Capitulo 6

Màu nền
Font chữ
Font size
Chiều cao dòng

YoonGi se puso de pie y sonrió levemente, para luego caminar hasta la puerta.

Mientras caminaba me percaté que traía puesto unos pantalones de dormir y una musculosa blanca.

- ¿Cuándo y cómo te cambiaste? - Pregunté.

Se giró a verme.

- ¿Cuándo? Hace 5 minutos mientras tenías un sueño erótico conmigo, y ¿Cómo? Como todo el mundo. - Sentí la sangre en mis mejillas.

Genial, puede saber mis sueños...

- N-No, no eso... - Dije nervioso - Sino que, ¿Cómo si no tenías ropa?

De repente yo ya no traía puesto mi short, y mi camiseta había sido reemplazada por una camisa negra que me quedaba demasiado grande.

Vi la prenda puesta en mí, completamente estupefacto, y luego lo miré a él, quien sonrió de costado y me miró fijo, haciendo que mi respiración se agitara.

- Eso responde a tu pregunta, precioso. Y déjame decirte que te ves condenadamente bien con esa camisa negra. Además, es tu color favorito, ¿no? - Dijo y mi cuerpo ardió en deseo por él.

- ¿Puedes irte? Quiero dormir. - Solté y me volví a acostar, sentí que se acercaba a mí de nuevo.

- Hasta mañana ChimChim, que sueñes conmigo... De nuevo. - Me susurró al oído y besó mi frente.

Cuando escuché que la puerta de mi habitación era cerrada, dejé que toda esa tensión saliera de mi cuerpo. ¿Qué voy a hacer? ¿Qué es lo que tengo que hacer? Debo estar loco, sí, creo que estoy loco, completamente loco. El Diablo está en mi casa, y como para rematarla es condenadamente sexy y sensualmente provocador ¿Qué va a ser de mí? Sólo espero que esto sea un sueño...

Narra YoonGi:

Maldita sea, me ha puesto de muy mala gana no poder tener sexo cuando tengo unas ganas tremendas de hacerlo.

Barba, creo que vamos a tener que discutir esa pequeña cuestión.

Dejé en la mesa el muñequito con el que estaba jugando y me recosté en el sillón.

Ahora JiMin debe estar pensando que es lo que quiere a cambio de su alma.

Un excitante muchacho está durmiendo en la habitación que está a mi lado, un chico extrovertido y audaz, me importa una mierda que no sea mujer, es más apasionante y hermoso que una.

Gwiboon diría que soy un inútil.

Según ella, yo, por ser el Diablo, ya debería tener un hijo y una mujer a la cual mantener a mi lado por el resto de la eternidad.

Ella está por así decirlo enamorada de un hombre, y él también está enamorado de ella.

Dice que ahora sabe porque las personas pueden llegar a morir por amor, es algo que se siente en medio del pecho y te hace sentir muy vulnerable, es algo que nunca me ha pasado.

Nunca intimé con nadie, por el simple hecho de que nunca deseé tanto a nadie.

En este momento, Park es lo que más deseo de este mundo.

- ¡Maldita sea! ¡Maldito tren! - Me senté en la cama mientras escuchaba como las ruedas del tren hacían un horrible ruido contra las vías.

Miré mi reloj de mesa, 7:30 a. m, la misma hora de siempre.

Lentamente, mientras mi cuerpo iba despertando sus sentidos y movimientos, me destapé. Traía puesto mi camiseta y mi short... ¿Y la camisa?

¡YoonGi!

Rápidamente me puse de pie y salí de la habitación, lo busqué con la mirada, pero no estaba.

Pensé que tal vez todo haya sido un sueño y yo realmente estoy loco, hasta que de lejos empecé a escuchar el sonido de la ducha.

Me acerqué y con cuidado abrí la puerta, el agua caía incitantemente por su bien formado cuerpo, ¡Dios, eso era mucho mejor que en mis sueños! ¿Cómo sería tocarlo? ¿Será real?

Giró dándome la espalda y mi mirada se posó en el final de la misma, fijándose en un raro tatuaje de anómalos colores que se movía con cada pequeño movimiento de su cuerpo.

Es maravilloso, mordí levemente mi labio inferior.

- Puedes pasar, JiMin. - Me sobresalté ante su profunda voz. Aún me daba la espalda - Si quieres, puedes bañarte conmigo. - Y eso fue suficiente para hacerme correr de allí.

Entré a mi habitación, algo agitado, y cerré bien la puerta.

Nervioso abrí mi closet y empecé a buscar ropa... ropa, ropa ¡Maldita sea! ¿Qué carajos es lo que voy a encontrar aquí? Mi ropa de trabajo está en el armario de la sala.

¡Rayos!

Escuché cómo tocó 3 veces a mi puerta.

