo del cuarto donde entró en este se encontró con un humano o bueno, su cadaver que ya empezaba el proceso de descomposición y por lo tanto apestaba horrible ese lugar sin ventilación, aunque este era especial por el uniforme sabia que se trataba de un militar y esto le hizo que se ganada su atención para quedarse en ese lugar a observar por más tiempo, echando un vistazo a las cosas que había traído alrededor y más adelante observo su arma. No era una normal, era las que tenían la carga del virus que podía matado a él de un solo disparo... Pero también podría matar a Ichi.

Sin pensado mucho la desarmó, sacando las dosis que había adentro, estas venían en cápsulas de vidrio con una aguja para que se encajada en la piel y para su sorpresa eran muy pequeñas que casi parecía difícil de creer que en esas cosas había el poder para matar a unos alienígenas milenarios como ellos.

De hecho un poco más de ojo a la aguja que como se esperaba no estaba hecha del típico material de las inyecciones normales sino de titanio puro que en zonas blandas de la piel podria atravesado.
La carga de la pistola eran dos, pero quería tener más para llegando el momento tener un par de oportunidades y se puso a buscar por todo el lugar si al sujeto no se le había caído más de casualidad, llegando a empezar a ver entre su ropa, saqueando las cosas que tenía entre su uniforme con algo de desesperación.

Si queria matado y escapar de él de una vez por todas, si quería que San descansada tenía que matado.

Tenía que matado.

Lo tenía que matar.

Un pinchazo en su dedo lo alerto de tener que volver a la tierra, no fue el pinchazo lo que le hizo bajarse de sus pensamiento sino en pensar que algo lo pudo haber hecho.

Con más cuidado, volvió a meter la mano de donde se había encajado una aguja, examinando con cuidado y sacó después lo que había en ese bolsillo.
Sintió la textura, era pequeño, frío pero que rápidamente se puso caliente al contacto con sus manos y lo sacó para ahora ver con sus ojos de que era lo que se trataba.

一 Tienes que estar bromeando...

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