- ¿Sí? - Pregunté y seguí buscando algo que sabía que no iba a encontrar.

La puerta se abrió.

- Hola precioso, ¿Cómo has dormido? - Me preguntó y entró por completo.

Sin mirarlo, ya que no podía hacerlo, tomé una toalla y salí de allí. Noté que él salió detrás de mí.

- Bien, ¿Y tú? - Pregunté nervioso y entré al baño.

- Excelente. - Giré, y cuando lo hice choqué levemente contra su rígido pecho.

Su respiración chocó contra mi rostro. Me miró fijo.

- Se hace tarde para el trabajo. - Me alejé de él.

- No, ya no. - Soltó. Lo miré extrañado, de pronto el teléfono sonó, lentamente me acerqué a él, algo tensionado.

- ¿Aló? - contesté.

- ¿Qué hace mi querido amigo? - Dijeron del otro lado de la línea, con una voz que conocía muy bien.

Respiré aliviado.

- Jungkook... - Dije y sonreí levemente - ¿Dónde estás?

- Buen día, ¿Cómo has estado? Que yo sepa no dormí allí anoche, JiMin. ¿Dónde están tus típicas preguntas de madre? - Dijo y yo reí por lo bajo.

- Buen día Jungkook, estoy bien ¿Y tú? - Rio divertido.

- Bien, muy bien, demasiado bien. - Dijo pícaro y con eso entendí a qué se refería.

- Estás con Jin. - No preguntaba, afirmaba.

- Pues claro que sí. - Rio, se escucharon murmullos del otro lado - ¿Qué?... Jinnie, despierta de una vez y dilo bien. - Reí. -Oh, Jin te manda saludos.

- Igual. - Dije divertido.

- Cierto, antes de que me vaya de tema...

- Como siempre, Kookie. - Se quejó - Bueno, ¿Qué pasa?

- Tenemos vacaciones.

Miré a YoonGi y él me sonrió.

- ¿Qué? - Pregunté para cerciorarme de no haber escuchado mal.

Oí un gruñido frustrado de mi amigo el Diablo, provocando que llevara mi mirada hacia él, formó un gesto de molestia con el rostro.

- Sí, no sé qué le pasó a Jinnie que le dieron vacaciones, y nos dio vacaciones a todos. - Continuó mi amigo.

- ¿Estás hablando enserio? - Seguía sin poder creerlo aún.

- Lo mejor de todo es que tenemos salario incluido. ¡Vacaciones pagadas ChimChim! ¡Pagadas! - Soltó muy emocionado, emocionándome a mí también.

- ¡Es grandioso!

- Te lo dije. - Habló YoonGi, yo sonreí por lo bajo.

- ¿Estás con alguien? - Preguntó Jungkook.

Volví a concentrarme en la conversación.

- Umh... sí. - Dije luego de unos segundos.

- ¿Con quién? - Me preguntó malicioso.

- Sólo alguien. - Traté de quitarle importancia, pero YoonGi tenía otros planes.

- ¡JiMin! ¡Precioso! ¡Apúrate cariño, el desayuno se enfría! - Dijo en un grito.

- Esa voz... ¡El Nuevo jefe de Administración!

- No, bueno, sí. Es él. - Dije nervioso.

Jungkook rio.

- No puedo creerlo, ¿Y qué tal? ¿Es bueno? - Me preguntó logrando sacarme una risotada.

Si tan sólo supiera que no puede tener sexo, creo que se muere.

- No lo sé, no me acosté con él. - Respondí y dediqué una fija mirada a YoonGi, quien sonrió divertido.

- ¿Cómo que no te acostaste con él? - Dijo como si eso fuera imposible -Jiminnie, ese hombre está que arde.

- Lo sé, lo sé, pero no pasó nada.

- Pues, aún no puedo creerlo. - Ambos reímos

- Como sea, gracias por avisarme. Voy a seguir durmiendo. - Escuché cómo Jungkook aclaró su garganta.

- Sí, claro, como si fuera fácil dormir con ese súper bombón en tu casa. - Dijo irónico. Reí divertido - Yo también seguiré durmiendo.

- Sí, claro, mientras tienes en la cama a un maniático del sexo. - Soltó una carcajada.

- Le diré eso. - Dijo mientras seguía riendo - Adiós JiMin, nos vemos luego.

- Claro JungKookie, adiós. - Sonreí y colgué.

Lentamente giré a ver a mi invitado.

- ¿Kookie? ¿JiMin? - Dijo, yo subí ambos hombros - Hablan como cotorras. - Sonríe levemente.

- Como sea, ¿Cómo hiciste eso? - Pregunté y YoonGi silbó haciéndose el tonto. Rodé los ojos - Voy a bañarme.

- ¿Necesitas ayuda? - Me preguntó. Mis pasos se congelaron - Podría pasarte la esponja por la espalda...

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen2U.Pro